Caminaba confundido por lo que sentía, durante el mes no había dejado de pensar en Akashi Seijūrō. Ver lo abrazado a Momoi Satsuki y la sonrisa que le ofreció a Kuroko-kun lo dejó triste y con un sentimiento que jamás había experimentado.
—¿Estas bien, Kōki? ¿Qué pasa?— preguntó su madre cuando entró a su casa.
Hikari Furihata, su madre era una mujer muy hermosa de cabello castaño largo, tono de piel más clara que él y ojos color miel. Era una persona hermosa e increíble.
—Estoy bien, mamá— dijo cohibido ¿tan notorio era su estado de ánimo?.
—No me mientas, Kōki. Te conozco y sé que algo te pasa ¿Me quieres decir?— preguntó abrazándolo.
—yo.... te lo diré luego. Ahora no quiero hablar— dijo respondiendo el abrazó.
—Está bien— le besó la frente —Kaede y Kōta no demoran en llegar, ve a bañarte y baja para cenar.
—¿Por qué se fue Papá? No tenía una tarde romántica.
—Si.... Pero le hablaron de la oficina y se tuvo que ir— dijo con una pequeña sonrisa.
—ya veo— respondió.
Los integrantes de la familia notaron el semblante triste del hijo menor. Una vez que Kōki subió a su habitación, la familia se reunió en la sala.
—¿Qué le pasa?— preguntaron Kaede y Kōta.
—No me quiere decir— dijo mirando a su marido e hijo mayor.
—Tal vez algo salió mal en la reunión de hoy— dijo Kaede.
—O tal vez está enamorado— dijo Kōta. Los tres guardaron silencio durante unos minutos, hasta que Hikari rompió el silencio.
—Si lo está, hay que apoyar lo. Tenemos que averiguar el sexo de la persona, no podemos mantener el secreto por siempre— dijo viendo una foto de bebé de Kōki.
—Lo sé, tengo miedo a como reaccioné— dijo su esposo abrazándola.
—Todo saldrá bien— dijo Kōta recordando el nacimiento de su hermano.
————— Dos días después ——————
Kōki despertaba para ir a la escuela, se bañó y bajo a desayunar. Una vez que término se dirigió a la escuela, el transcurso estuvo normal como siempre a excepción del entrenamiento.
Habían terminado de entrenar y se dirigiendo a las duchas. Kōki fue de los primeros en salir de la ducha junto con los demás de primer año, comenzó a vestirse, cuando término y se dispuso a salir una pregunta lo dejó petrificado frente a su casillero.
—¿Kuroko, cómo te fue el sábado con Akashi?— preguntó Taiga tomando su maleta.
Tetsuya sonrió al recordar como sonrió su abuela al darle los saludos de su ex capitán —Bien.... Hey ¿podemos ir a tú casa?
Kōki no soportó ver esa sonrisa, menos cuando un nudo que se había formado al escuchar la pregunta y la respuesta que dio Kuroko-kun. Salió apretando sus puños y con ganas de llorar.
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Habían pasado tres meses desde aquella tarde en donde Furihata Kōki había dormido a su lado, cerraba los ojos y sólo recordaba aquella escena en el árbol de la cancha de básquet ball.
—¿Sei-chan estás enamorado?— preguntó Mibuchi Reo al ver a su capitán suspirar y perderse en sus pensamientos mientras entrenaban.
—.Sii…— murmuró muy bajo.
—Increíble, Sei-chan. ¿Quién es? ¿Cómo es? ¿La conozco?— comenzó a preguntar llamando la atención de los demás titulares.
—Sí, todos lo conocen— dijo viendo a los 5 titulares — Está en Tokyo....En Seirin.
—¿Kuro-chan?¿Kaga-chan?— dijo Reo asombrado.
Seijūrō rió y negó —No, Furihata Kōki.
Los titulares veían asombrados y preocupados al peli rojo ¿El 12 de Seirin?¿La gelatina humana?¿El pequeño chihuahua? Preguntaron Bad boy, Reo y Nebuya.
—Sí, él. No lo llamen así. Furihata-kun en verdad es lindo, pero....— bajo al voz al recordar las últimas reuniones.
—¿Pero?— preguntaron.
—Siento que ahora me evade, es cómo si no me soportara ver. Habíamos platicado bien y todo, pero ahora parece distante y su mirada es vacía— recordando sus últimos encuentros.
—A lo mejor le paso algo— dijo Kotaro.
—Le pregunte a Kuroko y dice que es lo mismo en Seirin. Además de que creé que Furihata-kun le da sonrisas falsas, mientras que con Kagami parece natural— dijo encestando.
—hmmm.....— a Reo se le prendió el foco —Sei-chan pide un partido de práctica contra Seirin. Tengo una leve sospecha de lo que sucede. También, tiene que ser más tardar en 15 días, en un mes de que salgamos de vacaciones y pasamos a tercero, no podremos salir más con el equipo.
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—Chicos en 15 días viene Rakuzan— Aida Riko sonrió —Tendremos un partido de práctica contra ellos. Así que prepárense.
Kōki sintió su corazón saltar de la emoción de volver a ver lo, pero todo se esfumó al recordar lo de Kuroko y Akashi.
Al fin había descubierto lo que le causaba Akashi Seijūrō… Amor. Así de simple. Estaba enamorado del pelirrojo. Le gustaba ver lo: sus pequeñas sonrisas, sus pucheros que sólo le mostraba a Momoi Satsuki y Aomine Daiki. Su penetrante mirada y aquélla amabilidad que lo caracterizaba.
Realmente amaba a Akashi Seijūrō, pero no todo miel sobre hojuelas. También vio la interacción con Kuroko Tetsuya, y las pláticas del pelo celeste con Kagami le dejaban más que claro, que el peli rojo era correspondido.
En ocasiones sus sueños se volvían pesadillas. Comenzaban con Akashi diciéndole que lo amaba y besaba, para luego ver como Kuroko y Akashi se besaban y se decían promesas de amor. Cada vez despertaban llorando y con el corazón rotó.
Durante tres meses a sufrido en silenció, cada vez que ve a Akashi y Kuroko recuerda que ambos se aman. No puede platicar con Akashi correctamente, pues se pone nervioso y mejor da vuelta o lo evita. Cada vez que el plática con Kuroko, Akashi lo mira con tanta ternura y amor. Daría lo que fuera por que Akashi lo mirará así, le dijera que lo amaba, pero jamás lo se lo diría a el. Una lágrima resbaló por su mejilla, rápidamente la limpió al ver que Kuroko y Kagami lo observaban.
—¿Estas bien, Furihata-kun?— preguntó Kuroko.
—Sí— sonrió falsamente.
Tetsuya miró a Taiga y éste también miro con el ceño fruncido. Desde hace tres meses recibía esa sonrisa falsa por parte de Furihata Kōki.
—Atención ustedes tres— gritó Riko llamando su atención y reanudaron las actividades.
——————————Rakuzan vs Seirin———————
Los 15 días pasaron rápido, más para el ya que ansiaba ver al pelirrojo aunque fuera de lejos.
Habían llegado a calentar, la puerta se abrió mostrando a todo su esplendor a Rakuzan. Reo buscó inmediatamente al basé de Seirin. Notó al chico mirando a Akashi Seijūrō con cierta nostalgia.
Kōki observó al pelirrojo, éste también lo miraba con una radiante sonrisa. Por reflejo le sonrió, pero todo se esfumó cuando notó que Kuroko Tetsuya estaba a su lado y que le sonreía al peli rojo.
Reo notó eso, había visto la radiante sonrisa pero se opacó al momento que el castaño miró hacia un lado y vio a Kuroko a su lado. El castaño mordió su labio inferior y se dirigió hacia la banca.
Seijūrō frunció su ceño al observar la mirada vacía de Furihata Kōki después de la sonrisa. Miró a Reo, el pelinegro lo miró confuso.
El partido inició y terminaron con un marcador 54—56 favor a Rakuzan. Reo jaló al pelirrojo, cuando estaban por ir se del gimnasio de Seirin.
— Sei—chan tienes que decirle a Kō-chan, invítalo algún lado y dile— sugirió con el ceño fruncido.
—¿Tú crees que a él?— preguntó nervioso, Reo asintió. Seijūrō se aproximó al castaño.
Kōki estaba platicando con Fukuda cuando éste se quedó callado y temblando. Volteó y se topó con la mirada roja de —Akashi-kun.
—Hola, Furihata-kun. Yo..... Te gustaría ir conmi...— trató de decir pero se vio interrumpido.
—Akashi-kun es hora. Vamos— dijo Kuroko Tetsuya. Seijūrō abrió su ojos y recordó que habían acordado de ir a casa de Shintarō a visitarlo, ya que se encontraba enfermó.
—Si, ya voy— Kuroko dio la vuelta y se fue tras Kagami. Seijūrō dirigió rápidamente la vista al castaño —Lo siento. Me tengo que ir— dijo dándose la vuelta y dejando parado al castaño apuntó de llorar.
Kōki tomó sus cosas, salió corriendo por la puerta contraria del gimnasio y se marchó por la puerta del estacionamiento en un mar de lágrimas.
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Reo se había ido a bañar a las duchas y cuando salió, Sei-chan y Furihata Kōki no estaban, sonrió ante ello. Celos, era lo que tenía el castaño. Celos de Kuroko Tetsuya. El amor con que miraba a Akashi Seijūrō era notorio a miles de quilómetros.
Kōki corrió y corrió hasta que llegó a un callejón sin salida, se deslizo por la pared y continuó llorando. Cuando ya no hubo lágrimas que derramar, limpio su rostro y miró al cielo. Estaba oscuro, su madre lo iba a matar; se levantó y se dirigió a su casa.
Abrió con cuidado la puerta de su casa esperando que su madre, padre y hermano no estuvieran en la sala. De pronto se vio envuelto en un abrazo —Kōki, gracias a Dios— dijo su madre llorando.
—No llores, mamá— dijo abrazándola.
—¿Qué son estas horas de llegar? ¿Por qué no respondías?— le gritó su padre, sacó el teléfono y llamó a su hijo mayor —Kōta, Kōki ya llego.
—Lo siento. Lo siento— repitió llorando una y otra vez aferrado a los brazos de su madre.
—Kōki ¿Qué es lo que tienes? Dinos de una vez que es lo que te pasa— dijo su padre abrazándolo.
—¡Lo siento! Me gusta un chico ¡Lo siento! Perdónenme. No quería que sintieran asco de mi ¡Lo siento!— dijo llorando.
A sus padres les rompió el corazón ver lo así. Su madre lo abrazó y besó —No nos causas nada de eso. Te amamos, eres nuestro hijo.
—No tenemos nada que perdonar te. Te amamos, y si te gusta un chico está bien— le dijo su padre acariciándole su cabeza.
—Pero... ¿Te hizo algo el chico? ¿Quién te gusta? ¿Lo conocemos?— preguntó su madre.
Kōki lloró más y comenzó a negar — Noo, no me hizo nada-a. No lo-o conocen, es A-Akashi Sei-Seijūrō de Rakuzan. Él.... Akashiii-kuun ya tiene a alguien— dijo en medio del llanto.
Después de una hora de llorar en los brazos de sus padres quedó dormido.
Kaede y Hikari se miraron, y luego negaron. No era el momento de decirle a Kōki la verdad.