Severus tomo su cerveza de mantequilla y le dio un gran trago. Se encontraba en las tres escobas del pequeño pueblo de hogsmeade junto a sus amigos Lucius, Regulus y Narcisa. Los dos Black que estaban sentados uno al lado del otro discutían sobre la importancia de la historia de la magia y lo involucrado que había estado los muggles
De pronto la puerta del local se abrió dejando entrar a cuatro Gryffindor. Primero entraron James y Sirius seguidos por Remus y Lili ambos grupos se miraron con desconfianza pero habían quedado que harían las pases por el bien de sus amigos
El primero en actuar fue Lucius que aprovecho el momento en el que Sirius observaba a su amigo y se acercó a Severus para susurras un suave “no les tomes importancia”. Pudo notar como Sirius fruncía el ceño y tensaba los músculos. Definitivamente Lupin había sido un genio, el plan funcionaria al cien.
Lili y Remus se acercaron a la mesa de los Slytherin seguidos por un James sonriente y un claro Sirius molesto
-Hola- saludo Remus- ¿podemos sentarnos?
Tanto Sirius como Severus se sorprendieron, pero más fue su sorpresa al ver como los sangre pura asentían y se recorrían para hacer espacio. James se sentó junto a Regulus seguido de Sirius que quedo casi frente a Severus. Remus por su parte se sentó junto a Lucius quedando frente a Regulus que rápidamente empezaron a conversar mientras que Lili se sentó junto a Severus
-Sev ¿terminaste el trabajo de ruinas antiguas?- pregunto Lili noto como Sirius se quedaba en silencio observándola
-Aun me faltan detalles
-Podemos terminarlos juntos- recogió un mechón de su cabello rojo y se lo paso por detrás de la oreja para acercarse más al rostro de Severus podía jurar que Sirius contenía la respiración y apretaba con fuerza su puño por debajo de la mesa
-Claro Lili
-Gracias Sev - La chica sonrió y se colgó del brazo del Slytherin mientras miraba con ojos de desafío a Sirius que solo frunció el ceño
James había notado el comportamiento de Sirius y siendo, el que estaba un lado de él claramente podía ver los puños cerrados de su amigo, era el momento de atacar
-También eres muy bueno en pociones –dijo James. Severus asintió con un movimiento de cabeza, era raro que Potter le hablara casi siempre se dirigía a Regulus o a Lucius antes que a él -¿quieres ser mi maestro? Yo soy malísimo y necesito ayuda
-¿Qué te pasa James?-hablo de pronto Sirius- si quieres un maestro porque no se lo pides a Remus
-Porque quiero al mejor además no lo hará gratis. Snape si me ayudas te ensañare la manera de salir de Hogwarts para ir al bosque prohibido y que puedas conseguir todos los ingredientes que puedas
-¡Que! Estás loco, no pensaras en mostrarle uno de los pasadizos
-¿Aceptas o no Snape?
Severus se quedó incrédulo, James Potter le estaba pidiendo que fuera su maestro, imposible ¿había algo más? ¿Era otra broma? Algo andaba mal, claro que no quería ser maestro de Potter, no soportaba estar más de 10 minutos cercas de él pero era una oportunidad única de fastidiarlo y no solo a él, Sirius estaba claramente molesto, tal vez no soportaba que algún Slytherin o alguien como él fuera maestro de uno de sus preciados amigos además de todo eso estaba la paga, algo único que al parecer solo los Gryffindor conocían
-Está bien Potter. Solo no me hagas perder mi tiempo
-Soy buen alumno cuando quiero. Que te parece todos los días una hora después de comida -Severus asintió y después se pusieron hablar de lo que necesitarían
Sirius se quedó en total silencio ¿Qué mosca le había picado a James? Sabía que ambos eran malos en pociones pero pedirle ayuda a Severus Snape y además pasaría todas las tardes juntos. Sintió un molesto cosquilleo en el estómago ¿Cómo era posible eso?
Lucius esbozo una sonrisa, al principio había estado atento a la conversación de Lupin con los dos Black pero cuando Sirius se había quejado a su ver de manera alta, no pudo ignorar su conversación. Le costaba reconocer pero Potter había hecho una excelente jugada y al notar como Evans se sostenía del brazo de Severus también ella había atacado. Los Gryffindor no perdían el tiempo y como buen Slytherin tenía que defender su orgullo, giro para ver a Severus y ahí estaba su oportunidad cuando el chico bajo la cerveza de mantequilla
-Sev –llamo Lucius
Severus giro hacia su amigo y vio como Lucius se acercó lentamente a él hasta poner sus labios sobre su mejilla muy cerca de la comisura de su boca
-Tenías un poco de espuma –dijo Lucius y le giño un ojo
De pronto se escuchó un fuerte ruido. Sirius se había levantado tan rápido de la mesa que había tirado la silla en la que estaba sentado. Si las miradas mataran en ese momento Lucius habría muerto. Sin decir ni una palabra Sirius salió de las tres escobas
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-Es que se volvieron locos o que -reclamo Sirius cuando sus amigos cruzaron la puerta de la habitación. Los había estado esperando con los mil humos desde que salió de las tres escobas y aun así se habían dado el lujo de tardarse seguramente porque disfrutaban de la compañía de las serpientes
-Calmate canuto ¿Qué te pasa?
-Que me pasa, enserio Remus ¿quieres saber que me pasa? Te lo diré-exclamo bastante enfadado- primero ustedes se acomodan como si nada con las serpientes como si olvidaran todo lo que ha pasado, después Lili coquetea con Quejicus, se supone que solo son amigos. Y Lucius es un descarado beso a Snape delante de nosotros, no sé porque te interesa tanto Remus
-No lo beso – contradijo James que había notado como Remus se había ruborizado disimuladamente
-Y tu James ¿porque le pediste que fuera tu maestro?
-Ya te lo dije, quiero al mejor
-Pero mostrarle un pasadizo. No pensaras en mostrarle el mapa
-Claro, porque no- James se encogió de hombros, la verdad no se la había ocurrido que decir y no había pensado en otra cosa, no estaba seguro de mostrarle el pasadizo a Snape pero eso se aclararía cuando fuera pareja de Sirius
-Estás loco-dijo Sirius después giro hacia Remus- dile algo
-¿Cómo qué?-Remus sabía que todo lo del “maestro de pociones” solo era el plan de James y al parecer estaba funcionando- a mí me parece bien, al fin de cuentas Severus será parte de nosotros algún día
-¿Qué quieres decir?
-Nada-Remus sonrió- vamos es hora de cenar- después de recoger sus cosas Remus y James salieron de la habitación dejando a un molesto Sirius
Sirius se pateó mentalmente algo malo estaba pasando y lo sabía pero lo que lo preocupaba más eran las palabras de Remus ¿acaso él sabía algo? Y James ¿Por qué quería pasar tiempo con Severus? Acaso… no, era imposible, James no podía estar enamora de su Severus debía de ser algo más, también estaba Malfoy y Lili. La pelirroja podía descartarla pero Malfoy ¿también estaría interesado en Severus? No dejaría que nadie se lo arrebatara, ni siquiera su mejor amigo, tenía que averiguar que pasaba.
Llego al gran comedor y se sentó junto a sus amigos, James parecía normal, uno menos, giro hacia la mesa de los Slytherin y en ese momento Lucius Malfoy estaba de espaldas a él, menos mal no quería ver su cara de arrogancia, después siguió con la mirada hasta Severus que se encontraba frente a él sentado junto a Regulus y Narcisa. Fue solo un segundo en el que sus ojos se cruzaron con los de su prima quien le sonrió sarcástica y de pronto abrazo a Severus atrayéndolo hacia sus pechos.
Sirius golpeo tan fuerte la mesa con su brazo que llamo la atención de la mayoría de los Gryffindors, sentía la furia estallar dentro de su pecho, juraría que Narcisa lo estaba provocando
-¿Sirius estas bien?
Antes de que pudiera contestar Dumbledore se puso di pie y llamo la atención de los alumnos
-Buenas noches a todos, creo que ya saben que anuncio les daré esta noche
Como había dicho el director los alumnos esperaban con ansias pero no el anuncio sino más bien la confirmación de lo que sucedería
-Como ya saben todos los años al final octubre festejamos nuestros antepasados y tradiciones-continuo el director- Y este año no será la excepción, el último día del mes tendremos un banquete y un baile de halloween
Los alumnos comenzaron a cuchicheo sobre a quienes invitarían y quienes serían sus posibles parejas de baile pero para seis personas esa era su oportunidad de oro.