-Muy bien Kyungsoo, mi nombre es Kim Jongwoon pero siéntete liebre de decirme Yesung lo prefiero de esa forma-pidió con una encantadora sonrisa que hizo sonrojar al menor que no tardo en asentir-Bueno yo seré quién te haga las preguntas durante la entrevista-indico agradable hombre que espero a que asintiera para volver a hablar-Empecemos entonces, ¿cuántos años tienes?
-Veintitrés-respondió como si susurrara.
-Muy bien y ¿cómo te enteraste de este trabajo?-pregunto Yesung.
-Bueno yo...vi un anuncio en el periódico-explicó nerviosamente.
-Ya veo pero tranquilo que no te haremos nada, relájate-propuso el pelinegro volviéndole a mostrar su amable sonrisa.
Kyungsoo asintió lentamente desviando entonces su mirada al otro hombre que estaba ahí, un joven de cabello oscuro perfectamente peinado de lado resaltando su perfecto y hermosamente masculino rostro, parecía joven aún usando aquel impecable traje negro, su piel bronceada le resultaba tan llamativa como sus gruesos labios pero lo que más lo desconcertante era la intensa mirada ajena que estaba puesta sobre él lo cual comenzaba a ponerlo muy nervioso.
El moreno le sonrió de lado consiguiendo sólo con eso que desviara la mirada de inmediato al otro hombre que le sonreía amablemente, devolvió el atento gesto obligándose a poner toda su atención únicamente en la entrevista y nada más.
-Entonces Kyungsoo... ¿por qué quieres el trabajo?-pregunto el pelinegro.
No estaba seguro sí responder a eso ya que dudaba que esa fuese una pregunta que se hiciera habitualmente durante una entrevista de empleo pero también era verdad que cada lugar tenía una forma diferente en cómo hacer las cosas así que tenía que responder lo más sincero que pudiera pero sin ventilar demasiado su vida privada.
-Yo...necesito el dinero-hablo finalmente.
-Bien...este empleo será de tiempo completo, ¿podrías con eso?
-Bueno lo que pasa es...yo tengo dos empleo más y no se sí...
-¿Dos empleos más?, eso es mucha presión y una gran responsabilidad para alguien tan joven, ¿para que quieres un tercero sí ya tienes esa carga?-cuestionó algo sorprendido.
-Como ya le dije necesito mucho el dinero ahora mismo, mi madre está enferma y sólo cuenta conmigo para sacarla adelante-confeso sin saber porque le decía eso a un extraño.
El moreno lo miro con atención notado que apretaba un poco los puños al decir aquello, no más rodeos, era el momento de poner todas las cartas sobre la mesa de una vez.
-Lamento mucho...
-Dejémonos de rodeos-hablo finalmente interrumpiendo a su asistente-El trabajo es simple, cásate conmigo y dame un hijo, sólo eso necesitas hacer-dijo.
Kyungsoo lo miro entre estupefacto y confundido, su boca no lograba formular ni una sola palabra aún cuando estaba totalmente abierta al igual que sus grandes ojos, el moreno se puso de pie e instintivamente hizo lo mismo comenzando a retroceder cuando lo vio acercarse un par de pasos a él.
-Tranquilo no tengas miedo no voy a lastimarte-aseguro.
-¿Q-qué?-fue lo único que consiguió decir.
-Me llamó Kim Jongin pero dime Kai, ya debes conocerme debido a los medios de comunicación y eso, soy el dueño del más grande y prestigioso bufete de abogados aquí en Corea y sí estas aquí es porque yo necesito que te cases conmigo y me des un hijo antes de un año-explicó.
-D-debe es-estar loco-tartamudeo, empezaba a asustarse.
-No Kyungsoo, yo en verdad te necesito-aseguro.
-No yo...sí...sí es tan rico ¿por qué?-apenas podía hablar con claridad.
-Porque podría perderlo todo y no puedo hacerle eso a mi abuelo-explicó viendo como la duda crecía en los ojos del ahora asustado pelirrojo-Veras aunque soy ahora el dueño del bufete que mi abuelo con mucho esfuerzo levanto, hay también algunas condiciones que tengo que cumplir para poder conservarlo todo, a su muerte mi abuelo dejó un testamento donde dice que yo debo casarme con una persona respetable y sana capaz de darme un hijo sin importar quien sea o de lo contrario seré despojado de todo, no puedo hacer eso porque juré que no dejaría que todo el trabajo de mi abuelo se viniera abajo y por eso sí tengo que casarme lo haré, por eso necesito un esposo y yo quiero que seas tú-Kyungsoo negó varias veces, eso debía ser un mal sueño o algo.
-No...
-No rechaces mi propuesta sin escuchar antes-pidió antes de suspirar-No tienes que vivir conmigo para siempre sí eso crees, tú podrás recuperar tú libertad después de darme un hijo y a cambio yo te pagaré o daré lo que tú quieras, ve esto como un simple negocio-dijo encogiéndose de hombros como sí dijese cualquier cosa.
-Estas muy mal, yo no soy el puto de nadie-sentenció ofendido.
-Oh no, yo jamás dije eso lo que yo digo es...
-No me importa como lo plantees porque se entiende igual, tú básicamente estarías pagándome por sexo-señaló con el ceño fruncido.
-Bueno sí, de alguna forma sí pero también nos casaríamos-reiteró.
-¿Un matrimonio sin amor con un desconocido que bien podría ser un psicópata?, se oye genial, ¿donde firmó?-soltó con sarcasmo.
-No soy un loco, además ¿no dices que necesitas el dinero para tú madre?-cuestionó usando las anteriores palabras del otro a su favor.
-Sí pero sé que mi madre querría que pusiera mi dignidad antes de todo, puede quedarse con su trabajo porque no lo haré-afirmó firmemente encaminándose a la puerta.
-Espera-pidió sujetando su mano-Piénsalo bien pequeño, yo estoy dispuesto a pagar lo que sea-afirmó.
Kyungsoo sintió su sangre hervir sólo de escucharlo, apretó los puños y sin pensar en nada más que no fuera lo furioso que estaba le dio un rodillazo en la entrepierna al moreno viendo con satisfacción como caía de rodillas frente a él.
-Métase su dinero por donde mejor le entre-dijo deshaciendo el agarré del moreno para salir de ahí más que furioso.
Camino rápidamente fuera de aquel lugar sintiendo nuevamente que sujetaban su mano, giro furioso y preparado para romperle la nariz al imbécil notado que era Yesung quién lo detenía en esa ocasión.
-Yo...aquí tiene-dijo entregándole una tarjeta-Piénselo por favor-pidió aquel afligido hombre o por lo menos así se veía.
Kyungsoo tomo la tarjeta sólo porque Yesung de verdad parecía angustiado y él en verdad había sido muy amable durante la entrevista pero se negó a responder y salió de ahí, eso era una burla y él no iba a prestarse a esa estupidez de ninguna forma, se dijo a sí mimo mientras caminaba por la calle.
-Señor, ¿está usted bien?-preguntó Yesung al entrar ayudando a su jefe a ponerse de pie.
-Yesung...tiene que ser él-afirmó.
-Pero no quiere hacerlo-le recordó.
-Pues entonces haz algo para que no tenga otra opción que aceptar-ordeno, el pelinegro lo miro preocupado asintiendo de todas maneras.
Kyungsoo se obligó a olvidarse del imbécil hombre que había conocido y de su estúpida propuesta, era ya de noche cuando finalmente regreso a casa, estaba muy cansado y todo el cuerpo le dolía pero lo peor era que no había conseguido nada al final, suspiro tratando de que el nudo en su garganta se fuera y se limpio las lágrimas que habían salido antes de abrir la puerta poniendo su mejor sonrisa para su madre que seguro lo esperaba.
-Estoy en casa-anuncio sin recibir respuesta-¿Mamá?-llamó al no obtener en respuesta.
Se adentro a la casa dejando su mochila sobre la mesa para seguir a través del único pasillo que había en su hogar para llegar a la habitación de su madre.
-¿Mamá estas dormida?-pregunto a la vez que abría la puerta.
Su corazón se detuvo en cuanto vio a su madre en el suelo con los ojos cerrados y respirando de forma extraña, se obligó a moverse para llega a ella rogando para que nada le pasará.
-¡Mamá, mamá despierta por favor!-suplicó mientras las lágrimas comenzaban a caer-¡MAMÁ!-grito desesperado al no recibir respuesta.
Luego de eso todo parecía volverse incomprensible y no supo que siguió luego de que se levantara del suelo en busca de ayuda, recordaba haber corrido, sus manos temblaban cuando tomo el teléfono, la ambulancia y los brazos de aquella persona que le decía que todo estaría bien.
-Kyungsoo-escucho su nombre ser pronunciado girando en la dirección del llamado de forma inmediata.
-Kai-murmuro apenas.
-Hable con el médico, dice que tú madre debe iniciar cuanto antes el tratamiento-explicó con cuidado.
-Yo...pero yo no…no tengo el dinero-susurro luchando con el llanto que hasta ese momento no había logrado parar.
-Podrías-susurro apenas obteniendo una mirada de repulsión del menor que parecía querer arrancarle la cabeza.
-No puedo creer que tú...
-Te recuerdo que fuiste tú quién me llamó-le recordó algo irritado.
-Lo sé pero yo no sabía que hacer y la tarjeta que tú empleado me dio fue lo primero que vi y yo no sé porque...
-Lo hiciste porque me necesitas tanto como yo te necesito a ti.
-No, yo no...
-Sólo acepta y no tendrás nada de que preocuparte a partir de ahora-prometió.
-¿Cómo puedes tratar de aprovecharte de esta situación?-pregunto incrédulo pero sobre todo molesto.
-¿Seguro que el que se aprovecha soy yo?, me llamaste para que corriera en tú ayuda y ahora estoy aquí contigo en un hospital del cual seguro yo pagaré los gastos porque dudo que tú vayas a hacerlo-soltó acusador ignorando lo cruel que estaba siendo.
-Voy a pagarte-aseguro el pelirrojo.
-¿Cuándo?
-En cuanto...
-¿Sabes cuánto cuenta una simple consulta por un resfriado en este hospital?, ni vendiendo tú alma al diablo podrías pagarme-afirmó y lo peor era que tenía razón.
-Yo...yo...-no sabía que hacer.
-Acepta mi oferta Kyungsoo.
-No-respondió automáticamente.
-Soy tú mejor opción, no tienes nada y yo puedo darte lo que necesitas, sí tú aceptas yo me haré cargo de todo acerca de tú madre, estará en los mejores hospitales, con los mejores médicos y tendrá el mejor tratamiento, no le faltara nada-prometió.
El pequeño pelirrojo se quedó en silencio mirando al suelo, Kai sabía que era vil al aprovecharse de esa forma de una situación como esa pero quería que aceptará e iba a hacer lo que fuera para conseguir que Kyungsoo dijera que sí.
-Sólo...sólo jura que la salvaras-pidió.
-Te lo juro Kyungsoo, tú madre vivirá, yo voy a salvarla por ti-aseguro.
-En ese caso yo...acepto-dijo con un hilo de voz.
Una sonrisa se extendió en los labios del moreno que dirigió su mano al bolsillo de su pantalón negro sorprendido al menor cuando en segundos ya sostenía en su mano una cajita de terciopelo blanco frente a su temerosa y llorosa mirada, abrió la caja mostrándole un hermoso y seguramente muy costoso anillo de oro blanco con pequeños diamantes incrustado al rededor provocándole un amargo sabor de boca, Kai tomo la bella joya y luego su mano haciéndolo soltar un pequeño lamento.
Baekhyun te amo...
Cuanto se arrepentía entonces de jamás habérselo dicho, cerró los ojos con fuerza cuando el anillo estuvo a nada de tocar su dedo sintiendo aún así como era deslizado en su dedo anular con mucho cuidado hasta el final haciendo que llorara con más intensidad.
Kai beso su mano una vez que el anillo estuvo en su sitio, se sentía como un bastardo al ver la expresión de dolor de aquel pequeño y dulce chico pero no podía darse el lujo de permitirle escapar ya que en ese momento de verdad lo necesitaba y al final Kyungsoo también lo necesitaba a él.
-Tranquilo, no voy a lastimarte-prometió antes de besar con cuidado una de las húmedas mejillas del menor antes de atraerlo a sus brazos dejando que se refugiara en ahí, escucharon a alguien aclararse la garganta separándose lentamente para ver a quien interrumpía.
-Lamento si interrumpo-se disculpo un apuesto hombre vestido de blanco.
-Tranquilo, está bien-aseguro con una sonrisa-Kyungsoo, este es Yunho hyung, él será el encargado del caso de tu madre-le explico al menor-Yunho hyung este es Kyungsoo mi prometido-presento dejando sorprendido al mayor.
-¿Prometido?, eso si no lo esperaba, había escuchado un par de rumores sobre que estaban con alguien pero jamás imagine que sería verdad o que sería así de lindo-comento con una suave risita.
-Quería mantenerlo en secreto un poco más pero bajo estas circunstancias ya no se puede-explico viéndose realmente feliz.
-Tienes razón, mucho gusto Kyungsoo-sonrió extendiendo su mano para saludar al encantador muchacho.
-El gusto es mío-murmuro tomando la mano del médico sin muchas ganas, el médico no paso desapercibida la expresión de tristeza del menor pero supuso que era por la salud de su madre así que decidió darle un poco de animó.
-Tranquilo pequeño, no tienes que preocuparte por nada, tú madre estará bien-aseguro con una sonrisa.
-Gracias-volvió a murmurar.
-Bueno ella necesita quedarse en observación esta noche, está bien, pero quiero que se quede por cualquier cosa, ustedes pueden irse a casa ahora y si algo pasa yo los llamare-Kyungsoo levanto la mirada y negó rápidamente, no iba a dejar a su madre.
-No, yo voy a quedarme-sentencio.
-No es necesario.
-No voy a dejarla sola.
-Kyungsoo tranquilo, tú madre está en las mejores manos ahora, nada va a pasarle y tú también necesitas descansar-intervino Kai preocupado por el menor aunque más que preocupado necesitaba hablar con él sobre sus próximas nupcias.
-Pero si ella despierta querrá verme y tengo que estar aquí.
-Ella no despertara hasta mañana, es por el medicamento-explico el médico.
-Lo ves, mañana vendremos a primera hora-prometió el moreno.
Kyungsoo mantuvo su mirada en el suelo mientras asentía, Kai tomo su mano y luego de que ambos se despidiera del médico con un reverencia salieron del hospital, él lo llevo has su auto abriendo para él la puerta del copiloto, dudo en subir pero no tenía opción puesto que Kai era ahora la única manera que tenía de salvar a su madre, sus ojos estuvieron todo el camino sobre sus manos que descansaban en sus regazo, no sabía a dónde iban y no estaba seguro de si debía tener miedo o confiar en el hombre a su lado.
Cuando el auto por fin se detuvo alguien abrió la puerta para él, levanto el rostro encontrándose con la mirada de Yesung que le dedicaba una hermosa y reconfortante sonrisa, sonrió de igual manera antes de salir del auto para encontrar frente a él una enorme y lujosa mansión.
-Bienvenido a casa señor-le dijo el amable hombre haciendo una reverencia para él.
Esa iba a ser su casa una vez comenzara con su parte del trato, de repente aquella mansión que parecía un sueño, a sus ojos no parecía algo diferente a un horrible calabozo, de alguna forma podía ver como gruesos barrotes comenzaban a aparecer a su alrededor recordándole con eso que no tenía escapatoria una vez entrara a ese lugar.
-Vamos-dijo Kai sacándolo de su ensoñación mientras lo guiaba al interior de aquella mansión.
Hermosas paredes de color beige con bellos detalles dorados, pisos relucientes y bellos candelabros de cristal que parecían estar hechos de diamantes reales fue lo que vio al entrar a ese sitio, su mirada se poso en Kai que le sonreía cálidamente como dándole la bienvenida aumentando su miedo y preocupación.
-Vamos que tenemos mucho de que hablar-le dijo el moreno emprendiendo un nuevo camino a una de las muchas habitaciones que seguramente tenía ese enorme lugar.
No puso ninguna objeción y lo siguió en silencio, no sabía que le esperaba pero debía estar listo y por eso seguramente tenía que escuchar lo que esa persona iba a decirle en esos momentos aun cuando lo único que de verdad quisiera hacer fuera salir corriendo de ahí en busca de Baekhyun como si él fuese a ser la respuesta a todos sus problemas y pudiese sacarlo de eso que no quería.