La mirada irritada de Sehun seguía sobre aquella tonta niña que no había dejado se verlos desde que habían llegado al aeropuerto, su ceño se frunció esperando que con aquella expresión la mocosa se asustara y se fuera de una vez por todas pero sólo seguía ahí parada frente a ellos observándolos atentamente mientras seguía comiendo galletas.
-¡Sí, soy el mejor!-escucho chillar a Luhan que había comenzado a removerse emocionado.
Apartó su mirada de la niña y apretó más sus brazos al rededor de la cintura de Luhan para que dejara de moverse sobre su regazo donde estaba cómodamente sentado casi desde que habían llegado.
-Rompí tú récord-anuncio con orgullo mostrándole la pantalla de su celular donde se podía apreciar claramente la puntuación del juego que Luhan anteriormente jugaba.
-Hiciste trampa-afirmó viendo como las mejillas de Luhan se inflaban de forma adorable.
-Eso no es verdad, lo que pasa es que tú no puedes aceptar la derrota-acusó inconforme.
-Quisieras, yo soy el mejor seguramente hiciste trampa-sentenció.
Un puchero se dibujo en el bello rostro de sus hermano mayor haciéndolo reír antes de depositar un dulce beso en su mejilla izquierda, Luhan sonrió alegremente girando un poco su rostro en dirección a Sehun para verlo mejor, el menor le sonrió divinamente antes volver a besar su mejilla haciendo que con aquella acción su hermano cerrará los ojos disfrutando de la suavidad de sus labios al tocar su piel.
-¿Ustedes son novios?-pregunto la pequeña niña que no dejaba de mirarlos.
Sehun frunció el ceño al ver su agradable escena finalizada por culpa de la pequeña mocosa que parecía una total acosadora ahí parada mirándolos con aquella insistencia sin parar de comer galletas.
-¿Qué te hace pensar eso?-pregunto curioso Luhan ya que a él no le parecía nada fuera de lo común el afectuoso trato de Sehun.
-Mi papi dijo que ustedes lo eran cuando los vio entrar de la mano, también dijo que no me acercara-dijo ella.
-Sí te prohibieron acercarte ¿qué haces aquí?-pregunto algo grosero Sehun.
-Papi dijo que personas como ustedes eran un error pero tú eres muy lindo-sonrió tímidamente señalando a Luhan.
-Ya veo-murmuro Luhan.
La mirada de Sehun parecía tratar de matar a la pequeña porque de las tres cosas que Sehun odiaba más que a nada en todo el mundo la pequeña acaba de juntarlas todas, la primer cosa que odiaba era a la gente estúpida y el padre de esa niña debía serlo para decirle aquello a una pequeña, la segunda, que miraran a Luhan era totalmente odioso para él y la tercera, que se metieran con Luhan y lo pusieran triste eso sobre lo demás era algo más que imperdonable, sabía que la niña no tenía la culpa de que su padre dijera aquello pero alguien debía pagar.
-Leila, que te dije sobre acercarte-reprendió un calvo y flácido hombre tomando la mano de la pequeña acosadora-Vámonos.
-Leila-llamó Sehun poniéndose de pie al igual que Luhan, padre e hija giraron para verlo esperando a que dijera algo-Sí somos novios-dijo como si nada dándole respuesta a la pregunta de la pequeña a la vez que entrelazaba su mano con la de Luhan que lo miraba en shock.
El ridículo hombre frunció el ceño y antes de que los insultara como Sehun presentía que haría volvió a hablar.
-Somos novios y no tengo ni idea porque tú padre dice que somos un error si no estamos haciendo nada malo y nuestros sentimientos son buenos, seguramente tú padre te dijo eso porque es un hombre calvo, gordo y con mal corazón además que seguro nos tiene envidia-afirmó.
-Cuidado con lo que dices muchachito-advirtió el calvo hombre.
-El que debería cuidar lo que dice es usted, no nos conoce y no tiene derecho a juzgarnos, métase en su propia vida en lugar de estar diciéndole mierda a su hija que a diferencia de usted se nota que es una buena chica y agradezca que no le desfiguro esa de por sí horrible cara a golpes por hacer sentir mal a mi Xiao Lu.
Luhan se quedó aún más asombrado tras aquellas palabras pero no dijo nada y sólo se dejó arrastras por su hermano luego de que este tomara sus cosas llevándoselo lejos del atónito hombre, en algún momento de su camino una sonrisa se dibujo en sus labios sintiéndose demasiado feliz por lo que Sehun había hecho por él.
-Gracias pero no tenías que mentirle sobre nuestra relación-dijo cuando finalmente se detuvieron.
-No, que se joda y piense lo que quiera, él no tiene derecho a juzgar a nadie y mucho menor va a herir tus sentimiento-aseguro mirándolo a los ojos.
-Siempre te preocupa por mí y yo nunca...
-No te preocupes por nada Xiao Lu, tú niño te cuidara siempre-aseguro.
-Sehun...
-Po-podría darme su au-autógrafo-interrumpió una simpática y sonrojada chica extendiendo un papel de color azul.
Luhan sonrió algo enternecido al ver a la nerviosa chica extendiéndole aquella hoja de papel con las manos temblorosas, tomo el trozo de papel sin decir nada para darle el autógrafo que a duras penas le había pedido, la emoción brillo en los ojos de la joven cuando él tomó el papel y lo firmó devolviéndoselo con una bella sonrisa.
-¿Te gustaría una fotografía?-pregunto él.
Ella se quedó un poco pasmada antes de comenzar a asentir rápidamente en afirmación, Luhan río suavemente y se colocó aún costado de la chica posando lo mejor que pudo con ella.
Sehun tenía el ceño fruncido y se obligó a desviar la mirada molesto con la amabilidad excesiva de Luhan con aquella extraña, las fans de su hermano en su mayoría era buenas chicas pero había ocasiones que eran totalmente desagradables para su gusto y sí en esos momentos si alguien le preguntaba a él que era lo primero que pensaba si ellas le venían a la mente él diría, molestias.
-Vamos, debemos subir al avión-le indicó Luhan sacándole de sus pensamientos.
-Pensé que el séquito de fans que había venido a despedirte se había quedado atrás una vez que pasamos la seguridad del aeropuerto-comentó un poco disgustado.
-Yo igual pero al parecer no eran las únicas.
Tonto, fue lo que pensó el menor al ver la sonrisa que Luhan tenía entonces, cuando estuvieron abordó del avión no tardó en notar lo nervioso que el mayor comenzaba a ponerse al oír que despegarían en breve, Luhan sufría de acrofobia y odiaba estar en aviones o lugares demasiado altos pero sabía cómo lidiar con eso por lo cual Luhan no iba a tener que preocuparse de nada.
-Tranquilo Xiao Lu-susurro tomando suavemente la mano recibiendo un fuerte apretón en su mano como respuesta-¿Quieres un caramelo?-le pregunto sacando de su chaqueta un paquete de lo que parecían pequeños caramelos de cereza.
-Sí-respondió Luhan de inmediato estirando su mano para recibir sus dulces, Sehun sonrió y le entregó dos caramelos al mayor que se los metió a la boca de inmediato.
Su mirada se mantuvo todo el tiempo fija en su lindo hermano mayor que parecía haberse olvidado de todo lo demás y disfrutaba de sus caramelos, no pasó mucho para que los terminara y comenzara a parpadear repetidas veces luchando contra el sueño aunque al final se quedó profundamente dormido bajo la atenta mirada de Sehun que suspiro aliviado al verlo caer en un profundo sueño.
-No puedo creer que en verdad siga creyendo que son sólo dulces-murmuro para sí mismo guardando nuevamente en su chaqueta las pastillas para dormir que le había dado a Luhan con la mentira de que eran caramelos.
Luhan pasó todo el vuelo totalmente dormido cosa que agradeció profundamente, eran aproximadamente diez horas de viaje además de todo el problema de recoger el equipaje y todo lo demás, era horriblemente estresante pero si después de todo eso podía llegar a casa y arrojarse sobre su cómoda cama para dormir sin que nadie lo molestara sería muy feliz.
Cuando el avión finalmente arribo se levanto de su asiento para tomar su mochila y la de Luhan, despertó con mucho cuidado a Luhan que parecía desorientado, le sonrió antes de entregarle unos lentes oscuros y un cubre bocas negro, lo último que necesitaban era a un montón de chicas gritonas alrededor de ellos mientras se empujaban entre ellas para tratar de llegar a Luhan.
Luego de bajar del avión y recoger su equipaje estaban listos para irse a casa, Sehun busco su celular para ver la hora recordando que este se encontraba apagado, lo encendió rápidamente y en ese preciso instante un mensaje apareció en la pantalla, no recordaba bien el numero pero igual se animo a abrir el mensaje, una sonrisa ladina se dibujo en sus labios llamando la atención de Luhan que de inmediato le quito el aparato para ver lo que Sehun veía.
Escuche que regresas a Seúl hoy, tal vez quieras verme así te doy la bienvenida.
Atte.: Una amiga ;)
El ceño de Luhan se frunció luego de ver aquel mensaje, llevo su mirada de molestia a Sehun que no borraba aquella estúpida sonrisa de su rostro, el menor le quito su celular sin dejar de sonreír guardándolo nuevamente en su chaqueta.
-No puedo creer que no tengamos ni media hora de haber llegado y ya te estén masajeando con quien sabe que zorra-soltó más que molesto el mayor.
-No entiendo que te molesta, te aseguro de que si fuese yo quien se estuviera quejando de que te estás mandando mensajes con él imbécil de tu noviecito me hubieras mandado a callar-se defendió el menor.
-Es diferente, Kai y yo tenemos una relación seria, no es sexo causal con quien sabe que zorra-afirmo.
-Oh sí, claro-bufó-Es tan seria que el imbécil se caso con otro, seguramente lo que pasa es que te molesta en verdad es que yo soy libre para hacer lo que quiera en cambio tú, hyung, estas atado a un idiota que se caso con otro dejándote a ti como el amante-soltó sin ninguna pizca de remordimiento ignorando la mirada dolida del mayor.
-Eres un imbécil-fue lo último que dijo para luego apresurara el paso y salir de ahí cuanto antes, odiaba pelear con Sehun pero últimamente todo era de esa forma y ya no sabía cómo remediarlo.
Lo peor del caso era que Sehun le había dicho la verdad, Kai se había casado con otro dejándolo a él como el amante, alguien a quien sólo iba a buscar ocasionalmente, aún no sabía bien porque había aceptado aquello, era un estúpido, el más grande de los estúpidos, sus ojos se cerraron con fuerza y fue por eso que no vio a la persona que caminaba en otra dirección, el choque hizo que la chica a la que no había visto cayera al suelo al igual que sus gafas oscuras, miro avergonzado a la pobre chica y de inmediato le tendió la mano para ayudarla a levantarse, la chica parecía en shock cuando sus miradas se conectaron y sin decir nada la chica grito de emoción antes de abrazarlo sin poder contenerse.
Correspondió el abrazo como pudo, no le era agradable que alguien que era desconocido lo tocara de esa forma y menos asi de sorpresivamente, la chica le suplico por un autógrafo que él no se negó a concederle y en menos de lo que se imagino ya tenía a su alrededor a varios fans pidiendo lo mismo, no tenía ningún problema ya que amaba a sus fans y sin ellos no sería nadie por eso no le importo en absoluto concederle los autógrafos e incluso fotografías que llegaban a pedirle.
De alguna manera luego de unos minutos era demasiadas personas a su alrededor y todo se volvió un caos cuando los gritos y empujones empezaron, quiso salir de ahí pero eso iba a ser imposible, escucho los silbatos que seguramente pertenecían al equipo de seguridad del lugar pero lejos de calmar el caos empeoro las cosas, los nervios lo comenzaron invadir cuando las personas a su al redor comenzaron invadir su espació personal rompiendo aquella cómoda distancia que había habido al principio alguien lo empujo con demasiada fuerza haciéndolo trastabillar y casi caer al suelo de no ser por un brazo ajeno que logro sujetarlo antes de que cayera.
-Esto te pasa por comprarte de una forma tan caprichosa-alzo la vista sintiendo alivio al ver el rostro de Sehun.
Todo pareció empeorar cuando Sehun paso uno de sus brazos por sus hombros en un intento de sacarlo de aquel caos, los gritos se hicieron más fuertes pero gracias alguna entidad divina el equipo de seguridad finalmente logro abrirse paso entre la multitud para abrirles camino entre toda esa gente, les costó mucho salir del aeropuerto y antes de que todo el desastre que se había generado dentro del aeropuerto se repitiera afuera dos hombres se acercaron a ellos y tomaron las maletas mientras un tercero los guiaba a un auto negro tan rápido como era posible.
-Por fin-suspiro aliviado al verse ya dentro del auto.
-Espero que la próxima vez no vuelvas a hacer algo así, pudieron haberte lastimado-reprendió seriamente Sehun.
-Lo siento-susurro avergonzado.
-Ya no importa, ¿te lastimaron?-pregunto preocupado revisando su cuerpo con la mirada.
-Creo que no-respondió.
-Me alegra oír eso-dijo con una cálida sonrisa dándole un rápido abrazo.
-Podemos irnos, los escoltas no seguirán de cerca-explico un agradable hombre a la vez que encendía el motor del auto.
-Gracias por venir a recogernos Donghae hyung.
-Es mi trabajo Luhan, soy tu representante ¿recuerdas?
-Tienes razón-asintió con una sonrisa.
El camino a casa fue agradable aunque únicamente hablaron sobre el trabajo de Luhan en Dubái, al llegar a casa Donghae no tardo en despedirse dejándolos en la entrada de la mansión Oh, en cuanto cruzaron la puerta Luhan deseo con todo su corazón que estuviera vacía pero eso era imposible considerando que era algo que él deseaba.
-Sehun, Luhan-llamo su padre con una gran sonrisa, Sehun únicamente hizo un gesto a manera de saludo mientras él caminaba hasta su padre para recibir un abrazo-¿Cómo te fue en Dubái pequeño?
-Muy bien, fue muy agradable-respondió con una sonrisa fingida.
-¡Sehunnie!-grito su hermana menor de tan solo quince años, su nombre era Sunjung, que bajaba las escaleras en busca de un abrazo de su hermano mayor.
-Bienvenido hijo-saludo una hermosa y elegante mujer de largo cabello negro igual al de sus dos hijos y al suyo, ella también bajaba las escaleras para recibir a Sehun que la miraba con indiferencia, la mirada de la hermosa mujer viajo hasta Luhan recorriéndolo de pies a cabeza con desdén.
-Regrese madre-se obligo a decir.
-Eso veo-fue todo lo que ella dijo.
-¿Por qué no mejor te quedaste en Dubái y ya?-pregunto con molestia Sunjung que lo miraba con desagrado.
Luhan agacho la mirada sin decir absolutamente nada, Sehun empujo a la jovencita que parecía tener intenciones de abrazarlo y se acerco a Luhan para tomar su mano, una pequeña sonrisa se dibujo en sus labios ante aquella acción porque eso era lo único que necesitaba para saber que un cuando nadie más lo aceptaba Sehun no iba a dejarlo solo.
-¡Sehun!-casi grito la linda chica exigiendo con eso que volviera a su lado.
-Pasemos mejor al comedor-sugirió algo nervioso Jaejoong esperando que durante la cena todo se relajara un poco.
La cena pasó entre charlas aburridas sobre los nuevos chismes que circulaban entre el círculo social de la mujer a la que llamaba madre y sobre el trabajo de Jaejoong, ambos temas que ni a él ni Sehun le interesaban en lo más mínimo, Sunjung no dejaba de mirarlo con odio y era por eso que ni siquiera se atrevía a alzar la mirada.
-Oh casi lo olvido, hace unos días Jongin y su esposo me visitaron-comentó su padre, Sehun miro a Luhan a su lado notando como se ponía tenso de inmediato.
-Eso sí es interesante, todos están curiosos por ese joven y los que acudieron a la boda dicen que es bellísimo-habla en esa ocasión Saejin, su madre.
-Sin duda tiene una gran belleza pero desafortunadamente no pude platicar mucho con él, no se sentía bien y hasta se desmayo.
-Oh dios pero ¿él está bien?
-Cuando se fue se veía mucho más repuesto, el doctor dijo que probablemente era cansancio por eso permite que descansara en la habitación de Luhan hasta que despertara-dijo como sí nada recibiendo una sonrisa de aprobación de su esposa.
Luhan apretó los puños y la mandíbula sólo de escuchar aquello, Jongin había sido tan cínico no sólo llevándolo a su casa sino también metiéndolo a la cama en la cual dormía todas las noches, se levantó de la mesa captando la atención de su padre y su esposa que sólo verlo frunció el ceño.
-Siéntate-ordenó ella.
-Discúlpeme madre pero no me siento bien, con permiso-se disculpo saliendo del comedor tan rápido como podía.
Sehun también se levantó de la mesa pero a diferencia de Luhan él no se molesto en decir absolutamente nada y se fue tras el mayor ignorando la voz de su madre, al llegar a la habitación encontró a su hermano mayor parado al pie de la cama a la cual veía con asco y odio.
-Xiao Lu-llamó en un susurro abrazándolo por la espalda.
-Haré que quemen la cama-dijo de una forma que hizo que Sehun sintiera una dolorosa opresión en el pecho.
-No vale la pena que te pongas así por él-aconsejó estrechando un poco más fuerte el cuerpo ajeno.
-No le bastó con casarse con otro y no sólo lo trajo a casa sí no que lo metió a mi cama-su voz se quebró a la mitad pero se negaba a llorar.
-Sí ese es el problema yo lo arreglo-aseguro.
Luhan sintió como Sehun se alejaba de su cuerpo para caminar directo a su cama a la cual prácticamente le arrancó las mantas y hecho al suelo, salió de la habitación por unos instantes volviendo en compañía de una de las sirvientas.
-Deshazte de todo esto-ordenó señalando el montón de sábanas y almohadas-También trae mantas y almohadas nuevas-la chica asintió de inmediato tomando aquel montón de cosas.
Sehun le sonrió para luego subirse a la cama y comenzar a rodar sobre ella, la mirada extraña del mayor sólo se acentuó más cuando Sehun se quedó quieto en el centro de la cama recostado boca arriba.
-¿Qué fue eso?-pregunto curioso y divertido a la vez.
-El problema aquí era que el esposo de Kai estuvo en tú cama y dejó su perfume ¿es así?-cuestionó recibiendo como respuesta un ceño fruncido-Ahora nos deshicimos de las mantas y yo reemplace el perfume de esa persona con el mío así que ya puedes estar tranquilo-afirmó.
Luhan soltó una carcajada por las ocurrencias de Sehun, asintió para darle la razón y subió a la cama gateando sobre estaba hasta quedar sentado sobre las caderas del menor.
-Eres un tonto-afirmó sin dejar de reír.
-Pero te hice reír y sí así lo consigo me da igual ser un tonto-aseguro el pelinegro estirando su mano hasta acariciar el rostro ajeno.
-Gracias por siempre estar aquí.
-Lo hago porque te amo-le recordó Sehun.
-Lo sé, yo también te amo-aseguro con una hermosa sonrisa.
Una mueca extraña se plasmo en el rostro de Sehun y antes de que Luhan pudiera preguntar que pasaba Sehun invirtió sus posiciones dejado su cuerpo bajo el propio abrazándolo con fuerza.
-Tengo sueño-murmuro el menor.
-Vamos a dormimos-dijo correspondiendo el abrazo cerrando sus ojos en el proceso, amaba dormir de esa forma con Sehun, el siempre lo hacía sentir el ser más amado del mundo y era lo único que nunca estaba dispuesto a perder por nada del mundo.