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Flores Marchitas por Yami Red eyes

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Notas del capitulo:

 

 

 

Capítulo 3.-Sasuki

 

“Este mundo está lleno de cosas que no funcionan como deseas”-Uchiha Madara

 

 

Capítulo 3.-Sasuki

 

 

Konoha. 11:53 pm

 

En el trayecto no se dijeron nada, ambos estaban muy callados, sobre todo Naruto, raro en él.

Sasuke estaba muy pensativo, solo le había ordenado que regresaran a la casa y su rubio había obedecido sin chistar. Era extraño pues el rubio habría dicho algún disparate para apaciguar su preocupación o algo que le llevara la contraria pero no lo hizo. Sasuke lo vio de reojo preocupado de que a su marido le estuviera molestado algo que no le quisiera decir, pero no dijo nada, actuó como siempre, serio y calmado.

Llegaron a su hogar, Naruto se dirigió directo a su cuarto con la escusa de que estaba muy cansado, evidentemente estaba evitando al azabache y este último se dio cuenta.

—Naruto, ¿Dónde estabas?—sostuvo su hombro para detenerlo.

El rubio tragó saliva, se soltó de su agarre e intentó subir rápidamente sin mirarlo pero nuevamente fue tomado ahora del brazo.

—¡¿Qué te pasa?!¿Por qué no me respondes?! —Sasuke se exasperó.

—¡Nada, solo déjame en paz!—se volvió a soltar bruscamente, después subió un escalón y el azabache lo volvió a detener.

—¡Quiero que me lo digas ahora, idiota! —exigió subiendo el tono.

Naruto frunció el seño para parecer seguro, permanecieron retándose con la mirada por varios minutos; posteriormente el rubio sonrió con pesadez,  suspiró y agito una de sus manos para que su esposo no le tomara mucha importancia.

—Solo estuve caminando con Sakura y se me fue el tiempo platicando del pasado y de lo mucho que disfrutábamos estar a solas ella y yo. Disculpa si no te lo dije, pensé que estarías celoso.

—¿De Sakura? —Sasuke cerró los ojos y bufó. —Eres un idiota.

—¡Bueno, sí, lo soy!!Ya que!! Ahora déjame en paz! —el azabache quedó perplejo. Algo había pasado, algo que molestaba a su rubio y no quería decirle. No iba a dejar las cosas así. Subió a su habitación encontrándolo quitándose la ropa para meterse en la cama. El hizo lo mismo sin dejar de ver a su marido que le daba la espalda, miles de preguntas cruzaban por su mente pero ninguna respuesta.

 Naruto se había quitado la capa de kage, la chaqueta naranja y los pantalones, pero la playera la había acomodado solamente.

—Me preocupé por ti, inútil. No tienes por qué molestarte.

—Pues no te preocupes ya por mí y déjame dormir. —respondió altanero, se iba a meter en la cama como si estuviera enfurecido, no quería era hablar con el azabache por mucho tiempo, necesitaba evitarlo.

 Sasuke lo quería obligar a que lo mirara pero el rubio se resistió.

—¡Déjame, infeliz!

—¡¿Qué ya no me quieres dar ni un beso?!

Naruto tragó saliva, su corazón latió al mil por segundo, todo su rostro se puso colorado con la idea y su temperatura aumentó de golpe.

—¿Be…beee…beso?

 —Cómo eres idiota.

Naruto dejó de forcejear por los nervios, después vio en cámara lenta como los labios del Uchiha iban acercándose lentamente hacia los suyos, podía escuchar cada palpitación de su corazón fuertemente con cada segundo que pasaba, pues iba a besar a ¡Sasuke Uchiha!

 

¡Oh, dios, o Dios, me va a besar, me va a besar!

 

Lentamente fue dejándose llevar por ese profundo deseo, Sasuke invadió su cavidad tiernamente, después con más profundidad y por último con más enjundia. Naruto suspiraba y solo se dejaba hacer.

Sin duda era Naruto, se sentía igual, olia igual, sabía igual pero algo en ese beso era diferente. Su piel estaba demasiada sensible y no jugueteaban como siempre. Realmente estaba raro. Sasuke, comenzó a besar su maravillosa piel rosada, Naruto gemía con cada roce pero no participaba. El rubio se tapó la boca para no soltar un gritillo cuando su esposo torturaba uno de sus pezones y jugaba con el otro. Ya su cuerpo estaba demasiado caliente y su mente se perdía con el éxtasis de aquellos estímulos; se repetía una y otra vez el nombre del azabache mentalmente y ya no podía esperar por lo siguiente.

 

¡Por fin, eres mío Sasu…..!—se mordió el labio disfrutando todo ese placer;  pero entonces el azabache se quitó por completo su ropa y se tiró en la cama sensualmente para que el rubio lo tomara. Naruto no entendió.

—¡Ven, idiota!

El kage abrió de golpe sus ojos y su nariz comenzó a sangrar por la imagen; su boca babeaba y su cuerpo estaba hirviendo pero quedó estático sin saber lo que debía hacer. ¡¿Qué carajos pretendía Sasuke?!

—¡No te hagas tonto y apresúrate!! —la cara del Uchiha estaba excitada así como su miembro. El Uzumaki tembló, ahora entendía lo que quería.

 

!!!¡¿Ehhhhhhhhhhhhhhhh?, ¿Y ahora qué hago?!!!! —Ya  había tragado varias veces su saliva, miró para todas direcciones tratando que se le ocurriera algo pero no le venía nada a la mente, entonces su vista examinó una y otra vez aquel perfecto cuerpo y nuevamente su nariz comenzó a sangrar y su cuerpo a sudar de nervios.

 

—¡¿Eh… eh?!.... ¡Voy a ver a los niños! —Salió disparado de la habitación dejando a su esposo empalmado y confundido.

—¡¿Naruto?!

Sasuke parpadeo varias veces incrédulo.

 

…..

 

Naruto entró en la habitación de Menma —que estaba dormido junto con el rubio menor— ,y no salió para nada.

 

!!Ay no, ay no, ¿Cómo cree que yo lo voy a penetrar?!! —se dio de topes en la puerta; quería morir de vergüenza. Era algo que simplemente no podía hacer y que nunca tomó en cuenta.

 

—¡Maldición, maldición! —se decía bajito, no sabía que Sasuke era el que recibía.

Miró a sus hijos, sobre todo al mayor, recordaba que su misión no estaba completa. Miró su reflejo en el espejo del cuarto y su figura femenina reflejada en él.

Piel blanca pálida, figura torneada, ojos esmeralda y cabello corto rosa. Sakura era la única que podía ver la verdad.

Eso era posible gracias a un tatuaje en espiral como un rinnegan con los colores naranja y azul de la chaqueta gennin de Naruto incrustados como polvillo en forma de aspas, que lucía en la espalda baja. Era un genjutsu poderoso el cual no afectaba a nadie salvo a su propia apariencia, pero no duraba para siempre. Sakura había activado ese jutsu antes de entrar a la aldea. Lo sacó de un pergamino preparado por Madara que le había enviado en aquella bolsa negra; le había dado la facilidad de hacerlo gracias a sus 4 años de entrenamiento y dependía mucho de su control de chacra.

Era un genjutsu de alto rango para camuflaje de infiltración. Para su desarrollo, necesitaba un objeto personal de la persona que iba a usurpar, algo valioso de mucho tiempo de uso ya que no solo se mezclaba chakra con el ritual y características del Mugen Tsukuyomi, si no que se colgaba de los sentimientos como principal recurso y vibras personales de la persona. Sasuke podía fácilmente darse cuenta de que era una ilusión debido a su rinnegan, pero al mezclar los sentimientos y lazos de la persona confundía a sus sentidos y su juicio.  Aquella apariencia perfecta del rubio llevaba su esencia. Solo si realmente quisiera atacarlo y activara ambos ojos para enfocarlo era que podría penetrar en el dojutsu y descubrirlo, sin embargo, no había motivos para hacerlo.

Ahora comenzaba a ver las desventajas. Ella deseó tanto en estar con el azabache que simplemente no pensó en las consecuencias. Y es que era Sasuke Uchiha, ¿Cómo iba a dejar que lo dominaran? Pero era cierto. Un pensamiento de Naruto montando salvajemente a su azabache invadió su mente.

¡!!!Noooooooo!!!!—sacudió su cabeza varias veces, no podía creerlo. Dedujo entonces que Sasuke nunca la haría suya.

 

—¡Maldición!!Ese Naruto es un maldito!!Ha corrompido a mi Sasuki hasta estos extremos! Sabía que el jutsu prohibido permitía que Sasuke tuviera hijos, pero nunca me imaginé que desde siempre Naruto era el que iba arriba.—habló bajito, con rabia, solo para ella. Miró con odio a Boruto que estaba acurrucado entre los brazos de su hermano y apretó los puños. —¡No quiero volver a verlo nunca más!

 

………….

 

Sasuke estaba muy pensativo. ¿Qué le estaría ocurriendo a su rubio? ¿Por qué no se lo quería decir? Entristeció, siempre habían sido muy unidos y se decían todo pero esa noche algo había pasado para que ya ni siquiera quisiera tocarlo ¿Cómo podría saberlo sin quebrantar su confianza? Quizás el rubio no estaba listo para revelarlo, necesitaba tenerle más paciencia.

—Naruto….—susurró entre un suspiro profundo.

 

Al siguiente día Naruto no se quedó al desayuno como cada mañana, ni siquiera había regresado al cuarto. Cuando el azabache despertó no pudo encontrarlo por ninguna parte de la casa, esa situación lo estaba preocupando; sin embargo, no podía ir a buscarlo puesto que necesitaba preparar los alimentos para que Menma fuera a la academia y cuidar de Boruto; un año más y el pequeño comenzaría a ir a la academia también.

 Por esta vez solo esperaría.

 

Torre Hokage

 

Naruto suspiró en su puesto de manda más. Shikamaru y Kakashi le presentaban unos informes pero él no parecía tomarle importancia a nada, su mente divagaba totalmente en torno al Uchiha.

—¿Estas de acuerdo Naruto?

El rubio miró con molestia a su mano derecha, Sahikamaru, lo había sacado de sus cavilaciones. Tomó los papeles, los miró sin leerlos y los arrojó despreocupadamente.

—¡Naruto, ¿Qué estás haciendo? ¡—se notaba que eran papeles importantes para que Shikamaru tratara de recogerlos en el aire.

—Yo no sé nada de esto. Encárgate tú.

Ambos asistentes se quedaron perplejos.

—¡Pero tú eres el Hokage! —reclamó el Nara.

—Sí, y como tal, ordeno que lo hagas tú. Yo me voy a comer. —se levantó y se fue muy despreocupadamente ignorando las quejas y razones de su mano derecha.  Kakashi  detuvo su huida  impidiéndole el paso con un brazo.

—¡Naruto, ¿Estás bien?!

El rubio lo empujó de forma brusca.

—Sólo no me toques. —salió dejando a los shinobis confundidos.

 

Academia Ninja.

 

Menma realizaba algunos ejercicios de ninjutsu como demostración. Sus compañeros, Mitzuki—de tez pálida, cabello albino y ojos rasgados amarillos—, y Lara —de tez blanca, cabello largo quebrado rojizo y ojos verdes—también entrenaban de esa manera frente a su maestro Konohamaru. De repente vieron al Kage observarlos desde lejos.

—¡Hola hermano Naruto! —saludó alegremente el profesor. —Pensé que estarías ocupado con la visita del Kazekage hoy.

Naruto alzó una ceja, ni siquiera sabía lo que tenía que hacer ese día como soberano. Se dirigió a Konohamaru de forma autoritaria.

—Konohamaru, quiero que lleven unas cosas fuera de la villa. Les daré unas coordenadas y solo las tienen que dejar ahí sin ser vistos. —entregó unas hojas de papel al encargado.

Todo el equipo se quedó perplejo.

—Es una misión secreta, así que no quiero errores. —dictó muy serio. Por último dedicó un vistazo a su hijo y se marchó haciendo una mueca.

—Hoy el Hokage esta muy serio. —comentó la chica haciendo rulito uno de sus mechones rojos de cabello.

—Será por el estrés. —dedujo Mitzuki.

—Bueno, ya lo oyeron. ! A trabajar! —miró la hoja con las coordenadas, las instrucciones y donde estaba el material.

Menma había sentido un extraño sentimiento de ira al verlo, nunca le había pasado eso en presencia de su padre; tal vez era debido a que últimamente él mismo estaba muy raro. Decidió no tomarle importancia y siguió a su equipo de mala gana.

 

……………

 

Naruto caminaba despreocupadamente por Konoha. Los aldeanos lo saludaban alegremente, otros le regalaban cosas y las chicas se sonrojaban al verlo.

 

Vaya, Naruto si que ha hecho una familia con todos ellos. Ja, será divertido ver su expresión desilusionada de todos cuando sepan qué clase de “héroe” es el jinchuriki del zorro. Solo es eso,  una vil zorra. —Sakura envidiaba la vida de su ex amigo.

 

—¡Hola Naruto! —Kiba y Shino iban caminando juntos cuando se lo toparon.

 

¡Agh, otros anormales! —pensó.

 

—Para ustedes, Lord Hokage. No quiero que me digan “Naruto” porque no somos iguales. Y hagan una reverencia en mi presencia. Yo soy su amo y señor, insectos.

Ambos hombres quedaron anonadados, un tic le había brincado en el ojo del castaño y después estalló naturalmente.

—¡Que has dicho malnacido, ven aquí y repítelo! ¡¿Cómo que no somos tus iguales?!!Suéltame Shino!!Ahora verá ese impertinente! —Kiba quería írsele encima pero su esposo no se lo permitió, solo le pedía que se controlara.

Naruto bufó y se retiró con aires de grandeza. Después vio a su amiga Ino que venía junto con Hinata y su hijo más joven de la misma edad de Boruto. Venían platicando animadamente cuando las encontró no muy lejos de Kiba y Shino.

—¡Buenos días Naruto! —saludaron alegremente las señoras, Hinata como siempre jugando con sus dedos de las manos y agachando la cabeza en un sonrojo.

Naruto afiló la sonrisa, incluso mostraba algo sus dientes en sorna.

—Vaya, que tenemos aquí. La inútil y patética de Hinata que no se atrevió nunca a luchar por mí y a su lado una cerda que se cree hermosa pero siempre será una cerda.

La furia las había invadido de golpe, Hinata bajó la cabeza enojada pero sin hacer nada mientras que Ino le iba a tirar una cachetada por aquellas palabras, pero Naruto atrapó su puño en el aire.

—¡No tienes porque decir eso, Naruto!!Eres un grosero!

—Lo digo porque es verdad, Ino cerda. Son patéticas. Ustedes solo tienen que abrir las piernas y tener hijos pues es para lo único que sirven.—habló con desprecio mientras apretaba el puño de la rubia queriendo fracturar su mano.

—¡Ah, Naruto, me haces daño! —su brazo se retorcía con aquella fuerza monstruosa.

—¡Na…naruto! —alzó la voz Hinata para que soltara a la Yamanaka.

El kage la soltó siendo el centro de atención de todos los aldeanos que lo miraban con sorpresa e incredulidad. Todo quedó en silencio por varios minutos.

—¡Naruto!—casualmente el Kazekage de Suna se acercó alegremente junto con una escolta de ninjas. Entre ellos su hermano Kankuro. Ellos no habían visto lo que había pasado.

 

Pff, y ahora este perdedor, el eterno enamorado de Naruto en la “friend zone” .—Sakura lo miró con asco. Pero después alzo la vista tras del pelirrojo y fue que vio a lo lejos a Sasuke que llevaba unas bolsas de víveres ayudado por su hijo menor; se estaban acercando a ellos despreocupadamente, entonces se le había ocurrido una idea.

Rápidamente tomó por la cintura al Kazekage y lo inclinó desconcertándolo, después esperó el momento para empinarle un fogoso beso que descolocó a todos; algunos exclamaron “!Oh!” otros cuchicheaban en morbo, pero todos con los ojos como platos sin esperársela. El beso duró varios minutos, pero parecía que el tiempo se había detenido.

Sasuke estaba pasmado, sus ojos bien abiertos y su cuerpo helado. Su mente no sabía que formular en ese momento donde el segundero del reloj de pulsera se escuchaba más estentóreo ante cualquier sonido del ambiente.  Boruto abrió la boca por la sorpresa, todo parecía pasar en cámara lenta.

Naruto lo miró, sonrió y profundizó el beso empujando al pelirrojo de la nuca para que el contacto fuera más íntimo.

El Uchiha chasqueó los dientes, soltó las bolsas y se lanzó contra el Kazekage dándole un fuerte golpe en la cara que lo impactó contra la pared.

De inmediato todos los ninjas que rodeaban a Gaara se pusieron a la defensiva y atacaron también al Uchiha, este los contra atacó derrotándolos con facilidad a excepción de Kankuro que había sacado ya su marioneta de Sasori.

—¡Detente Kankuro! —Gaara se levantó limpiándose la sangre de su boca.

—¡No tienes derecho de tocar a mi esposo! —Sasuke estaba invadido por los celos.

—Uchiha tonto. ¡El me besó a mí! —pronunció justificadamente.

Todo mundo volteo a ver al Hokage de Konoha quien solo sonreía divertido disfrutando de la situación. Miró los ojos del Uchiha que le pedían una explicación y suspiró cerrando los ojos para después mirarlo soberbio.

—Sí, bueno. —Naruto movió su mano derecha para que no le dieran importancia.—Desde hace un tiempo he estado esperando a Gaara para demostrarle lo que realmente siento por él. No pensé que nos descubrieras tan rápido, Sasuke. Ups. —claramente quería reírse a carcajadas.

Sasuke no lo quería creer. ¿Era ese el motivo por lo que no lo tomó en la noche?

—¿Por qué? —sus ojos reflejaban escepticismo, esperaba que le digiera que solo era una broma. Sintió una opresión terrible en el pecho de cualquier forma.

—Ay, Sasuke. Ya no nos engañemos más. Todo se acaba, hasta el amor. Ya me aburrí de ti.

Hinata, Ino, Shino, Kiba, Kankuro, el Kazekage y todos los chismosos quedaron estupefactos; nadie se atrevía si quiera a respirar. Sasuke estaba en medio de todos, sin mover un solo musculo de su rostro en shock.

Boruto no entendía muy bien lo que pasaba pero por la expresión de su papi— y los demás—, se trataba de algo terrible.

—A quien realmente amo es a Gaara. —Naruto puso el puñal en la espalda del azabache con esa última frase. —Tú y yo ya nos divertimos…. —miró al pequeño Boruto para concluir —…pero ya se terminó.

Sasuke ocultó sus ojos con su cabello y apretó los dientes, entonces golpeó a Naruto con todas sus fuerzas estrellando al rubio en una pared de concreto donde se incrustó. El Uchiha lo miró con rabia, escupió en el piso y tomo a su hijo saltando de techo en techo.

Gaara fue a revisar el estado del rubio. Este estaba muy mal herido por el ataque, miró como con la mano derecha Naruto se estaba curando con ese chacra verde exclusivo de los ninja médico. No recordaba que él lo haya aprendido o que fuera derrotado tan fácilmente, pero al parecer estaba bien pues  Naruto reía como si hubiera obtenido la victoria.

—¿Estas bien, Naruto? —preguntó el pelirrojo.

—Mejor que nunca.

 

……………..

 

Sasuke llegó a una parte del bosque, bajó a su hijo y se sostuvo de un árbol para tratar de tranquilizarse. Era un hombre fuerte, pero su única debilidad siempre había sido Naruto. Derramó lágrimas de decepción y confusión. Golpeó el árbol varias veces con su puño sin encontrar paz.

 

Naruto…

 

¿Cómo había pasado eso? No tenía sentido, a penas ayer podía sentir todo el amor de su marido expedido por todos su poros y de una noche a otra, nada. Algo había pasado aquella noche para que actuara así, no se creía que Gaara fuera a quien amaba ahora. Había algo raro y tenía que llegar al fondo de eso, pero primero debía tener la cabeza fría.

Miró a su hijo que tenía el semblante triste. Seguramente estaba confundido, lo abrazó acariciando su rubia cabellera.

—No pasa nada, Boruto.  Papá solo estaba jugando, estaba bromeando y caímos redondos. Ya verás que todo vuelve a la normalidad.

El niño no dijo nada, pero su mente se cuestionaba una y otra vez, el por qué de ese beso con otro hombre que no fuese su papi. Así permanecieron por una hora y media hasta que el azabache sintió que ya era tiempo de actuar.

—Tengo que aclarar las cosas.

Inhaló y exhaló fuertemente, cargó a su hijo y fue a la Torre Hokage para hablar seriamente con su marido.

 

Torre Hokage

 

Shikamaru y Kakashi hablaban del comportamiento tan inapropiado de su amigo al mando, ya les había llegado la noticia de que Naruto había cortado su relación con Uchiha Sasuke y se debatía a los niños tan rápido sin esperar a su esposo o un juicio.

Sasuke entró con su hijo pero no vio a su rubio.

—Ah, Sasuke. Justamente hablábamos de ti.

—¿Dónde está Naruto?

Ambos shinobis se vieron a la cara. Shikamaru exhaló.

—Que problemático, Sasuke. Naruto es el Hokage y tiene mucho poder en la aldea. Ha firmado ante el concejo su divorcio y pretende la custodia de los niños.

—¡¿QUE?! —perdió el aliento.

—Mando a buscarte para que entregaras  Boruto y también a apresarte por haber insultado a un ninja importante que venía de invitado. Tu sabes quién, y por golpearlo a él también.

—¡Esto no puede estar pasando! —el Uchiha negaba con la cabeza, había pasado tan rápido que pensó que alguien los había maldecido. —¡Exijo hablar con él!

Kakashi habló. —Sasuke. Primero debes entregar a Boruto o agravaras las cosas, haremos lo posible por aclarar este mal entendido y….

—¡NO LE ESTREGARÉ A NINGUNO DE MIS HIJOS!!QUIERO HABLAR CON ESE IDIOTA!

—Cálmate, Sasuke. Debes obedecer por ser mandato directo del Hokage, después podemos pelear a los niños ante el concejo de ancianos...

El Uchiha activó ambos ojos a modo de amenaza.

—Tendrá que matarme primero antes de entregarles a Menma y a Boruto.

Shikamaru tragó saliva, todavía había malas noticias.

—No lo compliques, Sasuke. Actúa pacíficamente, son protocolos del sistema de Konoha. Naruto tiene el control.

Sasuke se puso serio, miró a su confundido y asustado hijo y pensó en la mejor opción; sacó un kunai de su bolsa. Inmediatamente unos anbus lo rodearon. Shikamaru utilizó su técnica de inmovilización de sombras para que no pudiera moverse.

—¡Papi! —el niño gritó cuando un Anbu trató de cogerlo a la fuerza.

Solo había faltado eso para qué Sasuke se pusiera rabioso; él era demasiado fuerte incluso para la técnica del clan Nara. Alzó la mano sin dificultad y sobre todos lanzó una descarga eléctrica que duró varios segundos, rápidamente tomó a su hijo y huyo destruyendo la ventana para salir a través.

Kakashi dio una señal de alerta.

 

……….

 

Concejo de Ancianos. Habitación privada.

 

—Este compromiso unirá más a las villas. Pero sigo insistiendo que sería mejor que los niños se quedaran al cuidado de Uchiha Sasuke. —Una anciana habló con firmeza.

—No. —dijo Naruto—Estarán bajo mi custodia. Menma entrará al régimen Anbu y Boruto será enviado fuera de la villa junto con un ninja de mi confianza para volverlo un ninja especializado en infiltración. Creo que es mejor distraerlos ahora que están pequeños por la separación de sus padres, a que vivan en pena y rencorosos el resto de sus vidas. Sasuke a demostrado una falta de disciplina hacia sus superiores, es por eso que no puedo arriesgar a mis hijos a que aprendan sus mañas. Es lo mejor. —habló muy convencido entrelazando sus dedos y recargando levemente su mentón sobre de ellos, sus codos sobre la mesa redonda.

—Es verdad lo que dice. —habló otro anciano complacido de que esos niños fueran utilizados para a protección de la villa.— Uchiha Sasuke ha demostrado ser inestable en el pasado. No podemos permitirle que tome represarías contra el Hokage o la villa a través de esos niños.

—Yo creo que estás apresurando las cosas, Naruto—Gaara amaba al rubio, pero no dejaba de pensar que las decisiones precipitadas del rubio no eran normales. —Deberías de hablar con Uchiha Sasuke.

Naruto lo miró con enfado—¿Acaso no confías de lo que siento por ti, Gaara? Hace tempo que Sasuke y yo no nos llevamos bien y ya estábamos pensando en separarnos. No te preocupes, Sasuke debe de estar aliviado. Créeme. —lo tomó de la mano.

Gaara no sabía que pensar. Pero si era cierto no perdería la oportunidad de casarse con el rubio. El problema sería que no podrían vivir juntos debido a sus cargos, pero con ese compromiso ambas aldeas podrán ser tratadas como una sola y quizás pensaría en irse a vivir junto con él.

Un anbu apareció  junto a Naruto haciendo una reverencia.

—Lord Hokage, tenemos noticias de Sasuke Uchiha. Atacó la Torre Hokage y huyó con Boruto. Lo vieron en la Academia pero inmediatamente se fue. Creemos que fue por Menma.

Naruto afilo la mirada. Menma estaba en un lugar dónde solo Sakura podía encontrarlo, así que no se preocupaba por que su Uchiha lo encontrara; pero Boruto interfería en sus planes. Lo necesitaba muerto para dejar al azache solo, así posteriormente ella saltaría como heroína a salvarle el alma y corazón roto a Uchiha Sasuke ante la devastación, demostrándole que no importara lo que su azabache hiciera, ella siempre estaría dispuesta a estar a su lado ante cualquier circunstancia dándole amor puro y sin traiciones. Seguramente se conmovería y no tendría más opción que darle una oportunidad e intentarlo. Así ella por fin reviviría el clan Uchiha como siempre debió haber sido.

—¡Encuéntrenlo y traigan a mi hijo! —Se levantó dando un fuerte golpe en la mesa, esta se quebró en dos después. Todos se sorprendieron de ese extraño temperamento.

Naruto sintió presión, si Sasuke llegaba a escapar de la villa ya no podría matar al menor de los Uzumaki. Salió sin haber concluido la reunión, dejó al invitado y el concejo petrificados en desconcierto. Gaara comenzó a creer que no se trataba de Naruto Uzumaki y salió tras de él.

—¡Naruto! —Gaara lo llamó haciendo que el rubio se detuviera en un techo. —¿En verdad eres Naruto Uzumaki?

Naruto lo volteo a ver, hizo una combinación de sellos y de pronto Gaara comenzó a ver miles de plumas que caían del cielo.

—¡Un Genjutsu! —se alarmó preparándose para salir de la trampa, pero Naruto rápidamente le dio varios golpes en puntos estratégicos del cuerpo para sellar su chakra. Solo los practicantes del puño suave poseedores del Byakugan eran capaces de realizar ese taijutsu con precisión. Naruto lo hacía como si hubiera estudiado el cuerpo humano por años, así que el genjutsu atrapó al Kazekage.

—¡No me estorbes, mapache! — siguió su camino.

Sai corrió a un lado de su Hokage en cuanto lo vio momentos después.

—Naruto. —llamó su atención— Sasuke está derrotando a los anbus uno a uno cerca de la salida Sur. Trae a Boruto.

—¡¿En el sur?!

 

¡Shandaro!!No lograré llegar a tiempo si se deshace el tatuaje! Si fuera el Naruto original podría llegar en un segundo. —comenzaba a cansarse la chika, el tatuaje estaba inestable debido a su pérdida de energía al haber usado aquel genjutsu contra el Kazekage. Era un recurso que le había enseñado su maestro para que vincularan sus chakra y su técnica de dojutsu a distancia. Si Sasuke se llevaba a Boruto antes de que ella pudiera eliminarlo, su plan de “heroína” no saldría bien, necesitaba al Uchiha sumido en una depresión total.

 

—Escucha Sai, y esto es mandato de tu Hokage. Quiero que encarcelen a Sasuke con el cargo de alta traición.

—¡¿Traición?!

—Sí. Atacó a Gaara y trata de secuestrar a mis hijos. Ya se le había dado la orden de dejarlos en mis manos. No dejen que escape.

Sai no entendía nada, estaba sorprendido que de un día a otro esa pareja tan estable y llena de amor se quebrantara con tanta fragilidad. —¿Qué pasó entre ustedes?¿Fuego en el paraíso?

Naruto rió por el comentario—Digamos que me di cuenta que no somos el uno para el otro. Ahora me comprometí con Gaara.

—¡¿Gaara?!

Naruto solo apresuró el paso. Bueno, si llegaba a perder su apariencia del rubio, al menos ya había puesto todo en contra de su azabache. Y aunque fueran a vivir juntos como fugitivos ella aceptaba gustosa ese sacrificio con tal de estar con Sasuke.

 

…………….

 

Sasuke no mató a ningún anbu pero si los dejó fuera de combate. Lo habían estado persiguiendo desde que salió de la Torre Hokage; ya solo quedaba Shikamaru y su ex mentor Hatake Kakashi.

—¡Solo quiero hablar con Naruto! —traía a su hijo colgado de su espalda. Le había dicho que pase lo que pase no se soltara, de todas maneras su protección definitiva lo protegería.

—Que hombre tan problemático. Puedes hablar con él pero debes entregar a Boruto primero.—volvió a insistir el Nara ya bastante cansado.

—¡Ya había dicho que no entregaré a ninguno de mis hijos! —respondió firme.

—¡Pues deberías hacerlo, Sasuki! —todos voltearon al ver al Hokage parado en la rama de un árbol.

 

¡¿Sasuki?! —de inmediato el Uchiha dedujo todo. No hacía falta activar sus habilidades Kekkei Genkai pues en toda la villa solo había una sola persona que lo llamaba así. Una persona que conocía muy bien y tenía un excelente control de chacra. Ahora ya todo tenía sentido.

 

Naruto no se había dado cuenta de lo que había dicho y solo le sonrió confiado.

 —¡Entrégame al niño!

 

¿Por qué?¿Qué quería su amiga rosada con sus hijos?¿Por qué incuso su chakra parecía el de kurama? ¿Cómo había logrado parecerse tan perfectamente a su esposo?¿Por qué los estaba separando? Y lo más importante de todo….¿Dónde estaba el verdadero Naruto?

 

…………………

 

Aldea del Demonio. Cerca de la Aldea de la cascada.

 

Se escuchaba el sonido del agua al caer hacia el lago, los pájaros melodiosos y el viento suave meciendo las hojas de los árboles.

En una modesta cabaña hecha con madera de pino, se encontraba un rubio de 31años, piel clara tonificada suave, ojos azules ahora cerrados y tres rayitas en cada mejilla.

El Hokage de la aldea del fuego dormía boca arriba apaciblemente sobre una amplia y cómoda cama; una delgada sábana amarilla cubría su cuerpo. El chico vestía una bata larga color chedron con adornos de soles delgados color ébano, una gruesa cinta de color oscuro sujetaba los extremos para que no se abriera por completo, pues no llevaba nada de ropa interior, solo puesto un collar de cuero negro que hacia contraste perfectamente con el tono de su piel y los cabellos dorados. Un manjar exquisito servido para cualquier enfermo sexual.

Madara miraba el caer del agua hipnotizado por la belleza de ese tranquilo paisaje, parecía concentrado en algo.

—Fu—bufó en sorna. —Que mujer tan más idiota. —Dio un vistazo al hermoso rubio— Al menos hizo bien el llevar al chico a mi trampa. Sasuke ya se dio cuenta y ni siquiera usó su dojutsu. Hum. Lo siento mujer, de ahora en adelante bailaras tú sola.

 

 

 

Notas finales:

 

Continuara…


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