Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Punto de quiebre por malugr

[Reviews - 172]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Una hermosa y amplia sala quedó frente a mi, sencillamente decorada la luz fluía y abarcaba todos los espacios. El color se mantenía, dorado y blanco. A pesar de ser amplia parecía acogedora.

- Te habrás dado cuenta de que son dos pisos, pero el amo Sebastián ocupa el piso de arriba con una biblioteca espaciosa y sala de juegos para sus invitados, también hay una pequeña habitación que por lo general la usa la adquisición que este a cargo de atender las cosas domésticas. Al amo Sebastián no siempre le gusta dormir acompañado.

"Doriam" así la había llamado Sebastián, antes de... Basta ciel, deja de pensar en esa mierda. Ella siguió avanzando mostrandome el piso inferior. 

- Por aquí tienes la cocina, debes manejar esto, si el amo Sebastián te retiene a su lado tu deber será atenderlo.

Mis ojos estaban fijos en las paredes del fondo, las que daban a la playa tanto en la cocina como en la sala era completamente de cristal, se observaba el mar perfectamente y todas podían abrirse para salir directamente hacia la playa, no había seguros ni barreras, solo el profundo océano extendiéndose hacía el horizonte.

Salimos de la cocina y de nuevo cruzamos hacía el otro lado de la sala y ahora frente a nosotros estaba una hermosa puerta de madera, ella la abrió.

- Está es la habitación del amo Sebastián.

Era casi tan enorme como la sala de estar con una increíble cama en el centro. Lo asombroso era la vista, de nuevo la pared del fondo daba hacía la playa y era toda cristal, tan adentro de la costa estaba la casa que la arena incluso se metía al cuarto.

- El amo adora bañarse en el mar. Aveces sale de noche, y duerme a la orilla del agua, por eso no gusta del piso superior, prefiere tener el mar cerca. Aquella otra puerta es su baño, Jacuzzi, tina, duchas, lo tiene todo y por su puesto un armario digno de él ¿alguna pregunta?

- ¿Cuando vendrá Sebastián?

  La mujer se sentó en la cama.

- El amo no te recibió por donación es decir que te trajo desde afuera, pero el que lo hayas conocido en otras circunstancias no te da lo necesario para ser irrespetuoso, ahora solo eres una adquisición y eso debes entenderlo.

Yo voltee mi cuerpo hacia la amplia pared de cristal y fije mis ojos en la costa.

- Esto no es de tu incumbencia, hablaré con Sebastián y eso será todo.

- Perfecto, entonces que sea el amo quien te eduque. Estare complacida de ver tu actitud luego de algunas golpizas. Así se doméstica a unas adquisición irreverente. Por ahora permanece en esta habitación hasta que llegue el amo Sebastián.

La mujer se levantó y se acercó a la puerta de madera para abandonar el cuarto.

- Hasta luego, ciel.

Y la puerta se cerró por completo. Como odiaba a esa perra rubia y operada. Mis ojos permanecieron concentrados en las profundas aguas.

De pronto se me ocurrió pensar en mi madre ¿que estaría pensando, le habría dicho algo Sebastián? ¿O estaría muerta de preocupación en casa? Recordé que al despertar estaba en una bata, sin celular o pertenencia alguna ¿tendría el mis cosas o las dejaría en aquel hotel donde me encontró? Cuantas preguntas y el maldito se había quedado cómodamente bebiendo con esos viejos.

Me sentía cansado y me pareció tremendamente provocativa la cama a mis espaldas. Me recoste y sin darme cuenta me sumi en un sueño profundo mientras el sonido de las olas me arrullaba.

... Que fue eso?

un ruido a mis espaldas me saco de mi sueño. No se cuanto había dormido pero al mirar por las puertas de cristal vi que solo había oscuridad, había anochecido mientras dormía. El mar se había teñido de Negro, era tan oscuro ¿donde había visto un azul así antes?

- ¿Muy hermoso no?

Me incorpore al escuchar aquella voz y entonces pude verle. Estaba recostado en el marco de la puerta y me observaba fijamente. Rápido me levante y avance hacía el, furioso con mis puños apretados. El se paró recto y me miró desafiante, pero aquello no me intimidaba, sin una palabra de por medio, golpee su rostro con mi puño con toda la fuerza que me otorgó la rabia que me consumía. Su rostro giró por el golpe.

- Eres una maldita porquería se puede saber ¿a donde mierda me has traído y que carajo planeas hacer?

Con una mano Sebastián se froto la quijada y luego me miró furiosamente. Sus brazos me apretaron y me levantaron para llevarme hasta la cama dónde violentamente me arrojó. Me tomo por las muñecas impidiendo que me moviera.

- ¿Que nadie te ha informado lo que eres aquí ciel?

- Si te refieres a esa mierda de "adquisiciónes" pues si, ya me lo han contado. La puta esa con la que te vas besando hizo el favor de explicarmelo.

- Entonces ya debes saber que tu trabajo es servir y callar. Yo podría matarte aquí mismo por ser tan malditamente irrespetuoso.

- ¿Y de verdad piensas que voy a dejar que me trates como a una puta solo porque estamos en este maldito lugar? Puedes matarme ahora mismo si eso es lo que gustas.

- No seas creído ciel, en un paraíso así, rodeado de hermosas mujeres y de jovencitos mil veces más apuestos que tu ¿piensas que perdería mi tiempo follando tu usado culo?!

Sentí ganas de estar armado y asesinarlo en ese preciso momento. Si este maldito creía que podía despreciarme estaba muy equivocado.

- Eso es perfecto, porque no follaria con un miserable como tu ni con un arma en la cabeza.

respondí tan cerca de su rostro que note como sus ojos miraban mis labios, y yo también miré los de él, ahí estaba de nuevo ese deseo frenético que bailaba en la delgada línea que limitaba lo mucho que nos despreciabamos. Sebastián me soltó y se levantó de la cama con rapidez, me sentí aliviado. Respiró profundamente pero la furia no se iba de sus ojos.

- Yo soy Sebastián Michaelis, tu amo, ciel phantomhive, en esta isla no eres más que una adquisición y debes obedecerme. Tu trabajo será servirme, me alimentaras cuando te lo pida, me vestiras cuando lo ordene y te moveras tras de mi cómo una sombra cumpliendo mi voluntad.

Me levante de la cama y Permanecí observandole.

- ¿Y si me niego Sebastián?

Avanzó hacía mi.

- Si obedeces, permaneceremos en esta isla solo los 4 días que me quedan, tendrás solo que servirme como lo haría una criada cualquiera, ni yo ni ningún otro amo de la isla tocará tu cuerpo y al finalizar de nuestros días acordados yo volveré a América y tu a Londres, todo habrá terminado.

Sebastián se alejó un poco de mi y encendió un cigarrillo. Le dio una calada y continuó hablando.

- Pero si te niegas, entonces jamás abandonaras este lugar, pasados los 4 días yo me largare y te dejaré como una adquisición pública para que cualquiera que desee joder tu trasero pueda hacerlo. Te aprisionaran, te torturaran y te humillaran de formas que no imaginas. Jamás volverás a ver a tu madre.

Su cara era sombría, era como un demonio, no podía creer que Sebastián hubiera llevado esto tan lejos.

- ¿Como puedes hablar así? ¿Crees que mi madre no me buscará?

- Claro que lo hará, pero será inútil, este lugar no existe ciel. En lo que decida dejarte aquí desapareceras por completo del mundo y yo tampoco volveré a contactarla. Pensara que morimos o cualquier cosa ¿De verdad crees que resistirá tanto dolor?

Estaba petrificado, la sola idea de verla tan torturada estaba matandome, sentí ganas de llorar, de derrumbarme.

- Esto es demasiado enfermizo incluso para ti. Vas a chantajearme con el dolor de tu propia hermana? ¿de verdad me obligarás a elegir entre humillarme o perder mi vida en esta maldita isla?

- No lleves esto más lejos de lo necesario ciel, solo es llevar una charola con tragos y tener mi ropa lista para vestirme, no te condenes por esa tontería.-Sebastián sonrió como si aquello fuese un chiste.-

Respire profundamente y medite por unos segundos. Esto era macabro, pero yo debía tomar una decisión.

- ¿Simplemente un asistente y luego iré a casa?

- correcto, tienes mi palabra.

Aprete mis puños y decidí que no le daría el gusto de acabar con mi vida, tendría que torturar mi alma hasta el fondo si quería verme derrotado. No te vas a deshacer de mi en este jodido lugar.

- Acepto Sebastián

Sebastián aplaudió hipócritamente.

- Excelente elección, muy bien ciel. Ahora ve a tu habitación, es la pequeña que se encuentra arriba y descansa, no necesito que tengas el desayuno hecho, pero si que me despiertes a las 9:30 am. Tengo una reunión importante. Puedes usar la ropa que te plazca ¿no soy un gran amo?

Dijo mientras apretaba una de mis mejillas. Sentí ganas de matarle.

- has comprendido todo.

- Si, lo tengo.- Dije mientras me acercaba a la puerta para abandonar la habitación.-

- ¿Como has dicho ciel?

  Mordi mi lengua hasta que casi pude sentir la sangre. Aceptando las condiciones de Sebastián, me gire para verle de nuevo.

- Le he entendido, amo.

Sonrió complacido.

- Descansa ciel.

Entonces abandone la habitación. Subí las escaleras y contemple por primera vez la biblioteca y el sorprendente salón de entretenimiento. Tras todo eso se encontraba la puerta del que asumí sería mi cuarto. Al entrar no había nada de glorioso, una cama mediana un armario y un pequeño baño, al menos estaba limpia pensé. Me concentre en la ventana que daba hacía la costa, esta habitación debía estar sobre la cocina, en la esquina opuesta a la de Sebastián.

Contemple el oscuro océano deseando estar de nuevo en casa. Agradecí la vista y la fresca brisa.

- ¿Que maldito día me esperara Mañana?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).