-Cinco minutos para salir a escena Sasuke-kun- le hablaba la chica rubia de ojos azules al otro lado de la puerta-
-Gracias… -respondió a secas terminando de arreglar su cabello. Era el día del estreno, esta vez, lo que iba a presentar sería un musical clásico en el cual obtuvo el protagónico al lado de su exnovia Karin. Volvió a mirarse al espejo y colocarse un poco más de polvo en el rostro, sonrió ampliamente para meterse en el papel de esa noche, a pesar de que en el fondo, la sensación de tristeza lo inundaba, puesto que ni siquiera, pudo decirle a Naruto, que quería verlo en el estreno. Hace mucho tiempo que parecía que no le importaba nada que tuviera que ver con su carrera, ¿por qué esa noche sería diferente? Además sabía que estaba demasiado ocupado, como para darse un tiempo e ir a verlo.
Tomó fuerza y mucho aire para salir a escena; mientras iba caminando, como siempre en la primera función, los actores secundarios, y gente de producción hacían una fila para que los coprotagonistas pasaran por ahí, y desearles lo mejor antes de su primer diálogo; dado así, que mientras lo hacían, no podía dejar de pensar en la oleada de prensa que le esperaba al final de la obra.
Como siempre, arrancaba con broche de oro, y al terminar la última escena que consistía en un beso apasionado con la protagonista; las flores, peluches, chocolates y mil cosas raras más, inundaban el escenario del teatro cuando ya el telón había bajado. Cuando volvió a subir ya se encontraban todos los actores para dar las gracias, las ovaciones para Sasuke no terminaron, hasta después de algunos minutos. El director de la obra salió después de que los aplausos terminaran, para dar las gracias dando algunos comentarios al público y a la prensa. Se colocó a un lado de Sasuke y en una pequeña distracción, le habló al oído
-Sal por la puerta de emergencia, Neji te estará esperando ahí, te llevará a casa de inmediato, yo me encargo de la prensa
-Gracias… Orochimaru –lo miraba con una sonrisa aliviada de no tener que lidiar con eso-
-Llega temprano al ensayo mañana, quiero presentarte a alguien
-¿Para?
-Me gustaría que hicieras una nueva audición, puede que podamos compensar la falta de criterio de la compañía que promocionó “Vida maravilla” –hacía referencia a la audición en la cual no contrataron al joven debido a los escándalos-
-Platicamos mañana –se lo dijo de tal forma que daba a entender que le agradecería al otro día como debía ser-
-Sabes que no es nada –le guiñaba el ojo con gracia, cosa que aunque no quisiera, hizo reír un poco a Sasuke-
-¿Irás por la puerta de atrás? –Le hablaba la chica caminando rápido a su lado, con algo de premura, fingiendo normalidad a la vez que iba tratando de seguirle el ritmo-
-Orochimaru hará tiempo para que pueda hacerlo…
-¿Puedo ir? –el chico la miraba- No veo por qué no. Te veo en la salida de emergencia, ve rápido por tus cosas… -dicho y hecho, ambos tomaron de inmediato todas sus pertenencias que dejaban en los camerinos, guardarlas en sus mochilas y verse en su punto de encuentro. -
A pesar de que estaban hasta el fondo del teatro, los gritos de la prensa se escuchaban hasta ese lugar, al parecer el director hacía hasta lo imposible para poder contenerlos, aun así corrieron por el pasillo de paredes blancas, y cuando al fin salieron, de inmediato subieron a la camioneta que ya los aguardaba-
-Brillaron de nuevo, ¿no es así?
-Debiste vernos Neji –sonreía leve- Sasuke estuvo maravilloso
-No tanto como tú mi linda –le revolvía el cabello- estuviste fabulosa –hablaba mientras Neji los miraba por el espejo retrovisor y sonreía para sí mismo- bueno, será mejor que se dejen eso para después –señalaba con su rostro hacia la calle de adelante- los paparazis nos han encontrado –suspiraba fuerte a la par que ponía en marcha la camioneta blindada y los chicos bajaban unas cortinas recién agregadas al lujoso automóvil. -¿Y bien? ¿A dónde vamos primero?
-Dejamos a Karin en su departamento
-¿Estás seguro?
-Las damas primero cariño –le sonreía con gentileza-
-Me sorprende mucho lo bien que se llevan –interrumpía Neji-
-A pesar de todo, siempre será una parte importante en mi vida, y hoy en día es mi gran amiga –Sasuke hablaba-
-Creo que el chico, ya dijo todo –Karin se reía por lo bajo-
-De acuerdo –Neji procedía a manejar con cautela y fijándose de no ser seguidos. Después de unos veinte minutos llegaron a la residencial, a la cual, después de despedirse cariñosamente Karin bajó del coche, sacó las llaves de su casa, y entró en el edificio. Sasuke se acomodó en el asiento trasero y sin mencionar nada por un rato, el conductor rompió el hielo.
-¿No quieres ir a tomar unos tragos un día de estos? –lo miraba a través del espejo. El otro estaba distraído observando las calles un tanto desiertas, tenía su brazo apoyado en la ventana- ¿Ah? –Lo tomaba de sorpresa- ¿Me veo tan deprimido?
-¿Por qué siempre estás a la defensiva eh? –Hablaba con calma- en verdad te estoy preguntando, si no quieres ir un día
-Bueno, yo…
-Creo que todos de vez en cuando debemos de distraernos, ¿no? Para eso están los amigos
-Supongo… ¿la próxima semana estás libre?
-¿Te parece el miércoles después de la función? –Sasuke sonreía por lo bajo- Me parece…
-Y… ¿cómo te sientes?
-Sinceramente… -suspiraba- estoy algo desesperado, ¿sabes? No entiendo en que momento toda mi vida personal comenzó a hundirse
-Desde mi punto de vista… no cerraron bien el capítulo de…
-Por favor no me lo menciones –el chico se tapaba el rostro, con algo de molestia- creo que es eso, cada vez que lo miro, me resulta muy complicado dejarlo pasar
-Y no es para menos. ¿No hicieron terapia?
-No…
-¿No lo has pensado?
-No sé cómo decírselo, ya no se fija ni siquiera en lo que hago
-El otro suspiraba- entiendo… debes de pensar bien que es lo que vas a hacer. Creo que siempre es mejor retirarse antes de hacer daño ¿no? Puede que la relación ya esté desgastada
-¿Sugieres un tiempo?
-Sólo si lo crees conveniente
-Ya veo… -suspiraba-
-¿Lo crees? –Dejaba un tiempo en silencio para que el menor analizara las cosas-
-Sí… la verdad es que sí. Eso es lo que más me irrita
-Recuerda que la vida es corta, no es bueno desperdiciar el tiempo –le guiñaba el ojo- haz lo que tú quieras…
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-Entonces, ¿cómo crees que salgan las cosas?
-No estoy seguro Gaara –terminaba de firmar unos papeles- ¿qué hora es?
-Una y media…
-¿En qué momento se hizo tan tarde?
-Bueno, creo que el hecho de que la compañía esté pasando por una crisis después de la caída de la bolsa, no es muy fácil
-Sonreía amplio- creo que esa es una muy buena razón. No he tenido tiempo de hacer otra cosa que no sea intentar salvarla
-Y verás que lo lograremos, te tenemos a ti –le daba una palmada en el hombro- todos confían en ti –sonreía levemente-
-Vaya que eso… suena muy bien, pero ejerce demasiada presión en mí –reía un poco- debo de terminar de revisar unos papeles, puedes irte si quieres, no es necesario que te quedes tan tarde
-Para nada Naruto, puedo quedarme hasta que acabes. Además, quién sabe cuánto loco esté por ahí afuera
-Por un momento los había olvidado –se asomaba con cuidado a la ventana, sin ver nada en realidad- ¿crees que alguien siga ahí?
-Pues, si te das cuenta, no diste ninguna entrevista, tal vez algún psicópata aun ande rondando
-Vaya –suspiraba frotándose la cien-
-¿Qué piensas hacer con eso?
-Yo… -desviaba la mirada- la verdad es que no lo sé. No sabes, lo enojado que estoy conmigo mismo… ayer que discutí con Sasuke, me di cuenta de todos los errores que estoy cometiendo, y a pesar de ello, hay algo en mi mente que dice: “sabotéalo”, ¿me entiendes? Desde hace tiempo lo he sentido tan alejado, tan frío… no sé cómo acercarme –se recargaba en la silla-
-Vaya, creo que todos te lo hemos dicho alguna vez, pero, por un lado deberías tener en claro, que Sasuke no podría confiar del todo, después de lo que pasó con…
-Si lo sé lo sé, no necesito que me lo recuerdes
-Ponte en su lugar, ¿tú qué harías? Si después de todo lo que pasó, de repente, y de la nada, de nuevo te desapareces, llegas tarde… todo haría pensar que…
-Por favor no termines la oración… supongo que lo mejor, será irme a casa
-Te lo recomendaría –sonreía de nuevo a la par que el otro se levantaba tirando unos papeles que tenía en su escritorio- Se nota que ya estoy cansado
-¿Podrás manejar solo a casa?
-Sí, descuida, estaré bien –se agachaba a recoger lo que se la había caído, y entre ellos encontró un pequeño folleto; en la portada estaba el nombre de una obra, la fecha de estreno que tenía marcado ese día, y cuando la abrió la cara de Sasuke como fondo principal, lo hizo querer estrellarse contra el escritorio- ¡Maldita sea¡ -por el grito que soltó descolocó a Gaara-
-Pero, ¿qué pasa?
-Sasuke va a matarme –salía corriendo de la oficina, dejándole al pelirrojo el volante que lo alteró tanto. Cuando lo vio, comprendió todo.
Naruto manejó lo más rápido que pudo hacia su casa, cuando llegó media hora después, las luces estaban apagadas, entró de lleno y notó a Sasuke acostado ya en el sofá. Al parecer se encontraba en un sueño profundo. Prendió una lámpara pequeña que se encontraba en una de las mesas, dando una luz muy tenue, incapaz de despertarlo. Lo observó detenidamente, y notó que se quedó dormido con sus pants y suéter negro de cuello de tortuga, el atuendo que siempre usaba después de presentarse en vivo en algún espectáculo. A su lado, ya se encontraban varios objetos y artículos que sus fans le habían obsequiado esa noche; y entre sus manos, tenía un montón de cartas que le habían escrito, de las cuáles seguramente se quedó dormido leyéndolas.
Se acercó un poco más, y delicadamente con uno de sus dedos acarició su rostro, delineándolo suavemente, enseguida se alejó, fue a su habitación a ponerse el pijama, regresó con el chico, y con cuidado lo cargó entre sus brazos para llevarlo a la cama. No estaba seguro de si quedarse a dormir con él o no. Así que mejor optó por dejarlo solo en la alcoba. Tomó unas cuantas cobijas y se quedó fácilmente dormido en el sillón.
A la mañana siguiente, su despertador en el celular marcaba las siete y cuarto, ese día podía llegar tarde a la oficina, era jueves. Se levantó con flojera y de inmediato fue a buscar al chico, pero para su sorpresa, Sasuke ya se había marchado. Dejó las toallas que utilizaba para bañarse colgadas en la regadera, además el olor de su loción todavía permanecía en el ambiente; no hacía mucho que se había ido. Y ni siquiera pudo hablar con él, pero había algo que le saltaba. El chico nunca iba temprano a los ensayos… odiaba levantarse temprano, entonces, ¿por qué?
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Sasuke como había acordado con el director de su obra, se presentó temprano a trabajar, su llamado era para las siete y media de la mañana, y llegando justo a la hora y después de saludar a todos los ya presentes, procedió a seguir a Orochimaru a su camerino.
-Cómo te lo prometí ayer Sasuke-kun, desde hace tiempo quería presentarte con uno de mis viejos amigos. Supongo que ya lo conoces, al menos por las películas que ha producido
-Bueno, seguramente así es –se acomodaba a un lado del marco de la puerta que se encontraba cerrada-
-Supongo que recuerdas la película de “Amor y pecados capitales” o “En el ojo del huracán”
-Esas películas han ganado muchos premios a nivel internacional… no me dirás que tu amigo es…
-Exactamente –miraba hacia la puerta trasera del lugar- Jiraiya, adelante por favor
-No lo puedo creer –la emoción en el chico no podía ser más notoria, cuando vio a entrar a uno de los productores y directores más importantes del país- usted es Jiraiya-sama –se acercaba con un poco de nerviosismo ante el hombre que lucía tan fresco y tranquilo-
-Así que tú eres el famoso Sasuke-kun –le estrechaba la mano con gentileza- no podía esperar a conocerte en persona. Orochimaru me ha hablado mucho de ti, he visto la mayor parte de tu trabajo, y en verdad me encantaría hacer algo grande contigo
-Vaya que sería un honor completo trabajar con usted, Señor
-Ay no, por favor, háblame de “tú”, que me haces sentir viejo así
-Sasuke dejaba salir una leve risa de sus labios-
-No cabe duda que eres lo que estoy buscando. ¿Les parece bien ir a comer mañana? Me gustaría mucho tener una conversación con ambos, sería muy valioso escucharlos a los dos –sonreía con entusiasmo- además me encantaría poner las cartas sobre la mesa, y hablarte del nuevo proyecto que vamos a empezar en dos meses. Ya sabes, toda la ficha técnica
-Por mí encantado
-Entonces mantendré contacto contigo –le daba un leve golpe a Orochimaru- de cualquier forma, Sasuke-kun –le daba su tarjeta de presentación- si necesitas cualquier cosa, yo encabezaré la lista de tus amigos, ¿de acuerdo?
-Muchísimas gracias
-De nada hijo, entonces, nos estamos viendo, me gustaría hablar sólo unas cosas contigo, ¿tienes tiempo? –Le hablaba al mayor-
-Oh, claro que sí… Sasuke-kun, ¿te molesto un momento? Me gustaría que leyeras un nuevo guion que dejé en tu escritorio. Es la obra que produciré con Tsunade-sama para la próxima temporada, nos encantaría como siempre que trabajaras con nosotros. Dime qué personaje te llama la atención, y el papel es tuyo –le sonreía- ya sabes que adoro tu trabajo, sólo… un poco de discreción, ¿vale? –El chico asentía emocionado- por cierto, Ino y Sai ya llegaron, por si quieres algo de compañía… ya sabes, en lo que me desocupo y llegan los demás para que no te aburras…
-Gracias… a los dos –el joven se marchaba bastante a gusto de lo que pintaba el futuro para él. Realmente su racha de buena suerte en el trabajo estaba comenzando. Fue directo a su lugar de trabajo, y comenzó a leer el guion. Lo estudió un rato, para después llegar a la conclusión del papel que quería. Se quedó sentado unos minutos más, mirándose al espejo como ya era costumbre, y después sacó su celular, un iPhone 4S que ya debía de cambiar, porque como siempre, después de un año ya comenzaba a fallar. El reloj marcaba las once de la mañana, en verdad aún era muy temprano, y el sueño le estaba regresando después de tanta emoción, así que salió al pasillo detrás del escenario y ahí se encontró con Ino.
La chica tan molesta como siempre, le estaba atosigando y preguntando cosas que no tenían mucho sentido, y que invadían demasiado su privacidad, así que cuando pudo, lentamente se fue alejando y se perdió tras bambalinas.
-¿Así que te atreves a profanar mi sitio de descanso y relajación bastardo?
-No sabía que la basura se tiraba aquí, inútil
-¿Qué? ¿No te dieron anoche?
-¿No te da vergüenza tu vulgaridad y mal gusto de gente corriente? –lo miraba mosqueado-
-Vamos Uchiha, sólo estaba jugando –trataba de relajar el ambiente- esa chica vaya que es molesta, ¿no?
-¿Escuchabas hasta acá?
-Realmente no está muy lejos, pero ven… siéntate –le hablaba estando todavía en el suelo-
-Entonces, ¿este es tu lugar?
-Vengo aquí para que nadie me moleste
-Entiendo
-Pero es la primera vez que alguien lo encuentra
-¿Enserio?
-Vaya que sí… -tenía un cuaderno de dibujo entre sus piernas-
-¿Un cuaderno?
-Recuerda que un artista no está completo si no sabe dibujar
-Sí claro –le hablaba con cansancio-
-¿Quieres verlos? –Sai le pasaba el cuaderno-
-¿Por qué no? –el chico lo hojeaba detenidamente, admirándose conforme más avanzaba; cada dibujo era mejor que el anterior, realmente Sai tenía talento para eso. Algunos eran directamente de carboncillo, mientras que otros estaban hechos de pastel o de un simple lápiz. Las figuras eran variadas; desde objetos, hasta seres humanos...-Realmente tienes un buen repertorio. ¿Los haces mientras descansamos en los ensayos?
-Sí –asentía también con la cabeza- en mis tiempos libres también me dedico a esto. En casa tengo cuadros con más técnicas, especialmente óleos y acuarelas, aunque también me gusta trabajar con el barro y la cerámica
-Entiendo, cuando apenas empezaba a actuar, yo también me dedicaba a algo así
-¿Practicabas modelado?
-¿Cómo lo supiste? –el chico se sorprendía-
-Bueno, creo que lo supuse, todos siempre nos iniciamos así, ¿no?
-Creo que sí –Sasuke dejaba escapar una sonrisa hermosa, por no decir encantadora-
-¿Sabes algo Uchiha?
-¿Qué?
-Cuando actúas de esta forma… en verdad me caes bien
-Fuera de la atmósfera del trabajo… te comportas como una persona. Es agradable
-¿Es decir que me comporto como un animal cuando estamos trabajando?
-Que quede claro que tú solo te dijiste animal –le daba un pequeño golpe en el hombro mientras se reía-
-“Jamás lo había visto reír… y menos de esta forma… parece un…”-se decía- pensaba que hombres como tú no tenían sentido del humor
-Qué poco me conoces…
-Creo, que esa es una verdad que no puedo repudiar
-¿Sabes? No es una especie de disculpa ni nada por el estilo pero… es sólo que la mayor parte del tiempo, me encuentro confundido
-¿Por?
-Se detenía a pensar un momento- No me hagas mucho caso –desviaba la mirada- no es nada en realidad –se levantaba con delicadeza- iré por un café, ¿quieres uno? –“¿Qué estoy haciendo?” –Pensaba- “Yo, nunca”- Si no te molesta, te acompaño...