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Punto de quiebre por malugr

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Cualquiera pensaría que vivir con un adulto es sinónimo de estabilidad, digo, una persona de treinta y dos años debería ser capaz de aportar tranquilidad y calma a un entorno... En teoría...

 Abre el telón y ciel está tomando te mientras Sebastián prepara el desayuno

 Baja el telón, abre el telón y Sebastián estalla un huevo en la cabeza de ciel  ¿como se llamaría la obra?

  - Sartenazo... En toda la puta cara.

  El golpe fue lo suficientemente fuerte como para que Sebastián cayera, pero asumo que no fue el golpe lo que le derribó, sino la risa explosiva que le hacía retorcer en el suelo.

 - Francamente mi pequeño ciel, tienes una muy mala personalidad

  Le mire furioso mientras quitaba las cáscaras de huevo de mi cabello

  - Tal vez si te fueras a la mierda mi humor mejoraría

 nuevamente Sebastián se carcajeaba. Ahora estaba parado tras de mi y abrazando mi cintura.

  - En mi defensa diré que fue culpa de un artículo, leí que el huevo era estupendo para el cabello. Verás que mañana estar más sedoso que nunca.

  Sentía su tono burlón tras de mi, pero preferí ignorarlo, sabía muy bien que a Sebastián le divertía mi enfado, pero mi indiferencia le resultaba muy odiosa, era el tipo de hombre que no soportaba que le ignoraran. 

  Sin decir una palabra abandone la cocina y fui hasta el baño dónde me desvesti para ducharme y limpiarme bien, debo reconocer que también quería desesperar aún más al muy bromista Sebastián que ahora me veía más serio apoyado en el marco de la puerta en mi baño. El avanzó.

 Me veía, con hambre como aquella primera noche en la cocina, pero aunque sentí el escalofrío de su gélida mirada mi cuerpo no se movió. Me beso, pero mis ojos no se cerraron, mi boca no se abrió, mi respiración no se agitó. Volvió a mirarme y note lo oscuro de sus ojos, típico de él cuando está molestandose. Como me divertía.

 - ¿estas tratando de castigarme?  

 - ...  -Permanecí en silencio sin siquiera mirarle.- 

 - Para con esta mierda ciel, no soporto estos jueguitos. 

 Tuve que hacer grandes esfuerzos para reprimir la risa. Era infinitamente divertido ver a Sebastián abandonar su compostura, generalmente no era vulgar así que cuando las groserías se colaban en sus oraciones también era señal de su molestia. Vaya que me encantaba. Me giró bruscamente contra una de las paredes y me aplastó todo el peso de su cuerpo. 

 Había algo que el y yo teníamos en común, nuestro mal humor se convertía en deseo sexual con una rapidez increíble. Sentí su excitación a través de su pantalón y yo irremediablemente comencé a ponerme duro. 

  - ¿Cuantas embestidas crees que me tomará hacerte hablar?

 Le mire como aceptando su desafío, claro que sería interesante. Sebastián enloqueceria de rabia si me follara y  mi rostro no mostrara expresión alguna, oh si, solo imaginar la deliciosa irá en su miraba me estaba desquiciando. 

 su lengua paso por el borde de mi cara hasta mi oreja. La puerta de casa sonó.

  - ¿Chicos están en casa? Traje cosas para el almuerzo, morirán con el menú. 

  a pesar de que ya habíamos hecho cosas tan temerarias como follar con mi madre en la cocina, ahora estábamos en mi cuarto y aquí mi madre si entraría sin respetar puertas. 

 Subí mis bóxer a toda prisa y agradecí el hecho de que la polla se me durmiera por completo a causa de los nervios. La puerta de mi cuarto se abrió.

 - ¿estas en el baño ciel?  

 Sebastián hizo un movimiento hacia el gabinete sobre mi lavabo aunque no entendía lo que hacía, me tomo del brazo con rapidez y junto nuestras manos en el agua y entonces vi lo que había tomado del gabinete. Una hojilla, me beso rápidamente al tiempo en que se hacía una cortada profunda en la palma de la mano, el beso ahogo el quejido de dolor y una vez separó la hojilla de su piel, nuestras bocas se separaron y Sebastián volteo su rostro a la puerta del baño por donde comenzaba a aparecer mi madre. Grito horrorizada.

 - Oh por dios Sebastián, que diablos te has hecho. 

 - cariño no te preocupes, solo tienes un hermano torpe. Me he cortado y he venido corriendo a pedir ayuda a ciel. Le he interrumpido justo a punto de tomar un baño.

 Escuchaba a Sebastián mentir con una naturalidad increíble, mis manos en el lavabo junto a las de Sebastián estaban empapadas en agua, pero sobre todo sangre. Yo aun estaba petrificado por la llegada de mi madre y en shock por los mares de sangre que teñian todo al rededor de la mano herida de Sebastián.

  - Como te hiciste algo así? - Mi madre me desplazó del lavabo y me remplazo al lado de Sebastián, comenzó a atender la profunda cortada.-  

 - Me temo que había una hojilla en mi bolso, metí la mano buscando unas cosas y el filo me cortó furiosamente. No te preocupes estaré bien.

- por dios no, hay que ir rápido a un hospital. Necesitas que curen esa mano. ¡Espabila cie! ¡Vistete y vamos! 

 el viaje al hospital fue una carrera frenética y mientras a Sebastián le atendían mi madre y yo esperábamos fuera. Aún estaba asombrado por la rapidez con la que Sebastián reaccióno, estuvimos a punto de ser atrapados. Tengo que reconocer que el beso mientras su piel se abría bajo la hojilla fue escalofriante y excitante. El olor a sangre invadió mis recuerdos. 

 Sebastián salió con la mano seriamente vendada y mi madre salió en busca del coche para ir de vuelta a casa. 

 - Que te han dicho? -Pregunte -

 - Pues que debo cuidarla, si tengo suerte no necesitare que la cosan. ¿Teasustaste? 

 - No seas idiota, solo estaba interesado en que mamá no nos descubriera.

 - Bueno entonces que casi pierda la mano ha servido para complacer sus deseos joven amo? 

 - Ha sido útil, si. 

 - jajajajaja no puedes ser tan seco conmigo ciel. No me darás una recompensa?

 - estoy hablandote, eso es bastante considerando tu estupidez con el huevo

 - Que mezquino, no sólo nos salve de ser descubiertos, también te regalé una erección. 

 - no llegue a ponerme duro por completo

- No hablo de ese momento, habló de cuando me corte, que forma tan sucia de mirar una herida ciel. ¿Que tanto disfrutaste sentir el olor de la sangre y la carne abriéndose bajo tus manos?

 Mi madre llegó con el coche y no me dio tiempo a responder y lo agradecí pues no tenía argumento alguno. Me di cuenta de la razón que tenía mientras íbamos en el asiento de atrás y veía el vendaje humedecerse en la sangre, casi podía olerla, terriblemente desee lámer la palma de su mano. 

 Mi madre entró primero a casa y mientras ella sigio hacia la cocina Sebastián se detuvo en la puerta como esperando a que yo entrará. Pase a su lado y una vez dentro de casa sentí como su brazo se extendió hacia mi, sus dedos tocaron mi nuca y se acercó a mi oído hasta que le sentí respirar.  "tienes fiebre ciel" me susurro despacio, tenía razón, mi cuerpo estaba ardiendo, estaba terriblemente excitado.


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