Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

AMANTES Y RIVALES por desire nemesis

[Reviews - 57]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

3. Despiadado

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Un dedo introducido dentro de su cuerpo y luego otro y otro, mientras las caderas del ojos rojos empujaban las suyas por detrás, la otra mano del pelinegro penetraba con el pulgar entre las mandíbulas del rubio que jadeaba y se resentía por estar complaciendo sus lascivos deseos.

 

Mientras el pene de Kurogane rozaba sus ahora descubiertas nalgas y la presión en su bajo vientre se hacía insoportable. Pero no, el no le daría la felicidad de verlo rogándole y mucho menos se depreciaría tanto para decirle que era suyo. Una cosa era que estuviera en sus manos. Eso no podía ser reparado pero el que él mismo admitiera que le gustaba, le pidiera… ser suyo. Jamás Fye DeFluorite haría eso. Era un hombre instruido en los mejores colegios, era un hombre que su familia crió para liderar el clan. De ninguna manera se permitiría rogarle a un simple bastardo.

 

Luego llegó el falo erecto, introduciéndose sin compasión en sus entrañas mientras su cuerpo experimentaba retorcijones, no solo por el placer que el miembro le provocaba sino por el que la angustia de tener presionado el propio órgano le estaba causando.

 

¿Por qué no me pides que pare? Si me rogaras tu angustia se acabaría—dijo Kurogane a su oído.

 

¡Nunca! En la vida le rogaría nada a un ser tan vil como tú—le retrucó el ojos azules que miraba hacia la almohada con esa mirada asesina que tantas veces vio Fuko cuando se enfrentaron.

 

Kuro podía percibirla por su voz lo que le hizo enloquecer de furia pues el otro no había disminuido un poco ese maldito orgullo. Otro en su lugar por lo menos estaría intentando convencerlo de que parara pero ese bastardo orgulloso…

 

Dices eso pero sé que esto te gusta. No puedes ocultarlo. Tus gemidos…--dijo el ojos rojos tratando de humillarlo.

 

¡No tiene nada que ver contigo! ¡Me gustaría con quien fuere! ¿No ves que ni tengo que mirarte?—preguntó el ojos azules. Jamás admitiría que era el primer hombre que consiguió tocarle y excitarle de esa manera. Si algo sabía Fye era como herir con las palabras y era más cruel con quien intentaba humillarlo.

 

Kurogane se sintió súbitamente fuera de control y volteó al otro para que le mirase de frente y mientras embestía su cuerpo lo besó descolocando al rubio por completo. Al separar sus labios de los suyos con ceño fruncido le dijo—¿Ahora es diferente, no es así? Ahora no puedes decir que es como con cualquier otro. ¡Ahora sabes que soy yo! Yo soy el que te embiste. Yo soy el que te posee. ¡Eres mío!—una furia ardiente brotaba de sus palabras pero chocaban con la mirada fría y el desdén de ese tipo.

 

Fye le contestó--¡Podrás violarme cuanto desees pero eso no significa que sea tuyo! ¡Esto es una simple violación! ¡Yo no soy tuyo!—

 

“Vas a lamentar lo que estas diciendo” pensó Kurogane—Vamos a ver si sigues así en un rato—le dijo mientras sacaba su falo de dentro del ojos azules y ponía a su par el resto del sedal que colgaba del de Fye, luego introdujo ayudado de su mano ambos en la entrada del rubio, así cada vez que embestía el hilo jalaba con fuerza hacia abajo al erecto miembro viril y DeFluorite se estremecía en consecuencia.

 

Las expresiones adoloridas pero tercas del que estaba debajo de él encantaron tal manera la visión de Kurogane que le dijo—Incluso pareces una mujer en estos momentos—era para humillarlo pero también era verdad—Cuando tu cabello crezca podrías engañar a cualquiera—

 

¿Cuándo… mi cabello… crezca?—preguntó algo sorprendido e ido Fye, el placer lo estaba queriendo transportar pero él se agarraba fuertemente a los brazos de Kuro, como si este fuera una tabla salvavidas para mantenerse cuerdo--¿Cuánto tiempo… piensas… tenerme aquí?—preguntó el ojos azules entre embestidas y jadeos.

 

El que haga falta—le contestó el ojos rojos—Meses, años—

 

Mi familia… ellos no… lo permitirán—le contestó el rubio.

 

¿Tu familia? ¡Déjame… decirte algo de… tu familia! ¡Ellos… ya lo saben!—le dijo Kuro, la cara de sorpresa que puso el otro le satisfizo--¡Incluso… les mandé unos videos… que grabé el otro día! Tu trasero… se ve muy bien en pantalla—Fye se sentía vejado y humillado mucho más de lo que pudiera soportar en esos momentos—Tu familia… debe sentirse… muy decepcionada… de adonde has ido… a parar. ¡Deben estar deseando que te elimine… para borrar tu asquerosa mancha! ¡Así que…! ¿Por qué no me ruegas… y terminas con esto? Debe ser doloroso—dijo el pelinegro y entonces miró el pene rodeado de finas hebras de sedal cristalino, estaba rojo y muy hinchado, en ciertos lugares estaba tal vez herido y pronto comenzaría a sangrar por la presión que era ejercida cada vez que Kuro entraba en el ojos azules. ¿Por qué no paraba aquello? Debía estar sufriendo mucho y sin embargo parecía inmutable en su decisión.

 

¿Por qué no lo haces?—preguntó el otro con una voz diferente, como apagada—Acaba conmigo de una vez. ¿No es lo que pretendías desde un principio?—

 

Entonces Kurogane comprendió que el otro jamás le rogaría, ni le diría que fuera suyo para refrenarlo. Parecía preferir la muerte que la liberación. Deseaba venirse pero de continuar así…

 

¿Estás loco? ¿Piensas dejarte morir por ese estúpido orgullo? ¿Aún a sabiendas de que tu familia ya no quiere recuperarte lo mantienes?—preguntó el pelinegro mientras salía de Fye y desenredaba su miembro que explotó ni bien el último hilo se desenredó--¿Planeabas callarte hasta que esto te cortara? ¿Planeabas dejarte desangrar?—No podía creer tamaña burrez y a la vez… Los ojos azules le miraban como fríos zafiros desde abajo, diciéndole que es precisamente lo que hubiera pasado--¡Eres duro! ¡Eres más duro de lo que hubiera imaginado!—dijo Kurogane exhausto echándose a un lado. Sabía que el halago caía en oídos sordos pero tenía que decirlo porque ese jodido riquillo era más duro que cualquier hombre que hubiera conocido.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).