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Estamos... ¿Casados? por aiakafuri

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Notas del capitulo:

😬 waaa trataba de seleccionar y mk cel no me dejaba u.u

 

Espero les guste.

 

Tras las horas de viaje  y un Kōki dormido en sus brazos, llegaron a la residencia Akashi en Tokio.

 

—Kōki despierta— dijo acareándole la mejilla tratando de despertar a su esposo.

 

—¿Ya llegamos?— preguntó frotándose la cara. No recordaba cuando se quedó dormido.

 

—Sí. Entremos, saludamos y vamos con tus padres— dijo bajándose del auto.

 

Kōki observó la casa. Era bastante grande, aunque no del mismo tamaño que la de Kioto —Es hermosa— murmuró mientras apreciaba la infraestructura.
 

—¿Verdad?  Papá me dijo que esta casa le pertenecía a mamá— dijo abrazándolo.

 

—Ya veo— Respondió al abrazó; sabía que su madre era un tema qué le dolía profundamente a su esposo.

 

Entraron a la casa, se presentaron con el mayordomo de la casa y demás personas. Kōki se aseo, y después de arreglar sus maletas con el cambio de ropa de deporte  se dirigieron a la casa de sus padres.

 

Sólo habían pasado unos meses y Kōki se sintió nostálgico al estar parado frente a la casa.  Debido a que había olvidado las llaves para entrar a la casa, tuvo que tocas el timbre para que le abrieran. Después de unos minutos  espera, la puerta se abrió mostrando a su madre. Hikari al ver lo se lanzó a sus brazos y comenzó a llorar.

 

—No llores, mamá— dijo limpiándole las mejillas.

 

—Es que.... Tenía.. Tiempoo— se separó de su hijo y limpio las lágrimas.

 

—Lamentó no haber venido antes, pero apenas estamos de vacaciones.

 

—Lo sé, no importa, entren. Yamada está aquí— dijo Hikari y eso sólo molesto a Seijūrō.

 

—Kōki-kun— grito alguien y se abalanzó a los brazos del castaño.

 

—Hola, Yamada-san. ¿Cómo ha estado?— preguntó Kōki respondiendo al abrazó.

 

—Bien, ¿Cómo has estado, Kōki-kun?— preguntó ella.

 

—Excelente. Te presentó a mi esposo, Akashi Seijūrō— dijo presentándole a un molestó pelirrojo. Yamada retrocedió un poco por el aura que desprendía Akashi —¡Seijūrō! Ella es Yamada Kaori, novia de Nii-san.

 

—Prometida— dijo Kōta desde las escaleras.

 

—Nii-san— grito Kōki y salió corriendo a abrazar a su hermano.

 

Después de muchos abrazos, saludos y plática, los Akashi se retiraron. No sin antes prometer regresar al día siguiente.

 

 

————En la acostumbrada cancha de reuniones————

 

 

—Aún no llegan  ¿Estás seguro de que iba a venir, Kuroko-kun?— preguntó Aida Riko.

 

Después de varios meses y sin explicaciones al fin verían a Furihata-kun. Se había marchado a Kioto sólo avisándole a Fukuda, todo lo que sabían es que estaba en Rakuzan y estaba viviendo con su familia.

 

—Sí, hace poco me confirmó que ya había llegado. Tal vez fue a visitar a su familia— dijo inocentemente. Obvio que él sabía de la boda, Akashi se lo había informado y que por ahora lo mantuviera entre ellos.

 

—Es raro que Akachin llegue tarde. Estoy aburrido— dijo Murasakibara comiendo una bolsa de papitas.

 

—Algo debió atrasar a Akashi— dijo Daiki abrazándose a Ryō.

 

—Dai-chan podrías dejar respirar a Sakurai— reprendió momoi tratando de que el peli azul soltara al castaño.

 

—Está bien— soltó a su novio.

 

Ryo  soltó un largo suspiro, de algún modo miró hacia aún lado y divisó la limusina —Akashi-kun ya viene.

 

Todos giraron y vieron estacionarse el auto tan familiar. El chofer bajó del auto  y abrió la puerta, dejando a la vista a Akashi Seijūrō.

 

Todo iba bien, hasta que notaron que otro para de tenis y mostraba a un castaño muy conocido para ellos.

 

—Furihata-kun— grito Fukuda y salió corriendo a abrazar  su mejor amigo.

 

—Fukuda-kun— dijo Kōki respondiendo el abrazó.

 

Los instintos asesinos del emperador aparecieron causando escalofríos en Fukuda y otros de los presentes.

 

—Furihata-kun— dijeron detrás de ellos, ganándose el gritó se Kōki y Fukuda.

 

—No hagas eso, Kuroko— dijo Kōki tratando de calmar los latidos de su corazón.

 

—Bienvenidos  Furihata-kun. Akashi-kun— dijo con una pequeña sonrisa ganándose el ceño fruncido del castaño. Todos notaron el cambio de Kōki a  excepción de Seijūrō y Tetsuya.


 —Bueno chicos, comience el partido. Furihata-kun juegas de basé— dijo Riko rompiendo la tensión. Kōki se dirigió con sus amigos, comenzó a saludarlos  y a abrazarlos, no hace falta decir que Seijūrō estaba enojado, muy enojado.

 

Como ambos eran los últimos en llegar dejaron sus maletas juntas —¿Qué te dije de abrazarlos?

 

—mm... No sé ¿por qué no vas y le preguntas a Kuroko?— respondió con desdén y alejándose del pelirrojo. En ese momento Seijūrō recordó la pregunta de Kōki en el quiosco.

 

Kōki ya molestó, se dirigió a con sus antiguos compañeros y de colocaron en sus lugares. Quedándose frente al basé del equipo contrario, Akashi Seijūrō.

 

—No te lo voy hacer fácil, Kōki— dijo Seijūrō.

 

—Lo sé— respondió y prestó atención a Kagami.

 

El partido comenzó con el as de Seirin y Tōō, ganándose el balón Daiki. Todos comenzaron a mover se y defender en algún momento el pelo celeste robo el balón dándole un pase a Kagami y este encestó.

 

El siguiente era basé vs basé, Seijūrō comenzó con los rebotes y tratar de pasar a Kōki. Era consiste de que su esposo en estos meses había mejorado y sabía sus movimientos.  Los demás que sólo veían en encuentro, notaron que Furihata le hacía frente a Akashi. Más que eso, forzaba al pelirrojo a hacer pases a los demás.

 

Ya avanzado el partido y con un marcador 22-20 favor Seirin,  a Kōki le tocó tener el control del balón. Al defenderse de Seijūrō logró divisar a Kuroko y le dio un pasé, unos segundos después sintió un fuerte golpe el rostro.

 

Seijūrō no se esperó el pase de Kuroko y mucho menos Daiki, quien retrocedió y empujó al pelirrojo, ocasionando que sin querer golpeara a Kōki en el rostro —¡Kōki!— exclamó al ver la sangre que emanaba de la nariz.

 

—Joder ¿Por qué me golpeaste?— cuestionó cubriéndose la nariz. Le dolía.

 

Los demás abrieron los ojos lo más que pudieron al notar el uso del nombre del emperador.

 

Seijūrō arrastró a Kōki al banco donde estaban sus cosas, iba a tomar a una toalla cuando llegó corriendo Nara con el botiquín de primeros auxilios que siempre caraba en la limusina —Seijūrō-sama aquí está el botiquín.

 

—Gracias— dijo y comenzó a limpiar a Kōki con las gasas. Los demás veían incrédulos que Akashi Seijūrō, estuviese limpiando y tratando con cuidado al chihuahua —Quita te la playera, te daré una limpia— ordenó mientras buscaba en el bolso de Kōki.

 

Al despojarse la playera mostró a los chicos las marcas rojas de besos y mordidas que Seijūrō le había hecho el día anterior; al notar la mirada sobre él, se sonrojó y rápido se vistió con la playera limpia.

 

—¿Quiere que le traiga algo, Kōki-sama?— preguntó Nara buscando en el botiquín unas pastillas y entregándoselas.

 

—Hielo y agua, Nara-san— dijo limpiándose la cara con la playera sucia.

 

—Aquí hay agua y hielo, Furahitacchi— dijo Kise pasándole la botella de agua y un poco de hielo en un vaso.

 

Kōki ingirió las pastillas y bebió el agua mientras que  el pelirrojo  vaciaba el hielo en un playera y con mucho cuidado la colocó en la nariz de Kōki —Espera, Sei. Yo lo hago— dijo tomando la playera.

 

—Ustedes....—  Momoi cubrió su boca—No me digan que...

 

Kōki miró a Seijūrō y le asintió —Sei y yo, tenemos una relación desde hace unos meses.

 

—Kyaaaa el parqué de diversiones funcionó ¡Son novios!— gritó Takao y Momoi.

 

—No exactamente— dijo Kōki sonrojado.

 

Los demás lo miraron como si estuviese loco.

 

—Kōki y yo estamos casados— dijo alzando su mano y mostrando el anillo de platino.

 

—¿Qué?— gritaron todos los presentes a excepción de Kuroko y Kagami.

 

—Sí. Lamentó no haberse los dicho antes, pero no sabíamos cómo iban a reaccionar— dijo Kōki sonrojado.

 

—¡Imposible!— gritaron algunos.

 

Seijūrō sonrió y besó a Kōki de forma lenta y sensual. En algún momento el juego de lenguas se hizo evidente junto con los leves gemidos que Kōki emitía.

 

—¡Esto ya se volvió pornográfico!— exclamó Takao Kazunari completamente sonrojado.

 

Se separaron y Kōki estaba completamente sonrojado. Después de responder las preguntas de los sus amigos, reanudaron el juego teniendo como ganador a la Generación de los Milagros.

 

Una semana fue lo que duro su estadía en Tokio. Visitar a su familia, salir con sus amigos de Seirin y la generación de los milagros. Salidas con los 'uke' eran de largas horas y de preguntas bochornosas sobre las intimidades con sus parejas.

 

Pero algo que le molestó a Kōki fue esa cercanía entre Seijūrō y Kuroko Tetsuya.   No podía evitar tener celos, su mente se atormentaba constantemente, más su tonta conciencia que no lo dejaba tranquilo y cuestionaba cada acción de ellos.

 

Por su parte Seijūrō sentía extraño a Kōki desde su regreso a Kioto.
Lo veía perdido en sus pensamientos y a la hora de dormir Kōki le daba la espalda.

 

Faltaban unos días para regresar a clases, Kōki estaba sentado en el quiosco. Seijūrō llegó al árbol cercano y observó el rostro confundido de su esposo —Kōki— éste tembló y lo miró —¿Qué es lo que pasa? Tienes días así— preguntó sentándose en una de las dos sillas disponibles.

 

—Nada....— respondió pero notó la mirada del pelirrojo —Sólo.... Pláticas de chicos ya sabes... Me dejaron pensando en algunas cosas, nada de qué preocuparse— dijo con una pequeña sonrisa y sentándose en las piernas de su esposo.

 

—¿Estás seguro?— preguntó rodeándole la cintura con sus manos.

 

—Si— dijo y comenzó a besarlo.

 

Seijūrō bajo sus manos e inició el masaje en los glúteos del castaño.

 

—Aghh Sei.... No hagas eso— dijo con un lindo puchero.

 

—¿Por qué?— preguntó sin dejar de besarle el cuello y masajear los glúteos.

 

—Por qué no podemos hacer nada aquí con todas esas cámaras de seguridad— susurro muy sonrojado.

 

—Eso se puede arreglar— respondió bajando a Kōki de sus piernas y lo guió hacia la casa.

 

Al llegar a la habitación cerraron con seguro las puertas. Seijūrō mordió un labio de Kōki y comenzó a besarlo —e-esperas.... Estoy algo transpirado,  déjame bañar— dijo separándose del besó.

 

—Está bien, pero apresúrate— ordenó mordiéndole la oreja.

 

—mnhhh Sii— respondió y salió directo al baño. Se desvistió rápidamente, después de sus necesidades se metió a la ducha. Vertió un poco de shampoo en sus manos y comenzó a hacer espumas, paso una esponja por su cuerpo y bajó el agua quitó toda la espuma.  Acababa de quitarse el shampoo de los ojos cuando sintió unos brazos a sus costados —Dios, Sei ¿Cuantas veces tengo que decirte que no me asustes así?

 

—No las suficientes— dijo mordiéndole el lóbulo.

 

—mghhg— gimió; las manos del pelirrojo recorrían su cuerpo hasta que entraron en contacto con su miembro —aghh Sei— susurro al sentir las caricias que le daba a su miembro.

 

Seijūrō se excitaba conforme Kōki gemía  por sus caricias; su miembro comenzaba a despertar y se hallaba frotándose entre los glúteos de Kōki —Sei nomghh más— gimió. Soltó el miembro de su esposo y se arrodilló. Masajeo los glúteos y los abrió mientras se acercaba  aquella parte tan íntima.

 

—¿QQquee haceess?— medio gritó al sentir la lengua  en cierta parte.

 

—Dilatarte— explicó a medias y comenzó jugar con la entrada del castaño.

 

—nghhh noo... Aghhh sucio— logró decir entre protestas.

 

—Deja de moverte o nunca terminaremos— dijo abofeteando uno de lla glúteos.

 

—kamii... — dijo avergonzado y se aferró a las llaves de la ducha frente a él.

 

El placer en los últimos 10 minutos lo estaban torturando, cuando estaba a punto de culminar Seijūrō se lo impedía —agh Sei.. Por fa-ngh favor...— rogó con notables lágrimas de placer que se confundían con el agua.

 

—Está bien— gruño excitado. Retiró sus dedos y se levantó, tomó a Kōki de la cadera y jaló un poco su trasero hacia su pelvis. Buscó besar a Kōki, el juego de lenguas se hizo presenté al igual que su miembro frotándose entre los glúteos —¿Estás listo?— preguntó mordiéndole el cuello y los hombros.

 

—Si— respondió haciendo su trasero hacía atrás.

 

Seijūrō volvió a sujetarlo de las caderas, frotó su miembro en la entrada de Kōki y lo penetró de una sola embestida.

 

—AGHHH Seiii— gimió y culmino en la pared. Su corazón latía a mil por hora y la excitación seguía siendo presenté.

 

 Seijūrō comenzó a moverse sin previó avisó con embestidas pausadas y lentas, para luego hacerlas más rápidas y profundas ganando se los gemidos incoherentes de su esposo —Kōki— murmuro mordiéndole el lóbulo de la oreja.

 

—mghhg... Seii... Más — pidió moviéndose al compás de las embestidas. Su miembro ya había despertado nuevamente y comenzó a acariciarse.  Seijūrō gruño en respuesta e hizo más fuertes las embestidas.

 

—Ya  Sei... Nghh voy.... Aghhh — gimió al sentir nuevamente que culminaba.

 

 Seijūrō jaló aún más sus trasero y las penetraciones se hicieron más rápidas y profundas —Te amo, Kōki— gruño en un gemido ahogado de placer cuando término en el interior de su esposo.

 

—Aghhh Seii— gimió tratando de controlar la respiración después de culminar. Sentía en su interior esa calidez  familiar, giro un poco su cuerpo y besó a Seijūrō —Te amo— le dijo en sus labios.

 

—Yo también te amo Kōki— respondió besándolo y abandono el interior de su esposo —Será mejor que te bañé y vayas a la cama— dijo al ver que apenas y podía sostenerse.

 

Kōki sólo asintió y Seijūrō lo término de bañar, al finalizar le colocó un bóxer y una playera blanca, lo cargo y metió a la cama. Kōki cerró sus ojos y quedó profundamente dormido.

Notas finales:

Gracias por leer y espero sus comentarios

Besos :*


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