Después de admirar un tiempo el rostro de su amado, Trafalgar Law se levantó, se vistió y se dirigió a la cocina, cuando llego encontró una escena muy habitual en su vida: Corazón, su tío adoptivo y tutor, la persona con quien vivía desde los ocho años, se encontraba sentado leyendo el diario con una taza de café, un plato de tostadas con mermelada y fumando como era su costumbre. Otra cosa de la escena que también era habitual en la vida del moreno era ver el hombro de su tío en llamas, debido a la torpeza de este, suspirando se acercó al hombre, que sin estar consiente de se estaba incendiando a sí mismo, cuando lo vio le sonrió contento.
-Buenos días Law- saludo como si nada.
-Buenos días Cora-san- contesto el moreno sonriendo, mientras tomaba de arriba de la mesada un pequeño extinguidor y se dedica a apagar el fuego en el abrigo del hombre.
- Law… los dueño de la casa donde trabajo se van por unos días y debo ir… no sé cuándo regresare- comento el mayor con desgana- no me hace gracias dejarte solo… pero es mi trabajo…
- No te preocupes por mi Cora-san- sonrió- Estaré bien…
- ¿Estás seguro?
- Si… es tu deber ir… así que hazlo.
- Bien… pero si surge algún problema me llamas inmediatamente ¿De acuerdo?
- Si. Lo hare… solo asegúrate de no meterte en problemas y ser cuidadoso… - sugirió con burla
- ¡Oye! Yo soy cuidadoso…- dijo ofendido dando un sorbo a su café y quemándose la boca en el proceso. Law solo rodo lo ojos.
Minutos más tarde Corazón se despidió de su sobrino y salió en su auto. Law en cierta forma se sintió aliviado, aun no sabía cómo decirle a su tutor sobre su relación con Kidd y su ausencia le daría más tiempo para pensar. Corazón no era sobreprotector con él, pero se preocupaba mucho por el bienestar de su querido sobrino, y Law no imaginaba como reaccionaria. Sobre todo porque su tío no estaba al tanto de sus inclinaciones sexuales.
Suspirando dramáticamente, decidió dejar el tema para más tarde. Después de todo no había hablado con Kidd sobre lo que pasaría a partir de ahora con ellos, así que apartó sus pensamientos y se dirigía a su habitación para para despertar a Kidd.
Pero, sorprendentemente, el pelirrojo, que tenía fama de ser bastante dormilón, se acerba por el pasillo. Law se alegró de ahorrarse la tarea de despertarlo, ya que también era conocida la fama de gruñón que el muchacho tenia. Aunque también se contuvo de regañarlo por levantarse solo con el bóxer puesto. Después de todo estaban solos en la casa.
- Buenos días- dijo bostezando Kidd, mientras se acercaba al pelinegro.
- Buenos días Eustass-ya… te levantaste justo a tiempo – sonrió
- Genial… - sonrió- ¿Ya está el desayuno entonces?- pregunto alegre.
-No…- Law sonrió aún más, y ante la mirada desconcertada del otro agrego- te levantas justo a tiempo para prepararlo.
- ¿Qué? Pero… -Kidd enrojeció de furia- ¡¡Si serás maldito Trafalgar!!
Y termino corriendo al moreno por toda la sala. Law no paraba de reír mientras corría, era tan divertida la expresión de enfado del pelirrojo, le encantaba, no podía negarlo. Cuando se cansó de correr se dio la vuelta encarando a su compañero y los labios de ambos chocaron en un dulce beso.
- Vamos Eustass-ya – dijo Law cuándo se separaron, y paso sus brazos alrededor del cuello del otro, notando claramente como Kidd se tensaba un poco- me gusta mucho cuando me cocinas.
Y tras un increíble sonrojo, que competía con el tono de su cabello, Kiss se halló a si mismo con un delantal, un pañuelo en la cabeza y preparando el desayuno como se lo había pedido su moreno. ‘Maldito Trafalgar… siempre te sales con la tuya’ pensó entre enojado y avergonzado. El moreno lograba lo que quería con él. Suspiro. Bueno, tenía que reconocer que no le desagradaba la situación.
- ¿Cora-san no se va a levantar? – pregunto el pelirrojo mientras desayunaban.
- Se levantó más temprano y salió por el resto del fin de semana. ¿Por qué preguntas?
- Por nada en especial- aclaro desviando la mirada.
Kid no se había puesto a pensar en cómo podía reaccionar Cora-san ahora que el Law eran novios. Porque eran novios ¿Verdad?... Kid lo pensó un momento más y decidió que era mejor asegurarse.
-Oye, Trafalgar- el moreno lo miro - ¿Somos novios?
Law casi se ahoga con el sorbo que le estaba dando al café. Comenzó a toser, tratando de recuperar su respiración normal, mientras Kid, preocupado, le daba leves golpes en la espalda.
- ¿Estas bien? – Pregunto el pelirrojo- ¿Qué te paso?
- ¿Tu qué crees Eustass-ya?- le reprochaba molesto- me sorprendiste con tu pregunta ¡Idiota!- recalco desviando la mirada, muy sonrojado- ¿Por qué me preguntas eso? Por supuesto que lo somos ¿Es que tu no lo crees así? – pregunto desconcertado.
- No… yo… -el pelirrojo titubeo por unos segundos-… si lo pienso… pero es que nunca lo aclaramos y solo quería asegurarme- sonrió ampliamente- lo siento.
Kid beso la frente de Law y este enrojeció hasta parecer un tomate maduro. Mientras charlaban sobre algunas tonterías terminaron de desayunar, juntaron todo y Kid volvió a la habitación a buscar su ropa para ponérsela.
Minutos más tarde ambos muchachos se encontraban sentados en el sofá, en un extraño silencio. Un hermoso día sábado, el pelirrojo miraba por la ventana, mientras pensaba en algo para hacer, con el día tan soleado y la temperatura tan agradable que se sentía, sería una lástima no aprovecharlo.
Sin embargo, en la mente de Law había otro tipo de ideas. Mirando de reojo a su novio sintió una impetuosa necesidad de besarlo. Desde luego se tomó la libertad de hacerlo. Avanzando sigilosa y sensualmente hacia Kidd, quien primero, lo miraba sorprendido, sintiendo como su corazón se aceleraba cada vez más. El moreno noto el violento sonrojo que abarco las mejillas pálidas del chico y riendo, aunque algo nervioso, se abalanzo sobre el otro, comenzando a devorar su boca, sintiendo como, pasada la sorpresa inicial, Kidd le correspondía con pasión.
Se besaban bruscamente, pegándose más el uno al otro, suspirando. Pronto el pelirrojo abandono la boca de su novio para pasar los besos a su cuello, mientras sus manos descendían desde el pecho, pasando por el vientre, hasta posarse sobre la entrepierna de Law, que comenzaba a reaccionar ante las atenciones, mientras este se aferraba al cuello de su novio.
De repente Kidd detuvo todos los actos para quitarse la sudadera y también quitarle la suya a Law, bajo la atenta mirada de este.
- ¿Para qué te pusiste la ropa, si luego ibas a quitártela Eustass-ya? – pregunto burlón el moreno, mientras desabrochando el cinturón del otro.
- ¡Cállate idiota!- gruño el otro – es tu culpa Trafalgar, tú me provocaste – añadió con un ligero sonrojo.
A pesar de saber que tenía razón, no pudo evitar reír ante la actitud de su novio. Desabrocho el pantalón que este llevaba. Por su parte Kidd comenzaba a recorrer el torso de su amado con sus manos, mientras asaltaba su boca con la suya propia. Robándole suspiros y gemidos que el moreno no se molestó en disimular.
Pasados unos minutos más ambos amantes se encontraban, totalmente desnudos sobre el sofá. Kidd comenzó a preparar al moreno, lento pero seguro, mientras continuaba estimulando el miembro de Law. Hasta que este, en un gemido acompañado del nombre de su novio, se corrió. Sintiendo que el aire no le alcanzaba para llenar sus pulmones. La sensación de placer era inevitable, y Law sabía que aún no había pasado la mejor parte.
Habiendo terminado la tarea de preparar a Law, el pelirrojo se colocó entre las morenas y torneadas piernas de su amado novio y, sin prisa pero si pausa, comenzó a entrar en él, mientras estimulaba nuevamente el miembro del otro.
Law que sentía dolor, intento aguantarlo, sabía que lo que sentiría después le haría olvidar todo… asique para distraerse comenzó a besar el cuello de Kidd y a marcarlo también con algunos chupones y mordidas. Cuando termino de entrar, el pelirrojo se mantuvo quieto, usando todo su autocontrol, para evitar lastimar a Law y dejar que se acostumbrara a la intromisión.
- Muévete- dijo con algo de dificultad el moreno tras unos minutos.
Kidd sin hacerse rogar comenzó con el vaivén, primero suave, disfrutando, aunque comenzó a aumentar la intensidad cuando el moreno totalmente fuera de sus cinco sentidos como estaba, sobre todo después de que Kidd encontrara el punto justo para hacerlo delirar, le pidió entre gemido, casi gritos, que aumentara la intensidad. Con lo que Kidd decidió poner a Law sobre el respaldo del sofá y se colocó en su espalda, entrando en el nuevamente mientras comenzaba a estimular el miembro de su novio al ritmo de sus estocadas.
Law sintiendo que el final cerca en medio de su delirio giro la cabeza para encarar a su amado.
- Kidd, bésame- pidió.
Kidd no dudo en complacerlo, después de todo también moría por perderse en los labios de Law.
- Law… voy a… - intento advertir a su novio de su final.
- Hazlo - gimió como respuesta Law, entendiendo perfectamente.
Y luego de algunas envestidas más el moreno se corrió en la mano en la mano de Kidd y este fue, inevitablemente, arrastrado al orgasmo en un ronco gemido.
Ambos estaban, aun en la misma posición, temblando y jadeando, tratando de recuperar algo de oxígeno, pero tan satisfechos que aun sentían placenteras corriente eléctricas por todo el cuerpo.
Pasados los temblores y espasmos por parte de ambos, y recuperando la respiración normal, se besaron nuevamente, esta vez, de forma lenta y tierna.
- Te quiero mucho Kidd – dijo el moreno en un susurro, pero aun así audible para el otro.
- También yo a ti, enano- respondió su novio, abrazándolo posesivamente.
Y siguieron besándose durante varios minutos más antes de levantarse, limpiar la escena, eliminado las pruebas entre avergonzados y divertidos, y recoger la ropa para volver a ponérsela.