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aunque tenga que encerrarte por valeeop

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Sasuke Uchiha estaba empezando a arrepentirse de su decisión, miraba con cierto asco aquel plato, miró a su alrededor, estaban en el comedor principal de la hacienda, a su derecha estaban Karin y Suigetsu tecleando en sus móviles, seguro para poder saltarse la posiblemente asquerosa comida, a su izquierda estaba Naruto quien con mucha ilusión esperaba un comentario positivo o un alago a su cocina, Karin miró a Sasuke pidiendo clemencia, buscando la salvación ante ese monstruoso plato

- la verdad prefiero la comida envenenada que se veía deliciosa… - fue el directo comentario de Suigetsu, Sasuke cerró los ojos con resignación

- ¡esta delicioso dattebayo! – chilló el rubio indignado – solo me falta mejorar la apariencia – Sasuke suspiro, si no hacía algo continuarían discutiendo, miro de nuevo la comida y tomo un bocado con la cuchara, Karin saco un pañuelo y fingió llorar

- te recordaremos como un héroe… - dijo la pelirroja montando un drama a modo de burla, Sasuke la miró mal, el pequeño Eiji que estaba siendo cargado por una sirvienta que se hallaba cerca giro la cabeza para ver a su padre con la típica expresión neutra característica del infante, Naruto por su parte miraba con ilusión a Sasuke

Sasuke metió la cuchara en su boca, masticó un poco de forma lenta con los ojos cerrados y con aquella aura imponente característica del jefe de la mafia, tragó para después abrir los ojos con notable sorpresa

- ya valió… - dijo Karin mientras seguía con su drama mal montado fingiendo que se secaba las lágrimas con el pañuelo

- Naruto… - llamo el pelinegro, el mencionado le miró expectante con un deje de ilusión – está bueno – el rubio sonrió emocionado, Karin y Suigetsu probaron un bocado y asintieron, Sasuke tenía razón, la comida era excelente, aunque el problema seguía siendo el mismo…se veía fatal



3 meses después del nacimiento de Eiji

Sasuke estaba enojado, otra vez se atrevían a retarlo, al parecer la gente era terca y no importaba cuantas demostraciones de su poder y advertencias diera siempre volvían más tercos que nunca a molestarle, no era como si ellos pudieran afectarle de alguna forma notable, pero para el orgullo de Sasuke Uchiha el simple hecho de que alguien se opusiera a él era un sacrilegio para sus creencias, él tenía la necesidad de que todos bajaran la cabeza ante su presencia…y si para eso tenían que rodar cabezas…pues que rodaran

Los últimos días un nuevo movimiento se estaba formando, llegados a este punto no era misterio para nadie que el jefe de la mafia akatsuki tenía demasiado poder y que se movía sobre las leyes establecidas sin repercusión alguna, aunque la mayoría prefería simplemente ignorarlo o hacerse los sordos y los ciegos para evitar consecuencias, Sasuke creía firmemente en la dominación a través del miedo, como seres humanos todos tenemos algo que perder, hasta el mismo, miró al frente, en uno de los sofás de su despacho estaban Naruto y Eiji, el segundo dormido y el primero a punto de caer dormido, quizá por aquella rubia razón el buscaba el poder absoluto, que nadie se atreviera a desafiarlo, porque él tenía miedo de perder lo más preciado, por otro lado debía tener cuidado, la presa suele mostrar los colmillos cuando esta acorralada, era instinto de supervivencia, un ataque suicida era posible y eso lo tenía muy claro, estaba preparado, la gran hacienda estaba siendo remodelada con el mejor material, no escatimaría en gastos, haría de la mansión rusa una fortaleza, aun así cada cosa tiene su punto débil, debido a ello estaba haciendo una mega construcción justo debajo de sus pies, una ciudad subterránea con capacidad para diez mil personas capaz de sobrevivir a todas las condiciones y con todo el equipamiento necesario, seria autosustentable, aquel era su haz bajo la manga, pero era mejor siempre tener otro haz en el otro brazo, algo con que estar seguro por completo…si la tierra no era segura se iría a marte…

Tecleó en la laptop observando aquella página en la cual todos los integrantes de la supuesta resistencia hablaban mal de su persona, gente que se daba agallas para insultarlo al estar detrás de un ordenador bajo el supuesto anonimato que el internet daba…que equivocados estaban... Sasuke ya contaba con una compleja lista de miles de personas que tenían usuario en aquella página, nombres, direcciones, trabajos, pasatiempos, familiares y datos médicos, se las había arreglado para juntar a toda esa gente que se declaraba abiertamente en su contra en un solo lugar, los utilizaría para probar una de sus nuevas armas biológicas, de eso ya se estaban encargando Karin y Suigetsu, los eliminaría a todos de raíz

La mirada azabache se paseó por el despacho hasta llegar al sofá donde Naruto y el pequeño Eiji dormía, Sasuke estaba de mal humor…tenía que admitirlo, no le había podido meter mano a Naruto en tres meses, Orochimaru había dicho que el parto dejó bastante mal a su pequeño esposo y por ello el tiempo de abstinencia seria el doble para evitar cualquier problema, pero ese día terminaba por fin aquel tortuoso periodo de tiempo para el azabache, miró al bebé quién como siempre estaba calmado, ver que su hijo era lo que el buscaba le satisfacía, los últimos meses su trabajo había aumentado en demasía a medida que su imperio dominaba el mundo, necesitaba más ayuda pero en realidad nadie era digno, si era capaz de moldear a Eiji y este cumplía sus expectativas estaba seguro de que podría dejarle parte de su imperio e incluso podría hacerlo su heredero…después de todo era el hijo de Naruto, ya con eso, Eiji ganaba muchos puntos

El pequeño bebé empezó a balbucear de disgusto, Sasuke se acercó y tomó al bebé en brazos, no quería que despertara a Naruto pues quería que el rubio estuviera bien dispuesto para entregarse esa noche, debido a eso, solo por hoy, solo por este día se haría cargo de un bebé

Lo sostuvo con cuidado y miró los ojos azules de Eiji, Sasuke se quedó quieto unos instantes, ese color era idéntico al de Naruto y causaban en él un efecto débil comparado al de Naruto pero aun así lograba tocarle, los balbuceos del pequeño Eiji se volvieron más fuertes, Sasuke tomó el biberón que se hallaba en la mesa y se sentó en uno de los sofás libres, aunque él bebé tomaba leche materna Naruto solía darle fórmula de vez en cuando, el infante empezó a tomar la fórmula del biberón con gula, se había despertado con mucha hambre, Sasuke simplemente le miraba con un rostro neutral, lo más gracioso del asunto es que él bebe le miraba de la misma forma, eran como dos gotas de agua idénticas

Cinco minutos después el pequeño Eiji bostezaba satisfecho, había tomado todo el contenido del biberón y ahora amenazaba con volver a dormir, pero cuando Sasuke creyó que volvería a dormirse empezó a balbucear de nuevo…si ya había comido solo podía estar disgustado por una razón, tenía el pañal lleno y estaba incomodo, Sasuke miró a Naruto durante unos instantes antes de levantarse e ir a la puerta del despacho, tomó la manija dispuesto a salir a buscar una sirvienta que le cambiara el pañal a Eiji pues él no le limpiaría el trasero a nadie… a nadie más que a Naruto después de una noche de sexo desenfrenado

Cuando empezó a abrir la puerta esta hizo un sonido chirriante, Naruto se removió en el sofá en el cual estaba dormido, el azabache debía tener cuidado si no quería despertarle, volvió a abrir más la puerta y mientras más la abría el rubio más de movía amenazando con despertar, antes de poder abrir hueco suficiente para pasar Naruto se sentó en el sofá

- ramen… - dijo el rubio aun en medio del letargo, Sasuke le miró tenso conteniendo el aire, Naruto volvió a caer rendido del sueño en el mullido sofá de cuero dejándose volver a llevar por los brazos de Morfeo

Entonces Sasuke tomó una resolución

Le cambiaría el pañal al bebé, todo era para tener a Naruto esa noche bien dispuesto en la cama, valdría la pena, regresó al sofá donde el pequeño Eiji seguía mirándole con cara de disgusto pero esta vez en silencio, Sasuke le observó con molestia, no se podía creer que estuviera haciendo eso, tomo la pequeña mochila azul que descansaba sobre la mesa de centro, ahí siempre iban las cosas de Eiji pues Naruto prefería evitar una travesía innecesaria de regreso al cuarto de Eiji solo para buscar un pañal, pues hasta Sasuke lo admitía, la hacienda rusa era en definitiva absurdamente gigantesca

Al abrirla se encontró un arsenal completo de artículos para bebe, era impresionante como entraban tantas cosas en una mochila tan pequeña, observó con detenimiento para después sacar un pañal, los pañitos húmedos y la crema anti pañalitis, ahora si empezó a pedir a un dios en el cual el no creía para que solo fuera un pañal lleno y no lo segundo, cuando quitó el pañal todo sucedió en cámara lenta, suspiró de alivio al ver que era lo primero, el pañal solo estaba lleno, tomó las toallitas y empezó a limpiar a Eiji con minuciosidad, conocía como cambiar un pañal al menos en la teoría, una vez estuvo listo dejo las toallas a un lado y tomó la crema, la aplicó uniformemente, Eiji estaba quieto y se dejaba hacer, aquello facilitaba la tarea de Sasuke, una vez estuvo conforme con la cantidad aplicada dejo la crema a un lado y se levantó a buscar el pañal, lo había dejado en la mesa de centro, tomó el pañal pero justo en ese momento algo le mojó la espalda e iba subiendo por su cuello hasta mojarle la cabeza, era como un débil chorro de agua, se giró extrañado y lo que vio lo dejó mudo, Eiji estaba orinando y la presión era suficiente como para que el chorro bañara a Sasuke por completo, para cuando él bebé dejo de orinar Sasuke ya estaba empapado y por supuesto molesto.

Recordó algo que le había contado Minato Namikaze el padre de Naruto, aquello se lo había dicho en la época en la cual cursaba su último año de preparatoria, ese día fue a casa de Naruto a recogerle pero el rubio no estaba listo, debido a esto había terminado en una sala a solas con el rubio mayor con quien de forma muy amable tuvieron una amena conversación, Minato le había contado que Naruto cuando era bebé tenía la capacidad de orinar a una distancia de cinco metros a la redonda cuando le quitaban el pañal y que de alguna manera tenía muy buena puntería pues siempre le daba a alguien en la cabeza, a Sasuke en su momento le pareció aquello una exageración pero después de ver a Eiji mostrar esas habilidades posiblemente heredadas de Naruto ya no había duda…su rubio era una caja de sorpresas

Empapado, Sasuke tomó el pañal y caminó de nuevo al sofá donde Eiji estaba acostado, tomó sus piernas para levantarle y podérselo poner pero se encontró debajo del bebé con una no muy agradable sorpresa, él bebe se había hecho, sobre su sofá de cuero, Sasuke frunció el ceño enojado, esto no podía ser cierto…

Naruto despertó bastante relajado, definitivamente necesitaba esa siesta, aunque Eiji era un bebé muy tranquilo seguía necesitando muchos cuidados, además de eso había estado practicando su cocina para que tuviera mejor apariencia, gracias a esto y sin darse cuenta había quedado agotado, se había quedado dormido porque su cuerpo cedió al cansancio pues el no acostumbraba dormir de día, lo primero que vio fue a Sasuke sentado en su escritorio con cara de querer matar a alguien para luego mirar a su lado y ver a una sirvienta terminando de cambiar a Eiji, volvió a mirar a Sasuke quién tenía el cabello húmedo y una ropa distinta a la que tenía antes, además de eso tenía una toalla alrededor del cuello, se había dado una ducha

- ¿Qué sucedió? – preguntó Naruto confundido, Sasuke lo miró con aquella expresión asesina

- no preguntes…

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