Cosas que hicieron que me fijara en ti
Parte IV
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Tus canciones
Después de nuestro debut debíamos cada uno hacer una nueva canción la pequeña lady trabajo rápidamente para componer la música, tenía muchas dudas con la letra para la melodía, tú estabas tan enfocado en aquel piano cuando de repente comenzaste a tocarlo, sus notas eran fuertes, tan llenas de energía y comenzaste a cantar, quede embobado, lo que más recuerdo de esa canción:
“El sentimiento vacío de perderlo todo,
Sólo hay bondad, pero sigo siendo un hombre perdido
Está borroso, vacío
Todo lo que queda dentro de este cuerpo eres "tú",
Sólo mi amor
Una vez más, con estas manos
“Por el bien de otros", tal excusa...
Es una adicción del pesimista
Pero incluso ahora, ¡ya estoy enfrentando
Directamente mi verdadero destino!”
“Most FORTISSIMO”
Tus canciones tan románticas hacían que mis ojos se fijaran en ti, tu canción hizo que me fijara en ti, tal sentimiento de amor en mi pecho crecía más y más por ti.
Tus canciones hicieron que me fijara en ti.
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Tu observándome
No sabía si estaba volviéndome loco por mis delirios, pero, sabía que no apartabas tu vista sobre mí.
— ¿Pasa algo Hijirikawa?—Me atreví a preguntar, no esperando respuesta alguna
—Tu canción… cántala…—apenas contestaste, abría enormemente mis ojos, sonreía de medio lado mientras me acomodaba en el salón de música tomaba aire y cante las estrofas que quería que escucharas:
“¡No me mires con esos ojos!
Si tú lo deseas,
¡Descartare mi pasado ante este primer amor!
Comencemos Te amo mucho.
Sin detenerse, Cariño,
¡Este amor no durará sólo este momento!
¿Lo entiendes?
¡Persíguelo, De prisa!
Teñido de los colores del amor,
Este adorable baile despierta desde el oeste
¡Por el bien de protegerte,
Ah tus profundos labios carmesí,
Arriesgaré mi vida, mi todo,
Con este juego intenso!”
Dear… Burning my Lady
Me observabas seriamente, apenas soltaste un suspiro te levantaste y cuando estabas a punto de salir te detuviste:
—Esperaba algo así viniendo de ti—Susurraste y un leve sonrojo se formó en tu rostro y saliste.
Mientras cante me observabas, mis ojos miraban firmemente los tuyos, tu observándome hacia que me sintiera nervioso.
Tu observándome hizo que me fijara en ti.
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Tú comida favorita
Habíamos salido, teníamos que presentarnos en el estudio de grabación para hacer nuestras respectivas pruebas de audio, estabas un poco renuente por ir conmigo, pero , eso era algo que lo había decidido el director, por lo que, fue muy bueno para mí, pasar tiempo contigo de esa manera era casi imposible de lograr, caminábamos ya hacia la academia ya que todavía no nos habíamos cambiado de residencia, había sido una jornada algo intensa, el hambre se hacía sentir, pasábamos por una tienda de conveniencia tus ojos la observaron y disminuiste el paso…
— ¿Quieres que compremos algo?—dije, mientras tu asustado me miraste—Te invito ¿Qué quieres?—dije para comenzar a caminar en dirección de la tienda.
—Pan de melón—Dijiste apenas ¿pan de melón? Como había podido olvidar que desde pequeño siempre fue tu comida favorita, entraba a la tienda y rápidamente lo escogía para ti, admiraba que compraría para mí, reí internamente tomaba algo rápido, pagaba y salía de aquel lugar, te extendía el pan lo tomabas y me miraste curioso, comenzamos a caminar, ¿el pan de melón era así de delicioso? Quizás saber que te gusta tanto hacia que me gustara a mí. Verte comer felizmente fue tan grato para mí.
Tu comida favorita hizo que me fijara en ti.
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Tus sonrojos
Estaba teniendo una lucha interna, tratar de confesar lo que sentía por ti o callarlo, que hacer, cada día se está volviendo torturante, verte todos los días, contener mi impulso de atacarte era bastante difícil, salías después de tomar un baño, siempre has sido bastante cuidadoso en la forma en la que sales evitando que alguien pueda ver tu cuerpo, siempre trataba de seguirte lo más que podía, verte así eran de esas cosas que solo yo quiero ver, rápido volteabas a verme, nuestros ojos mantuvieron el contacto unos segundos, te sonrojaste hasta las orejas, te volteabas y salías rápido para el baño otra vez.
—Uff… eso fue peligroso—dije en un suspiro, tus sonrojos, tu cara en color carmín, hicieron que siempre te observara.
Tus sonrojos hicieron que me fijara en ti.
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Tus labios
Estaba comenzando a perder el control, quería acercarme, tu voz, tu rostro, tus labios me llamaban y pedían a gritos que te besara, pero ¿Cómo haría eso? ¿Cómo reaccionarias?
Estábamos estudiando un guion impuesto por Ringo, solo era para mejor nuestras habilidades, cosas de la vida o el destino, solo tú y yo habíamos quedado emparejados conforme a nuestras habitaciones, destino bendito seas, cada vez que me equivocaba en algo o no prestaba el debido interés me reprendías, hacerlo de hecho era divertido, me enamoran tus expresiones, te acercaste tanto a mí que no me di cuenta por estar inmerso en mis pensamientos, tus labios tan al alcance, oh bendita y maldita tentación.
Rápidamente te robe un beso, mis labios sobre los tuyos, quedaste impactado, me golpeaste y saliste furioso de aquel lugar, me tiraba al piso y miraba el techo, tus labios tan suaves, tan cálidos, tan hermosos, mis dedos apenas rozaban los míos, aquella sensación quería que perdurada por siempre.
Tus labios hicieron que me fijara en ti.
¿Pero ahora que pasara entre nosotros…?