-Ay, ya acéptalo Shaka, ¿qué tiene de malo? Te he visto como te sonrojas, y peor aún, te he visto como lo miras cuando sale a lavar el auto o a cortar el césped… Aunque siendo honestos, yo también me pondría como tú ni tuviera a Milo – Camus rió por la bajo.
-Es que… sí me gusta, pero…
-¡Ajá! – lo señaló el francés - ¡Ahí está! ¿Viste que no fue tan difícil?
-Técnicamente la parte de aceptar que me gusta no es tan difícil, pero se nota que es medio cabrón… Además, ¿que tal si yo no le gusto?
-¿Cabrón? ¿En que sentido?
-El otro día lo vi charlando muy animado con Marin, luego de otro rato, Eri caminaba de su brazo y más tarde lo vi conversando con Fler…
-Es un tipo atractivo, no esperes que nadie lo voltee a ver, por que créeme, lo harán – sonrió pícaramente – además, siempre se porta muy bien contigo y… bueno con todos, pero he notado que a veces te observa demasiado…
-¡Hola! – interrumpió a Milo - ¿Ahora a quien están destrozando?
-A nad… - pero Shaka no pudo terminar la oración, fue interrumpido con un irritado Camus.
-A Aioria.
-¿Qué hay de malo con él?
-Exactamente…
-¿Exactamente qué? – Milo a veces no le seguía la corriente a Camus, no por que no quisiera, si no a veces, simplemente no lo entendía.
-Que no entiendo que tiene de malo Aioria para que Shaka no se dé cuenta que siente algo por él.
-Oh vamos, no te metas con mi muchacho, apuesto a que sería genial como tu novio, además, últimamente lo he notado algo distraído, le he preguntado pero me dice que nada le está pasando…
Hyoga había escuchado toda la conversación y enseguida le marcó a Jabu.
-Creo que son ciertas nuestras sospechas amor, al fin el terco de mi hermano aceptó que le gusta tu primo.
-Genial – al otro lado del teléfono Jabu terminaba una tarea – si son ciertas mis sospechas y los ojos azules y el cabello rubio al que se refería el otro día son los de Shaka, ya la hicimos.
-¿pasamos al plan b? –
-hecho, pero primero quiero pasar al plan A de abrazos y mimos de mi pato.
Hyoga se ruborizó, Jabu siempre era muy romántico con él – está bien amor, te veo más tarde.
….
-Vamos, acompáñame de compras – Camus lo jalaba del brazo.
-Pero es que tengo muchas cosas que hacer – Shaka estiraba al otro lado su pobre brazo.
-Sólo vamos a comprar un pantalón y listo.
-¿No vas a ceder nunca verdad?
-Nop, así que vámonos ya – subió a su convertible, junto con el rubio.
-¿No deberíamos ir a entrenar el día de hoy? – Aioria le dio un trago a su cerveza.
-Nah – Milo hizo lo mismo con la suya – además hoy entrenan los rookies, no haríamos mucho por que el campo estaría ocupado.
-Buen punto, entonces tomémonos la tarde libre, cielos, mataría por una hamburguesa.
-Yo también, vayamos por una – en eso sonó el teléfono de Milo con un mensaje: “No se te ocurra desviarte del plan, llegamos al cine en 15 minutos” – sabes, me dijeron que hay un puesto nuevo cerca del cine, así que ¿por qué no probamos?
-Vale, muero de hambre – Aioria caminó junto a él.
-Ahí vienen – señaló Hyoga a Milo y Aioria.
-Shaka y Camus también van llegando – le respondió Jabu que miraba al otro lado – levántate, es hora de que nos “topemos”.
-¡Hola chicos! – fue el saludo de Milo, jalando a Aioria del brazo.
-Vaya, parece que coincidimos todos – Camus hablo cuando llegaba también con Shaka.
-Si, que hay de nuevo – se dirigió Jabu - ¿Vienen al cine?
-Pues… - Shaka miró a Aioria y se sonrojó – yo solo venía a acompañar a Camus y…
-Deberíamos entrar – interrumpió Aioria sonriente – ya estamos todos aquí.
-Entonces vamos – sugirió Hyoga – tenemos cuatro boletos solo faltarían dos y…
-No, no, la tienda cierra en 20 minutos y aun quiero un pantalón que vi – Camus se dirigió a Milo - ¿Por qué no me acompañas?
-Pero – Shaka lo mató con la mirada – venías de compras conmigo.
-Si, pero aquí está Hyoga y probablemente quieran volver a casa juntos, ¿no es así?
-Si además, recordé que tengo cita con el doctor – agregó Milo.
-Pero si acabas de beber… - interrumpió Aioria - ¿piensas ir así?
-Es que… mi doctor es mi primo, no pasará nada, tranquilo.
-Si tu lo dices… - Aioria miró a Shaka – entonces acompañemos a los chicos al cine – y le sonrió ampliamente.
-Me parece buena idea – le correspondió con una enorme sonrisa.
-Bueno, entonces nos vemos después – Milo jaló a Camus y comenzaron a caminar rápidamente.
-Bien, tenemos los boletos para… oops – Jabu fingió demencia.
-¿Qué pasa? – Hyoga se tragaba la risa - ¿Qué tienes?
-Tengo que… los boletos para la película… son en realidad para dos películas diferentes.
-¿Y eso? – Aioria tomó los boletos para revisarlos.
-Seguramente la cajera me dio boletos diferentes, fue mi culpa, ¿por qué no entran Shaka y tu a ver Frozen? Nosotros iremos a la nueva peli de terror…
-Por mi no hay ningún problema ¿Qué dices Shaka? ¿Vamos a ver Frozen?
-Me encantaría – le sonrió amablemente e intentando no ponerse rojo como tomate.
-Bueno, entonces nos vemos a la salida del cine – Hyoga comenzó a caminar hacia la zona de salas.
-Los vemos después – Jabu le dio alcance a su pato y entraron a la peli.
-Bueno, quedamos nosotros dos – Aioria rodeó con su brazo los hombros de Shaka, el cual reaccionó tensándose.
-Sip… ¿Quieres palomitas o algo?
-Si, seguro.
Tras un enorme combo de comida, iba Aioria: nachos, palomitas, chocolates y dulces, ah y una soda extra grande era lo que había pedido, llevaba en la bandeja también las palomitas de caramelo y el raspado de cereza del rubio, quien se sonrojó cuando el leonino no lo dejó pagarlos.
Entraron a la sala y apenas había comenzado la película, pasaron el tiempo riéndose de las ocurrencias de la princesa y el muñeco de nieve, se tensaban cuando la reina parecía perder el juicio, sin embargo, las miradas de uno y otro se dirigían sin toparse.
Shaka vió como Aioria casi se terminaba todo el bonche de comida cuando faltaba poco para finalizar. El león lo miró y tenía la cara manchada de queso. Shaka soltó una risilla y le limpió la mejilla.
-Lo siento – rió – soy un desastre a la hora de comer chucherías.
-Está bien – rió también – todos lo somos.
Comenzó una escena donde pequeños trolls molestaban al vendedor de hielo con la princesa y en eso Shaka miró fijamente a Aioria, quien reía a carcajada partida, e inconscientemente escuchando la canción, algo gracioso lo hizo entrar en pensamientos más profundos.
¿Será lo torpe de su andar?
¿O que escupe al charlar? r32;r32;
¿O la forma tan extraña de sus pies?
“Claro que no” – pensó mientras veía al león reír como niño – “camina tan sexymente… y no escupe… a menos que ría a carcajadas” – y rió de ver a Aioria tan tierno – “ y sus pies… hasta sus pies son bonitos” – se sonrojó recordando como casi se le cae la baba cuando lo vio lavando el auto por primera vez en nada mas que bermudas.
- Pobre leñador – Aioria lo sacó de sus pensamientos - ¿Quieres que te traiga otro raspado?
-Aioria – se sonrojó y rió por lo bajo, ya que no se dio cuenta que viendo al león le había dado el último y sonoro sorbo a su vaso – no es necesario, yo…
-No te preocupes, puedo ir por uno nuevo, además, creo que necesito ir al baño – le sacó la lengua como cuando los chiquillos hacen una travesura – y no te preocupes, me lavaré las manos – le mostró las enormes palmas de su mano.
-Jajaja, está bien, ¿al menos me dejarás pagarme el raspado y comprarte un chocolate?
-De ninguna manera, Williams, tu espérame aquí.
-Pero Aio…
-Shhh no hay pero que valga, ya regreso.
r32;r32;r32;
Al parecer , se baña bien y r32;aunque huele un poco raro, r32;r32;
No hay otro tan sensible y r32;tan dulce como él. r32;r32;
Requiere algunas reparaciones; tiene fallas tal vez.
Cuando se quedó sólo, Shaka volvió a pensar en Aioria, recordó la escena anterior donde le mostró sus manos y le pareció encantador alguien tan sincero, y en realidad, olía bastante bien, siempre tenía ese perfume magnético que lo dejaba embelesado. Jamás había conocido a alguien tan tierno, que se vieran tan imponente, pero que a la vez fuera así de sencillo y noble.
Es raro r32;su cerebro, su amigo es un bicho; no es una conducta natural. r32;r32;
Requiere algunas reparaciones,r32;pero es seguro que,r32;es posible repararlo con solo r32;un poco de amor r32;r32;
Luego pensó en la capacidad del leonino para hacer amistades, era siempre atento y amable, unos minutos antes de entrar a la sala, le había regalado un chocolate a un niño que lloraba, pensó en como se hizo tan rápido amigo de Milo, siendo que el escorpión, como también lo nombraban, a veces podía ser algo poco menos que soportable.
¿Tendría Aioria acaso algún defecto escondido?
-Wow – lo sacó de nuevo de sus pensamientos – había una fila enorme, ¿me perdí de mucho? – le extendió el nuevo raspado.
-No, no, solo iban corriendo al castillo jaja.
-Ah bueno, siendo así – Aioria le pasó el brazo de nuevo a Shaka.
Shaka sin querer, atónito ante la situación se acurrucó en el brazo del león.
-Wow – el castaño sorbió a su refresco - ¿el leñador dejará ahí a la princesa?
-Pues sí, al parecer se quedará con el príncipe…
-Que tonta es…
¿Es que un sustín lo hará correr? ¿O que sociable no va a ser? ¿o que prefiere hacer pipi al exterior?
¿O no te entra en la cabeza que su pelo es de princesa? ¿O que disimula sus virtudes tantas son?
Shaka lo observó de nuevo y no podía creer que existiera alguien tan dulce y considerado, algún defectillo habría que tener, la cancioncilla le volvía a resonar. Pero no, Aioria no parecía de los que se asustaran con nada, y su pelo nada tenía que ver con el de una princesa, parecía suave y era brillante, le encantaba como se alborotaban aquellos rizos color miel.
La película finalizó con el “todos vivimos felices por siempre” típico de la franquicia, salieron y Aioria fue el que tiró la basura, evitando que Shaka se arrimara si quiera al bote.
-Me pareció divertida la película – sus ojos esmeraldas se posaron en aquellos aguamarinas - ¿Qué te pareció a ti?
-Encantadora – Shaka le sonrió enternecido – no me arrepiendo de haber pasado estas dos horas a tu lado viendo una peli de niños jaja.
-Hey – lo miró divertido – ¿que significa eso? – y le sacó la lengua de modo infantil.
Shaka rió por lo bajo cuando llegaron un sonriente Hyoga y un nervioso Jabu.
-Chicos, ¿que tal la peli?.
-Fue un asco total – Hyoga reía.
-Pareces pálido primo – Aioria miró extrañado al menor de los Onassis.
-Nah, nah, que va, fue un churro como dice Hyoga.
-Me he cansado de estar sentado, ¿les gustaría ir a la plaza a dar una vuelta? – el leonino se dirigió a sus tres acompañantes.
-Si vamos, a mi también me duelen las piernas de estar sentado - Hyoga jaló a Jabu.
Se pusieron en marcha y Aioria de repente sintió que lo traicionaba su vejiga – creo que necesito ir al baño – rió sobándose la cabeza – denme un minuto, enseguida vuelvo.
-Aquí te esperamos – le dijo Hyoga – por mientras iré por algodones de azúcar.
Jabu y Shaka se quedaron en medio del centro comercial, y el menor fue quien comenzó la plática
Requiere algunas reparaciones y tiene un piojo o dos r32;
Si vive aislado es algo claro; necesita abrazos con decisión.
Requiere algunas reparaciones y r32;hay una solución:
El modo ideal de repararlo esr32;logrando su unión.
-¿Y bien? ¿Qué tal se portó mi primo?
-Bastante bien – Shaka le sonrió – me divertí mucho.
-Ya veo, que bien, que bueno, lo he visto más animado desde que salimos con ustedes, lo de la mudanza fue algo… difícil para él.
-¿En serio?
-Si, pff, cuando Aioros le dijo que se mudarían de ciudad fue devastador para él, le dio la opción de quedarse, pero realmente esos dos son inseparables, y vieron una buena oportunidad aquí en Fairview, por eso, decidí que sería bueno un cambio y me acoplé a la mudanza.
-Ya veo, no imaginaba que Aioria se sintiera triste de vivir aquí, digo, siempre los he visto muy contentos, a Aioros, a ti…
-Es lo genial de ese tipo, siempre se preocupa por los demás y no le gusta ver caras tristes, igual que Aioros, por eso siempre han sido mis favoritos. Sabes, pienso que lo que le hace falta, es tener alguien que lo quiera y lo entienda.
Shaka lo miró sorprendido, Jabu no le parecía tan maduro, tenía achaques típicos de su edad, como los tenía Hyoga también, pero realmente había sido una sorpresa escucharlo hablar como lo estaba haciendo.
-Sólo te daré una pista. Los rubios lo matan – y le guiñó el ojo.
-Perdón por la tardanza – interrumpió el leonino – había una fila enorme.
-Listo – llegaba Hyoga al tiempo, dándoles a cada uno un algodón – tuve suerte, eran los últimos.
-Vayamos a casa, se hace tarde– Aioria se dirigió a Shaka.
-Si, vayámonos ya.
Todo el camino se la pasaron platicando sobre las películas y contando chistes. Los Onassis encaminaron a los rubios a su casa y luego de despedirse, cruzaron la calle y llegaron a casa.
No decimos que lo cambies; nor32;es fácil hacerlo así. Pero es tan fuerter32;el amor, que puede transformar.
No decides bien sintiendo r32;angustia o temor…
¡Mas si derramas el amor! ¡Amar te hará mejor!r32;
-¿Y que tal la cita con Aioria he? – Hyoga entró al cuarto de su hermano y lo miró de manera pícara.
-Espera – Shaka dejó de cepillarse el cabello - ¿cita? ¿ustedes arreglaron esto?
-Cielos hermanito, de veras que ni cuenta te das de algunas cosas.
-Son unos…
-No me digas que no te la pasaste bien, por que te vi, los sonrojos, las miradas, las sonrisas. No me lo niegues, no lo hagas como lo hice yo con Jabu al principio.
-Pues… - el rubio mayor se sonrió, la verdad es que es encantador, y muy guapo… Aunque Jabu me dijo algo muy extraño hoy.
-Y que te dijo – tomó el cepillo de Shaka para comenzar a peinar su cabello.
-Que Aioria no quería mudarse, y que no había sido muy feliz aquí hasta que comenzaron a salir con nosotros…
-¿Y crees que no puedas hacer que se sienta bien? Vamos Shaka, tienes que olvidar a Hades de una vez por todas, Aioria es maravilloso y él te necesita tanto como tú a él. No le temas a abrir tu corazón, ese consejo me diste y mira lo bien que estoy con Jabu.
-No es en Hades en quien pienso, es…
-Es que te da miedo que te lastimen de nuevo. Créeme, ya estuve en ese lugar, y si, es terrorífico, pero ¿sabes? De no ser por ti y por arriesgarme, no sería tan feliz como lo soy ahora. Inténtalo, yo sé que amar a los demás es lo tuyo, y tienes una oportunidad de oro, cruzando la calle.
Hyoga se fue a su cuarto dejando a un pensativo Shaka.
A la mañana siguiente, después del desayuno, Shaka salió a cuidar el jardín que caracterizaba al 4354 del carril wisteria.
Estaba rastrillando las hortensias cuando Aioria salió a podar el césped de su jardín. El leonino miró a Shaka y le hizo una seña, Shaka agitó su mano y después el castaño cruzó la calle con todo y podadora.
Todos necesitan reparaciones r32;y esa es la verdad.
La reparación perfecta del que r32;debe repararse es:
TU AMOR
-¿Necesitas una poda? Digo, del jardín – y señaló el pasto.
-En realidad – Shaka se puso de pie – lo que necesito es… Alguien que disfrute una película para niños y me cuide hasta de la lluvia…
-Shaka – le sonrió abiertamente el leonino – yo…
Shaka lo tomó por los hombros y se acercó a él, cerrando sus ojos, Aioria lo tomó por la cintura y cerrando sus ojos también unió los labios con los suyos en un tierno beso.
-Esto era lo que yo necesitaba – le sonrió Aioria – sólo esto.
Shaka le sonrió y abrazó sus hombros, repitiendo la postura que tenían.
Fin del Flashback
-Wow – Mime sonreía encantado - ¿somos los chicos más suertudos del mundo o que?
-Si Mime, lo somos… - Shaka le sonrió en complicidad.
-Muy bien – Aioria llegó con la camisa puesta - ¿Quién tiene hambre? Por que tengo muchos bistecs para asar.