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Quiero Conocerte por Momo hitsugaya

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Notas del fanfic:

Holaaa

Aquí estoy con una historia que tengo en mente desde hace mucho tiempo

Notas del capitulo:

:) Aqui les tengo el primer cap :3 espero que les guste

Pov. Alex

-Me gustas- dije demasiado nervioso. Estaba al frente del chico que me gustaba desde hace mucho. Había planeado hacerlo en privado, pero la gente se agrupo alrededor al ver que alguien como yo se le acercaba. No me quedaba de otra y lo solté sin más –me gustas mucho, Miguel- Él me miró por unos segundos, muy fijamente; y luego se rió, su risa retumbó en mis oídos, seguido del coro de risas de los demás.

-Tú- dijo Miguel -¿crees que me fijaría en tí? ¿el que casi nunca habla y siempre está lejos de todos? ¿Qué se esconde? No eres más que un simplón bueno para nada, solo desaparece.

Sentí las lágrimas brotando de mis ojos, así que me di la vuelta y corrí. Sus palabras resonaban en mi cabeza. Nunca me había importado lo que los demás decían de mí, pero que él dijera eso me había hecho polvo. Estaba demasiado enamorado de él.

Cuando lo conocí, lo vi como un chico más, de esos que se creen lo máximo y que tienen a las chicas a sus pies. A l principio ni siquiera le tomé importancia.

Pero yo tenía la costumbre de observar mucho a las personas, y él no fue la excepción. Empecé a fijarme en cosas pequeñas como su manera de caminar, siempre con estilo; como se veía cuando escuchaba música, haciendo obvio que lo disfrutaba; lo tierno que se veía cuando estaba confundido o nervioso.

También me di cuenta de que no siempre actuaba igual. Cuando estaban sus ´´amigos´´ era muy arrogante y altanero; pero cuando estaba solo o con alguien que no fuera uno de ellos, era más amable y hasta lo veía sonreír más. Así terminé enamorándome de él, del chico que era cuando estaba solo, ese chico gentil, amante de la música. Era un poco inquieto pero aquello no le quitaba el encanto.

Lo que me dijo me tomó por sorpresa. Jamás creí que se reiría de mí así. Me dolió demasiado. Él era lo único que había mantenido el avión que era mi vida, dañado y casi sin energía, en vuelo, pero ahora ese no podría seguir volando, y era inevitable que se estrellara, destruyéndose por completo.

Seguí corriendo por los pasillos del colegio hasta llegar a los baños, donde entré apresuradamente. No había nadie y era poco probable que alguien entrara; el timbre de salida había tocado desde ya un rato, todos deberían estar de camino a casa. Me apoyé en el lavatorio y me miré en el espejo. Miguel tenía razón. ¿Acaso esperaba que se fijara en alguien como yo? No era ni guapo ni lindo. Mi piel era pálida, de un tono casi enfermizo. Mis ojos, de color marrón claro, estaban rojos e hinchados, producto del llanto, dándome un aspecto aún peor. Ni hablar de mi cabello, largo y descuidado, que acaba justo por encima de mis ojos, queriendo cubrirlos. Llevaba unas ojeras enormes y muy marcadas debido a la constante falta de sueño por diversos motivos no muy agradables. Además era demasiado delgado, no tenía músculos y se notaba a kilómetros que una niña era más fuerte que yo.

´´Debilucho´´, ´´bueno para nada´´, ´´anormal´´, ´´demente´´, ´´don nadie´´.

Esas y otras muchas frases más dichas por él y otras personas se reproducían en mi mente, haciendo crecer el dolor en mi pecho.

No solo me dolía que me hubiera rechazado, si no lo que él pensaba de mí. Nunca me había importado lo que los demás dijeran de mi, pero lo que Miguel había dicho había sido una apuñalada directa y profunda.

Miré mis brazos y levanté las mangas de mi casaca. Ahí estaban; algunas eran pequeñas y casi invisibles, otras eran algo más profundas; marcas de cortes se encontraban a lo largo de mis brazos. Nunca había sido nada grave, Miguel era lo que me hacía fuerte sin saberlo. Esta vez era él quien me había herido, no había nada ni nadie que me atara a este lugar.

No conocí a mi padre, ya que él abandonó a mi madre cuando quedo embarazada. Ella trabajaba y salía mucho, por lo que casi no la veía. Aunque ella no lo decía, yo sabía que ella me veía como un estorbo, como algo que no debió ocurrir.

Justo ahora me daba cuenta de que dependía demasiado de él, ahora no había nada que me detuviera.

Saqué la navaja de mi bolsillo y la acerqué a mi muñeca. No hacía falta escribir una carta, sabía bien que a nadie le importaría. Sabía que dejaría de ser una carga.

Hice el primer corte, más largo y profundo de lo usual. Observé la sangre brotar, bajando por mi antebrazo. Cerré los ojos, ignorando el dolor y centrándome en que pronto nada importaría.

Fue entonces cuando sentí una presión justo en el corte que acababa de hacer. Abrí los ojos y me encontré frente a un chico, al que nunca había visto, que me miraba con una mezcla de susto, preocupación y confusión. 

Notas finales:

Espero que les haya gustado. Cualquier comentario o sugerencia en los reviews :3


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