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Te Amo y Por Eso Tienes el Poder Para Destruirme por Arwen Diosa

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Notas del capitulo:

Aqui el capi siguiente, espero les guste 

Yo disfruto escribiendo mucho a pesar de sacar tiempo al tiempo

Espero sus preciadosncomentarios para esta escritora

Gracias

TE AMO Y POR ESO TIENES EL PODER PARA DESTRUIRME

Capitulo 11. El proceso de una ruptura…


La ceremonia había sido por demás cursi y avasalladora en cuanto a lagrimillas y buenos deseos. Todo aquel que había sido invitado estaba entre el público presenciando la feliz escena de Shura y Aioria siendo unidos en matrimonio por Shion y dándoles su bendición su diosa Athena.
Cuando las palabras de eterna unión terminaron de ser pronunciadas el jardincito adornado en flores y listones estalló en ovaciones de felicidad que acompañó al largo beso que precedió al mutuo Acepto de ambos, y la voz de Shion en el clásico "- Ahora pueden besarse"
Ese día, sin duda el mundo giraba al rededor de Shura y Aioria, todos sus amigos lo sabían. Camus los veía como si se tratase de cámara lenta, el presente y el pasado cruzando por su mente... pues veía a un Shura jovenzuelo en su primer encuentro y posterior entrenamiento, desde un inicio se habían llevado bien, la confianza se forjó con el compañerismo y la amistad brindada... Camus no tardó en saber que Aioria llamaba la atención de Shura y después de eso, vino su primer beso, los detalles de su primera pelea y reconciliación. Luego vino las ideas amorosas que aportó sobre como sorprender a su amado en posteriores aniversarios y cumpleaños... En definitiva Camus estaba contento por lo que presenciaba. Su gran amigo Shura se había casado.
Cuando los vio salir de la mano por el pasillo adornado por pétalos de rosas los siguió con la mirada, todos los presentes se pusieron de pie y empezaron a abandonar sus asientos. Camus estaba cerca al altar, junto a Milo
habían acompañado a los novios en toda la ceremonia, desempeñando su papel de padrinos o sólo mejores amigos. Muy en sus adentros agradeció que Milo no tenga intenciones de intercambiar palabras, sólo se habían saludado y eso estaba bien para Camus. Por mucho que intente ignorar los hechos que estaba viviendo, para él de manera demasiado acelerada, prefería guardar distancia de Milo. Sobre sus labios aún ardían en candor del beso de Hades, su corazón se aceleraba cada vez que su mente le traía el recuerdo de los labios de algodón sobre los suyos, sin embargo desde ese día no se habían visto más hasta ahora. Hades estaba entre los invitados, casi en la última fila. Solía utilizar ropajes de capas y togas pero esta ocasión usaba un traje formal de color gris y camisa azul marino, de esa forma se veía mucho más joven que de costumbre. Durante la ceremonia sólo cruzaron miradas por un momento, quizá a modo de saludo, sosteniéndola por algunos segundos, lo que Camus no supo fue que sonrió ante tal encuentro. Por alguna razón Saga y Kanon no estaban en la ceremonia. Camus también agradeció que su compañero de Géminis no se encuentre entre la gente, se hubiera sentido demasiado observado, quizá hasta flanqueado por una emboscada.
Sabía que tenía un tema pendiente con Hades y también con Saga... mirando sus pies se percató que era demasiado para él. No estaba listo para hablar de un nuevo romance, se sentía mellado y maltrecho para ser él mismo y arriesgarse a intentarlo de nuevo... Si eso era, mirando a Milo tan cerca se dio cuenta que no era por Milo que no quería empezar algo nuevo, era por miedo, era él mismo... Por temor a salir lastimado. El proceso de recuperación de una ruptura era...
Sin hallar aún palabras para describir el sentimiento que tenía empezó a caminar detrás de los demás, rezagándose del grupo al recordar que tenía que llevar algunos adornos florales a la sala donde sería la fiesta, volvió a la mesa del altar alistando esos detalles pero se quedó en el cuerpo con una extraña sensación. Con exactitud se dibujada en nudo molesto en medio del pecho, muy cerca del corazón, no tardó en reconocer que sentía dolor...

"Me duele el corazón"


Era una perturbadora angustia en medio de un día tan feliz, como una presión o un yunque sobre el pecho, quizá como si la ropa que trajera le ajustase demasiado al cuerpo.
Busco con la mirada de nuevo a los novios para dejar de pensar en la incómoda sensación que oprimía su pecho, deseando que pasará tan rápido como llegó. El resto de los invitados, sin percatarse que Camus se había quedado quieto empezaron a llenar el pasillo, caminado detrás de los felices novios.
- ¿Camus estás bien?
Supo reconocer su nombre entre el bullicio de la multitud, pero no quien lo llamo. De un momento a otro el dolor le punzó con severidad obligándolo a cerrar los ojos y sujetarse el pecho.
- ¡Camus!
La bruma cubrió sus ojos y como si una mano lo jalare hacia el suelo, cayó sin voluntad dejando que el grito de alguien que repetía su nombre llenara sus oídos.


Despertó con un jadeo seco, como si temiera quedarse sin oxígeno. Inmediatamente reconoció que seguía en el jardín donde había sido la ceremonia de matrimonio, en la parte de atrás del altar. Estaba en una carpa de telares improvisada para que Aioria espere a Shura antes de empezar la ceremonia. Camus reposaba sobre un mullido sofá blanco. Antes de hacer algún movimiento se percató que tenía sobre si, a modo de abrigo un saco de traje de color gris... tenía el peculiar aroma de Hades. Arrugo el entrecejo deseando saber que había sucedido. Reconoció que el malestar que lo había aquejado desapareció sin dejar rastro... ahora estaba sólo en el cuarto improvisado y no lograba oír nada. Se sentó para sentir las señales de su cuerpo, en definitiva estaba bien para ponerse de pie. Al momento de hacerlo Shion ingresó al lugar, tenía en las manos una jarra con agua y una copa de cristal.
- Camus ¡Qué bueno que despertaste! ¿Te sientes bien?
- Patriarca, lamentó tal inconveniente.
- Una disculpa no es necesaria, ¿Te sientes bien? ¿Es necesario llamar a un médico?
- Estoy bien, no creo que sea necesario un médico, al menos no hoy, podría ir después, hoy es la boda de Shura, hay cosas que me comprometí ayudarle.
Shion sonrió de manera condescendiente, algo extraño y fuera de lo normal ¿ Había pasado algo mientras el estaba inconsciente?
- No te preocupes, Milo se está haciendo cargo de esos menesteres, procura descansar un poco mas y luego bajar a la fiesta - Acepto la copa de agua y la bebió lentamente mientras miraba su otra mano, tenía el saco de Hades ¿Había estado ahí?
En el cuartito improvisado estaba el sofá y ningún otro rastro de haber tenido compañía.
- Patriarca que fue lo que me pasó ¿Cómo llegue aquí?
Shion casi sonrió de gustó ante la pregunta, pues quería que Camus de el primer paso para contarle lo sucedido... ¿Chisme? No estaba seguro. Pero estimaba a Camus como a un hijo y verlo atravesar sus últimas facetas eran aplaudibles, ahora quería ponerlo al tanto de lo sucedido y también sus notas editoriales.

Shion le contó que el primero en llegar a él fue Hades quien había gritado su nombre llamado su atención y la de Milo. Lo levantó del suelo y antes que otro logré hacer algo, Hades lo había llevado en brazos hasta ese cuartito sin esperar consentimiento de nadie, depositándolo sobre el mullido sofá.
Shion le contó que fue en el momento que lo cubría con su saco de traje que él y Milo ingresaron al lugar.
Le daba suaves palmadas en la mejilla mientras decía su nombre, al ver que ingresaban más personas Hades hizo distancia.
- ¿Será necesario llamar a un médico?
- No lo sé - respondió Shion mientras Milo se acercaba a Camus y arrodillado le acariciaba la cabeza.
- Cómo sea, - protestó Milo - ahora nos haremos cargo nosotros - Estaba claro que estaba echando a Hades.
- ¡Milo! - Shion se sorprendió por el tono de voz, por el fondo de sus palabras, por el exceso de celos cargado y más aún de la mirada tenaz que tenía sobre el dios del inframundo.
- Estoy seguro que Shion actuará a la altura de las circunstancias - dijo Hades con diplomacia mirando a Camus únicamente, pasando de Milo adrede, luego miró al Patriarca - Si puedo ser de ayuda sólo dímelo, ahora me retiro.
Dio unos pasos a la salida, y antes de perderse tras el telar miró directamente a Milo, este también lo miraba.
- Escorpio, sólo así podrías tocarlo tu.
Sin dar tiempo a respuesta alguna, Hades se marchó.
Milo lo siguió con la mirada maldiciendo algo por lo bajo, sintiendo sus rodillas y el resto del cuerpo pesados y firmes como una estatua, quería golpearlo... quería responder, pensaba que quedarse sin hacer nada era igual a humillación.
Afuera de la carpa estaban los Jueces Espectros esperando por el dios al que servían, juntos los cuatro se retiraron del lugar.
Shion tragó grueso al percatarse que era cuestión de destino su propia presencia en el lugar, imaginando tan sólo por un momento su ausencia... Milo y Hades frente a frente... no estaba seguro el actuar del dios, pero desconocía a Milo, siendo tan obvio en sus celos, siendo incauto en sus palabras.
- Milo será mejor que vayas con Aioria - le dijo Shion - Ven conmigo.
- Yo cuidaré de Camus.
- Por favor Milo, no puedes hacer nada por él.
Ignoró a Shion y continuó con las caricias en la cabeza de Camus, tenía todo un mundo en sus pensamientos respirando profundo para no dejarse llevar por su propia rabia provocada por Hades.
- Seguro no está comiendo bien - dijo a Shion - hemos tenido problemas y estamos distanciados... eso le debe estar afectando.
Shion arrugo el entrecejo.
- De hecho Milo, no tienes que preocuparte por eso, he visto a Camus alimentarse muy bien y de buen ánimo, él ha estado...
-¡No! - interrumpió - No puede... ¿Acaso no has escuchado lo que me dijo Hades? Camus no puede...
Shion suspiro vencido, esa situación de salía de control ¿Acaso Milo estaba diciendo que Camus no podía vivir sin él, qué no podía olvidarle? Era evidente que Milo temía eso, y cuando el miedo domina a alguien es capaz de ser irracional.
- Milo, vamos, traeré un poco de agua.

Subía por la escalinata pensando en cada palabra de Shion, sentía que su cabeza era demasiado pesada para llevar tantos razonamientos a medias y miraba sus pies subir pero era incapaz de ver donde lo llevaban. Camus no necesitaba exponer su angustia, Shion leía tal cual páginas expuestas.
- Nunca creí que el proceso de una ruptura tuviera que complicarse tanto - Camus encaró a Shion, más por necesidad de desahogar un poco su mente - Milo... está haciendo todo esto tan difícil.
- ¿El proceso de una ruptura? - Shion estaba convencido que tal cosa si existía, terminar una relación y sanar tenía un proceso con la finalidad de reencontrarse o quizá volver a empezar... lo que no estaba seguro era si tal proceso era el mismo para todos.
- Ni siquiera estoy seguro que hago en una fiesta, es decir es la boda de Shura pero un par de salidas con Saga y Hades me han puesto de cabeza la vida y Milo... preferiría no verle, estar lejos, no saber de él, pero esta tan cerca y tenemos que vernos todos los días... Ahora se porta así, disculpe Patriarca por decir todo esto, pero la mitad de todos dentro de la fiesta ya deben conocer lo que pasó entre Milo y Hades, y vaya a saber lo que están hablando...
Shion apretó los labios, quería ser justo con sus Caballeros, también eran sus compañeros de armas, pero Camus estaba ahí, de alguna forma sacando una parte del complicado laberinto que atravesaba y bueno... su intención no era hablar mal de Milo pero debía decir lo que pensaba.
- Camus, en definitiva el proceso de una ruptura, como lo llamaste tu mismo, es con la finalidad de sentirse bien y remontar la vida amorosa. Algunos dicen que debe ser lenta y dolorosa, evitando lugares y hasta algunas situaciones, dicen que el "luto" debería durar el mismo tiempo que duro la relación y contenerse en la soledad hasta poder salir de nuevo... otros sin embargo, piensan que un día de luto es suficiente, que la mejor terapia es desechar todo lo referente a la relación y a la pareja y fin a empezar de nuevo, algo así como " estabas bien antes de él, estarás mejor después", personalmente pienso que la primera opción es la peor, y la otra roza el otro extremo. Cada uno debe encontrar el equilibrio... Se que despertaste algo en Saga, y también en Hades - Camus contuvo el aire al escuchar de otra voz su realidad - No te quiero decir que corras a los brazos de alguno de ellos inmediatamente pero no hacerlo por temor a lo que digan los demás o por cómo lo tomará Milo es un error.
Unos segundos de silencio los rodeó mientras Camus asimilada las palabras recibidas, sonrió sintiendo un aire fresco, el cabello de ambos se desordeno.
- Gracias Patriarca, en verdad necesitaba esto.
Shion no dijo más, devolvió la sonrisa y ambos vislumbraron a Shura descender por la escalinata que conducía al salón principal, donde se llevaría a cabo la fiesta.
- Camus ¿Estás bien? Me contaron que te desmayaste.
El Caballero de Capricornio, tan buen amigo como era de Camus se percató desde la distancia de la postura triste de su amigo. Sabía que estas últimas semanas no compartían sus extensas charlas y quizá era una etapa donde más lo necesitaba Camus... algo sabía sobre lo sucedido con Saga pero de Hades sólo un par de cosas que cotilleaban sus compañeros.
- Me adelantaré - se despidió Shion dejando en Shura unas palmadas sobre el hombro.
- No te preocupes, estoy bien - dijo Camus ante la mirada de Shura - Lamento preocuparte en tu día ¿Dónde está Aioria? No lo dejes sólo.
- Aioria me pidió un tiempo sólo, creo que prepara una sorpresa - sonrió el recién casado - ¿Camus tienes idea porque te desmayaste?
- No - respondió sincero, pensaba luego ocuparse del asunto. Caminaban rumbo al salón principal, cada vez se escuchaba más fuerte la música de fondo - Pero ya estoy mejor, estoy aquí por ti amigo.
Si fuera la fiesta de otra persona, preferiría su silencioso e íntimo Templo a rodearse de tantas personas y ruidosa música.
Shura que lo conocía, entendía el fondo de esas palabras. Camus no quería estar ahí en esos días que le pintaban el rostro de tal tristeza, sabía algo de lo sucedido con Saga pero sólo sabía la versión que decían los demás sobre Hades.
- Si de mi cuenta corriera no dejaría que te encierres en tu Templo, sabes que eso es lo que precisamente quiere Milo - Camus arrugó el entrecejo - Si, que te quedes en tu Templo sólo, que no salgas y pienses muy bien sobre tus decisiones ¿Y sabes que pasaría? Pues lo extrañarías... la rutina es una fuerza poderosa Camus.
Tuviera o no razón Shura, eso era lo que necesitaba Camus. Alguien que sacuda su cabeza de la manera que lo hacía.
Le sonrió a manera de agradecimiento, de todas formas había mucho más que sacar pero ese no era su día, era de su amigo así que retomaron su camino hacia el salón de fiesta.
- Bueno, que paso con Hades - Camus compungió el rostro - Estaré lejos por lo menos un mes, necesito saber algo.
- ¿Qué es lo que sabes?
- Aioria me contó algo. Pero son puros "dice". "Dice" que Camus y Hades se ven en los Archivos para coquetear con Hades. "Dice" que salen en citas.
Ingresaron al salón, inmediatamente el aura romántica denotaba entre la música de fondo, y cada mesa de mantel blanco adornada con rosas del mismo color. A Aioria le salió todo como quería... Cada rincón de color blanco.
- No es verdad, pero tampoco es mentira - admitió Camus, no sólo para Shura, lo admitía para él mismo - Nos besamos y aún no resuelvo que sucederá ahora... Es decir, no estoy seguro de nada.
No quería taparse la boca o aspirar aire con fuerza pero hizo eso precisamente, Camus se sonrojo por tal reacción.
- Basta, parecemos jovencitos de 15 cotilleando.
Ambos rieron entendiendo que no era el lugar ni el momento de empezar sus extensas charlas.
- Hoy es tu día Shura, será mejor buscar a tu esposo.


- ¡Hades es un bastardo!- exclamó con fuerza, azotando la puerta tras él, los que estaban en la habitación lo miraron sorprendidos, pues no sabían de lo que hablaba Milo. Aioria y Kanon esperaban una explicación
- Claro, como Kanon no estaba en la ceremonia
- Lo siento me estaba desintoxicando de anoche, yo célebre mucho tu último día de soltero
Aioria rodó los ojos, a Kanon no le faltaba excusas para beber, tanto así que se perdió la ceremonia y Saga tuvo que cuidar a su hermano para que no se pierda la totalidad de la boda por su resaca de un año
- De que hablas bichito
Milo no escatimó detalles al contarles el desmayo de Camus, la reacción de Hades y sus posteriores palabras...
- "Sólo así, podrías tocarlo tu"
Aioria y Kanon se miraron con el entrecejo fruncido
- No comprendo - Aioria no terminaba de unir cabos, las palabras de Milo no encajaban con su rabia, sin embargo Kanon lo comprendía
- Hades te dijo eso de Camus... pero
- No Aioria - lo interrumpió Milo con el corazón acelerado - sabes que es lo peor, me dijo eso por qué sabe que entre Camus y yo ya no hay nada... y con él pasó de todo...
Aioria y Kanon abrieron grande los ojos, estaban ahí para que Aioria termine de alistar la sorpresa que le tenía a Shura para el brindis de su fiesta de boda. No esperaba que sus amigos lo detengan tanto...
- Se dan cuenta... - Milo pasaba sus dedos entre su cabello, movía la cabeza y miraba a todos lados intentando encontrar algo, un lugar donde descansar sus ojos de todo lo que su cerebro recorría. Sus pensamientos turbulentos se convirtieron en un gran error-Camus ya está con Hades, o quizá... Siempre me engañó!!
Milo quería golpear algo, quería debilitarse de la tremenda verdad que se sentenciaba él mismo, condenado por los celos, condenado por el resentimiento de una segunda oportunidad negada, resentido por sus noches de amargura y percatarse que no podía perdonar el hecho que Camus se lo sacaba del corazón... y para él de una forma demasiado rápida
- Es apenas un tiempo que hemos terminado, yo estoy asimilando todo recién y él está con otro...
- Saga sospecha lo mismo - dijo kanon sin medir muy bien la longitud del daño que podían ocasionar sus palabras, especialmente ahora que Milo estaba furioso por su discusión con Hades - Pero Camus lo negó el otro día enfrente de los dos. Dijo que había ido a recoger los manteles a su Castillo y sólo eso.
- ¿Saga?
- Si, Saga esta detrás de sus huesitos también y Camus no ha dicho que no precisamente.
Milo volvió a sujetarse la cabeza, la rapidez en que sus pensamientos le gritaban que Camus estaría con otro... era demasiado para él, hace poco, hace tan poco que había sido su aniversario.
- Camus está con Saga y Hades al mismo tiempo? - pregunto Aioria estupefacto, se acercó a Milo para ver en las facciones del rostro del escorpiano la respuesta.
- Con Saga no está, es decir -kanon intervino - los he visto salir y frecuentan mucho, casi puedo jurar que Camus coquetea, pero no descaradamente... Saga se ha hecho ilusiones y ahora aparece Hades, a mi este asunto me cae muy mal
- No es para menos - Milo siseó las palabras, comprendiendo que su amor por Camus era más posesivo de lo que imaginaba - Fueron 6 años que estuvimos juntos, 6 años... y apenas en unos meses ya sale con otros, es como si me traicionara, así lo siento yo... una infidelidad. No puedo creerlo.
Quería estar con su amigo, apoyarlo como lo haría cualquier otro día, pero era su boda, un día que en desmedida proporción desbordada alegría, y así, quería que sus amigos se encuentren, lástima que Milo atravesaba sus laberintos amorosos tan complicados. Aioria tomo de entre sus cosas un Cd, para el brindis e incitó a sus amigos a unirse a la fiesta.
- Milo no te concentres en eso ahora por favor, es mi boda, tranquilízate y piensa en otra cosa.
- No puedo
- Tendrás que hacerlo, por favor amigo, de todas formas ahí viene Shura y Camus
Nada más al oír ese nombre se apresuró en salir de la pequeña habitación donde se guardaban algunas cosas para la fiesta. No iría lejos, guardaría a que Camus se encuentre sólo.
- Amor mío, me pediste un momento pero no puedo estar más sin ti. Vamos al salón, el brindis va a comenzar - Shura tomo a su esposo en un abrazo y caminaron juntos. Camus los vio irse y se disponía en ir a la cocina para asegurarse que todo lo necesario para el brindis este listo, Kanon también había ido rumbo a la fiesta, en la puerta de aquella pequeña habitación Camus no vio acercarse a Milo, fue rápido, en definitiva no lo esperaba.
- Te voy a dejar claro que está celebración es por la boda de mis amigos, ellos son los anfitriones y no puedo creer de lo que eres capaz. Por qué tuviste el atrevimiento de invitar a Radamanthis, Minos y Aiacos, la invitación era sólo para Hades. Seguramente es por ti que ese dios tiene tales atribuciones de traer gente que no debe. No se lo especificaste al momento de darle la invitación? Esta es la boda de Aioria, no permitiré que la arruines con tus cosas...
Había sido como una metralleta o quizá un torbellino, así le pareció las palabras de Milo. Se percató q sostenía el aire desde que le había empezado a gritar, parpadeo un par de veces más antes de responder
- ¿De qué rayos? No entiendo de que hablas Milo. Para empezar yo no le di la invitación a Hades, creo que fue el mismo Aioria o tal ves Shion y por lo demás... No tiene sentido, si es Hades es por demás obvio que no vendría sólo, Saori no iría sin escolta. ¿Por qué me reclamas a mi? ¿Cuál es el problema?
Una conducta aprendida, un reflejo condicionado de tantos años pasando por lo mismo, Milo gritando y el nudo presente en su pecho con una conocida sensación de culpa. Ahí estaba el pasado oprimiendo su corazón.
Se sentía atropellado por las palabras de Milo que a pesar de no haber dicho todo, era obvio su trasfondo... le estaba reclamando su acercamiento con Hades, le reclamaba su intento de empezar algo nuevo... comenzar sin él ¿Con qué moral le reclamaba?
- Milo eres un imbécil - susurró sin ser capaz de levantar la voz por completo y dándole la espalda para irse.
- Camus ven - la voz de Milo era un ultimátum
Y como otra conducta aprendida los pies de Camus se detuvieron a medio paso y giro para ver la cruda y rencorosa mirada de Milo. Su relación, esos 6 años de los que se estaba vanagloriando Milo estaban llenos de momentos como ese, una discusión de un Milo sin fundamento siendo rudo, siendo injusto - Camus ven aquí - No era una amable petición de brazos abiertos, era más una muestra de superioridad ante un Camus que veces anteriores volvía sobre sus pasos con la cabeza gacha a seguir escuchando los reclamos de Milo.
Esta vez era diferente, y demostrando su renovada fortaleza le dio la espalda en nueva cuenta para volver a la fiesta, se oía aplausos, el brindis había comenzado.
Milo pateo algo invisible ante aquella faceta de Camus, odiando a Hades, odiando a Saga, sintiendo compasión de sus 6 años de relación olvidada en menos de 6 meses. Sabía que no podía reclamar directamente a Camus por las palabras de Hades, estaba enojado, más que furioso pero no era tonto, si sacaba a la luz todo eso, iba a terminar por arruinarlo todo.

Escucho que la música de fondo paraba y se hacía silencio en la sala, cuando llegó al salón todos estaban de pie con copas de champán en la mano, al medio del salón ornamentado en flores blancas estaban los novios
Frente a frente, se miraban enamorados y felices, nadie estaba más sonriente que ellos en ese instante. Shura tenía la palabra y agradecía a todos por estar ahí en un día que llamó "celestial" al más estilo romántico q sólo Aioria podía sacar de él.
- Salud! - dijeron todos y bebieron un poco, Camus había caminado hasta alcanzar una copa de los garzones que rondaban el salón.
- Shura esto es para ti
Tomando por sorpresa a todos, incluyendo al feliz esposo, el León Dorado hizo una seña al encargado de la música y empezó una melodía en particular, un suave piano... Shura conmovido supo lo que venía, era su canción.
Era su canción, con la que en medio de rosas y crema de pastel de chocolate se habían besado por primera vez.
A veces los sueños son
un mar de preguntas que no sé responder
Me pierdo una y otra vez
y no encuentro salidas a mi alrededor
pero este amor tan real cósmico universal
que yo siento por ti
me acelera y me enamora me lleva hacia ti
contigo solo quiero vivir
Y a veces creo que soy feliz como soy
mi fuerza eres tú
y no hay nadie que me entregue más amor
más calor y más luz
Mi fuerza eres tú
y a tu lado solo quiero estar
A veces sin miedos voy
y otras me escondo sin saber dónde ir
me enredo una y otra vez
mil noches en vela y sin respiración
pero este amor tan real cósmico universal
que yo siento por ti
me acelera y me enamora... de ti
contigo solo quiero vivir…


La voz de Aioria no era la mejor dotada, pero para las suaves palabras enamoradas era miel para Shura, todos ahí lo entendían, que para el amor entre ellos ese momento era mágico.
Su voz terminó la última letra de forma pausada y el salón estalló en aplausos y la pareja recién casada se dio otro beso en medio de una lluvia de pétalos de rosas.
Camus sentía toda la alegría que se respiraba con facilidad entre esas paredes, era como si hubiera burbujas rosas flotando a su alrededor pero aún con todo eso tocándolo de cerca no estaba feliz, no podía ni sonreír... es más... Quería salir corriendo y llorar en su Templo.
¿Por qué Milo era la punta de la lanza? Que lo atravesaba y llenaba la cabeza de flaqueza, antes de percatarse del todo vaciaba a su garganta de un sólo trago la copa de champagne. No sabía cómo acabaría la fiesta pero esperaba que antes logré salir de su pozo mental y no acabar en el fondo.
- Camus ¿Por qué estas tan atrás? Te imaginaba en primera fila, es sabido que Shura es tu mejor amigo.
Radamanthis estaba a su lado, vestía ropa elegante con una camisa en color vino tinto, de alguna manera resaltaba el brillo de sus ojos, Camus no supo que contestar, era la segunda vez que se daba la oportunidad de hablar con el de Wyrem. La primera había sido también ese día, antes que la ceremonia comenzará el Juez se había acercado a Shura y él con una peculiar botella de color marrón. Dijo que notaba al novio nervioso y estresado, les dio a ambos un pequeño sorbo de la bebida carmín que contenía, era demasiado dulce y raspaba la garganta. En otras circunstancias no hubiera aceptado pero Shura estaba como Radamanthis lo describía, y entre ellos había cierta confianza. Minutos después sea por eso o la simple felicidad Shura estaba mejor.

- Estaba arreglando algunos detalles para este momento - explicó, mientras la música se reanudaba pero era una melodía romántica y de entonación marcada, Shura y Aioria empezaban su primer baile como esposos.
- Perdona por ser directo Camus pero esta oportunidad... bueno ¿A cuantas bodas he ido este año?
- Cierto, ahora que lo dices es la primera vez que estamos así reunidos tus compañeros y los míos - los mencionados continuaban de pie formando entre todos un círculo en el que la pareja ejecutaba sus pasos de vals. Entre ellos la misma Athena y Hades.
- Lo que te decía - continuo Radamanthis - ¿Vienes en una cita Camus?
Miraba las expresiones enamoradas y absortas de sus amigos, queriendo contagiarse de la alegría que significaba para ellos estar casados. Él también quería un esposo... para mirar así y más importante ser mirado así y la pregunta de Radamanthis detuvo sus pensamientos como cuando alguien detiene el cd.
- No para nada - contestó rápidamente - seria inútil tener una cita, hay cosas que tengo que hacer.
- Bueno, eso tiene un lado bueno para mi - Radamanthis continuo con la atención de Camus - Sólo quería saber si quieres bailar conmigo en algún momento de la fiesta. Cuando estés desocupado de tu labor de buen amigo.
Se rio de si mismo sin pensar bien qué podía contestar, Radamanthis sin embargo estaba ahí esperando una respuesta. Camus armo algún pensamiento coherente materializado en una frase hecha.
- No lo sé, puede que si - respondió arreglándose un mechón de cabello y encontrando sus pies para salir de ahí - Nos vemos después, iré a la cocina.
Al momento que lo decía se sintió observado y por reflejo miró de nuevo hacía la pareja que terminaba de bailar, en medio de un beso y más pétalos de rosas se encontró con la mirada púrpura de Hades, tan expresivo lo encontró que Camus juro que esos ojos le sonrieron el fugaz encuentro.
- Nos vemos después.
Radamanthis lo vio irse rumbo a la cocina, pensando en la negativa a medias que había recibido. La noche no había hecho más que comenzar.
Rumbo a la cocina, dejó que sus pies caminen solos mientras intentaba percatarse sobre la petición de Radamanthis ¿Bailar? Casi tuvo que taparse la boca para no reír ¡ Él no sabía bailar ni medio paso! Entre todas las cosas que imagino posibles el día de la boda de sus amigos esa era impensable, que el juez del inframundo le invite a bailar y claro también su desmayo. Cuando estaba por olvidarlo vino un recordatorio implacable.
- ¿Camus como estás? - era Saga - Me contaron que sufriste un desmayo. Kanon amaneció casi intoxicado, fue imposible para mi estar presente en la ceremonia...
- Saga, gracias por preocuparte. Estoy bien ¡Incluso lo había olvidado! Estaba camino a la cocina para recordar a los meseros que no sirvan los bocaditos de almendras en la mesa de Aioria.
- Claro... ¿Qué te dijo Radamanthis? Vi que hablabas con él.
Camus no se había detenido hasta ese momento donde fue imposible no detectar el tono de voz impreso en la última pregunta, Saga no había dicho nada malo, incluso era una pregunta válida, pero su tono estaba cargado de celos. Camus parpadeo marcado, sintiendo cansancio de tener que pensar en que situaciones le traerían problemas de celos o habladurías que no iban al caso. Como por ejemplo su supuesto amorío con Hades que Kanon y él habían sonsacado a medio Santuario.
- ¿Por qué? Vas a decir que Radamanthis también me pretende...
Saga, actuando llevado por sus dominante forma de ser, no calculó que la respuesta sería esa, más bien un reclamo con bases sustentables, no podía negar que se había imaginado que Hades y Camus ya estaban en medio de un amorío y que sólo había sido usado por el Caballero de Acuario para superar su escandalosa ruptura. Y despechado como se sentía imagino y despilfarro palabras para desahogarse sin censurar a su hermano que provocó que medio Santuario pronto sepa su propia versión de los hechos.
- No, pero... Espera Camus
Al ver que tartamudearía una respuesta pensó que lo mejor seria seguir con su labor de esa noche. Si Aioria llegaba a probar algo con almendras nunca se lo perdonaría, ni él ni Shura.
- No conoces a Hades, ¡Eso es lo que pasa!
Ese grito que logró escuchar, sólo lo molesto más. ¡Saga también podía ser imbécil!



Continura…

 

Notas finales:

Espero les guste, subo el siguinte prkmto que va por la mitad

Dejen cometarios por fa eso me anima mucho


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