Nuestros Deseos
La tarde poco a poco se iba y daba la bienvenida a la noche, el sol se despedía entre las nubes regalando uno de los mejores atardeceres que se pudieran contemplar un lindo cuadro de arte se formaba en aquellas nubes de diversos colores causados por las rayos del sol, la brisa rodeaba los arboles de la academia dando a entender que sería una noche bastante agradable.
Los estudiantes terminaban sus clases y cada quien se dirigía a descansar o hacer sus trabajos o tareas, apenas se podían oír los bullicios en los pasillos, mas sin embargo no era así en aquel edificio donde se hospedaban uno de los grupos famosos de la agencia Shining.
Cada uno de los miembros de Starish se encontraban realizando actividades que se les fueron requeridas mas no era el caso de una pareja en especial que se encontraba dentro de su respectiva habitación.
Habían llegado ahí por la inseguridad de uno de ellos, por el miedo de que todo fuera bien y parecía ser un sueño producto de su mismo miedo, con sus miedos e inseguridades y además con un sin fin de razones había logrado cautivar el corazón de su compañero, su amigo, su rival y ahora pareja.
Ren observaba a Masato bajo su cuerpo y luchaba internamente por contener su deseo de realizar algo mas con él, tenían una fuerte batalla entre su instinto por poseerlo y su cordura ya que presionar a Masato de esa manera podía influenciar a que el poco acercamiento que habían logrado tener hasta estas alturas se perdiera por completo.
Por su lado Masato solo observaba como Ren no realizaba acción alguna, su cuerpo que en un principio se había tensado ante la postura en la que se encontraban poco a poco se iba relajando aunque su corazón aun latía a mil por hora y amenazaba por salir de su pecho.
—Tsk… enserio me has atrapado— murmuraba más para sí mismo ante los ojos de incertidumbre de Masato…
Ren se levantaba lentamente de aquella posición y se sentaba en la orilla de la cama mientras llevaba una de sus manos a su frente para luego exponer —lo siento… te veré en la cena— diciendo eso soltaba un largo suspiro mientras miraba hacia la puerta de la habitación mientras se disponía a irse de ahí.
Masato veía como Ren se quitaba y se sentaba en la cama estaba consternado ante la acción —Ren actuando así…— pensó para sí mismo mientras se sentaba para ver la espalda de Ren quien estaba delante de él, no entendía muy bien aquel acto, cuando escucho las palabras que salieron de la boca de Ren fue suficiente para que todo su interior le estremeciera y le gritara “no le dejes ir”, venía con sus ojos como Ren se iba colocando de pie amenazando su salida de la habitación.
Uno peleando para no dejarse llevar por sus impulsos, el otro peleando ante sus impulsos y permitirse estar juntos, Ren había caminado ya hacia la puerta y tomaba el pomo para girarlo y salir de ahí cuando algo hizo presión sobre su espalda el sobre salto lo inundo y ladeaba su rostro para ver sobre su hombro al notar que había sido aquello…
—Ma… Masato…— apenas pudo pronunciar al ver sorprendido como él nombrado se aferraba a su espalda y sus manos se enlazaban en su pecho fuertemente…
Ambos estaban nerviosos, sus corazones amenazaban en algún momento explotar…
Aferrándose a aquella espalda mucho más y con sus manos temblando en aquel pecho sentía una calidez rodear sus manos… levanto su rostro y al ver a Ren hizo que todo en su interior se derrumbara… Ren era tan perfecto en todos los sentidos, le veía con ternura en sus ojos y le dedicaba una tierna y tenue sonrisa para posterior soltarse de él y girarse…
Ahora habían quedado frente a frente las manos de Masato aferradas al pecho de Ren y este con sus brazos apenas entrelazaba la cintura del de cabellos azules, Masato bajaba su rostro y apenas abría su boca para decir algo pero su cabeza se negaba una y otra vez a que fuera así.
Ren apenas veía como Masato peleaba con el mismo no evito sonreía ante aquello…—No te exijas…— murmuro…
Masato levantaba la vista y miraba a los ojos de Ren…
—yo…— apenas articulaba —…yo…— su rostro había sido cubierto de un hermoso color carmesí…—… no… yo… no soy bueno para estas cosas Ren… lo sabes…— pronunciaba mientras sus ojos miraban en cualquier dirección que no fuera el rostro de Ren…—
—Lo se Masato… lo se…— diciendo aquello soltaba la cintura del menor y llevaba sus manos para capturar aquel rostro que se negaba verle juntaba su frente a la de Masato cerraba los ojos y exponía —no quiero que tú te sientas presionado…— diciendo aquello le soltaba y nuevamente amenazaba irse…
Masato al sentir y ver aquello se regañó internamente y sujetaba fuertemente la mano de Ren —Qui-quiero… quiero ser uno contigo…— murmuraba apenas con rostro completamente avergonzado y nervioso… —Ren eres un tonto…— le miraba con sus ojos temblando —… te… te amo…— termino diciendo soltando la mano de Ren y girando su rostro a un costado mientras se acariciaba uno de sus brazos nervioso.
Ren había quedado estático ¿qué había sido lo sus oídos escucharon? ¿Qué es lo que sus ojos observaban? Una ola de emociones se agolpaban dentro de él, eso era lo que deseaba desde lo más profundo de su ser, ahora eso era posible ¿era un sueño? ¿Era un cruel espejismo?
—No permitiré que te arrepientas— murmuro para sujetar fuertemente a Masato a su cuerpo con uno de sus brazos mientras con su mano libre le tomaba por su barbilla y le acercaba a él…
—no lo hare…— logro decir antes de que su boca fuera sellada por unos labios que le dedicaban el más tierno de los besos.
Acosta de un par de tropiezos ambos llegaban nuevamente a una de las camas en la habitación, las luces habían sido apagadas y apenas se podía ver en la habitación gracias a la luna que irradiaba con su luz a través de la ventana, los besos cada vez eran con mayor intensidad, con mayor deseo, ambos cuerpos se aferraban entre si mientras su manos desesperadas buscaban la manera de quitar aquella ropa que en estos momentos estaba de más entre ellos, Ren había podido despojar a Masato de su camisa y su pantalón y le veía con ojos llenos de deseo se colocaba sobre el cuerpo del menor en cuatro y con una de sus manos comenzó a realizar un camino de delicadas caricias desde el cuello del menor pasando sobre su pecho, apenas tocando su piel, sentía como aquel roce que realizaba provocaba en Masato desesperación por ser tocado mejor o más, sus labios nuevamente se encontraban en un beso necesitado, los brazos de Masato se aferraban al cuello y cabellos de Ren exigiendo el contacto entre sus cuerpos en los cuales la temperatura había ascendido, Ren terminaba de quitarse con dificultad su pantalón para ahora ambos solo quedar en bóxers se levantaba con dificultad para poner sus manos en la espalda de Masato y ayudarle a levantarse y acomodarlo mejor entre sus piernas, Masato rodeaba fuertemente con sus piernas la cintura de Ren quien acariciaba su espalda y no dejaba con su lengua explorar todo el interior de su boca, Ren traían una de sus manos al abdomen de Masato y comenzaba a deslizar lentamente su mano entre el interior del bóxer de Masato y llegar a su miembro el cual tomo delicadamente y lo liberaba de aquella tela este se encontraba realmente erecto ante las acciones que habían realizado, comenzaba a masajearlo con su mano y ahora dejaba de besarle los labios para besar el cuello y pecho de Masato quien al sentir lo que Ren hacía con su miembro realizaba pequeños jalones en el cabello de Ren, hasta este punto había logrado permanecer en silencio pero este sería roto al ser invadido por esa sensación de ser tratado en su parte baja…
—…mmm… ahhh… Ren…— apenas decía conteniendo sus gemidos…
Ren paraba de besar aquel pecho y le observaba sin cesar su acción en el miembro del menor—…quiero oírte disfrutar…— le dedicaba una pequeña mordida en su barbilla —… quiero oírte… te amo Masato…— terminaba de decir mientras aceleraba el movimiento en su mano…
Masato sentía una corriente recorrerle su cuerpo las palabras de Ren lo habían hecho demasiado feliz sentía como su miembro crecía cada vez más y como este era invadido por un extraño calor, arqueaba un poco su espalda provocado por las acciones de Ren —… Re…Ren… ammmmm ahhhhh…— trataba por todos los medios contener sus gemidos pero cada vez era imposible, sus caderas por mero instinto comenzaba a moverse al compás de los movimientos provocados por Ren.
—Masato… no te contengas…— diciendo eso su mano libre atraía mas a Masato a su cuerpo, aquellos movimientos que realizaba el menor hacían que rozara sobre su propio miembro el cual reclamaba atención a estas alturas… sentía el palpito desmedido de sus cuerpos y como cada vez las piernas de Masato se iban tensando más, Masato sentí un calor incrementar en su miembro, una corriente recorrerle, un fuerte zumbido en sus oídos y en un abrir y cerrar de ojos como algo caliente se sentía en su abdomen, las fuerzas en todo su cuerpo se iba, sentía desfallecer ante aquello, Ren le agarraba fuertemente evitando que este cayera en la cama y lo acercaba a su rostro, buscaba sus labios al encontrarlos los beso con ternura, mientras Masato trataba de regular su respiración, unos segundos bastaron para que Masato observara un poco apenado a Ren…
—Ren…yo... yo lo siento… espera… te ayudo a limpiarte…— totalmente avergonzado decía para tratar de quitarse de encima de Ren…
Ren le observaba y al ver las acciones de Masato lo detuvo y llevo aquella mano que había recibido todo lo que libero Masato a su boca y con su lengua se limpiaba —Sabes delicioso— le observaba mientras realizaba tal acción…
Masato trago grueso ante lo hecho por Ren realmente estaba avergonzado por eso, pero la mirada picara y sensual de Ren hacia que su miembro otra vez volviera a ponerse erecto… —Ren… tonto…— murmuro para besarle apasionadamente.
Ren miraba realmente encantado a Masato, había logrado que este le mostrara algo que jamás le mostraría a nadie más, Masato a fuerza de empujones y jaloneos de parte de Ren quien estaba de lo más juguetón provocándole había logrado ponerse sobre él…
— ¿qué piensas hacer… Ma-sa-to?— expuso coquetamente al ver al menor paralizado sobre él, embozaba una tenue sonrisa y cerraba los ojos… —Sorpréndeme…— murmuro…
Masato veía un poco molesto a Ren “nunca cambiaras ¿verdad?” se dijo a si mismo mientras despojaba a Ren de su bóxer y admiraba aquel erecto miembro, tragaba grueso y se sentenciaba internamente a no dar marcha atrás a sus acciones, Ren abría un ojo, curioso para ver la expresión de Masato el cual fue un gran impacto para él, verle un cuadro perfecto de lujuria, pena, vergüenza y nervios, volvía a cerrarlo cuando se percató que Masato se acomodaba sentado sobre su miembro y se agachaba sobre su pecho y comenzaba a besarle el cuello y el pecho mientras que sus manos torpemente comenzaba a tocar toda aquella piel, lentamente comenzaba a mover sus caderas sobre el miembro de Ren el cual solo temblaba ante las provocaciones de Masato, llevaba sus manos a las caderas de Masato y comenzaba a moverlas un poco más rápido, abría de lleno sus ojos y observaba como el otro le besaba su cuello y pecho, una de sus manos se encaminaba a los bajos de Masato y buscaba aquella entrada para comenzar a tratarla, al sentir eso Masato paraba sus acciones y le observaba un poco confuso, Ren le observaba y se acercaba para besarle en los labios y confesarle…
—Te quiero sentir…— murmuraba entre los besos…
Solo un quejido incomodo salió de la boca de Masato al sentir como era tocado en esa zona por Ren, este le acariciaba tiernamente rodeando su entrada, para poco a poco realizar una presión para penetrarle, Masato se tensaba ante aquello —…Ren… se… se siente raro…— confesaba recostándose sobre Ren…
—…Pero no lo odias…— murmuraba Ren en el oído de Masato… tomaba una de las manos de Masato y la acercaba a su miembro…—podrías… por favor…— le dijo con un voz totalmente seria, Masato no dudo ante la petición y tímidamente comenzaba a masajear el miembro de Ren mientras este seguía tocando aquella entrada…
—argmmm…— un quejido ronco salió de la boca de Ren, Masato se sorprendió ante aquello y acelero sus movimientos, quería volver a escucharle, Ren al sentir la acción que hacia Masato no evito sonreír un satisfacción y ahora si penetrar lentamente a Masato… —…relájate amor…— murmuro al sentir como Masato paraba todo movimiento, unos segundos bastaron para que este volviera a tratar el miembro de Ren, ahora al sentir aquello Ren comenzó ahora a dilatar aquella entrada…
Unos minutos bastaron para que Masato se perdiera ante la oleada de sensaciones provocadas por Ren quien ya había trabajado aquella entrada y ahora se disponía a penetrarle con su miembro… Masato había para sus acciones al sentir como Ren le tocaba internamente se quejó cuando este dejo de tocarle…
— ¿Puedo?— pregunto entre cortadamente Ren, Masato se limitó solo a asentir en respuesta… —levántate un poco— dijo para ayudar a levantar las caderas de Masato pero este se levantaba mejor y con sus piernas se empujaba hacia arriba mientras Ren llevaba su miembro a la entrada de Masato y ejercía presión para penetrarle, Masato dibujaba una mueca de dolor al sentir como aquel miembro poco a poco se abría paso dentro de él no evito dejarse bajar de una vez y sentir aquella fuerte punzada recorrer toda su espalda mientras arañaba el pecho de Ren el cual solo había hecho su cabeza hacia atrás enterrándola más en la cama —Ma-masato…— dijo entre dientes mientras sentía aquella calidez rodear su miembro.
Unos segundos bastaron para que Masato comenzara a acariciar el pecho de Ren y reclamarle atención, Ren acercaba a Masato a su pecho mientras se acomodaba mejor en la cama para comenzar a embestirle lentamente, pequeños gemidos salían de la boca de Masato y Ren los cuales se ahogaban entre besos, los jadeos comenzaba a invadir la habitación así como el ruido de los cuerpos ante el contacto, Ren subía la velocidad de las embestidas al sentir como Masato trataba sin éxito mover su caderas al ritmo de las embestidas de Ren este tomaba sus caderas y le ayudaba a que en cada embestida esta se profundizara…
—Ahhhh… Ren… mmmm ahhhh— sus gemidos eran cortados por los besos de Ren, Masato ahora ya había encontrado el ritmo y se movía desesperado sobre Ren…
—Ma-masato… espera… no tan rápido— decía apretando fuertemente sus ojos… —Demonios Masato… perderé el control…— murmuro haciéndole un marca a Masato en el cuello
—Ahhh… Ren… piérdelo…— diciendo aquello Ren no pudo más comenzó a embestir fuertemente a Masato quien hacia su cuerpo hacia atrás y abría su boca a mas no poder, los gemidos ahora cada vez era más fuerte…
—Masato… — el ruido de los cuerpos chocando entre si se escuchaba en la habitación los gemidos de ambos también, sus cuerpos empapados de sudor seguían aun en movimiento, Ren llevaba su mano al miembro de Masato y volvía a masturbarle con mayor intensidad, las manos de Masato aferradas al pecho de Ren comenzaban a marcarle sus acciones cada vez era más intensas, ambos estaban llegando al clímax, el calor se intensificaba en ambos cuerpos, la adrenalina se disparaba en ellos y una corriente les rodeo hasta ahora ambos se dejaban venir al mismo tiempo Masato sobre sus cuerpos y Ren adentro de Masato, la respiración en ambos era agitada sus cuerpos repletos de sudor se debilitaban, Ren salía del interior de Masato el cual se quejó ante el acto, ahora este se acomodaba mejor sobre el pecho de Ren y le observaba avergonzado por lo ocurrido, miraba el pecho de Ren y abría sus ojos en total impresión.
—Ren, perdona…— expuso tristemente al notar las marcas que había provocado en Ren…
—Oye…—le tomaba una de sus manos y la acercaba a sus labios para besar y murmurar —es una prueba de que ahora soy tuyo, como ahora tu eres mío— terminando eso le mordía cariñosamente uno de sus dedos…
—Eres un tonto Ren…— dijo haciendo un puchero en indignación… —Pero… eres mi tonto Ren…— volvió a decir embozando la más radiante de sus sonrisas mientras besaba el pecho de Ren y se aferraba más a él…
—Te amo Masato— murmuro acariciando los cabellos del menor que poco a poco iba quedando dormido…
—Te amo también Ren…— apenas salió de su boca para quedar profundamente dormido bajo el manto de Morfeo.
Ren alcanzaba una sábana y la colocaba sobre ellos, mientras observaba a Masato dormir entre sus brazos era imposible negar la dicha que en estos momentos le invadía.
—Tus pequeños detalles, tus pequeños miedos, tus acciones, tus gestos… ahora tu cuerpo… Masato me tienes bajo tus encantos…— expuso mientras le dedicaba un tierno beso en su frente, para luego dormirse y aferrarse al calor de sus cuerpos.
Solo la luna y las estrellas habían sido testigos de tal prueba de amor que se daba en aquella habitación, la noche cada vez se adentraba más, la dicha de esa pareja sin duda no duraría solo esa noche.