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“Do you agree?” por DNA

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Notas del capitulo:

Hola a todas las personas que me regalan unos minutos de su tiempo para leer esta historia :3

Lamento la demora pero aquí los siguientes dos capítulos que espero les gusten.

A leer~

Cuando finalmente aparco sus manos se apretaron sobre el volante hasta que sus nudillos se volvieron blancos, estaba furioso, ese estúpido chico le había jodido todo el maldito día, no había podido concentrarse durante todo el maldito día recibiendo más de una llamada de atención del director, el imbécil de Jongin lo había llamado mil veces pero estaba lo suficientemente molesto como para mandarlo al infierno de ida y de regreso por lo cual prefirió no responderle.

Bajo del auto azotando la puerta del vehículo suplicando internamente que su madrastra no se metiera en su camino porque ese día en especial no iba a soportar lo que fuera que saliera de sus labios, entró a la mansión siendo recibido por una mucama que lo saludo educadamente sin recibir respuesta de su parte, camino a las escaleras con el único propósito de largarse a su habitación y desahogarse ahí pero su padre tenía otros planes.

-Joven Luhan, su padre me dijo que le pidiera reunirse con él en su despacho cuando llegara-informó la sirvienta de antes.

Suspiro sonoramente obligándose a cambiar la dirección de sus pasos para reunirse con su padre y acabar con lo que fuese que él  iba a decirle de una buena vez y así finalmente meterse a la cama.

-¿Padre?-llamó a la puerta con un suave golpe en la puerta.

-Adelante-respondió su padre al otro lado.

-¿Me llamo?

-Claro, pasa y siéntate hijo-pidió señalando una de las cómodas sillas de cuero frente a él.

-¿Pasa algo?-pregunto luego de tomar asiento.

-Sí, bueno no, realmente no, sólo quería charlar-explicó su padre lo cual no debía ser más que una absoluta mentira porque él jamás tenía tiempo para ese tipo de cosas y mucho menos con él.

-No es que no quiera pero ahora mismo yo...

-¿Recuerdas a Lee Huan Yue, mi socio en Beijing?-pregunto casualmente.

-Mmm sí...creo que sí.

-Hace unos días me reuní con él y mientras charlábamos tú nombre salió en la conversación-eso ya no le gustaba y algo le decía que iba a terminar muy mal.

-No veo motivo por el cual tendrían usted y su socio que hablar de mí.

-Él parece muy interesado en ti y quiere venir a visitarte pronto-dijo su padre con una amplia sonrisa como si fuese la mejor de las noticias.

Su corazón dio un vuelco al escuchar aquello, le había dicho muchas veces a su padre que sí llegaba a casarse iba a ser con quién el eligiera pero ahora parecía que los planes de su progenitor eran otros.

-No estoy interesado-respondió cortante.

-Hijo, él es un gran hombre y tiene serías intenciones contigo-le aseguro.

-A mi me da igual, dije que no y se acabó-sentenció molesto, estaba furioso.

-No, esa ya no es tú elección, te he permitido hacer tú voluntad por mucho tiempo y ya no más, ya no eres un niño Luhan, necesitas madurar y hacerte responsable de tus actos en vez de ir por ahí cometiendo error tras error, estoy respetando tus preferencias sexuales así que deberías agradecerme eso-dijo severamente el mayor.

-¡¿Trata de casarme con un desconocido que es diez años mayor que yo y que sólo he visto una vez y usted espera que diga gracias?!-soltó dolido, enojado y decepcionado a la vez.

-¡Necesitas crecer de una vez!

-¡No quiero hacerlo de esta forma!

-¡Lo harás aunque no quieras!

-¡No vas a obligarme!-grito olvidando entonces ese manera tan formal que siempre usaba para hablar con su padre.

-Luhan entiende por favor, esto será bueno para ti, es por tú bien y además podría ser una gran ventaja en los negocios familiares, la vida que llevas sólo hunde el nombre de la familia y tú madre cree que esto podría...

-Es por ella-afirmó interrumpiendo el discurso ajeno-¡Siempre es por ella, todo lo que respecta a mi futuro ella lo decide y ahora tratas de venderme porque ella te lo dijo, no te importa sí es bueno o malo para mi, tú sólo lo haces porque ella te lo está pidiendo!-siempre era lo mismo y lo peor era que lejos de acostumbrarse siempre dolía más.

-Sabes que no es así Luhan, eres nuestro hijo y tú madre y yo te amamos por eso nos preocupamos por ti y deseamos sólo tú bienestar-dijo desesperado buscando hacerlo comprender.

-¡Mentira, yo no te importó y mucho menos a esa mujer que desde el día que llegué a esta casa me dejó claro lo mucho que me odiaba!

-¡No hables así de tú madre!

-¡ESA BRUJA NO ES MI MADRE!-grito.

El sonido de piel chocando contra piel retumbo por toda la habitación, el rostro de Luhan estaba inclinado a un lado y la mano de su padre aún estaba en el aire, su mejillas dolía pero no tanto como su corazón.

-Luhan yo no...

-Hay ocasiones en las que desearía jamás haber nacido-susurro con la voz rota, las lágrimas se aglomeraron en sus ojos y antes de que comenzarán a caer salió del despacho de su padre, necesitaba estar solo.

Al subir las escaleras la sonrisa burlona de Saejin se amplió con sólo ver sus repletos de lágrimas pero él no podía decir nada o defenderse porque su palabra era menos que nada ahí, la que mandaba en ese lugar era ella y era por eso que él sólo debía aceptarlo todo sin quejas.

-¿Un mal día Luhannie?-pregunto ella.

Él no respondió y se apresuró a su habitación donde se dejó caer en la cama para comenzar a llorar con desesperación.

Se sentía tan solo y miserable como el día que había llegado a ese lugar, se incorporó como pudo y aún con el rostro cubierto de lágrimas tomo su celular para llamar a la única persona que podía aliviar su dolor pero él no contesto ni la primera, ni la segunda, ni la tercera y fue de esa forma hasta la octava vez que lo llamó.

-Contesta...contesta...te necesito-suplico pero fue igual hasta que una nueva idea se le ocurrió y cambio de táctica.

-¿Hola?-respondió la grave voz al otro lado.

-Chanyeol...

-Hyung cuanto tiempo-saludo la jovial y alegre voz de Chanyeol.

-Sí, bueno... ¿Sehun está contigo?-pregunto con un hilo de voz.

-Mmm sí pero está ocupado, sí sabes a lo que me refiero-respondió el menor con un tonito travieso.

El corazón de Luhan se oprimió aún más en su pecho y tuvo que cubrir su boca para no dejar salir ningún lamento, las lágrimas aumentaron y se sintió desprotegido al saber que Sehun no iba a acudir a su llamado.

-¿Luhan hyung?-llamó el menor ante su silencio.

-Sí...yo...lamento mucho...la molestia-dijo como pudo.

-¿Estás bien, estas llorando?-de alguna forma la voz preocupada del menor lo hizo sonreír con amargura porque dolía saber que un extraño se preocupaba más por él que su propio padre.

-Estoy…bien…gracias Chanyeol-dijo y finalmente corto la llamada arrojado su celular lejos hundiendo su rostro en la almohada ahogando sus patéticos lamentos.

*****

El de cabello plateado miro su celular luego de que la llamada finalizará, algo no estaba bien con Luhan y lo sabía así como también sabía que sí no le decía nada a Sehun y este se entraba de la llamada de su hermano mayor iba a matarlo, suspiro fastidiado por siempre verse envuelto en los pleitos de esos dos hermanitos y fue hasta la piscina de su casa donde Sehun se encontraba en la mesa del jardín bajo la sombra de una gran sombrilla con una hermosa chica sobre su regazo.

-¿Peleaste de nuevo con Luhan hyung?-le pregunto al pelinegro.

-¿Por qué quieres saber?-respondió con otra pregunta y el ceño fruncido.

-Primero, porque tú sólo vienes a mi casa cuando peleas con él, segundo, porque tú celular sonó muchas veces pero no respondiste ninguna y tercero, porque él acaba de llamarme preguntando por ti-el ceño de Sehun se frunció aún más ante aquello.

-Da igual más tarde lo veré-refunfuño malhumorado.

-¿Seguro?-Sehun asintió-No deberías, creo que estaba llorando cuando llamó.

-¡¿Y por qué mierda no me lo dijiste desde el inicio?!-pregunto verdaderamente enojado poniéndose de pie y casi enviando a la chica al suelo mientras su rostro se contraía en una mueca de enojo y preocupación combinadas.

-No preguntaste-respondió encogiéndose de hombros.

El pelinegro le envió una mirada fulminante antes tomar sus cosas y salir de ahí como alma que lleva el diablo, siempre era lo mismo, Sehun se enojaba y hería los sentimientos de Luhan para luego salir corriendo a pedirle perdón, eran tan extraños que apenas recordaba porque los seguía soportando.

El camino a casa le pareció demasiado largo aun cuando estaba saltándose todas las reglas de transito, lo que fuera que su jodida familia le había hecho a Luhan lo iban a apagar, cuando finalmente llego aparco su auto en la entrada principal de la mansión y luego de apagar el motor bajo tan rápido como pudo, entro a la mansión con dirección a las escaleras para poder ir a la habitación del mayor pero la voz de su madre lo detuvo.

-Sehun, cariño, tú padre necesita hablar contigo-le dijo ella.

-Ahora no.

-Sehun-llamo ella más severamente siendo ignorada por su hijo.

Entro a la habitación intempestivamente buscando a su hermano con la mirada pero la habitación estaba vacía, entro al baño pero el mayor no se encontraba ahí tampoco, fue hasta su propia habitación pero el resultado fue el mismo, comenzaba a preocuparse mucho y se obligo a cerrar los ojos y concentrase pensando en donde era que Luhan podía haber ido si se sentía mala, una idea vino a su mente y regreso a la habitación del mayor con más tranquilidad asegurándose de cerrar muy bien la puerta tras él, camino lentamente hasta estar de frente a la puerta del balcón en la habitación de Luhan, cuando estaba triste él veía la estrellas, se dijo a si mismo poniéndose de rodillas para abrir la puerta con mucho cuidado.

La imagen de Luhan con una pequeña cobija azul sobre sus hombros, abrazándose las piernas al pecho y temblando por culpa de los débiles sollozos le rompía el corazón pero de alguna forma esa era su forma de protegerse, el rostro cubierto de lagrimas del mayor se alzo para verlo y sin darle tiempo de nada el cuerpo de Luhan se abrazo al suyo en busca de protección y consuelo.

-Todo está bien bebé, estoy aquí-susurro dulcemente estrechando el cuerpo de Luhan, le permitió llorar un poco más hasta que los temblores y lágrimas casi desaparecieron-¿Qué paso Luhan?-pregunto preocupado separándose un poco del cuerpo del mayor para verlo a los ojos.

-Nada-susurro.

-Estas llorando, no se llora por nada, ¿te hicieron algo, fue por mi culpa?-pregunto angustiado.

-No-no iba a decirle, no en ese momento.

-Bien, no importa lo que paso nadie te hará daño-prometió abrazándolo un poco más fuerte.

Luhan se limito a asentir en silencio a lo que Sehun decía, el menor se levanto del suelo ayudándolo a hacer lo mismo para después llevarlo hasta la cama donde lo empujo suavemente, una pequeña sonrisa se dibujo es sus labios cuando el menor le quito los zapatos y los calcetines dando un suave masaje a sus pies.

-¿Me dirás ya que paso?

-Fue un pequeño desacuerdo-mintió.

-Se que estas mintiendo porque por un desacuerdo no te hubieran levantado la mano pero no voy a presionarte porque al final igual hare que me digas-Luhan no discutió a eso porque al final de cuentas era verdad-Lamento mucho no haber respondido tus llamadas y no haber estado para cuidarte.

-Está bien, estabas enojado porque fui un idiota y no te culpo es solo que dolió mucho ver a ese chico y fue peor por lo que me dijo, yo actué mal y también dije cosas que no debí y por eso merecía sus palabras pero no dejan de ser dolorosas porque son verdad, amo a Jongin pero…duele mucho saber que aunque nos amamos nosotros no podemos…

-Él no te ama-afirmo recibiendo una mirada suplicante de Luhan, no quería regresar al mismo pleito-No te ama y lo sabes, si él de verdad te amara no se habría casado con nadie que no fueras tú y no estaría haciéndote sufrir de esta forma-sentencio.

-No tenia opciones-lo defendió.

-No Luhan, las había, dice que todo esto es por el hijo que ese chico puede darles pero bien pudieron haber adoptado uno.

-No podíamos, tiene que ser hijo de sangre de Jongin-explico.

-Si te amara también hubiese podido renunciar a todo lo del testamento-Luhan abrió la boca tratando de decirle algo más pero se adelanto-Lo odio y nadie me va a sacar de la cabeza que él no te merece pero si te hace feliz para mi estaba bien y por eso voy a quedarme a tú lado hasta el final, voy a apoyarte en todo-prometió tomando la mano de Luhan repartiendo pequeños besos en sus nudillos.

-Gracias pero…tal vez ya ni siquiera me case con él-murmuro.

-¿A qué te refieres?-pregunto confuso.

-Papá dice que hay un hombre interesado en mi y que debo casarme con él porque es por mi bien además de que beneficiara a la familia-explico y su voz se quebró a la mitad.

Sehun sintió como la sangre en sus venas se transformaba en fuego al escuchar aquello, se incorporo correctamente dejando de estar de rodillas frente a Luhan y camino al armario del mayor para sacar de él una maleta y ponerla sobre la cama recibiendo una mirada asustada y confusa de Luhan.

-Empaca tus cosas que no vamos a quedarnos ni un minuto más aquí-ordeno, la mirada de Luhan reflejaba miedo y le dedico una sonrisa para calmarlo-Tranquilo todo irá bien-aseguro.

Luhan se levanto de la cama asintiendo y apresurándose al armario para hacer lo que Sehun le había dicho, Sehun salió de la habitación encontrándose con su madre que seguramente había ido a buscarlo, le envió una mirada de desprecio dejándola helada cuando trato de hablarle y siguió a su habitación para tomar una maleta y sus cosas.

-¿Q-qué crees que haces?-pregunto la nerviosa mujer, Sehun era muy difícil y ella jamás había podido controlarlo por eso cualquier cosa que su hijo hiciera la ponía muy mal.

-Me largo de este maldito lugar y me llevo a Luhan conmigo-respondió sin siquiera mirarla.

-¡No puedes hacer algo así Sehun, deja de portarte como un malcriado, no sé lo que Luhan te haya dicho pero si él quiere irse se irá solo!-dijo algo histérica su madre tratando de detenerlo.

-Esto es mi decisión y no de Luhan pero jamás iba a dejarlo en este nido de víboras y es por eso que me lo llevare para alejarlo de tú veneno y de lo estúpido que es mi padre al no poder enfrentarse a ti-las manos de su madre trataron de tocar su rostro y sin ninguna consideración las alejo continuando con lo que hacía.

Ella se puso roja de rabia y salió de la habitación, se apresuro a empacar lo que necesitaba y salió de la habitación encontrándose con Luhan que también estaba listo pero a diferencia suya parecía inseguro, le sonrió cariñosamente y con su mano libre tomo una de las manos de su hermano para apresurarse a salir de ahí, las maletas de ambos terminaron en los asientos traseros de su auto, la mirada de Luhan seguía teniendo duda pero estaba seguro que el mayor le iba a dar las gracias después, abrió la puerta del copiloto para él indicándole que subiera cuando su padre y su madre salieron a detenerlos.

-Sehun, Luhan detengan esta locura-ordeno su padre.

-Sube al auto Luhan-le ordeno al mayor que alternaba su mirada entre él y su padre.

-¡No te atrevas a subir a ese auto Luhan!-alzo la voz su padre.

-Confía en mi Xiao Lu, nadie te hará daño si vienes conmigo, no temas-la mirada protectora y amorosa de su hermano terminaron de convencerlo e ignorando a su padre subió al auto dejando que Sehun cerrara la puerta por él.

-¡Sehun!-llamo su madre histérica.

-Váyanse al diablo-respondió dando la vuelta al auto pasa subir al asiento del conductor.

-¡OH SEHUN!-grito su padre rojo de coraje.

Sehun lo ignoro todo y encendiendo el auto, uno de los mayordomos se puso frente al auto para detenerlo cosa que a Sehun le importo absolutamente nada y lejos de detenerse acelero dándole apenas tiempo al pobre hombre de salir de su camino, no iban a detenerlo y nadie iba a forzar a Luhan a hacer algo que no quería hacer, cuando estuvo lo suficientemente lejos de la mansión Oh disminuyo la velocidad y desvió la mirada a Luhan que le sonreía de la forma más hermosa que jamás había visto, de la misma forma que le había sonreído el día que se conocieron.

La mirada asustada y empeñada por las lágrimas del pequeño niño recurrieron la habitación, no sabía dónde estaba y tenía mucho miedo, hacia tan sólo unos días atrás estaba con su madre riendo y jugando pero su madre ya no estaba, ella había muerto y por eso unos hombres de traje le habían dicho que tenía que vivir con su padre al cual no conocía.

Lo habían llevado a una casa extraña, con gente extraña y gritos que habían comenzado hacia apenas unos minutos con su llegada.

-¡¿CÓMO PUDISTE HACERME ESTO A MÍ Y A TUS HIJOS?!-gritaba la mujer bonita y elegante que hacía unos minutos le había ofrecido galletas y pastel.

-¡Escucharme por favor, yo no sabía nada de este niño, fue sólo una aventura pasajera, un error antes de nuestro matrimonio!-esa era la voz del que le había dicho era su padre y lo asustaba mucho.

Un error, así lo había llamado y no sabía porque no que significaba, ¿él de verdad era un error?, la bonita mujer lo miro horriblemente y se fue por unas escaleras enormes, el hombre que le dijeron era su padre también lo miro mal y se fue tras ella dejándolo solo y llorando, no quería estar ahí, quería a su mamá de vuelta.

Mientras el pequeño lloraba un par de ojos curioso lo observaban desde la cocina, su madre le había dicho que se quedará ahí con su nana y con Sunjung pero la niña era aburrida y el nunca se había caracterizado por ser obediente, aquellos hombres habían dicho que el niño sentado en el sofá era su hermano y al verlo sintió algo extraño, eran como cosquillas en su estómago y de alguna forma ya había decidido que quería que ese niño, su hermano fuera sólo suyo.

-Señorito-llamó su nana en un gritito silencioso cuando se alejo de ella y corrió en dirección al niño que lloraba.

-¿Por que lloras?-pregunto curioso.

Las manitas de Luhan se alejaron de su rostro y alzó la vista para ver a quién lo llamaba encontrándose a un niño de mirada oscura y rostros serio.

-No me quieren-respondió en voz baja.

-Esos hombres dijeron que eres mi hermano y que ahora vivirás aquí-Luhan negó-¿No quieres?

-La mujer bonita no me quiere y ese hombre tampoco me quiere...yo sólo quiero irme con mi mamá-sollozo.

-No puedes, ahora te quedarás aquí-sentenció, no permitiría que se fuera.

-Pe-pero...

-¿Cómo te llamas?-interrumpió la protesta que el otro iba a hacer.

-Lu...Luhan.

-Luhan, suena muy bonito-sonrió-Yo soy Sehun-se presento.

-Se...Sehun-repitió.

-¿Cuántos años tienes?-pregunto queriendo saberlo todo.

-Diez-susurro.

-Yo tengo ocho-dijo demasiado feliz haciendo que Luhan volviera a llorar-No debes llorar Luhan-dijo limpiando torpemente las lágrimas ajenas.

-Pero me quiero ir a casa.

-Esos hombres dijeron que ya no podías irte así que está es tú casa ahora-le recordó.

-No quiero, aquí voy a estar sólo.

-No Luhan, no estás solo, yo estoy aquí y desde ahora voy a quererte y cuidaré de ti-prometió antes de abrazar al mayor.

-¿Por qué?-pregunto confundido ya que nadie parecía quererlo ahí realmente.

-Porque Luhan hyung es especial y ahora es mío-respondió con una gran sonrisa que de alguna manera contagio a Luhan y lo hizo asentir a sus palabras.

Luhan había llegado a su vida sin previo aviso aliviando así su soledad ya que desde que tenía memoria siempre había estado solo mientras sus padres estaban más ocupados en otras cuestiones que no lo incluían a él y por eso cuando aquel temeroso niño había cruzado las puertas de su casa y lo había visto llorar supo que jamás iba a volver a estar solo y que por fin iba a tener algo que podía llamar suyo y era eso lo que había hecho que se dijera que debía protegerlo sin importar que pasará y era justo lo que estaba haciendo porque se había transformado en su único propósito en la vida.

Notas finales:

Odien a la madrastra, ódienla >.<


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