Todos lo ignoraban por completo pasando de largo a través del pasillo cuando el únicamente quería preguntarles algo, suspiró pesadamente pensando entonces que había sido una idea muy tonta haber ido solo pero ¿qué podía hacer?, se moría de ganas por volver a verlo y tan sólo había actuando sin pensar.
-Oye disculpa-trató nuevamente deteniendo al chico que se acercaba.
-¿Sí?
-Mmm llevó un buen rato tratando de encontrar a alguien y tal vez tú lo conoces, ¿podrías ayudarme?-preguntó.
-Claro-respondió el con una amable sonrisa que dejaba ver un adorable hoyuelo y la idea de besarlo pasó por su cabeza-¿A quién buscas?-preguntó el amable desconocido.
-A Sehunnie-respondió emocionado, el chico lo miró raro y entonces fue capaz de darse cuenta de que seguramente la forma tan cariñosa con la que llamaba a Sehun no ayudaba-Lo siento yo...busco a Oh Sehun-dijo sonrojado, el chico le sonrió dándole otro vistazo de su bonita sonrisa y su hoyuelo.
-Lo conozco-dijo y Luhan casi comenzó a saltar de felicidad-Ambos estamos en el club de danza, él está ahí ahora, puedo llevarte hasta ahí sí quieres-propuso.
-Sí por favor, me harías un gran favor-el asintió y le hizo una seña para que lo siguiera, no perdió ni un segundo y se apresuró a seguirlo.
El lugar era inmenso y realmente durante algún momento llegó a pensar que iba a perderse y terminaría vagando por ahí sin encontrar jamás a su hermano menor, al final no caminaron por mucho tiempo antes de que el chico de la sonrisa bonita se detuviera.
-Es aquí-dijo señalando la puerta-Disculpa que no pueda acompañarte adentro pero me esperan-dijo algo apenado.
-No te preocupes, muchas gracias por tu ayuda-sonrió agradecido gesto que él devolvió.
Lo observó que se alejaba hasta reunirse con un chico rubio al cual si logró identificar, no sabía su nombre pero sabía que era miembro de la familia Kim, ellos se tomaron de la mano y comenzaron a alejarse, él sonrió sin ningún motivo en particular y entró finalmente a aquella habitación.
La música sonaba a todo volumen, la habitación era bastante grande y en una de sus paredes había tres enormes espejos que iban del suelo al techo, había también unas gradas donde logró ver a un montón de chicas haciendo expresiones extrañas, no estaba seguro de sí trataban de ser sexys o estaban sufriendo, había dos chicos sentados en la última fila superior de las gradas, uno de ellos tenía un llamativo cabello violeta y parecía estar apuntó de brincar de su asiento mientras su amigo de cabello castaño y grandes ojos trataba de hacer que se quedará quieto.
Su mirada viajó entonces a la figura al centro de la habitación, era un chico alto de cabello rubio que bailaba ignorando a todos a su alrededor, Luhan se quedó en shock al verlo, no podía, ese no podía ser su pequeño Sehun.
Su rostro totalmente serio y concentrado únicamente en lo que hacía, cada movimiento elegante y sensual perfectamente sincronizado con la poderosa música, sin duda alguna su magnífico cuerpo y sus descarados movimientos eran dignos de ver pero algo no estaba bien.
-¡QUÍTATE LA ROPA!-escuchó gritar al peli violeta que luego estalló en carcajadas mientras su amigo parecía estar regañándolo, lo miró con odio y también a esas chicas que sólo estaban ahí viendo a Sehun como si fuese un trozo de carne.
Regresó su mirada a la imagen de Sehun en el espejo y por una fracción de segundo pudo ver sus ojos y su corazón se rompió, ¿qué le habían hecho?
Ese ya no era el dulce e inocente chico que había dejado hacia cuatro años, ese ya no era el dulce niño que lo seguía a todos lados con la sonrisa más bonita del mundo dibujada en sus labios, ese chico ya no era su Sehunnie, ese chico era tan sólo una sombra.
Sus ojos se cerraron cuando las lágrimas amenazaron con salir, su padre había jurado que Sehun iba a estar bien y ahora a su regresó se encontraba con eso, la música desapareció y él se obligó a abrir nuevamente los ojos para enfrentarse a lo que tenía enfrente, la habitación se fue vaciado poco a poco y con la única persona con la que cruzó una mirada fue con ese castaño de grandes ojos pero rápidamente se olvidó de eso y volvió a mirar a Sehun que estaba de espaldas a él tomando sus cosas.
-Se-Sehunnie-lo llamó.
Sehun se giró para mirarlo, sus ojos sin brillo lo miraban de pies a cabeza con asombro, el tiempo pareció detenerse para Luhan que sonrió débilmente antes de cortar la distancia y abrazarlo, Sehun había crecido pero eso no representaba un obstáculo en lo absoluto.
Sehun estaba inmóvil sin corresponder su abrazo y cuando finalmente se movió lo que Luhan recibió fue un fuerte empujón que lo envió al suelo, miró a Sehun sin entender su reacción, su mirada cargada de rencor le congeló la sangre e hicieron a su corazón detenerse.
-Sehun que...
-¿Te largas por años y aun así tienes el descaro de presentarte aquí como sí nada?-masculló entre dientes lleno de rencor y desprecio, su mirada fría e indiferente puesta en él.
-¿Sehunnie de que hablas?-preguntó desconcertado y asustado.
-¿De que hablo?-soltó con amargura-Te fuiste, me abandonaste cuando más te necesitaba y ahora regresas como sí nada, eres un bastardo sin sentimientos-escupió con odio.
-¡No Sehun, eso no fue así y lo sabes, me obligaron a irme, yo no quería, te prometí volver y lo hice, aquí estoy!-dijo alterado.
-¡Me abandonaste, te necesitaba y te fuiste, lloré cada noche durante un año porque tú no estabas, te llamaba y nunca me contestabas, te escribí cada día pero jamás había respuesta de tú parte y ahora vienes a decirme que volviste por mí, no seas hipócrita!
-¡Sehun no fue así, nuestro padre no me permitía comunicarme contigo!
-¡No seas mentiroso!
-No miento, te juro que no miento-dijo sin poder contener las lágrimas de rabia, era tan característico de su padre hacer ese tipo de cosas pero no lo entendía, que ganaba poniendo a Sehun en su contra, oh claro, dejarlo solo como siempre había querido.
-Tú presencia no me sirve de nada ahora, sí quieres hacer algo bueno vuelve por donde viniste-sugirió, Luhan lo vio terminar de recoger sus cosas sin decir nada, había un nudo en su garganta y no podía hablar cuando más tenía que hacerlo.
-Yo no miento...sé que merezco que no quieras verme porque todo fue mi culpa pero no miento...sí no quieres verme yo te entiendo y me iré sí eso quieres pero no miento Sehun-sollozó impotente.
Sehun detuvo lo que hacía, murmuró algo y antes de que Luhan pudiera dar media vuelta e irse Sehun lo abrazó con fuerza y él inmediatamente correspondió.
-No llores por favor, no llores-fue lo único que dijo.
-Te extrañe, no dejé de pensar en ti ni un sólo día lo juro.
Sehun no respondió y en cambio tan sólo lo estrecho más en sus brazos sabía que estaba molesto, sabía que no quería ser tan débil con él y también sabía que todo era su culpa pero había prometido que todo mejoraría y planeaba hacer su promesa algo real.
La última burbuja en la bañera desapareció y con ella él volvió a la realidad luego de haber pasado quién sabe cuánto tiempo sumido en sus recuerdos, sentía que iba volver a llorar mientras veía su miserable reflejo en el agua, había vuelto en busca de Sehun para protegerlo pero sólo había empeorado todo y se había encontrado con un extraño, un chico con él corazón frío y la mirada oscura que habían matado a su dulce hermano.
Él se había encargado de desequilibrar su mundo además de no sólo hacer que recordara día tras día que había fallado al ser incapaz de proteger a la única persona que podía llamar familia en el mundo, él incluso había estado apuntó de volverlo loco.
Aunque probablemente ya lo estaba, algo retorcido se había logrado plantar en él creándole pensamientos totalmente enfermizos donde sus ojos habían dejado de ver a Sehun como su hermano y lo veía como a su peor pesadilla, se había sentido asqueroso y aterrado al descubrir lo mucho que anhelaba el toque de aquellas manos que cada día se habían vuelto más atrevidas, él parecía tocarlo con segundas intenciones y por un tiempo le tuvo mucho miedo a él y a sí mismo.
Sehun parecía querer algo más que un simple beso en la mejilla cuando le pedía uno, parecía buscar algo más cada vez que lo abrazaba y sus caricias parecían ser algo más allá de un dulce roce fraternal, al principio lo culpo a él pero la única cosa que no había cambiado en Sehun le hizo ver que él único desquiciado ahí era el mismo, él era el único que estaba mal porque él era el único que veía algo más cuando Sehun lo seguía mirando con los mismos ojos llenos de amor como cuando era niño.
Supo entonces que estaba volviéndose loco al ver cosas donde no las había, tuvo miedo y asco de sí mismo cuando comenzó a fantasear con su hermano y todo empero la primera vez que soñó con sus besos, estaba mal y quiso encontrar una salida, entonces llegó a pensar que aquel repulsivo deseo se debía a la culpa que lo atormentaba cada vez que veía los ojos vacíos de Sehun y por eso decidió hacer algo, se volvió la puta que todos miraban con repulsión.
Pero todo tenía una razón, todo lo hizo para vengarse de lo que tres bastardos que le habían matado en vida a su niño aquella noche, hizo lo mismo que ellos hicieron con Sehun, los busco y uno por uno les destruyó la vida sin sentir una pizca de remordimiento cuando sus familias los abandonaron, ni cuando lo perdieron todo, ni cuando terminaron reducidos a nada más que parásitos inútiles sin rumbo en la vida y tampoco sintió nada cuando dos de ellos se quitaron la vida, no le importó pero eso tampoco le regresó a Sehun ni hizo que ese enfermizo deseo se fuera y Sehun con su confuso comportamiento sólo lo alimentaba.
Entonces pensó que tal vez todo era porque no había acabado con todos los culpables de que su vida fuera eso que era, Kim Jongin no había sido participe de aquello y tal vez ni siquiera sabía que eso había sucedido pero Luhan lo culpable de todo y fue su siguiente blanco, sabía lo que tenía que hacer porque lo había hecho antes pero algo salió mal.
Jongin era diferente, era dulce, amoroso, amable y comprensivo, ¿se enamoró?, no, lo quería de eso no había ninguna duda pero no era eso lo que lo ataba a Jongin, era el hecho de que lo había liberado de aquel retorcido deseo, lo hacía sentir libre y amado, por eso se aferraba a Jongin, él le recordaba que podía tratar de ser feliz y que no había nada de malo con intentarlo, que podía elegir por su propia cuenta pero además de todo eso su relación con Jongin había dañado su relación con Sehun, amaba a su hermano y no quería perderlo pero tampoco quería soltar a Jongin y se había obligado a aferrarse a él aun cuando él comenzó a ser el principal causante de su sufrimiento.
-Luhan, sal ya del maldito baño o voy a derribar la maldita puerta, llevas tres horas ahí-dijo Donghae muy enojado luego de golpear con fuerza la puerta.
Luhan miró la puerta y salió de la bañera envolviéndose en una suave toalla, no quiso mirarse al espejo porque ya sabía lo que iba a ver, tenía a Donghae y a Sehun muy preocupados pero no podía evitar sentirse una basura cuando veía la dulce mirada que Sehun siempre tenía para él y luego los moretones en su rostro sin terminar recordándose que él era el culpable de todo.
Era inevitable no sentirse tan deprimido y si la culpa no le permitía ver a los ojos de su hermano menor, las peleas con Jongin también habían empeorado y él cada vez podía soportarlo menos, tal vez debía renunciar y ya.
-¿Qué te pasa?-preguntó Donghae con el ceño fruncido y los brazos cruzados en cuanto lo vio salir.
-Nada.
-Estuviste llorando de nuevo, nadie llora por nada-señaló.
-Yo...-no le diría-Es por la pelea con Jongin-mintió, Donghae suspiró con fastidio y se acerco tomando sus manos entre la suyas.
-¿Hasta cuándo Lu?-preguntó preocupado-Ese hombre está acabando conmigo, déjalo ya-pidió.
-Yo...
-Sehun está muy preocupado por ti, estas asustándolo-dijo.
-Lo siento-murmuró.
-Eso debes decírselo a él-Luhan asintió.
-¿Dónde está?-preguntó, ya era tarde y Sehun al parecer no había vuelto aún.
-Debe estar con Chanyeol, no te preocupes-sonrió cálidamente para él pero él tan sólo logró formar una mueca.
Donghae hizo lo que mejor sabía hacer, hacer como sí nada pasará, él lo ignoro y continuo con su característico buen humor, se quedó a su lado pasando el tiempo para tratar de animarlo pero no funcionó aunque su depresión pareció irse cuando la preocupación sobre el paradero de Sehun lo embargo, ya era de noche y él no volvía, lo habían llamado pero no contestaba y eso comenzaba a ponerlo muy ansioso.
-¿Qué pasó?-preguntó angustiado luego de que Donghae terminara la llamada que le habían hecho a Chanyeol para averiguar sobre Sehun.
-No me contesta, iré a su casa para averiguar, tú quédate aquí por cualquier cosa-indicó Donghae.
Luhan asintió obediente y lo vio marcharse, volvió a marcar el número de Sehun pero el resultado fue el mismo, cerró los ojos contando mentalmente hasta 50 para calmarse y una hora después se encontró a sí mismo sentado en el sofá más grande de la sala de estar mirando a todos lados y mordiéndose las uñas, golpes en la puerta rompieron el silencio y al abrir la puerta su corazón se lleno de alivio.
-Sehun-dijo al ver al menor que no estaba en un estado nada lucido.
-Lo invité a salir un rato ya que no lo veo mucho pero se le pasaron un poco las copas-explicó el mayor que traía a su hermano.
Luhan miró con incomodidad a Kyuhyun antes de asentir, él mayor siempre había tenido una relación bastante estrecha con su hermano menor y a Luhan jamás le había gustado eso, sabía que Kyuhyun no era malo con ninguno de los dos y a pesar de saber que no compartían ningún vinculo él siempre había sido muy amable con ambos y los trataba por igual, había sido el tío amable que siempre tenía juguetes y dulces para ellos pero Luhan siempre había sentido un poco de desconfianza hacia él aunque nunca supo porque.
-Vayamos a acostarlo a su cama-sugirió Luhan.
Kyuhyun aceptó sin problemas y lo ayudó a llevar a Sehun a su habitación sin la menor queja, lo dejaron sobre la cama y antes de que Luhan se dispusiera a ponerle el pijama a su hermano acompaño a su tío a la puerta para despedirlo y agradecerle haber llevado a Sehun a casa.
Regresó corriendo al lado de Sehun una vez que la puerta estuvo cerrada, el menor parecía estar dormido así que no debía tener ningún problema para poder ponerlo cómodo y dejarlo dormir por él resto de la noche, ya mañana podría regañarlo como se debía.
Comenzó quitándole los zapatos y los calcetines para luego dirigirse a su cinturón deteniéndose cuando se encontró con la mirada divertida de Sehun.
-¿Fingías dormir?-preguntó con una sonrisa viendo como asentía-No puedes hacer este tipo de cosas cuando la semana apenas está iniciando y tienes clases-lo regañó aunque por su risa dudaba que hubiese entendido algo.
-Estas lindo cuando te enojas-balbuceó.
-Sí claro-bufó-Ya veremos que tan lindo te parezco mañana.
-Tú siempre estás lindo-aseguró.
-Gracias-sonrió.
-Tengo un pregunta-dijo alzando su mano.
-¿Cual?
-Es vieja de hecho-rió-¿Quién es más importante para ti...yo o...Kai?-preguntó con una expresión sombría.
Luhan lo miró en silencio durante un momento, suspiró y se sentó a un lado suyo sobre cama y comenzó a acariciar su cabello con calma.
-Tú-respondió finalmente.
-Júralo-pidió.
-Te lo juro Sehun, sí yo tuviese que elegir entre Jongin y tú, te elegiría sin dudarlo-aseguró.
-Déjalo entonces-pidió aunque parecía más una súplica.
-Tal vez lo haga-dijo con una dulce sonrisa.
Sehun sonrió ampliamente y como pudo logró incorporarse hasta quedar sentado, sus brazos rodearon el cuello de Luhan y aunque el mayor se sintió un poco mareado con el olor a alcohol no lo alejo.
-Por eso te amo Hannie-dijo con voz melosa.
-Yo también te amo, eres mi único hermano después de todo-rió.
-Nop, tú no entiendes-afirmó-Yo Te Amo-repitió recalcando la primera letra de cada palabra, Luhan no comprendió y sólo se quedó mirándolo a los ojos-Nunca fuiste mi hermano-susurró antes de besarlo.
Luhan se quedó ahí inmóvil y con los ojos abiertos a más no poder, Sehun lo estaba besando luego de haberle confesado su amor y él no podía reaccionar, la lengua de Sehun acaricio sus labios y aquello fue una señal de alarma, empujó con fuerza a Sehun haciendo que cayera sobre el colchón riendo mientras él se levantaba de la cama a toda prisa y salía de la habitación del menor tan rápido como podía, se encerró en su propia habitación y se limpió los labios, estaba temblando y no sabía que hacer, ¿cómo carajos había pasado eso?