Cuando habia bajado a desayunar para después irse con sus amigos a Hogsmeade, se habia llevado la sorpresa de que estos ya no estebaban. La mesa de Gryffindor estaba casi vacía y en la mesa de Slytherin solo se encontraba Albus, esperándolo con una radiante sonrisa, que lo derritió por completo.
Sin embargo supo aparentar muy bien sus sentimientos, ya que esperaba que Albus se le declarara. Presentía que la visita de Dior habia animado a Albus a dar ese paso.
Todo el día se la paso en compañía de Albus recorriendo el pueblo y los negocios de este sin haberse encontrado a ninguno de sus amigos.
Y aunque se la estaba pasando de maravilla él solo con Albus, no podia evitar estar un poco decepcionado ya que todo habia indicado que Albus estaba a punto de declarársele. Sin embargo este todavía no lo hacía.
Habían ido a ver de lejos la casa de los gritos, como último destino antes de volver al castillo. Y cuando miraba soñadoramente aquella construcción. Resignado a que Albus ese día ya no se le declararia.
Sintió los fuertes brazos de Albus aferrarse a su cintura. Al mismo tiempo que este le susurraba al oído — Lorcan Scamander, te amo—
Te amo, aquellas dos simples palabras. Eran las palabras que llevaba esperando años que fueran pronunciadas y dirigidas hacia él por parte de Albus Severus Potter.
Sentía que se encontraba en un sueño, aun a pesar de que habia esperado que Albus se le declarara. Ahora que lo sentía aferrado a su cintura. Pronunciando aquellas palabras, todo su cuerpo se habia petrificado, mientras el ritmo de su corazón latía cada vez más aceleradamente.
Albus recargo su cabeza sobre su hombro y solo pudo ser capaz de sentir que su corazón se salía de su pecho. Quería pronunciar las mismas palabras, sin embargo estas de lo nervioso y feliz que se sentía de tener a Albus tan cerca de él. Sintiendo su cálido cuerpo aferrarse al suyo a la par que sentía su acelerada respiración sobre su cuello, hizo que simplemente las palabras se quedaran en su boca.
Con un rápido movimiento Albus lo volteo y para cuando se dio cuenta ya tenía los hermosos ojos verde esmeralda que siempre habia amado sobre él, encontrándose con sus nebulosos ojos azules.
—Te amo…, todo este tiempo fui un completo tonto por no ser capaz de ver, que la única persona que siempre ha estado a mi lado y la que quiero que siga permaneciendo junto a mí, el resto de mi vida eres solo tu Lorc— le dijo Albus con una radiante sonrisa que brillaba al igual que sus ojos.
Y con todo el valor que fue capaz de reunir dijo— Yo también te amo tonto, siempre te he amado— antes de buscar los labios de Albus para unirlos a los suyos con un profundo beso.
Después de estar en las tres escobas un rato con James, los dos regresaron juntos al castillo. El mayor insistió para que se quedara un poco más con el, pero aunque sí que quería estar un rato más en compañía de este, tuvo que declinar la invitación de James e irse a su habitación.
Ya que estaba emocionado por saber si Albus habia logrado confesársele a Lorcan. Pero cuando llego a su habitación se dio cuenta de que Albus y Lorcan aún no llegaban.
Por lo que aunque estaba muy emocionado por escuchar la enhorabuena de sus amigos pensó que sería mejor darles su espacio y se durmió temprano.
Pero en cuanto se despertó a la mañana siguiente, la cara de felicidad que sus dos amigos tenían le habia dicho todo. Así que rápidamente se levantó de su cama y antes de que estos pudieran decir algo los abrazo a ambos.
Mientras desayunaba con Ellen y Rose no pudo evitar notar que en la mesa de Slytherin Albus y su gemelo se veían muy felices desayunando uno al lado del otro. Por un leve momento se sorprendió pero luego vio la cara de felicidad que tenían todos sus amigos y comprendió que todas las atenciones que habia tenido Albus con su hermano desde que se habían vuelto a hablar no habían sido para compensar lo idiota que se habia portado.
Y como si un rayo de pronto hubiera caído sobre él, se dio cuenta de algo que siempre estuvo frente a él pero se negó a ver, ya que si bien siempre habia sentido y sabido que su hermano era muy unido a Albus nunca quiso pensar que su hermano veía a Albus como algo más que un amigo. Sin embargo ahora era obvio para él que su gemelo siempre habia sentido algo por este.
Mirando lo feliz que se veía su hermano con Albus, su mirada también noto que Scorpius sonreía alegre de ver felices a la nueva pareja. Sin embargo su mirada se desviaba a veces hacia la mesa de los profesores para observar a James. Quien le regresaba las miradas con una gran sonrisa.
Lo que lo hiso recordar que él tenía que planear algo para que estos estuvieran por fin juntos.
En vista de que era domingo, antes de terminarse su zumo de calabaza miro rápidamente a James para ir a ver a Myrtle un rato y darles un tiempo a solas a Albus y Lorcan.
Paso toda la mañana en compañía de Myrtle, contándole las buenas nuevas y cuando la tarde llego se reunió con Rose y Ellen. Quienes lo sorprendieron un poco por lo rápido que se habían dado cuenta del noviazgo de Albus y Lorcan, pero lo que lo había sorprendido un poco más fue escuchar de parte de su pelirroja amiga que tal vez le gustaba un poco Garrett Smith.
Eso no lo habia visto venir, pero se alegraba de que Rose también tuviera a alguien especial que le hiciera feliz y más ahora que Albus estaba con Lorcan y Lysander con Ellen.
Al día siguiente acudió a sus clases, como normalmente lo hacía acompañado de sus amigos, y cuando la tarde llego fue a sus prácticas de quidditch con Albus y Lorcan quien los observaba jugar desde las gradas con una soñadora sonrisa.
En cuanto el entrenamiento termino se encamino rápidamente hacia las mazmorras para ir a asearse antes de ir a sus clases privadas con James.
En donde estuvo intentando realizar un Patronus corpóreo alrededor de treinta minutos, obteniendo el mal resultado que siempre lograba, empezaba a creer que nunca sería capaz de realizar un Patronus corpóreo.
Así que decidió parar por un momento y tomar un descanso.
—Porque paraste, ya casi lo tenías— le dijo James acercándose.
—No es cierto, no entiendo porque no me sale—
—Tal vez, porque no piensas en mi—
Scorpius se sonrojo levemente y dijo —Si pensara en ti no podría hacer ni un Patronus incorpóreo—
—En que piensas cuando haces tú Patronus, aparte de cuando te compraron tu varita, de verdad no piensas en mí para nada— le dijo James con una pícara sonrisa.
—Pienso en mi familia— le dijo Scorpius y no metía, ya que siempre que intentaba el Patronus pensaba en su familia, pero perdía la concentración, debido a que recuerdos tanto felices como dolorosos en los que James era el protagonista se hacían presentes en su mente.
James puso semblante triste al escuchar las palabras de Scorpius, esperaba otra repuesta por parte del heredero de los Malfoy.
— ¿Tu en que piensas cuando haces tú Patronus? — inquirió Scorpius.
James guardo silencio por unos segundos antes de sentarse para después decirle— No pienso en nada, nunca he hecho uno— mientras miraba hacia el techo.
—Estas bromeando verdad— dijo Scorpius incrédulo mirándolo fijamente parado a su lado.
—No, nunca he hecho uno, mi papá me lo intento enseñar, pero nunca intente hacerlo—
—Y como pretendías darme clases si nunca has hecho uno, con razón no me sale— le dijo Scorpius un poco enojado.
—Oye, yo no tengo la culpa de que no te salga, porque tú eres el único que no pudo hacer un Patronus corpóreo, todos los demás lo consiguieron—
—Bueno, la culpa de eso es mía, pero eso no quita el hecho de que me has estado engañando—
—De que otra forma hubieras aceptado estar a solas conmigo— le dijo James suspirando.
—De ninguna, eres mi profesor de defensa contra las artes oscuras—
—Y el chico que amas— agrego James.
Scorpius se sonrojo y dijo— Cuando he dicho que te amo—
James se incorporó y abrazando a Scorpius dijo— No hace falta que lo digas, tus ojos me lo dicen siempre que se encuentran con los míos, me amas igual que yo te amo a ti—
—Eres un tramposo— le dijo Scorpius correspondiendo al abrazo de James levemente. Antes de separase y decirle antes de irse— Mañana a la misma hora profesor Potter, ya que no soy el único que tiene que lograr hacer un Patronus.
No podia creer que habia logrado confesarle sus sentimientos a Lorcan, aun cuando estaba muy decidido a hacerlo, la mayor parte del tiempo se habia sentido nervioso, sin embargo cuando vio a Lorcan de perfil mirando un como decepcionado hacia la casa de los gritos, su cuerpo actuó por si solo abrazando a su rubio de mirada soñadora mientras las palabras salían de él con más fluidez de la que habia esperado.
Cuando se le había declarado a Scorpius lo habia hecho forzado y como un arranque de valentía al escuchar que su rubio amigo lo consideraba la persona más valiente que conocía. Pero con Lorcan todo habia sido muy natural, los nervios habían abandonado su sistema y lo único que quería era permanecer abrazado a Lorcan todo el tiempo que pudiera.
Ahora sabía que la persona con la que quería pasar el resto de su vida, siempre habia estado a su lado y él se encargaría de demostrarle esto a Lorcan cada día de su vida.
Le habia confesado a Scorpius, que nunca habia hecho un Patronus y su rubio tomo su confesión mejor de lo que se lo habia imaginado.
Más bien todo le estaba resultando mejor de lo que imaginaba, ya que sus alumnos habían lograron hacer el Patronus, sin la necesidad de que él les enseñara el suyo como demostración, definitivamente era un tipo con suerte.
Sin embargo aun con toda esa suerte que tenía, Scorpius todavía no lo perdonaba por completo, aunque no se quejaba ya que sentía que muy pronto el heredero de los Malfoy aceptaría sus sentimientos por completo.
Mientras esperaba a que Scorpius apareciera para sus clases privadas, aprovecho para escribirle una carta a su familia.
Cuando se dio cuenta Scorpius ya estaba frente a él, listo para que los dos intentaran hacer un Patronus.
Estuvieron practicando juntos, pero ambos solo habían logrado Patronus incorpóreos, aunque él solo hacia Patronus incorpóreos apropósito. Debido a que secretamente la historia que más le gustaba de las aventuras de su papá no eran las de cómo año tras año este junto con sus tíos habían logrado salvar Hogwarts, estas le gustaban.
Pero la que siempre habia preferido era la historia de Severus Snape, su padre siempre se refería a él como uno de los hombres más valientes que conocía, y el habia quedado cautivado y un poco conmovido por la historia de este y su amor imposible hacia su abuela Lily.
La cual desde que se la habia contado su padre habia dejado la idea en él de que su Patronus fuera el mismo que el de la persona que más amara en la vida, igual a como el Patronus de Severus habia sido el mismo que el de su abuela hasta el día de su muerte.
Lastimosamente el habia descartado la idea de hacer un Patronus, cuando se dio cuenta de los sentimientos que tenía hacia Scorpius por considerar su amor imposible, por culpa de sus tontas ideas e inmadurez.
Pero ahora que tenía a Scorpius a su lado practicando el Patronus, supo que ya era el momento de tener un Patronus.
—Paremos un momento— dijo James.
— ¿Te cansaste? —
—No, pero creo tener una idea, para que realicemos un Patronus corpóreo—
—De, que idea se trata— inquirió Scorpius curioso.
—Piensa en mí mientras intentas hacer el Patronus, y yo pensare en ti—
Scorpius se sonrojo y dijo—eso no funcionara—
Pero James lo tomo de las manos al mismo tiempo que le decía—confía en mí— mientras lo miraba con sus ojos avellana, que Scorpius tanto amaba.
—Está bien, intentémoslo—
—Tómame de la mano—le dijo James y Scorpius lo obedeció, sintiendo como la mano de James se aferraba a la suya.
Apuntaron sus varitas y mientras se concentraban pensando en recuerdos en los que ambos eran los protagonistas. De sus varitas empezó a salir una plateada y brillante luz que formo dos brillantes mantícoras.
La de del exgryffindor tenía el rostro de Scorpius y la del Slytherin el rostro de James.
Scorpius se quedó feliz y sorprendido de ver su Patronus, pero James no aguanto la emoción y abrazo a Scorpius buscando sus labios en el proceso, dándole un tierno beso que intensifico al ver que el rubio no ponia resistencia y lo abrazaba.