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Amor a la vista. por ThatBlackCat

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Notas del capitulo:

Waaaaaaaaaaaaa~ finalmente pude pasar por aquí Q_Q, primero que nada una verdadera disculpa por no poder venir a publicar nada pero la escuela consume mi alma lentamente así que les traigo una nueva dinámica xD (cumpliré mi promesa del primer cap. de publicar mínimo dos veces por semana) publicare los días: viernes, sábado y domingo, a veces solo viernes y sábado u_u lo siento pero la escuela roba mi alma xD y consume mi tiempo Q_Q pero tratare de hacer los capítulos más largos 7u7 chanchancha, lo sé, el capítulo anterior los deje en suspenso, pero si en el anterior me odiaron, bueno en este...  

 

jiqhgfg

 

a leer xD

-Zoro

Fue cuando ella apareció, ondeando una larga melena azul, grandes ojos, mirada encantadora, figura esbelta, cualquiera caería por ella, tendría a quien quisiera a sus pies, y ella lo sabía, caminaba tranquilamente con Sanji, paseábamos por la isla a pesar del frio invierno, era cálido estar con él, mi corazón se sentía mucho mejor con él cerca, pero ella… ella lo arruino.

-¿Chicos podrían decirme hacia donde es el puerto?- Ella tenía algo que no me agradaba, incluso su voz era molesta, me fastidiaba tenerla cerca, pero el cocinero no piensa así y si he de saberlo yo.

-Claro damisela, el puerto está en esa dirección, podría acompañarte si así lo quieres.- Puso la mirada de idiota que solía hacer cuando estaba delante de una mujer, ese lado de él me desagradaba, en especial con aquella chica, había algo, algo, que no me dejaba estar tranquilo.

-Tenemos que terminar las compras ¿recuerdas?- mi voz sonó más tosca de lo que pretendía, pero había algo que no me agradaba de la situación, por alguna manera la quería lejos de nosotros, y no pretendía esconder nada de mi molestia.

-Estúpido marimo, estoy siendo un caballero, llevare a la damisela al puerto, ¿Por qué no esperas aquí?- No lo decía de manera grosera, tenía en su voz un tono meloso, tranquilizador, me decía que solo estaba siendo cortes, que yo era el único, así que cedi.

-Has lo que quieras. – Sin embargo seguía inquieto, fue cuando su voz llego a mis oídos.

-Claro. Él no tardara.- Me miró fijamente, quizás retándome, unos grandes ojos oscuros me susurraban una advertencia, algo andaba mal con ella, aquella melena azul, jamás la olvidare.

Me senté en una pequeña banca, pesé a que estábamos en una isla de invierno había mucha gente caminando por las calles, grandes abrigos y bufandas por todos lados, guantes y chocolate caliente en las tiendas, juguetes y trineos ocultos por la nieve, había un cierto aroma de paz en la isla pero también existía otra cara de esa ciudad, comencé a aburrirme así que camine  por las calles, me esforzaría por recordar el lugar en donde estaba, después de todo solo se requiere de un poco de concentración, las calles comenzaron a tener menos luz, pese a que apenas pasaba de las tres de la tarde había cierta inmundicia apegada al ambiente, oscurecía el lugar quizás demasiado, las casa estaban casi abandonadas en su totalidad, ventanas rotas, puertas arrancadas, algunos pedazos de madera por aquí, otros por allá, llegue a un lugar con luz entre aquellas calles, el lugar parecía pequeño, tenía grandes cortinas opacas y corroídas por los ratones, una de ellas se abrió y salió una joven de pelo largo, innegablemente era bella, figura esbelta y ropa demasiado ajustada que no hacía más que resaltar sus curvas, me miro con sus grandes pestañas a rebosar y una mirada penetrante.

-Te estaba esperando.- tenía una mirada lobuna, por un momento pensé estar viendo a mi depredador, pero no era más de que una joven.

-Ni siquiera yo sabía que iba a venir, ¿Cómo puedes esperarme?- No tenía la misma presencia que aquella joven peliazul, entre a el lugar por donde me indicaba la pelinegra.

-Quizás, pero alguien lo sabía, y ese alguien me lo dijo, pasa, toma asiento, tengo algunas cosas que decirte.- por dentro el lugar era más amplio, había armas por todo el lugar, quizás nunca habían tocado la sangre, pero se encontraban ahí, decoraban el lugar flechas y arcos de todos tipos, era un lugar oscuro con unas cuantas sillas entorno a una pequeña lámpara antigua, aun funcionaba con petróleo.

-¿Así? ¿Qué es lo que tienes que decir?- algo me decía que debía estar ahí, que debía escuchar lo que me diría, así que tome asiento en uno de las sillas que estaban frente a la lámpara.

-Primero que nada me llamo Hancock, no te enamores de mi.- soltó una pequeña sonrisa- Y sé que tu nombre es Zoro, sé que eres espadachín y sé que tienes un mal presagio.

Mi boca se había ido al piso, no le había dicho mi nombre, quizás las espadas me había delatado, quizás había visto un letrero de “se busca”, pero el mal presagio era algo que solo yo sabia, pero debía ser coincidencia…

-Quizás sea coincidencia, quizás sea el destino el que dispuso que estuvieras aquí, y debo decir que hay una gran sombra oscureciendo tu futuro, podría decir que una ola de dolor empañara tu vista, sentirás que rompe tus huesos y destruye tu alma, esta oscuridad se impregna de ti una y otra vez, pero hay otra persona, veo una cabellera rubia y una cocina, tú sabrás quien.- Su rostro se volvió serio, entremezclaba gestos aterradores con medias sonrisas, mi corazón comenzaba a tener miedo, ella hablaba de Sanji, no había alguien más, y por primera vez en mucho tiempo sentí verdadero miedo en mi interior.

-Ya debes saber quién es ¿verdad?, diré quien atrae a ti las desgracias, no sé dónde, no sé cuándo, pero una larga cabellera azul, marcara tu desgracia.- Entonces todo desapareció, las cortinas, la lámpara, Hancock, se había esfumado todo, estaba en un edificio roto, sucio y lleno lamentos, tuve que salir del estupor que me tenía pegado a la silla sin poderme mover, salí despavorido hacia el lugar donde estaba Sanji, trate de pensar que no era esa chica, trate de pensar que todo era mentira, pero si había algo que yo creía firmemente es que el destino existe y nos guía a voluntad, pero no esta vez, esta vez debía ser una jodida broma, cuando el frio viento golpeo mi cara logre notar que el tiempo había pasado más rápido de lo que creía, según el reloj de la plaza principal, pasaba de media noche, mierda, debía buscar al cocinero.

Recorrí la isla de arriba a abajo, entre calles, cerca del embarcadero, en lo profundo del bosque, una y otra vez, él no estaba, regrese al barco para asegurarme de haber revisado todos los lugares, él no regresaría al hotel sin mí, debía estar en otra parte, mire de nuevo el reloj, ahora ya eran cerca de las 3 de la mañana, el miedo me entumía el cuerpo, pero mi temperatura corporal era demasiado alta estaba sudando como loco, después de todo había estado corriendo cerca de tres horas, fue cuando vi esa melena azul de nuevo.

-Vaya, vaya, ¿sigues por aquí?- uso un tono inusualmente altanero.

-¿Qué no buscabas el puerto para largarte de este lugar?- ella sabía algo, lo presentía.

-Mmm, si, algo así, quien sabe.- Tuve que dar un par de respiraciones para tratar de calmarme, de nada me servía golpear a una mujer, aunque se lo mereciera.

-Te conozco ¿verdad?- podía jurar haberla visto antes de llegar a la isla, podría estar seguro de haberla visto en otro momento, pero no sabía en cual.

-Bueno, porque no dejarnos de juegos, si no entras en el juego, bueno, es aburrido, destrozaste nuestra visa Roronoa, lo llevaste todo a la basura, podríamos estar en la cúspide del tráfico de personas, pero tú y el jodido tipo de goma vinieron a jodernos las cosas, siempre, siempre te he odiado por eso y ver la cara de perrito que ponías ante el rubio, fue encantador, me gritabas que debía romperte de la forma que me rompiste a mí, así que tome prestado tu lindo muñequito rubio –sonrió de la manera más horrible que había visto, algo se quebró dentro de mí, ya no tenía miedo, era pánico.

Trate de recordar lo que había pasado.

Aún viajaba solo con Luffy antes de llegar a conocer a Nami nos encontramos en una pequeña isla con un problema de tráfico de personas, una niña había huido y nos pidió ayuda, el capitán acepto y no me quedo más que seguirlo, mientras más trabajaba mi memoria la recordé, era la esposa - su nombre era Vivi- de el que manipulaba todo el tráfico, Mr. 1, le llamaban a él, ella siempre había vivido una vida de lujos y luffy hizo que perdieran todo como era su costumbre, no solo eso, Mr. 1 estuvo en impel down pero hacia poco tiempo en la fuga de prisioneros logro escapar, jamás pensé que las cosas tomarían este curso.

-¿Juego?- un nudo se formó y amarro fuerte a mi garganta, ella tenía a Sanji, no importaba el medio pero me lo tenía que devolver.

-Sera un lindo y bonito juego, primero pensé que sería bueno matarlo delante de ti, pero sigues siendo una bestia con demasiada fuerza, así que no era buena idea, después pensé ¡oh! Podría inyectarle algún veneno y que vea como muere lentamente, para que no pudiera hacer nada, pero un pajarito me dijo que tenían un muy buen doctor, así que pensé y pensé como destruirte – ella sujeto una foto entre sus dedos y la lanzo ante mí, era Sanji, estaba demasiado golpeado, tenía moretones y sangre por todos lados, aún en la foto pude saber que tenía huesos rotos, fue peor verlo de esa manera de que me lo hubieran hecho a mí, el dolor fue evidente en mi rostro incluso yo lo sabía, ella rio sonoramente- pero nada me convencía, pensé, entonces simplemente lo mato y que sufra solito –sonrió, no, no, no, no, ¡maldición! ¡NO!, no podía haberlo matado- Pero no lo hice, decidí que debíamos jugar un juego – amplio aún más su sonrisa-

-Dime de que demonios trata de una vez.  

Notas finales:

chanchancha... muajajajaja xD odienme, odienme mientras escriben rw, muchos rw, muajaja xD okno, ¿saben quien es la peliazul? ¿saben? xD Que quede claro, Vivi me cae bien xD pero fue la unica que se me ocurrio para villada xD disculpas para los fans de vivi... bueno, la verdad es que no quiero que me odien Q_Q así que el siguiente cap es muy bueno, lleno de sorpresitas por aquí y por allá xD 

Sigan leyendo y regalenme rw Q_Q me ayuda a escribir más, de verdad Q_Q 

bueno xD Saludos :D 

 


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