Los ojos de James se abrieron muy ampliamente y su cuerpo se quedó petrificado al oír las palabras del heredero de los Malfoy— Scorpius yo no— dijo hiendo rápidamente hacia Scorpius para sujetarlo del brazo impidiendo que el rubio abandonara el salón, pero Scorpius no tenía intenciones de escucharlo y con un fuerte movimiento rompió el agarre de James y se fue sin ni siquiera mirarlo.
Camino lo más rápido que pudo al baño más cercano, donde se hecho agua en la cara e inhalo profundamente, mirando su reflejo en el espejo vio las marcas que habia dejado James en su blanco cuello y no pudo evitar sentir una infinita tristeza y odio, porque Scorpius creía que James solo quería divertirse con él.
Antes de salir del baño se arregló su túnica de gala y se lanzó un glamur para ocultar las marcas en su cuello para dirigirse al tren de Hogwarts, pero cuando paso por las afueras del salón de baile, la delicada mano de Rose detuvo su andar.
—Scor donde andabas te desapareciste del baile— le dijo Rose preocupada.
—Fui al baño Rosy, pero ya me voy a ir al tren estoy algo cansado—
Rose lo miro pensativa y le dijo—Voy por Al para que regresemos juntos—
—No es necesario que me acompañen Rosy, vuelve al baile—
—Pero—
—Pero nada, anda ve a bailar con Al—
En lo que Scorpius intentaba convencer a Rose para que volviera al baile, Myrcala se les acerco preguntándoles por James y Scorpius inmediatamente puso un semblante de molestia mezclada con enojo que Rose noto.
—No lo hemos visto— le dijo fríamente Scorpius a Myrcala, la cual al oír su respuesta se fue a seguir buscando a James.
A Rose no le habia pasado desapercibida la actitud de su amigo y dijo—Voy por Al, para que regresemos al tren— pero antes de que pudiera siquiera dar un paso Scorpius le dijo— mejor regresemos al baile—
Después de que Scorpius lo abandonara en la torre, Alistair ya no quiso regresar al baile y se fue directo a su habitación pensativo y triste, no entendía por qué Scorpius habia rechazado sus caricias.
James no supo cuánto tiempo estuvo vagando por los pasillos de Beauxbatons y cuando regreso al barco de Durmstrang se encontró con la nada grata sorpresa de una muy enojada Myrcala que le esperaba, esperando una explicación del por qué la habia abandonado en el baile.
Explicación que nunca llego, ya que James la ignoro y se fue directo a su camarote donde puso dos hechizos uno para que la chica no entrara y el otro para no oírla por si empezaba a gritarle.
En lo único en lo que podia pensar era en lo que le habia dicho Scorpius, James no sabía y no quería saber desde cuando Scorpius recordaba aquella noche en la torre de astronomía de Hogwarts, en la que sus impulsos le habían ganado al igual que unas horas atrás.
Scorpius pensaba lo peor de él y tenía razón de pensar aquello, pensando en eso James decidió que lo mejor era que Scorpius pensara así de él, ya que si él no se podia controlar para mantenerse alejado del heredero de los Malfoy, Scorpius sería el que ahora se alejaría de él.
Cuando Scorpius salió del tren de Hogwarts con sus amigos para ir a desayunar, Alistair ya se encontraba esperándolo, para Scorpius era obvio que Alistair quería saber porque lo habia abandonado, pero Scorpius no quería hablar de aquello, así que evadió las preguntas que este le hacía hasta que Alistair entendió que Scorpius no respondería sus preguntas.
Los últimos días de diciembre Albus creyó que al haber pasado ya el baile, Dior dejaría de acaparar a Lorcan pero se habia equivocado ya que la chica seguía acaparando a su soñador amigo y eso no le gustaba para nada a Albus.
No le agradaban los mellizos Lévesque y ahora sabía que nunca le agradarían, y para su mala suerte él era el único a quien no le agradaban los mellizos o eso creyó el hasta que escucho a su hermano diciéndole a su primo Fred que no soportaba a los campeones de Beauxbatons.
Aquello alegro mucho a Albus ya que ahora tendría con quien hablar de lo mucho que no le agradaban los mellizos, haciendo que algunos momentos del día los pasara con su hermano, el cual agradecía su compañía ya que estaba peleado con su novia.
Y para cuando Albus se dio cuenta diciembre y enero se habían ido dando paso a febrero y con febrero dos fechas importantes, san Valentín y la segunda prueba de Scorpius y James.
Albus no quería pensar en eso pero sabía que el 14 de febrero tanto Alistair como Dior acapararían completamente a Scorpius y a Lorcan.
Pero contrario a lo que habia pensado el 14 de febrero Lorcan y Scorpius lo pasaron casi todo el día con él, Rose, Ellen y Lysander.
Y nuevamente cuando se dio cuenta ya solo faltaba una semana para la segunda prueba del torneo.
Lorcan habia estado pasando mucho tiempo con Dior, sin embargo no habia descuidado a sus amigos pues habia notado varias cosas, la primera que su hermano y Ellen se gustaban, la segunda que Albus estaba pasando tiempo con James y que este se habia peleado con su novia y la tercera que Scorpius y James se ignoraban mutuamente.
Lorcan estaba feliz de que su hermano hubiera buscado un nuevo amor, y le alegraba que Albus pasar tiempo con James como cuando eran más pequeños, pero no entendía el por qué de las actitudes de Scorpius y James Lorcan tenía la ligera sospecha de que algo habia pasado entre esos dos.
Quería preguntarle directamente a Scorpius pero como no tenía la certeza de que si habia pasado algo entre ellos, prefirió no hacerlo y mejor observar a James.
James habia estado un muy largo tiempo con Myrcala enojada con el pero al final a la chica se le paso el enojo, aunque a James le habia gustado que Myrcala estuviera enojada con él porque habia logrado pasar tiempo con Albus, cosa que ya no hacía desde que su hermano habia entrado a Hogwarts.
El tiempo que habia pasado con su hermano le habia hecho recordar cuando eran más pequeños, e inevitablemente también lo habia hecho recordar cuando él y Albus odiaban a Scorpius sin siquiera conocerlo.
Haciendo que se diera cuenta de todos los errores que habia cometido con Scorpius, y que tomara la nada brillante decisión de que cuando terminara el torneo y volviera a Durmstrang no regresaría a Londres para iniciar en la academia de Aurores si no que se enfrascaría en un viaje alrededor del mundo a ver si así podia olvidarse del rubio.
Cuando el día de la segunda prueba llego, se la pasó toda la mañana y la tarde angustiado, sentía una opresión en su pecho y no sabía por qué, era consiente de cuál sería la segunda prueba, lo único que no habia podido descifrar era que bestia de tres cabezas le esperaría en las catacumbas pero habia decidido no preocuparse por eso ya que su plan era encontrar el corazón del mar en menos de una hora.
Al ocultarse el sol en el horizonte salió del barco de Durmstrang acompañado por Krum, Myrcala y sus demás amigos de Durmstrang hacia el mismo lugar en donde en la prueba pasada habia estado el coliseo romano, solo que ahora habían cuatro estructuras formadas por piedras de un brillante color oro rodeadas por gradas y cinco tiendas, cuatro pequeñas y una grande.
Su director y sus amigos le desearon suerte en lo que llegaban los demás campeones y espectadores, no tardó mucho en ver llegar a Scorpius con Albus, Rose, Lorcan, Lysander y Ellen.
Así que para no ver a Scorpius se metió en una de las tiendas, a los pocos minutos después Albus y Rose fueron a desearle suerte y a decirle que saliera que la segunda prueba estaba a punto de empezar.
Salió de la tienda y camino hacia donde estaban las estructuras muy similares a arcos y vio como el señor Wallace acomodaba a Alistair, Dior y Scorpius frente a cada estructurara.
—Joven Potter, apúrese solo falta usted— le dijo el señor Albert apresurándolo, y colocándolo al lado de Scorpius quien ni siquiera lo miro.
—Ahora que ya están los cuatro, creo que está de más decirles los que tienen que hacer en cuanto el silbato suene atreviesen la estructura, suerte a todos—
Antes de que el silbato sonara James saco el collar de Scorpius que siempre llevaba puesto y lo miro unos segundos.
El silbato sonó y rápidamente atravesó la estructura, sintiéndose al instante rodeado por la penumbra.
—Lumos máxima— dijo al instante y empezó a caminar cuidadosamente alumbrando con su varita las paredes con cráneos en busca del signo, pero no lo encontró hasta que llego a una bifurcación en la que arriba de la entrada a cada camino estaba flotando la imagen de un diamante, James no lo pensó mucho y escogió el camino a la derecha.
Apresuro un poco su pasó ya que no habia nada de que temer al menos no por el momento, cada vez que recorría un largo extremo aprecia una nueva bifurcación y el escogía la que mayor espina le daba pero después de 30 minutos de estar así escogiendo camino hizo un hechizo brújula ya que algo le decía que debía ir hacia el este.
Habia planeado terminar la prueba en una hora pero definitivamente no lo lograría en una hora lo supo cuando el tiempo se le empezó a pasar tan rápido que ahora cada paso que daba lo daba cautelosamente estaba cerca de su objetivo lo sentía pero la opresión en su pecho seguía molestándole.
Llego a otra bifurcación y eligiendo el camino de la izquierda camino apresuradamente hasta que se detuvo instantáneamente al oír un feroz rugido, ilumino más el camino y la vio, vio a la bestia que lo esperaba.
Con cuerpo de león, garras de dragón, y tres cabezas una de un feroz león otra de una aterradora cabra que le salía del lomo y otra de serpiente que también le servía como cola, James vio con asco a la quimera que no estaba muy lejos de él.
Y no sabiendo si funcionaria decidió hacer uso del don que siempre habia ocultado, empezando a hablar en pársel, captando de inmediato la atención de la cabeza de la serpiente.
—Interesante bocadillo— le dijo la cabeza de la serpiente mientras calmaba a las otras dos cabezas para que no atacaran.
—Tan interesante como para dejarme pasar y no atacarme— le dijo James.
La cabeza de la serpiente miro pensativa a James, ya que era el primer humano con el que hablaba y eso era algo que le resultaba entretenido—tal vez, que buscas en un lugar como este— dijo.
—Busco un diamante azul, que probablemente está en aquella dirección— le dijo James señalando el final del camino donde se podia ver una tenue luz, acercándose lentamente mientas las otras dos cabezas de la quimera no quitaban sus ojos de él.
—Que gano si te dejo pasar—
—No ganas nada, pero de verdad quieres atacar a alguien tan interesante como yo que puede hablar pársel—
La cabeza de la serpiente se rio e inspecciono más detenidamente a James con sus viperinos ojos— como te llamas— dijo curiosa mientras se alzaba.
—James Sirius Potter—
—De acuerdo James Potter pasa— le dijo la cabeza de la serpiente de la quimera, pensando en que no importaba que lo dejara pasar ya que sentía que tres personas más se acercaban.
James pasó a la quimera sin mirar atrás y cruzo hacia donde provenía la tenue luz, viendo cuatro pequeños pilares, cada uno con un diamante azul sobre él y en el fondo una estructura igual a la que habia atravesado unas horas antes, tomo un diamante y se marchó.
Al pasar por la estructura de piedras doradas y llegar a el mismo lugar de donde habia partido, escucho los vítores de todos los espectadores.
Pero a pesar de haber sido el primero en finalizar la prueba la opresión en su pecho seguía ahí.
Diez minutos después vio como Alistair salía de la estructura con su pierna herida y la opresión en su pecho empezó a aumentar, otros diez minutos después salió Dior con la mayor parte de su túnica quemada y James se empezó a aterrar porque no habia señales de Scorpius.
Volteo a ver a Alistair quien no habia ido irse a curar su pierna y vio la misma preocupación que el sentía, su mano fue inconscientemente en busca de su collar y con horror vio que no lo tenía, que se le había caído en algún lugar de las catacumbas.
Scorpius iba apresurado había tomado el camino equivocado, y le habia tocado pasarse por pasillos muy estrechos, tenía que apurase ya que las dos horas estaban por acabar.
A lo lejos vio una tenue luz y rápidamente fue hacia ella, pero cuando llego a esta lo primero que vio no fue a el diamante azul que lo esperaba, sino a una quimera, la bestia de tres cabezas se dijo a si mismo mientras pensaba en como evadirla.
Pero la quimera no tenía ganas de esperar y la cabeza de la cabra rápidamente le lanzo fuego, así que Scorpius se protegió con un aguamenti y corrió hacia el único diamante azul que quedaba y al tomarlo vio en el suelo aplastado por las garras de la quimera su collar.
Como se dijo buscando rápidamente su collar y lo encontró como siempre colgando de su cuello, pero aquel collar que estaba aplastando la quimera era idéntico al suyo y no pensándolo mucho Scorpius decidió ir por el.
Lanzo un desmaius a la quimera pero esta lo esquivo y volvió a lanzarle fuego, Scorpius ya no uso aguamenti y se tiro al suelo para rodar hasta una pared.
Muy rápidamente se levantó guardo el diamante en el bolsillo de su túnica y no espero a que la quimera lo atacara, atacando nuevamente con un desmaius directo a la cabeza de león que la quimera no pudo esquivar, pero que no logro aturdirla y solo la enfureció haciendo que se lanzara contra él, apresándolo entre su gran cuerpo de león y las paredes con cráneos, apretándolo contra estas antes de lanzarlo rasgando con sus garras de dragón su túnica, haciéndole algunos cortes.
El cuerpo de Scorpius choco contra una pared y pudo sentir como los cráneos le golpeaban la espalda, se levantó a dolorido tocándose su costilla derecha con la mano izquierda, sintiendo un punzante dolor, vio a la quimera nuevamente ir hacia él y corrió lo más rápido que pudo a tomar el collar que no se encontraba muy lejos de la estructura que tenía que a travesar.
Tomo el collar pero antes de pasar por la estructura la quimera lo alcanzo y con gran fuerza lo volvió a lanzar hacia la pared, Scorpius se volvió a parar como pudo y con gran parte de su magia le lanzo un bombarda máxima a la cabeza de la cabra, para luego lanzarle un desmaius a la cabeza del león y por ultimo un vipera evanesca a la cabeza de la serpiente, para correr hacia la estructura de piedras doradas.
Faltaban cinco minutos para que las dos horas concluyeran y James estaba que no podia con la preocupación estaba a punto de levantarse de donde estaba sentado cuando vio a Scorpius salir de la estructura de rocas y al instante corrió lo más rápido que pudo hacia Scorpius, que en cuanto él llego se desmayó en sus brazos.