Mientras el sol se ocultaba poco a poco, Albus permanecía con incertidumbre sentado en las tribunas con Rose y Ellen a su lado viendo hacia las montañas, eso era lo único que podían hacer.
Esperaba que el ganador del torneo fuera su hermano o Scorpius, ya que definitivamente no quería que ganara ninguno de los mellizos. No obstante a pesar de la incertidumbre y emoción que sentía, al estar presenciando la última prueba del torneo no podia evitar que una parte de él se sintiera sumamente feliz, ya que al concluir el torneo ellos volverían a Hogwarts y ya no tendría que ver más a los mellizos cerca de sus amigos.
Sin embargo aunque los mellizos ya no estuvieran, Albus no sabía cómo volver a hacer las paces con Lorcan, ya que su soñador amigo seguía sin hablarle y él se negaba a dar el primer paso.
Pensando en esto no pudo evitar mirar un lugar a bajo de él, justo donde se encontraba Lorcan sentado con Lysander a su lado y pensar que él debía de estar en el lugar que estaba ocupando Lysander.
Se quedó viendo fijamente hacia Lorcan y Lysander hasta que los estallidos de fuegos artificiales, vítores y los gritos de felicidad de los estudiantes de Hogwarts y Durmstrang, hicieron que se diera cuenta de lo que acababa de suceder.
Justo en el centro donde se habían puesto las tribunas, parados en un pódium que habia aparecido de la nada se encontraban Scorpius y James sosteniendo la copa del torneo de los tres magos, recibiendo los aplausos y vítores de todos los presentes.
James se veía radiante de felicidad y Scorpius se veía igual, pero mantenía un poco su distancia de James, aunque esta no era mucha ya que ambos tenían que sostener la copa.
Tontos pensó al verlos, ahora era muy evidente para el que su hermano y Scorpius se querían y verlos así, dolorosamente le hizo ver que Scorpius y James estaban hechos el uno para el otro.
Hasta el momento en que Alistair estuvo frente a la prueba del espejo, habia tenido la certeza de que él sería el ganador del torneo de los tres magos, pero se habia equivocado.
Sin embargo mientras esta se desarrollaba él fue capaz de ver cosas de las que siempre fue consiente, pero en las que prefería no pensar. No obstante el ver a su novio frente de él sosteniendo la copa con James Potter a su lado fue doloroso y suficiente para ver la razón por la que no habia podido concluir la última prueba.
No habia podido admitir que Scorpius estaba con el pero no lo quería, ya que el heredero de los Malfoy estaba enamorado de James Potter.
Desde su más temprana edad él y su melliza habían estado acostumbrados a tener todo lo que desearan, y desde que vio a Scorpius en la boda de su prima supo que lo quería para él.
Tan acostumbrado estaba a siempre obtener lo que quería que cuando le empezó a escribir a Scorpius, él estaba seguro que recibiría contestación enseguida, pero contrario a lo que el habia esperado Scorpius no le mando carta alguna.
No obstante aquel hecho no habia sido suficiente para desanimarlo y continuo mandando las cartas cada dos semanas, pero mientras los días y los meses pasaban fue imposible para él no notar que aquel chico ingles no tenía interés alguno en él.
Por lo que con el orgullo herido dejo de mandar las cartas, esa habia sido la primera vez que no obtenía algo que quería.
Pero cuando vio bajar del tren de Hogwarts a Scorpius, nuevamente se propuso conquistar al rubio. Al principio su amor por Scorpius habia sido meramente un capricho, ya que el siempre obtenía lo que quería, pero mientras más conocía al heredero de los Malfoy más quería estar cerca de este, y el hecho de que Scorpius no mostrara mucho interés en él solo hacía que se interesara más.
Cuando se dio cuenta se encontró enamorado, lo supo el día en que se descubrió a si mismo pensando en el rubio a cada minuto, y lo confirmo cuando este salió herido y sintió una terrible preocupación que nunca antes habia sentido por nadie. Sin embargo Scorpius no sentía lo mismo por él.
La felicidad que lo embargaba, era casi inimaginable, habia ganado y este hecho lo llenaba de mucho jubilo, parado desde el pódium podia ver a sus padres y amigos aplaudirle y verlo con admiración y felicidad, pero en medio de todo ese jubilo que sentía se encontraba James.
Nunca habia cruzado por su cabeza que él y James empatarían, tener a James a su lado sosteniendo la copa le incomodaba un poco, por todo lo que habia pasado recientemente.
Se sentía sumamente feliz y confundido, ya que desde que James le habia dicho que siempre lo habia querido, se habia sentido muy dolido debido a todos los años que habia pasado queriendo estar al lado de este, sufriendo y aguantando todas las bromas y cosas que le decía, para luego quedar aún más dolido al pensar que este en la torre de astronomía solo habia jugado con él.
Y saber que este siempre lo habia querido, hacia feliz a una pequeña parte de él, pero la mayor parte de él se sentía triste por la forma en la que James lo habia tratado a pesar de quererlo, por lo que se negaba a perdonarlo.
Lo seguía queriendo, ya lo habia admitido ante el mismo, pero no podia perdonarlo, no en ese momento. Y a pesar de eso no podia evitar sentirse incómodo y feliz de tenerlo a su lado sosteniendo la copa.
Tan metido estaba en el momento que estaba viviendo y en sus confusos pensamientos que no noto el semblante de tristeza de Alistair, quien se suponía era su novio.
Mientras los relucientes fuegos artificiales y los vítores no cesaban, Lorcan sintió una mirada sobre él, así que dejo de ver a Scorpius y volteo rápidamente, descubriendo que quien lo veía era Albus, el Azul nebuloso de sus soñadores ojos se encontró con el verde esmeralda de este por una fracción de segundo, antes de que ambos alejaran la mirada.
Sabía que en algún momento tendría que hacer las paces con Albus, pero no estaba dispuesto a dar él, el primer paso. No cuando en todo el tiempo que habia pasado Albus tampoco habia intentado solucionar su amistad.
Así que dejando de pensar en Albus, mejor volvió a enfocar su vista en Scorpius y James, quienes ahora estaban recibiendo los 1.000 Galeones, por parte del ministro francés.
Su mirada se desvió un poco a Lysander y no pudo evitar notar el semblante un poco triste que tenía su gemelo, por un instante pensó que esto se debía a lo feliz que se veía Scorpius al lado de James pensando que su hermano aun sentía algo por su rubio amigo, pero luego recordó que eso no podia ser porque a su gemelo ahora gustaba Ellen. No obstante estaba seguro de que la razón del semblante de su hermano tenía que ver con Scorpius y James.
Ya que desde algún tiempo habia notado que su hermano algo tenia y ya era tiempo de que hablaran de eso.
James estaba inmensamente feliz, su felicidad se reflejaba en su mirada y su enorme sonrisa. No podia dejar de mirar disimuladamente a Scorpius que se encontraba a su lado.
También no podia dejar de ver a sus padres quienes lo miraban también muy sonrientes y orgullosos.
Cuando la ceremonia de premiación termino, él fue hacia sus padres, Albus y Rose, mirando no tan disimuladamente como Scorpius iba hacia sus padres. El deseaba pasar más tiempo al lado del rubio, pero prefirió por el momento mantener su distancia y disfrutar de aquel momento con su familia.
Sus últimos días en Beauxbatons mantuvo su distancia de Scorpius eso era lo que menos deseaba pero, debido a lo que habia planeado eso era lo mejor.
Mientras empacaba en su camarote Scorpius no podia creer que el torneo por fin hubiera finalizado, aquellos meses se le habían hecho efímeros.
No habia esperado haber tenido todas las experiencias que habia vivido, ese año habia estado cargado para él de infinidad de emociones.
Y después de pensarlo mucho Scorpius habia llegado a la resolución de que tenía que terminar su relación con Alistair ya que no era justo que siguiera con el, cuando no lo quería de forma romántica.
Al terminar de empacar salió a la sala común a pasar un rato con Rose y Ellen quienes se encontraban estudiando.
— ¿Que estudian? — les dijo mientras se sentaba al lado de ellas.
—Transformaciones— respondio Ellen, con cara de ayúdame que Rose me va a matar con tanto estudio.
Scorpius iba a decir algo para zafar a Ellen del estudio, pero antes de que mencionara palabra alguna McGonagall apareció y dijo— muy bien señoritas, me alegra ver que no han olvidado que en cuanto regresemos a Hogwarts se les aplicaran los timos—
—Por supuesto que no lo hemos olvidado directora— dijo Rose con una sonrisa.
McGonagall sonrió y dijo— usted también debería ponerse a estudiar señor Malfoy, no crea que por haber ganado el torneo no se le aplicaran los timos—
—Claro que no directora— dijo Scorpius tomando rápidamente el primer libro que vio, abriéndolo mientras veía a Ellen con cara de lo siento.
Paso todo lo que resto de la tarde en compañía de sus amigas estudiando.
A la mañana siguiente mientras comía su último desayuno en Beauxbatons, busco a Alistair con la mirada, estaba intentado armarse de valor para terminar con el francés, pero sin que se diera cuenta su mirada también busco por arco reflejo a James, quien también lo estaba viendo. Así que rápidamente desvió su mirada.
Mientras desayunaba Alistair habia sentido la mirada de Scorpius, pero habia decidido no mirarlo ya que si veía sus ojos grises sería más difícil para él hacer lo que habia decidido.
Antes de que los colegios invitados partieran madame Maxime no muy contenta pero disimulando a la perfección su estado de ánimo dio un discurso de despedida que todos escucharon atentamente.
Pero en cuanto este finalizo tanto los alumnos de Hogwarts como lo de Beauxbatons y Durmstrang, se empezaron a despedir de las nuevas amistades que habían hecho ese año.
Por lo que Alistair no perdió tiempo, para llevarse a Scorpius a hablar en privado.
Durante unos segundos ambos estuvieron en silencio esperando el momento para decir las palabras que ya habían pensado decir.
Alistair agacho ligeramente la cabeza y rompiendo el silencio dijo—Scorpius, yo te quiero, en este corto tiempo que estuvimos juntos me enamore de ti, como nunca antes lo habia hecho—
—Alistair yo…— dijo Scorpius, pero Alistair no lo dejo continuar, se acercó más a él y tomando dulcemente sus manos dijo— se lo que me vas a decir, y lo comprendo, no negare que me duele, pero solo quiero tu felicidad—
Alistair, soltó las manos de Scorpius y ambos silenciosamente se quedaron viendo por un breve momento el paisaje que los rodeaba, acentuado por el esplendoroso día que hacía en los pirineos.
Hasta que Scorpius rompió el silencio diciendo— gracias por todo, yo disfrute mucho todo el tiempo que pase a tu lado y te quiero, no de la forma que quisieras, pero si de una forma muy especial, te aprecio y deseo que también seas feliz —