La sala había sido reorganizada, las mesas dónde habían estado los hombres de Tonny ahora estaban vacías, retiradas hacía los lados, una enorme y única mesa permanecía al centro, algo alejada de mi poste aúnque si lo suficientemente cerca como para disfrutar de lo que sea que York planeaba hacerme.
el par de desgraciados permanecían en aquella mesa en compañía de tres mujeres, hablaban sobre mi precio. En este punto había parado de maldecirlos pues ya me habían amordazado así que tenía toda mi energía puesta en las cadenas que apretaban mis muñecas, intentaría safarme aún si tenía que arrancarme la piel.
- Veamos... No es virgen, no es obediente y esta bastante golpeado...
- Sr York, cuando se esté follando a esa puta entenderá el precio.
- No lo sé, no parece con ganas de Cooperar y eso me dará problemas.
Tonny se levantó.
- Mi trabajo es solo traer la mercancía, pero por ser usted señor le voy a dar un consejo importante.
Se agachó justo frente a mi echando mi cabello hacía tras con su mano.
- Dolly, traeme unos pañuelos húmedos.
una de las tres mujeres avanzó hasta un pequeño estante y sacó varios paños de tela blanca y un recipiente de cristal que luego lleno con agua; una vez que tuvo todo se acercó dejando las cosas junto a Tonny en el suelo.
- El joven ciel es una magnífica adquisición en todos los sentidos, primero porque es sumamente hermoso.
Había tomado uno de los pañuelos y remojado en la fresca agua. Ahora lo pasaba suavemente por mi rostro, limpiando mis heridas.
- Tiene una piel magnífica que por las noches es como una extensión de la misma luna, como si ella le hubiese regalado un poco de su mortal brillo para atraer a los incautos. ¿Que esta bastante golpeado? Si, lo más probable es que deba golpearlo mucho pero aún cuando los diamantes tienen tierra, siguen siendo diamantes que sólo hay que limpiar un poco.
Mis ojos estaban cerrados, el agua en mi rostro se sentía como un milagro que me besaba despacio. Pronto la suciedad y la sangre se fueron diluyendo. Tonny sumergia los pañuelos y los volvía a pasar refrescando las heridas y cortes en mi cara, hubiese querido prestar más atención a lo que decía pero sólo podía sentir la fina tela acariciar mi piel.
- Ayúdame otro poco Dolly, sacale el pantalón y el bóxer.
- Si amo...
Mis sentidos reaccionaron ante aquella locura y comencé a moverme con violencia.
- Me temo que tendremos que cambiar tu postura.
Se movió hasta la parte de atrás del poste y escuche que sonaban algunas cadenas, pronto supe de que se traba.
Mis brazos fueron jalados hacía arriba con brusquedad, tanto que estuvieron a punto de romperse por la postura. Rápidamente y aprovechando mi desconcierto por el dolor las cadenas me liberaron solo para que Tonny pudiese cambiar mis manos hacia delante y de nuevo encadenarme, pero esta vez no me sentaría, ahora mi nueva cadena pasaba por varios aros en el techo y fue cuestión de segundos para sentir de nuevo un tirón, pero ahora mis brazos perfectamente acomodados cedieron y mi cuerpo dolorosamente se fue levantado de suelo. Sentí que definitivamente mis hombros se desecajarian, que el peso me arrancaría los brazos. Mis pies apenas y tocaban el suelo, tenía que poner mis dedos tan en punta como podía para medio aliviar la tensión en mis muñecas, cuya piel estaba desgarrandose a causa del metal.
- ¿duele ciel?
Estaba luchando por no exteriorizar aquel dolor que me entumecia los sentidos, no quería darle la maldita satisfacción. Aflojó la mordaza.
- Vete al diablo infeliz.
Una carcajada llegó desde la mesa frente a nosotros.
- Si, hermoso, pero muy grosero.
Tonny sonrió.
- Es así, muy poco respetuoso, pero ciel tiene una debilidad. Un poco de alcohol y se inclinara como una puta ante la primera polla.
La sangre me hirvio ante el comentario.
- ¿Entonces propones que lo siente y le invite unos tragos?
- Empieza por soltarme entonces viejo... Si tienes cojones.
- Jajajajajaa no, sería interesante, pero no. El punto es que el alcohol es una droga mas y yo se mucho de drogas, drogas que podrían hacer que este orgulloso niño que arrastre suplicando el tacto de un hombre.
De pronto la mirada de Tonny se clavo en mi y tuve la plena seguridad de que algo terrible iba a suceder, aquella cínica sonrisa no me dejaba ninguna duda.
- Eso suena muy interesante Tonny. - Afirmó el anciano. -
- y lo es, por eso he traído una muestra...
Saco de su bolsillo un pequeño frasco trasparente que contenía algo parecido a cápsulas, pero bastante más grandes y comenzó a agitarlas frente a mi.
- Esto ciel, te va a encantar. Ahora si Dolly, termina de desnudarlo.
Mis pantalones que ya estaban desabrochados solo necesitaron de un suave movimiento para caer hasta mis tobillos, luego sentí las manos de la mujer en el borde de mis bóxer de los que Tiró con rapidez, pronto estuve completamente desnudo frente a la dura mirada de Tonny y más atrás la del viejo York que me parecía tres veces más nauseabunda.
- ¿No es un cuerpo magnífico? Delgado y definido a penas con vello, parece una frágil escultura.
- ¡No hables de mi cómo si fuera un maldito carro que intentas vender bastardo!. -Grite con toda la rabia que me producía estar desnudo y exhibido como mercancía.-
- Amordazalo de nuevo Dolly ¿Y bien sr York, no creé que 100 mil dólares es un precio más que justo por semejante espécimen?
¿Espécimen? Estaba tan malditamente cabreado que casi no sentía el dolor en mis muñecas y brazos. Me retorcia aún atado y amordazado.
- Supongo que en eso tienes razón, aunque lo decidire luego de tu demostración.
- Por supuesto.
Tonny avanzó con su frasco hasta mi.
- Está es una droga bastante famosa y muy simple de utilizar ¿de que se trata? Simple, luego de ser administrada excita sexualmente al individuo y éste abandona todo control sobre si mismo obedeciendo únicamente al deseo que le domina, solo buscará satisfacerse sin distinguir con quien. En unos segundo, después de que esto entre en ti ciel, te dejarás follar por la primera polla frente a ti, no serás más que un animal en celo.
York sonreía maravillosamente ansioso por ver el efecto de aquella droga en mi, mientras tanto mi rostro palidecia ante la aberrante idea ¿había oído sobre esa droga? Si ¿Era mentira lo que decía Tonny? No. Mi permanente entrada y salida de antros y discotecas me habían servido también para documentarme y se muy bien que tanto puede rebajarse una persona bajo los efectos de esa porquería, quienes la consumen se convierten en sacos de carne sin voluntad que permiten ser follados durante horas por tantos hombres como sea posible. Vi a Tonny sacar una de las cápsulas y aprete con fuerza mi boca, el tendría que joderse si pensaba que podría obligarme a tragar esa basura.
El se burló.
- Ciel lamento informarte que está presentación de la droga no se administra oralmente. Esto va a entrar por tu trasero...
Mis ojos se abrieron como platos al escuchar aquello... No, d ninguna maldita manera, no lo harás no te dejaré. Mi mente parecía estar convulsionado; no puedo dejar que pase, si esta mierda entra en mi no habrá forma de escapar. No puedo ser la puta de estos malditos ¡NO! ¡NO!
Comencé a agitarme con violencia, desesperado con cada paso que Tonny daba hacía mi. Pronto sentí un tibio líquido correr por mis brazos, note de inmediato de que se trataba... La sangre de mis muñecas bajaba que un fino hilo resaltando dramáticamente en contraste con mi blanca piel, pero no podía pensar en eso ahora, ahora tenía que estar alerta.
Tonny se movía con sus ojos fijos en mis piernas que amenazaban con patearle si se acercaba demasiado. Mi sangre y sudor se encontraron en mi pecho, estaba cansado, agitado, adolorido y frenético, lo miraba con furia ya que no podía hablar por la mordaza al menos mis ojos dejarían en claro que no le sería posible.
- Bueno, supongo que no me dejarás acercar. Dolly arrodillate justo aquí.
La mujer veía desde un rincón la agobiante escena de mi lucha y al escuchar la orden pude ver el miedo en sus ojos, ahora note que ya estaba herida, había cortadas en sus brazos y piernas seguramente producto de latigazos. La mujer vaciló por unos instantes y lo noto. Saco su arma.
- Dolly si no haces lo que te digo te matare aquí mismo.
Aterrada por la amenaza ella avanzó rápidamente hasta estar a unos pasos frente a mi, pude ver como las lágrimas resbalaban por su rostro, sus manos temblaban y sólo veía al suelo, casi pensé que rezaba. En este momento sentí más miedo por ella.
- Esto es lo que pasa cuando no obedeces a quien lleva el látigo ciel...
Tonny se había acercado a la mesa donde York observaba sonriente el espectáculo, ahora volvía y un largo cinto de cuero arrastraba por el suelo. De pronto lo agitó en el aire y se escuchó un escalofriante silbido que corto el flujo de mi sangre. La mujer frente a mi se estremeció tratando de callar su llanto, ella sabía muy bien lo que seguía.
- Sobretodo cuando es alguien tan enfermo como yo, ya te lo había dicho no? No perderé mi tiempo luchando contra un simple niño, sino estas dispuesto a obedecer será alguien más quien reciba el castigo.
Se paró justo tras la joven y apartó suavemente el cabello rojizo que le cubría la espalda.
- ¿Sabes algo de la empatia ciel? Es la cualidad que tenemos los seres humanos que nos permite ponernos en el lugar de otra persona, sentir lo que ella siente, su dolor tan vivido como si fuese nuestro, digo cualidad porque es lo que nos caracteriza como humanos, podemos sentir algo ajeno y así logramos entendernos y respetarnos más, sin embargo yo la considero un defecto terrible y te voy a mostrar porque.
Estaba ahogandome en el terror que exhalaba la mujer frente a mi, temía por ella, sentía su pánico y casi podía saborear las lágrimas que brotaban frenéticas de sus ojos. Tonny levantó su brazo con rapidez y fiereza, el látigo le siguió como si fuese una extensión de su propio brazo; los puños de la pobre chica se apretaron hasta casi partir sus propias uñas y yo repetí su movimiento como un reflejo, ella lo vio en mis ojos... El fulminante látigo que regresaba impulsado por el movimiento del brazo que le guiaba como si de una danza tormentosa se tratara...
Sus ojos y los míos se cerraron con fuerza pero fue ella quien llevó el golpe. Desde mi lugar pude escuchar cuando el cuero corto la fina piel de la fémina, casi pude oler la sangre que emanaba de aquella escalofriante herida. Mis ojos ahora abiertos contemplaban como Tonny enfermizamente sonreía azotando una y otra vez aquella espalda inocente, mi cuerpo se retorcia con cada sonido y los dolorosos gritos de la joven taladraban mi mente, aquello era una maldita pesadilla tan real como que yo estaba a punto de enloquecer.
Pronto estuve gritando, con mi boca amordazada solo podía emitir sonidos que salían torpemente por mi nariz, agitaba mi cabeza con negación, estaba horrorizado aquello tenía que parar. Sentí mis ojos llenarse de lágrimas al ver como aquella joven torturada me vio implorando ayuda. Tonny me vio y se detuvo, su pecho se movía con violencia por el cansancio de dar los azotes y algo de sudor le recorría, entonces se quitó su camisa.
- No conocés en nada a esta perra pero aún así sufres su dolor, seguro puedes sentir la carne desprenderse de tu espalda... ¿Lo ves? Eso es empatia.
Estaba tan agotado luego de presenciar aquello pero Tonny no planeaba darme tregua, el iba a quebrar toda mi cordura... Su brazo subió de nuevo y el látigo corto el aire a su alrededor, mis ojos húmedos le vieron con odio.
- ¿Entonces ciel, serás un hombre y afrontarás tu destino ome dejarás matar a esta puta a latigazos? ¿estas listo para cooperar?
Odiaba la idea, sabía que luego de que el pusiera sus manos en mi con su maldita droga el juego terminaría, pero no podía dejar que la matara y a estas alturas estoy seguro de que era muy capaz de hacerlo. Moví mi cabeza asintiendo.
- Excelente...
Con una patada apartó a la herida mujer y luego camino hacia mi, retiró mi mordaza. Uno de sus dedos limpio algunas gotas de sudor en mi frente y luego se concentró en los finos caminos tradazos por la sangre que resbalaban desde mis heridas manos y que ahora habían llegado a mi cintura.
- Yo no siento ninguna empatia y debo reconocer que lejos de causarme lástima me excita, pero la sangre oscura y vulgar de ella no puede compararse con la tuya, como fluye suavemente por tu blanca piel.
Tonny camino rodeandome y se puso tras de mi apretando su pelvis contra mi trasero desnudo, pude sentir lo duro que estaba. Ahora su boca rozaba mi oido.
- Lo vez ciel, tan asqueroso, voy a venderte a un bastardo que se concentra en esas patéticas rameras en vez de disfrutar de este glorioso show.
Tonny se refería al anciano York que besaba a una de sus acompañantes mientras otra le hacía sexo oral sin poner demasiada atención en nosotros.
- El no podrá nunca darte lo que yo, no podrá atormentarte como yo lo hago y mucho menos complacerte.
como mi cuerpo estaba suspendido yo era una especie de piñata que se tambaleaba de un lado a otro o giraba sin cesar sujeta por una cuerda, así que Tonny me tomo por la cintura y me dio la vuelta para que pudiese verle. Su lengua recorrío desde mi mentón hasta mi boca y sus labios apretaron los míos, sin embargo no abrí mi boca y su beso se frustró. El sonrió.
- Jajaja... Tan obstinado. Que lástima tener que venderte ciel, que desperdicio que termines en las manos de ese asqueroso...
- Pensé que era tu amigo
- Solo es un cliente y tu mercancía, así es esto.
- Entonces no te sientas mal, de todas formas no hay diferencia entre el y tu, ambos me dan asco y ninguno podría satisfacerme jamás...
- ¿Te doy asco?
- Estás enfermo maldito, no hay forma de que me produzcas otra cosa que náuseas.
- ¿Y cuando tu tío te folla como a una cualquiera no sientes asco ciel?
Quede absolutamente desconcertado y el pudo notarlo.
- ¿Crees que iba a raptarte sin saber nada de ti? Yo se muy bien que es el hermano de tu madre y sólo hasta estar en esta isla entendí que eras su mujercita ¿que eso no es aún más enfermizo que lo que yo hago?
- Cierra la maldita boca, no sabes nada de cómo ocurrieron las cosas.
- Eso no es asunto mio, lo importante es saber que sólo eres un culo buscando quien le folle y entre más sucia la situación más pareces disfrutar.
Estaba asqueado de sus palabras.
- Eso es pura mierda...
- Dime ciel ¿que tan enfermo debe ser un hombre para que puedas considerarlo como tu amante? ¿Que tan sucio hay que ser para satisfacerte?
- Tu no podrías satisfacerme nunca.
- Entonces te haré añicos...
Dos de sus dedos entraron con fuerza en mi boca, inmediatamente los mordi pero no parecía funcionar, los movía dentro con fuerza casi hasta mi garganta ahogandome, los paseaba entre mi lengua. Mis dientes le habían roto y sentí el sabor de su sangre maldita mezclarse con mi saliva. Sus ojos estaban encendidos y sonreía casi complacido. Porfin los saco y tosi, de nuevo su lengua recorrío mi mentón chupando la sangre de sus propios dedos y entonces me giró nuevamente.
Sentí una de sus manos separando mis nalgas y entonces los dedos que había ensalivado me penetraron. Mi boca lanzó un gruñido y ahora su brazo me apretaba por la cintura para evitar que me moviera. Desde atrás habló en mi oido.
- Tan estrecho como aquella vez, tan suave...
Sus dedos se movían dentro de mi con firmeza y yo trataba de patearlo sin tener éxito. Aquella sensación me causaba asco, odiaba a ese maldito, lo odiaba con todas mis fuerzas. De pronto los retiro...
- Ahora mi regalo para ti pequeño ciel.
A mi lado vi rodar el frasco abierto de cápsulas y entendí que era lo siguiente, de nuevo sus dedos me invadieron pero esta vez una de aquellas píldoras entró con ellos hasta el fondo de mi ser. Un terror me invadío. No puede ser, esto no puede acabar así...
nuevamente me giró hacía el y sus labios chocaron contra los míos que permanecían cerrados con fuerza, estaba hirviendo de rabia y por fin pude patearle. Mi rodilla chocó contra su entrepierna y Tonny retrocedió por el dolor unos segundos, lo siguiente fue un puñetazo en mi rostro. De nuevo sus manos se abalanzaron sobre mi y ahora aturdido por el golpe su lengua se encontró con la mía, estaba tan cerca que sentía su erección en mi muslo. De nuevo sus dedos me penetraron mientras seguía chupando y lamiendo mis labios. Recobre algo de mi fuerza y le mordi furiosamente el me tomo del cabello echando mi cabeza tan atrás que pensé que fracturaria mi cuello.
- ¡Tonny basta con esa mierda!
Tonny me soltó y avanzó hacía el frente poniéndose delante de mí, miraba a york ahora que este había hablado.
- ¿Disculpe?
- Dejate de mierdas ya te has divertido suficiente si ya le has puesto la droga no necesito mas de tí. Ahora es mio.
Tonny se volteó y me miró, sus ojos estaba casi idos ¿que era aquello? odio, deseo, locura? Quizás todas al mismo tiempo.
- ¿Suyo? aún no ha pagado sr York...
- Eso está arreglado
York saco un maletín y lo colocó sobre su mesa abierto.
- 100mil dólares en efectivo, tal cual como pediste. Puedes contarlos y luego largarte.
Tonny permaneció en silencio pero su mirada no cambió, me veía fijamente con una sonrisa que parecía más una mueca típica de alguien desquiciado. Entonce se giró.
- Muy bien sr York permanezca aquí por un momento. Ya vuelo.
- de acuerdo y apresurate en sacar tu sucio culo de aquí.
tonny avanzó hasta la puerta y yo sentí algo de alivio, si York era un viejo enfermo, Tonny era un enfermo loco. De una extraña forma prefería que se largará. Pronto estuvo fuera de la cabaña, pero algo no andaba bien ¿Que era aquella extraña y aterradora sensación?
York parecía satisfecho y pronto estuvo caminando hacia mi avanzaba despacio y sonriente.
- Tonny es un perro muy estúpido, te ha dejado otro golpe en la cara.
- Aléjate de mi maldito.
- ¿Cuanto crees que tarde en hacer efecto la droga? Estoy bastante ansioso por verte perdido en tus lujuriosos deseos.
Mi voz sonó más sería y escalofriante que nunca.
- Si me tocas te mueres malnacido.
A penas calle, se desató el infierno. Fuera se escucharon disparos, ráfagas furiosas de balas con estruendoso ruido que fracturaron el silencio de aquella apartada cabaña. El anciano se detuvo a mitad de camino y su rostro alarmado se giró hacía la puerta. Maldición esto no puede ser bueno.
¿pasaron segundos, minutos, horas? No podría decirlo, luego de las detonaciones mi respiración de detuvo. York frente a mi estaba igual de petrificado y de pronto la habitación me pareció más fría ¿Que había sido aquello, a quien diablos le dispararon y quien había jalado del gatillo? ¿Pudiera ser que... Alguien haya venido por mí pudiera ser que nos encontraron?
La puerta frente a nosotros se abrió con brusquedad...