Capítulo 1.
La noche había caído en la ciudad, cada rincón hubiera estado en completa oscuridad si no existieran las necesarias luces iluminando cada casa y el alumbrado público dando algo de seguridad en las calles poco transitadas, pero en la mayoría de la ciudad no existía silencio alguno.
- Señor, hemos llegado.
El joven con paciencia sacó unos cuantos billetes de su bolsillo y se los acercó al hombre del taxi, entregándoselo y éste recibiéndolo.
Cogió sus dos maletas y salió del taxi, cerró la puerta con la parte del talón de sus botas de cuero y observó el auto alejarse, su mirada se centró en el edificio frente a él y las comisuras de sus labios se curvearon hacia arriba, creando una sonrisa zorruna.
- ¡Bae~! – gritó tratando de sonar adorable, con los ojos estudiando ninguna ventana en particular. - ¡Mi querido Young Bae~! – el chico puso su maleta de mano en el piso y se sentó sobre ella colocando la segunda maleta de ruedas frente a él, su mentón reposando sobre ésta. - ¡Young Bae~! – siguió gritando, poco o nada importándole la posible molestia de algunos vecinos. - ¡Mi querido Young Bae! ¡¿Estás ahí?!
El ruido de una puerta abrirse le hizo bajar la mirada de las ventanas. Un par de botas negras empezaron a bajar las escalinatas creando un chirrido nada irritante a los oídos del otro joven.
El chico volvió a recostar su mentón en su muy estilizada maleta roja mientras su mirada se posaba tranquilamente en el muchacho ahora parado frente a él.
- Tú no eres Bae… - dijo. Su sonrisa se ensanchó cuando descaradamente empezó a pasear su mirada por el cuerpo del, al parecer, más alto.
- ¿Pero tú si eres Ji Yong? – Su voz se estampó contra los oídos del recién nombrado, quien al haberla escuchado tan gruesa casi llegando a lo sensual inevitablemente sonrió.
- Para ti soy quien tú desees. – El más alto expandió un poco sus orbes mientras un pequeño tinte rosa se apoderaban de sus pronunciados pómulos. Carraspeó un tanto incómodo.
- Yo… soy Choi Seung Hyun. – empezó. – Young Bae me contó sobre tu visita y me pidió que te muestre su departamento pues él, claramente, no se encuentra.
- ¿Así que mi querido Young Bae te mando? – le preguntó formando un puchero adorable, muy sobreactuado, pensó Seung. – Que lindo de su parte, luego se lo agradeceré por haberme traído a tan guapo adonis. – Seung se mostró sorprendido.
¿Acaso le estaba coqueteando?
Terminó de decir aquello y se impulsó para ponerse de pie, estiró la mano cogiendo la maleta que se encontraba en el suelo y sin previo aviso lo estampó, no tan fuerte, en el pecho del otro. SeungHyun apenas y logro sujetar la maleta mientras su desconcierto se formaba en su muy agraciado rostro.
- ¿Me ayudas Seung? - El chico le regalo un guiño empezando a arrastrar su otra maleta hacia la puerta. El Choi salió de su trance y empezó a seguir al más bajo en silencio.
¿De qué iba?
Ji caminó con paso firme hacia el ascensor del edificio y se metió en él. El guardia que se encontraba hablando con la recepcionista vio al nuevo joven adentrarse en el lugar y dirigió su mirada a Seung quién al ver la interrogativa en sus ojos solo atinó a encogerse de hombros, y moviendo sus labios diciendo “amigo de YoungBae”. El guardia levantó una ceja desencajado.
- Eh, Seung, no tengo prisa pero ¿podrías mover tu trasero y apresurarte en entrar al ascensor? – El aludido quiso reclamar por el contexto de lo dicho pero calló y bajo la cabeza haciendo caso en silencio. – Entonces… ¿a qué piso señor? – Ji le sonrío inclinándose un poco, burlón.
- Siete. – susurró y el otro oprimió el botón circular con un “7” en medio.
El ascensor empezó a subir creando un silencio casi incómodo en el limitado lugar, pero ni eso había quitado la sonrisa burlona de los labios del más bajo, y es que al parecer el único incómodo era Seung. Ji recostó su espalda en la pared izquierda de la cabina con su mirada fija sobre el Choi y una sonrisa socarrona formándose a cada segundo. Seung Hyun se tensó al sentir la mirada del joven estudiándolo y cuando se atrevió a mirarlo de reojo se topó con aquellos orbes color chocolate atrapando los suyos; su respiración se detuvo en una milésima de segundo y tragó saliva fuertemente. Ji Yong sonrió torcidamente.
El ascensor se detuvo y se escuchó el característico sonido de llegada abriéndose así las puertas. Seung rompió el contacto visual cuando empezó a sentir un calorsillo en las orejas y abrazó la maleta buscando algo de ánimos y cordura.
¿Por qué de pronto se empezó a sentir tan nervioso?
Era obvio que Ji Yong solo estaba jugando con su mente, ¿con qué propósito? Eso era lo que quería saber. Es que era tan extraño… Bae le había contado sobre la visita de un buen amigo de la infancia, que como él no podía, él lo recibiese y Seung había estado encantado de hacerlo pero… ¡Él no se parecía en nada al joven que Young Bae le había descrito!
Cuando había escuchado de él instantáneamente le había caído bien, un joven de familia, algo tímido, muy dedicado a sus estudios… pero el chico que se hallaba a su lado no era el Ji Yong de su cabeza. Definitivamente no.
- Hey Seung, como que ya me estoy cansando de decirte lo mismo. – Choi parpadeó confundido saliendo de sus pensamientos y captando solo la última parte dicha por Ji.
- ¿Disculpa? – Observó a Ji suspirar con exasperación pero no parecía molesto.
- Que camines Seung. – Ji Yong quién ya se encontraba fuera del ascensor empezó a caminar con las manos metidas en los bolsillos y Seung Hyun empezó a seguirlo rápidamente, su torpeza lo traicionó y terminó tropezándose, soltó una pequeña maldición y Kwon rió divertido.
Seung Hyun levantó la mirada al momento que Ji se volvía a girar y empezaba a caminar, pero eso fue suficiente para notarlo.
Ji Yong tenía una hermosa sonrisa.
Sonrío apenado mientras se acercaba a la puerta del apartamento de su amigo Bae y metió la llave en el cerrojo abriéndola a continuación.
El apartamento era muy cálido, ordenado y acogedor. Ji Yong soltó un silbido admirativo y entró sin esperar permiso del otro, dejó su maleta a un lado y se abalanzó sobre el mueble marrón oscuro.
“Como si fuera dueño de la casa” pensó Seung “Ni siquiera yo que conozco este lugar más tiempo”
- ¿Y sabes a qué hora regresará Young Bae? – Seung Hyun negó con la cabeza y Ji resopló suavemente. – Bien.
- Ji Yong. – El más alto lo llamó en voz baja. Ji giró su cabeza a su dirección.
- ¿Si?
- Puede que sea impertinente pero… ¿siempre fuiste…? – Seung trató de apuntar a Ji pero solo su mirada fue capaz de estudiarlo.
- ¿Te refieres a mi ropa? – Ji Yong levantó una ceja empezando a mirarlo despectivamente. – Hey, cada quien con su estilo ¿no? Además prefiero vestir así a comparación de cómo tú lo haces. – Aquella ceja alzada fue acompañada con aquella sonrisa burlona que a Seung no le gustaba mucho. Choi parpadeó un poco atónito para estudiarse a sí mismo. Llevaba una camisa azul a cuadros con una bufanda de mismo color rodeándole el cuello y unos pantalones de mezclilla, acompañada de sus gastadas y adoradas botas negras.
- ¿Qué hay de malo con mi…? – El chico vio como Ji reía y fue silenciando su pregunta con un tono rosa asomándose en sus mejillas.
- Eres muy divertido Seung. – Kwon se puso en pie y se acercó al más alto quedando parado frente a él. – Si… Hasta me recuerdas a alguien… Alguien que por cierto no me agrada en absoluto. – Seung Hyun extrañamente sintió miedo y un escalofrío le recorrió la espina dorsal, el rostro de aquel muchacho se había convertido en algo distinto, sus orbes chocolates se encontraban irradiando una frialdad sin explicación y la comisura izquierda de sus labios se había alzado creándole una apariencia casi llegando a lo psicópata. Seung no supo que hacer.
- Young Bae no te describió así…
- ¿Ah, no? – Ji Yong se llevó una mano al mentón divertido y Seung se quedó estático en su lugar. Había vuelto a ser el burlón joven que todo le parecía gracioso de un momento a otro… Como si antes no le hubiese dicho que no le agradaba y quería traspasarlo con su mirada. Su mano empezó a sentirse mojada y se refregó sutilmente contra su pantalón nervioso, y se detuvo ahí apretando la tela cuando vió al joven voltear a mirarlo nuevamente y estirar su mano para esta vez juguetear con su bufanda. – ¿Entonces cómo me describió?
- M-Más… normal. – Ji Yong se soltó de la bufanda para alivio del otro y empezó a reír sin contenerse.
- ¿Entonces te parezco anormal? Vaya Seung, me hieres…
Seung no dijo nada, solo se quedó observando la sonrisa sarcástica del menor y sintió un pequeño punzón en el pecho. Se le vino a la mente aquella sonrisa que había visto cuando él había tropezado en el ascensor y lo hermosa que le había parecido en el rostro del joven…
Tan sincera.
Pero las demás que Ji Yong mostraba no le transmitían nada, era como si lo hiciera sin ganas… o hasta como si no riese.
- ¿Sabes que soy tu mayor? – Seung lo preguntó con el ceño fruncido y Ji lo miro curioso.
- Eso parece… ¿por?
- Porque considero que… - su voz se fue apagando de a poco pero se armó de valor y tras encarar a los orbes chocolates de Ji Yong siguió hablando. – que… me deberías tener un poco más de respeto.
- Ah ya… - Ji Yong parecía tener ganas de reírse en su cara. - ¿Qué es lo que deseas? ¿Qué te llame hyung? ¿Qué te trate de usted?
Seung Hyun levantó una de sus pobladas cejas algo indignado y suspiró al borde de la frustración.
- A lo menos llámame hyung… - Seung de un momento para otro se sintió halado viendo que no podía oponer resistencia y se dejó estampar en el sillón con los ojos cerrados. Su corazón bombeaba alocadamente y con miedo abrió los ojos encontrándose con la aquella mirada fría que hace unos minutos lo había hecho sudar. Ji Yong lo miraba desde arriba, encima de él, sujetándolo de las muñecas para que no pueda escapar y sus rodillas aprisionando sus caderas. Pero lo que tenía asustado a Seung era la inexistente sonrisa en los labios de Kwon.
- ¿Ah, sí? – lo escuchó susurrar. – Dime… ¿Qué ganarías con que te llamara así?
- P-Pues… - Seung tragó saliva quedadamente sin poder responder algo coherente.
- Nada ¿verdad? – el chico encima de él acercó lentamente su rostro quedando sus labios a escasos centímetros de los otros. – Entonces no hay necesidad de llamarte así… Querido Seung.
Ji Yong tras regalarle una sonrisa irónica dejó libres sus muñecas y se puso lentamente en pie dejando a un aturdido Seung sobre el mueble.
- ¿En serio Bae demorará tanto? Me estoy aburriendo…
Un sonido de llaves y la puerta abriéndose llamó la atención del más bajo quien posó su vista en la puerta topándose con un joven de tez morena cerrando la puerta y dejando su mochila a un lado.
- ¡Bae! – gritó y el que recién llegaba pegó un salto girándose para encontrarse con los brazos de aquel nuevo invitado rodeándolo. Su rostro mostraba su total desconcierto.
- ¿Ji? – logró decir y el que lo tenía sujeto lo soltó de a poco mostrándole al fin su rostro. Entonces la sonrisa que Young Bae intentaba mostrar se detuvo en seco quedando una mueca en su lugar. - ¿Ji…?
- Joder, ¿tú también? – Ji Yong bufó molesto mirando a los orbes de su amigo. – He estado soportando esa mirada desde los muy bonitos ojos de tu amiguito ¿sabes? ¿Ahora quieres que también soporte la tuya?
Young Bae lentamente dirigió su vista al sillón donde un aún sonrojado Seung se impulsaba para quedar sentado, sus miradas chocaron y Bae notó que algo no estaba bien.
- ¿Ha pasado algo aquí…? – Ji giró levemente la cabeza para mirar con desinterés a Seung y volverla a su lugar mirando a Bae.
- No. – respondió con simpleza. - ¿Qué podría pasar? – Young Bae optó por el silencio y Seung Hyun negó con la cabeza dando algo de crédito a Ji. – Entonces… ¿Así es como recibes a tu amigo de la infancia, Bae? En serio me dueles. – El de tez morena miró a Ji e inevitablemente sonrió. El recién llegado estaba haciendo un puchero y los recuerdos golpearon a Bae… El típico mohín de Ji Yong. Se acercó a su amigo y lo abrazó siendo bien recibido por los brazos delgados del otro.
- Te he extrañado mucho Ji.
- Yo también Bae.
Seung Hyun se quedó mudo observando la escena y solo desvió la mirada. Ji había vuelto a cambiar.
Con aquella sonrisa sincera.
Y por Young Bae.
No supo por qué pero se sintió algo dolido y sus manos empezaron a juguetear incómodas.
- Bien, déjame acomodar tus maletas en tu habitación. – el moreno quiso levantar las maletas del suelo pero Ji no se lo permitió y él mismo agarró sus propias maletas.
- No te molestes, yo puedo cargarlas. – le sonrió. - ¿Dónde es mi habitación?
- Por el pasillo a la derecha, la segunda puerta. – le indicó Young Bae devolviéndole la sonrisa y Ji caminó por el lugar indicado desapareciendo de la sala.
SeungHyun lo observó marcharse.
En serio… ¿de qué iba? ¿Por qué ahora sí sonreía de esa manera? ¿Por qué…?
- Hey hyung, te estoy hablando.
- ¿Qué? – Choi parpadeó asustado y notó a Young Bae parado frente a él.
- ¿Te sucede algo? – El mayor negó con la cabeza y el otro frunció el ceño.
- Te veo algo raro…
- No, no me pasa nada. – trató de sonreír y Bae para su suerte le creyó.
- Está bien… - dijo sentándose a su costado y suspirando con algo de pesadez. – En serio me ha sorprendido.
- ¿Qué cosa?
- Ji. – Young Bae sonrió débilmente. – Yo… no recuerdo que Ji haya… - soltó una pequeña risita que hizo a Seung mirarlo. – Así no era mi Ji. – Seung asintió con parsimonia y rió también.
- Me sorprendió a mí también, porque tú lo describiste de otra manera… y pues quedé algo aturdido.
- Sinceramente no sé qué debió hacer pasado para que Ji esté como ahora pero… - Bae bajó la mirada posándola en la alfombra de color guinda mientras su labio inferior era atrapado por sus dientes. – Espero no haya sido nada malo.
SeungHyun lo observó en silencio y no dijo nada.
¿Qué le pudo haber pasado…?
- ¿Qué pudo haberle pasado? – lo miró desencajado y se llevó una mano a la nuca pensando.
- Si. – asintió sonriente mirando a los ojos negros del otro esperando ansioso la respuesta.
- No podría saberlo con exactitud Ji… tus personajes son algo complicados y no sé lo que pasa por tu cabeza. – El chico vió como el otro hacía un mohín insatisfecho.
- Esa no era la respuesta que esperaba… - El de cabellos negros sonrió divertido.
- Está bien, está bien. – Ji deshizo su puchero y volvió a mirar al otro con los ojos brillantes. – Creo que la chica debió haber escapado al sentirse muy frustrada por lo que estaba pasando. – dijo y Ji asintió con una sonrisa. - Entonces este chico, el nuevo que apareció, hará todo lo posible por encontrarla y mostrarle el lado bueno de la vida para que sean felices… Fin.
Ji Yong rió al ver que el de cabellos negros había empezado a actuar dramáticamente mientras contaba su visión del futuro de su historia y terminar en un divertido tono de voz.
- ¿Es así mi querido Ji Yong?
- Uhm… - Ji se llevó la mano a la frente para que con el dedo índice y medio masajearlo pensativo, el otro había notado que Ji lo hacía con frecuencia, casi sin darse cuenta, y con una sonrisa divertida volvió a mirar al otro. – Debo decirte que has acertado en un 90%.
- ¿90%? – preguntó algo indignado sin dejar el drama de lado. A Ji le encantaba cuando se ponía así, como un niño pequeño.
- Si. – asintió y prosiguió. – Te faltó la parte del “por siempre”
- ¿Del “por siempre”? – Su rostro se desencajó.
- Si. – volvió a asentir. – Tú dijiste que él le mostraría el lado bueno de la vida para que sean felices, pero te falto el por siempre. – Una sonrisa forzada se formó en los labios del de cabellos negros y asintió levemente.
- Cierto… el por siempre.
- Como tú y yo.
- ¿Eh?
- Lo que tenemos tu y yo… es un por siempre ¿verdad SeungRi? – Ji lo miró con aquellos ojos llenos de ilusión que a Ri le daban ganas de esquivar siempre, pero que tenía que soportar cada día que pasaba junto a Ji… y eso le estaba resultando bastante difícil. - ¿Verdad, SeungRi? –El chico volvió a preguntar con voz titubeante y SeungRi le sonrió rápidamente, tratando de tranquilizar a los ojos ahora preocupados de Ji.
¿Qué podía perder? Una o dos mentiras no cambiarían nada, porque Ji Yong seguiría creyéndole.
Y es que al final… todos mienten ¿no?
- Por supuesto que sí Ji…
Al final todos mienten…
“Lo nuestro es un por siempre.”