Capítulo 3: Tratando de no ser visto.
Kuroko luego de irse de aquel pasillo saco una mueca de sus finos labios, Akashi le daba mala espina en todo el sentido de la palabra, ese chico no era de fiar y debía tener cuidado de él.
Suspiro cuando había llegado a su salón sin demora se sentó en su puesto con toda tranquilidad.
-Oi Tetsu .-la voz de Aomine no se hizo de esperar, Kuroko lo miro.
-Buenos días Aomine-kun.-saludo con voz monótona.
-Después de que te fuiste Akashi y los chicos me pidieron que querían hablar contigo.
-No deseo estar con ellos Aomine-kun, y si es para que yo me una al club sera puro tiempo perdido y lo sabes bien.-aclaro fastidiado.
Suspira-Lo sé, yo ya lo e intentado varias veces y ya me resigne pero pierdes talento con esa rapidez y tu falta de presencia.-dijo con una sonrisa.
-Hm.-dirigió su mirada hacia la ventana oyó un suspiro del moreno pero no le importó.
Segundos después apareció Akashi que sonreía cínicamente, Aomine lo saludo para sentar y dormir en la clases de historia. Kuroko no quito nunca su vista de la ventana y cuando empezó las clases estaba hundido en sus pensamientos. "Bien lo que paso anoche deberá salir hoy en la tarde en las noticias, las voces no volverán a hablar por un buen rato, debo concentrarme en como lograre mi objetivo de derrotar a los Akashi porque sé que no son idiotas así que podrían averiguar que soy un asesino y eso complica mucho las cosas" pensaba el peli celeste que no notaba que era observado por un pelirrojo que no le quitaba el ojo de encima, por muchos minutos hasta que Kuroko se dio cuenta de eso y se maldigo por olvidarse de que ese pelirrojo era su compañero debía investigar más de esa escuela y de ese pelirrojo.
Al terminar las tres primeras clases sin dudarlo Kuroko salió de la sala escapando del club de baloncesto, no es que odiara en si el deporte simplemente le quitaba mucho tiempo y eso era imperdonable bueno para él lo era sin duda, amaba matar, le encantaba los gritos como las suplicas de la gente, como enterraba su cuchillo en la suave carne del humano, no podía dejar de pensar en eso, le emocionaba, le daba vida, podía ser un loco pero le encantaba de sobremanera cada eso y más.
Suspiro maravillado fue a una tienda que siempre frecuentaba desde niño, la joven lo conocía por ser un cliente frecuente y sabía lo que siempre pedía, la malteada de vainilla le gustaba su dulce sabor, su adoran y color, al llegar a la tienda fue saludado por la joven que después de dejarlo en un lugar de siempre junto a la ventana, le trajo una malteada de vainilla y un trozo de pastel del mismo sabor, Kuroko sonrió un poco y le agradeció.
Empezó a disgustar aquel postre ese día era viernes y mañana no tenía clases así que se daba sus gusto esos tres días, después de comer pago para irse con tranquilidad hacia su casa, en el camino vio la anochecer disfrutando de aquel paisaje nocturno que le encantaba, era obvio vivía en las sombra algo que no podía escapar por ningún momento y lo aceptaba.
Le gustaba no lo negaría por nada del mundo suspiro un poco disfrutando del rico aire del lugar caminaba ya sabiendo donde era, sentía ganas de matarlo sentía aun cuando las voces no él mismo le dan sus ganas. Camino donde sentía su próxima víctima, saco de mochila una navaja, al llegar a un callejón visualizo a una mujer baja, cabellos castaños era una estudiante lo noto por su ropa, sonrió de maravilla se acercó lentamente a ella hasta tocarle el hombro, la joven se dio vuelta encontrándose con unos ojos con color esmeralda que brillaban con la luna nueva que había esa noche.
-Señorita usted no debería estar a estas horas de la noche.-dijo con voz encantadora sonrojando a la joven.
-Y....yo salí con una a..amiga.-respondió nerviosa.
-Mm bueno señorita sabe? Las jovencitas no deben hablar con extraños.-sin más la apuñalo, la joven grito por la sorpresa ya no había mucha gente, la arrastro hacia el callejón más cercano para seguir apuñalándola sin parar.
Al terminar limpio su arma y un poco a él mismo, escucho un estruendo, se escondió con rapidez viendo unos ojos rojos carmesí.
-Hay alguien ahí?.-su voz se escuchó por todo el lugar hueco, hasta que vio el cuerpo inerte de la joven, le tomo pulso verificó que estaba muerta.
Kuroko vio como el otro miraba a su alrededor hasta que se detuvo donde es estaba escondido debía hacer algo rápido y efectivo no deba ser descubierto por nadie; menos ahora, se ingenió algo mientras el otro se acercaba lentamente, la única forma era matarlo pero eso era malo sería buscado por el hombre y no deseaba eso......por el momento, agradecía que estaba usando su poleron negro que antes de matar a la mujer se la puso.
Decidió escapar rápido antes que lo descubriera, escondió bien su pelo celeste en el gorro, suspiro para luego tomar impulso y correr; naso rápido al lado del pelirrojo que no lo alcanzo a ver por la rapidez, iba a seguirlo si no fuera porque debí hacer algo con la mujer fallecido, llamo a alguien.
Kuroko por su parte corría sin detenerse sabía que no lo seguían pero por las dudas siguió su camino, se dirigió ir a su casa, al llegar se acostó en el sofá, suspiro.
-Eso fue peligroso.-se dijo a si mismo.-Bueno da igual al final no me vio pero debo tener cuidado.-hizo un puchero.-Que mal que no deje mi marca pero ya que.
Se levantó para ir al baño a darse una ducha con tranquilidad, luego de eso se puso su pijama para ir a su cama.
-Ah~ quiero ver sangre, recodar el mundo con el color carmesí de la gente.-sonrió ante la idea.-Pero algún día veré un lugar repleto del color de la sangre.
Miro la ventana antes de caer dormido, mientras tanto en la mansión de los Akashi estaba en su cuarto con un libro en sus manos sin siquiera lo leía realmente muy hundido en sus pensamientos por lo sucedido anteriormente. Todo acabo luego de una llamada de Midorima.
-¿Qué quieres Shintarou?
-*Akashi hay que integrar a ese chico llamado Kuroko Tetsuya.-hablo Midorima serio.-Lo e visto practicar solo y es bueno y eso es bueno para nosotros para que Teiko gane todas las medallas de baloncesto.*
-Lo sé, pero al parecer ese chico no es fácil de manipular como yo creía.-sonríe de lado.-Ya sabré como engañarlo para que ingrese al club.
-*Bien sólo era eso adiós.*
-Adiós Shintarou.-corto la llamada para después dormirse.
A la mañana siguiente se levantó temprano como siempre vio la televisión mientras se cambiaba como suponía iban a hablar de la mujer asesinada.
Al estar listo fue a desayunar sintiéndose algo intranquilo ¿Por qué? Ni el lo sabía, al estar en su sala no vio como siempre al peli celeste dándole curiosidad que desapareció al hablar con Murasakibara.
-Atsushi no comas muchos dulces.-le regaño al verlo con la boca llena de dulces.
-Si Akachin~ en has visto a Kurochin?.-le pregunto y eso era curioso si venia por parte de Murasakibara.
-¿A qué viene eso?.
-Me agrada kurochin, me regalo su postre la otra vez, quiero que este en el equipo.-hizo un puchero.
Suspiro-Tu también eh~? Y lo sé con la falta de presencia de Tetsuya y su rapidez sería una gran ayuda al equipo.
-Por favor no me llame así con tanta confianza Akashi-san.-dijo una voz monótona y fría sobresaltando a los dos.-Y Murasakibara-san ¿Usted no deja de comer algún segundo? puede enfermarse.-Kuroko suspiro para luego ir a su asiento a saludar a Aomine que empezó a hablarle después del susto.
-Ese chico cada vez es muy interesante.-sonrió arrogante el pelirrojo.
Murasakibara solo asistió mientras metía un dulce a la boca, luego de un rato todo volvió a ser normal bueno Kuroko solo durmió en clases.
En la hora de almuerzo el pequeño peli celeste salió de la sala para caminar tranquilamente por los alrededores, sentía que el grupo loco de arco iris lo seguía suspiro pesadamente, visualizo a alguien que conoció hace poco.
-Domo Nijimura-senpai.-saludo al pelinegro.
-Waa maldición Kuroko no hagas eso.-grito el actual capitán del club de baloncesto.-¿Que deseas?.-le pregunto cuando se recuperó del ataque.
-Nada realmente pero quisiera hablar sobre su equipo que me está siguiendo desde hace esto, me siento acosado por totalidad.-dijo con sinceridad Nijimura frunció el ceño.
-Gracias por decirme les daré su castigo.-se fue a buscarlos pero se detuvo a ver al más pequeño.-Aun no me das una respuesta Kuroko.
El nombrado lo miro levemente.-Lo sé.
Después de responderle se fue sin lugar alguna, Nijimura suspiro antes de ir donde estaba su equipo estrella que estaban escondidos en la pared.
-Y ustedes que creen que hacen?!!.-les grito haciendo que gritaran.
-Waaaaa.-fueron todos por sorpresa.
-Miren les consejo que dejen a Kuroko sólo.-le dijo a su equipo Akashi frunció el ceño.
-Y si no quedemos?.-le pregunto desafiante.
-Solo quiero decirte Akashi que Kuroko es un terco de primera y no se dejara tan fácil, ese niñito ya a tenido mucho que pasar.-susurro lo último en voz baja pero lo escucharon igual dándole curiosidad a todos.
-¿Qué quieres decir con eso?.-pregunto Midorima.
-Nada en que les incumba.-dijo serio.-Ya les advertí no se acerquen mucho a Kuroko yo sé cómo va a ceder en el club.-sin más se fue dejando muchas preguntas pero ya no tenían las respuestas muchos suspiraron antes de irse a sus habituales sitios.
Kuroko por su parte se recostó en el pasto cerca de un árbol que había en la escuela, miro hacia el cielo despejado cerro un poco sus ojos por unos segundos.
[Ya estas aburrido Tetsuya~?]
[Vamos sabes que debes hacer]
Aquellas voces en su cabeza, puso una mueca al oírlos se volvían a burlar de él.
-Tks, ni me lo mencionen pero es muy molesto, pero si sé que haré.-les respondía.
[Jugar~ hay que creerles que te caen bien]
[Simplemente haz que caigan] [Hay que hacerlos sufrir]
Kuroko sonrió ante eso.-Tienen razón, maldición Nijimura debes servir de algo de tanta insistencia.
Sin más se levanta del lugar teniendo cuidado de no ser visto aunque eso no le costaba mucho en realidad, camino con suma tranquilidad a clases ya sabía que haría para que nadie sospechara de él, debía tener cuidado de que no le pillaran su verdadera naturaleza, su verdadero ser, espero que las clases terminaran para luego irse a donde estaban los clubes y se dirigió directamente hacia el club de baloncesto, al llegar escuchaba los rebotes del balón, los chillidos de las zapatillas, los gritos de la gente, solo esperaba como decía Nijimura que se divertiría con ellos, abrió las puertas de inmediato nadie se dio cuenta o eso creía él. Pero no le importa camino con tranquilidad hacia el capitán que estaba ocupado viendo unos papeles.
-Nijimura-senpai.-lo llamo teniendo un grito por este.
-Kuroko!.-grito asustado.
-Me disculpo si lo he asustado.
-No si no importa a que viene esta visita?.-lo miro analíticamente pero a la vez con sumo respeto que nadie noto.
Antes que el pequeño peli celeste le respondiera a su pregunta el grupos de los milagros estaba con ellos dos todos sorprendidos de ver a Kuroko.
-Tetsu!.-le saludo Aomine al verlos sonrió.
-Hola Aomine-kun.
-¿Qué haces aquí Tetsuya?.-preguntó Akashi directo al punto. -Por favor no me llame con tanto confianza Akashi-san.-le dijo con voz monótona.
-Tks.
-Kuroko.-le llamo Nijimura teniendo atención del nombrado.-Me dirás sobre tú visita al club?.
Suspiro-Bueno vengo a inscribirte, por esta vez dejare que tu ganes Senpai.-ante lo dicho el capitán sonrió para luego darle el formulario sin chistar al oírlo aceptar.-Pero sabes lo que pasara no?, aun así quieres esto?.-le preguntó sin importarle los presentes que los miraban.
-Ya te lo e dicho no? Todo lo que pase aquí ahora te divertidas como nunca.
Kuroko asistió ocultando la pequeña risa que no se dio a conocer tampoco sonrió no nada solo mostraba una fina línea recta en sus labios sin inmutarse no nada, completo lo que debía hacer y se lo entrego de nuevo al mayor.
-Bien espero lo que diga sea verdad Nijimura-senpai.-iba a irse pero alguien le levanto sorprendiéndolo casi suelta una maldición o su arma pero se contuvo vio al peli morado al darse la vuelta.-Murasakibara-san bájeme ahora.
-Kurochin ahora será del equipo así que debe quedarse~.-le dijo con una sonrisa.
-No muchas gracias Murasakibara-san pero hoy debo hacer algunas cosas además el capitán no tiene problemas en que hoy no asista al entrenamiento verdad?.-miro al mayor de allí que asistió quitándole importancia.
-Si, no hay problema así que bájalo Murasakibara, Kuroko mañana bienes después de clases, ¿Entendido?.
-Si. Al bajarlo aunque no quería Kuroko se fue los chicos estaban curiosos por la relación de Nijimura y Kuroko, era extraño como si ellos se conocían hace ya tiempo querían preguntar pero ver la expresión de su capitán decidieron callar y seguir con su entrenamiento.
Kuroko por su parte iba camino hacia su casa con una pequeña sonrisa vería si de verdad lo que decía su 'senpai', jugo con sus dedos en camino a su casa con una pequeña sonrisa juguetona disfrutando de cómo iba a seguir su próximo plan para que nadie viera lo que él ocultaba debajo de esa mascara de indiferencia.
Rió-Veremos quien cae primero en este juego Shuzo~.-dijo en voz alta al entrar a su casa completamente vacía y silenciosa como lo era él.
Continuara.....