Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Punto de quiebre por malugr

[Reviews - 172]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 Tengo la impresion de que desde esta tarde estare unos dias fuera de casa, asi que les dejo un pedacito adelantado de esta historia y la promesa de que si consigo una pc para publicar, lo hare a la mayor brevedad. Calma porque al decir "unos dias" me refiero a uno o dos, asi que para el lunes en la tarde estare reincorporandome a mi sagrado deber jajaja. Estare en todo momento maquinando algo bueno para el siguiente capitulo, que en mis bocetos mentales, promete estar "Zhukulento" jajaja. Gracias por seguir leyendome, estare ansiosa por sus comentarios.

Besos!

Dentro del club me sentí en casa, las luces, el vicio y la lujuria era como si me dieran la bienvenida. hacía bastante tiempo desde la última vez que vine a uno, Sebastián me ha distanciado de mi vida nocturna. Iracundo Sebastián ¿donde estarás en este momento? Si vas a encontrarme date prisa, antes de que los escalofríos y la excitación me vuelvan loco.

 

Finian ponía vaso tras vaso en la barra, el alcohol no paraba de llegar, era un amigo muy divertido y complaciente, me pregunto que pensaría de mi si supiera que al estar a su lado lo estoy condenando a sufrir la ira de mi más diabólico amante, por un lado me causó gracia que el más heterosexual de mis amigos se viera envuelto en semejante conflicto, pero por otra parte comencé a sentirme nervioso, que pasaría si verdaderamente Sebastián me encuentra, nunca lo ha visto, pero ciego de celos estoy seguro que mataría a cualquiera solo por estar a mi lado.

 

De pronto nos encontrábamos al centro de la pista, cada uno tenía una botella en sus manos y bebiamos salvajemente como buscando acabar con todo el licor en la discoteca. Mi mente cada vez más nublada, disfrutaba de la música y mi cuerpo solo bailaba al son que marcarán las manos de quien me sacaba a bailar. Al principio bailaba con mujeres siguiendo la iniciativa de Finian, ahora ya no sabía dónde estaba mi buen amigo y yo sujetaba el cuello de un hombre que jamás había visto. De pronto estaba de nuevo en el juego.

 

Mis sentidos estaban algo atontados por la bebida, pero sabía muy bien lo que hacía. Frente a mi estaba un hombre rubio y con ojos de un hermoso castaño claro, asumí que tendría unos 28 años pero jamás lo sabría, porque mi estilo no era hablar mierda para ligar, tire del cuello de su camisa y nuestras bocas se encontraron. Tenía lo que quería, alguien para comprobar que follar es follar y que no importa el rostro del amante. Iba a desintoxicarme de ti Sebastián, para cuando me encuentres, ya no significarás nada.

 

Sus manos tomaron mi rostro y me besaba quizás demasiado gentilmente para mi gusto, pero supongo que estaba bien. Cuando el beso término me miró atento como esperando mi aprobación, era extraño alguien tan mayor siendo tan tímido ¿o es que siempre fueron tan insípidos los hombres? Me convencí de que no era el momento para pensar en eso. Baje mis manos por su pecho, sus abdominales, era un buen cuerpo ¿Pero porque me parecía simple? Maldición ciel, concéntrate. Mis manos sujetaron su cinturón con fuerza y lo acerque a mi cuerpo. Vi su rostro encenderse, puso una mano en mi cintura y la otra en mi cara, me beso de nuevo está vez con más seguridad, aún así pedí porque las cosas mejorarán o tendría problemas hasta para ponerme duro.

 

- ¿Me dejarias llevarte a otro sitio?

 

- Vale, pero primero traeme algo de beber y te esperare en la puerta. 

 

- Excelente, solo cinco minutos.

 

Lucía emocionado y a pesar de ser lo mejor en el local, a mi me parecía algo patético, mujeres y hombres me veían con envidia y resignación pues yo me llevaba el premio mayor de nuevo, pero mientras fumaba un cigarrillo en la entrada pase una mano por mi nuca, estaba frío, ni cerca de una erección. Maldición, esto va mal.

 

Un lujoso auto paro frente al local, el flamante rubio bajó con mi trago, me lo ofreció y luego abrió la puerta para que subiera, todo un caballero adinerado, al menos la habitación seriá buena. A veces el más guapo del antro no era precisamente alguien con dinero, así que sin duda esta era una buena pesca, a pesar de que este aburriendome.

 

- ¿hay algún lugar que prefieras?

 

- sorprendeme.

 

- Claro que lo haré. Conoces el...

 

Hablaba sobre un hotel bastante lujoso y luego soltó muchísimas más estupideces, su boca no se cerraba. Bebí todo el contenido de mi vaso y le mire.

 

- Estoy impresionado ¿que tal si yo también te sorprendo con algo?

 

Mis ojos le miraba cínicamente y sonreí de forma tan hipócrita que pensé que lo notaría. Pero su rostro solo se quedó en blanco. Por lo menos conseguí que se callara. Al perecer si era bueno mintiendo, creo que el único que sabía ver debajo de mis máscaras era Sebas... No lo digas, olvidado.

 

Mientras conducía me acerque a su rostro y le susurre...

 

- No vayas a chocar...

 

Sus manos apretaron fuertemente el volante y yo me incliné hasta estar frente su entrepierna. Mis manos quitaron su cinturón con agilidad y al abrir su pantalón me di cuenta de cuan excitado estaba, aprete su pene dentro del bóxer y sentí una de sus manos apoyarse en mi espalda, acariciaba desde mi nuca hasta el comienzo de mi trasero, y ahora me había desecho de toda la tela de por medio, su erección estaba frente a mi.

 

Comencé a lamerlo, su pene era grueso, no tendría problemas para sentir algo así, otro punto para el insípido cachorro rubio. Lo masajeaba con mi mano mientras sus dedos seguían deslizándose por mi espalda, le escuchaba respirar más agitadamente y entonces lo metí por completo en mi boca.

 

Subía y bajaba suavemente mientras mi lengua acariciaba la punta de su miembro, sentí su mano más grande y pesada masajeando mi nuca, casi como un reflejo mi boca apretó su miembro y su mano me apretó más a mi. Conocía esa sensación. Sentí el calor recorrer mi cuerpo.

 

El ritmo con el que lo succionaba aumento y de pronto sus dedos se hundieron en mi piel y el dolor me hizo gemir. Mi cuerpo respondió obediente, lo recordaba claramente, su mano a rededor de mi cuello, sus ojos azules maldición podía oler la sangre y la sentía resbalar por mi cuerpo ¿Sebastián eres tú? ¿Porque te escucho respirar sobre mi? 

 

De pronto mi garganta quedó ahogada en semen. Subí la mirada y reconocí al chico del bar.

 

eché una mirada fuera del coche y estábamos en un estacionamiento, ya habíamos llegado y de nuevo puse mis ojos sobre mi acompañante, era el, rubio y ojos castaños, no había sangre ni el azul gélido que paraliza hasta el correr de las agujas del reloj. El cachorro tiro de mi, me paso del asiento de copiloto y me puso sobre sus piernas.

 

- Eso fue muy bue...

 

- Shhh...

 

Mis dedos le callaron, no quería escucharle hablar. Lo besaba y al cerrar mis ojos sentí un desenfreno terriblemente familiar. Pero cuando los abría me encontraba de nuevo con aquel rostro que no me interesaba en absoluto. Cerré mis ojos de nuevo y en mi mente vi unos profundos ojos azules.

 

  - Llévame a la habitación.

 

  - Yes, My Lord.

 

Juró por dios que era su voz y al oírla mi cuerpo entero vibró. ¿Maldición Sebastián, que haz hecho conmigo?

 

Subí de la mano del cachorrito rubio, hacia la habitación donde mi delirio lo disfrazaria del diabólico Sebastián que mi cuerpo y mi mente deseaban. Me doy cuenta de que o estaba muy borracho, o ya había perdido toda mi cordura.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).