tenia los ojos fijos en el espejo mientras me cepillaba, en mi habia un aire de leve mal humor muy compresible tomando en cuenta como se me habia despertado...
- ¡CIEEL!! ¡ARRIBAAA!
- Por el amor de dios mujer, que es lo tienes en contra de mi amorio con este colchon?
- Vamos ciel, dejate de amorios ¡Sebastian acaba de llamar! a conseguido adelantar sus vacaciones y ahora mismo esta en el aeropuerto.
- Como ha conseguido llegar tan pronto?
- Obviamente no esta en ESTE aeropuerto, sino en el de boston, algo de logan creo que se llama.
- Mas a mi favor, estoy seguro que de boston a londres hay las suficientes horas como para que yo pueda dormir.
- Tus noches de fiesta no son cosa mia ya es la una de la tarde, necesito ayuda para ordenar la casa ir de compras y quizas conseguir algun detalle para el, es mi hermano y tu tio, hay que ser atentos. oh dios ha pasado tanto tiempo, que podria gustarle?
- Hasta donde se, son los que llegan de visita quienes traen presentes.
- Bueno de todas formas tienes que ayudarme, asi que levata ese trasero perezoso ya. -Mientras lo dijo tiro de mis sabanas-
- Joder, que bonita es la familia y sus visitas.- Refunfuñe mientras no me quedaba mas remedio que levantarme.-
Seguia cepillandome casi automaticamente, moria de sueño y solo en pensar todo lo que me esperaba me daba unas nauseas terribles. lave mi cara, me mire al espejo y me di un par de palmadas en la cara como para espabilarme, me vesti y con una gran bocanada de aire sali de mi habitacion poniendo a merced de mi dulces pero irritantemente activa madre.
Seis horas despues ya me habia hecho ir de arriba abajo botando bolsas y bolsas de basuram y rodar casi todos los muebles de la casa unas tres veces hasta encontrar el sitio donde "la energia fluyera de forma positiva para que el invitado se sintiera como en casa", eso sin contar las exhaustivas sesiones de limpieza profunda dedicadas para cada condenado rincon de la casa.
- Sebastian tiene un trabajo muy bueno, seguro que sus ingresos le permiten una casa hermosa con asistenta y todo, si aqui no esta a gusto seguro no nos visitara mas. -Comento mi madre mientras lipiabamos los ventanales de la sala.-
- Tranquila mama, seremos las criadas mas encantadoras de londres.
Nos reimos a carcajadas al tiempo que me lanzaba su esponja a la cara.
Unas cuantas horas despues el telefono sono.
- Por dios ciel pense que ya estarias listo, tendre que ir a por sebastian sola mientras terminas con la cocina y te arreglas.
- Bueno, asi no interrumpire el emotivo reencuentro entre hermanos.
- Eres un cinico.
- Tambien te amo mama jajaja. Estara impecable para cuando vuelvas, y yo mas guapo que el dia de comunion.
- Jajaja! espero por tu bien que asi sea, te amo cariño.
La puerta se cerro y a pesar de mis ganas de echarme a dormir segui con mi tarea para luego realizar mi ritual de acicalamiento, calculaba que en una hora estarian de vuelta.
Me quede pensando en el momento que llamo, a pesar de que estaba lejos y fue mi madre quien atendio, la gruesa voz del otro lado de la linea se escuchaba tan profunda y varonil que aun resonaba en mis oidos "ya he llegado mujer, vendras a buscarme o pido un aventon" fue lo que dijo hablando con mi madre.
La voz seguia sonando en mi cabeza mientras me duchaba, mientras me vestia y para cuando estaba en el sofa listo y esperando me di cuenta de que estaba sumamente ancioso por ver el rostro a quien pertenecia esa voz.
- Que caprichos mas tontos tengo por dios.-Me burle de mi mismo-
Casi inmediatamente un ruido a mis espaldas, la voz de mi madre y la fuerte voz del telefono se escuchaban tan las puerta las llaves entraron en la cerradura, la que comenzo a moverse. Me levante rapidamente y entonces me di cuenta que tenia seca la boca y que un leve escalofrio subia por mis piernas.
- Joder que tonteria de nervios...-Me dije a mi mismo mientras la puerta se abria.