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Te Amo y Por Eso Tienes el Poder Para Destruirme por Arwen Diosa

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Notas del capitulo:

Lo siento tanto, se q me pase y no tengo perdon

Aqui la continuacion de este desahogo q es as una eoria superada

i vida a cabiado tanto para bien

tuve q aprovechar este encierro para obligar a i feliz esposo q repare i coputador

el teclado apenas da, pero me las arreglo

Si contunuan cin esta historia los amare tanto

 

Te Amo y Por Eso Tienes el Poder Para Destruirme,

 Pero Confió en que No Lo Harás…

 

Capitulo 9: Un Laberinto a sus Pies.

La velada empezó con algodón de dulce y una conversación amena, la forma de pensar de Hades provocaba que Camus lleve su mente por caminos fuera de su zona de confort. Podían ir desde una acalorada charla sobre la historia de los dioses del Olimpo, hasta una plática sobre banalidades del futbol. Todos en el Santuario sabían de su ruptura con Milo y el melodrama que se desató tras un desenlace tan inesperado, era una verdadera bocanada de aire fresco que Hades ignore todo aquello, no conocía al Camus enamorado y la faceta menoscabada del desamor que Milo había exhibido, así que al ignorar toda la historia no era un tema de conversación… como solía serlo con Shura, Saga y con cualquiera del Santuario que se le acercara y con la pregunta de “- Cómo estas”, era obvio que todos conocían de su relación con Milo y la escandalosa ruptura. Pero con Hades, no interesaba Milo, sus conversaciones iban lejos de sus sentimientos, de su corazón… tomando rumbos frescos y relajantes.

Paseando sin ningún rumbo llegaron al lugar recomendado por el de cabello acuamarin, pidiendo las costillitas de cerdo que tanto le gustaban y Hades pidió un plato de pasta con salsa boloñesa. Mientras lo veía comer, a Camus le venía a la mente que Hades era tan normal como cualquiera de sus compañeros y el titulo de “dios” no les separaba de compartir una agradable cena y buena compañía. La invitación de ir a la única sala de cine que había en el pueblito estaba abierta a la posibilidad pero Camus prefirió declinar bajo el argumento de estar cansado pero su razonamiento interno le decía que era mucho para una primera salida…

¿Habría una segunda? No lo estaba considerando todavía pero congeniaban con Hades, le agradaba la idea de hacerlo un amigo cercano algún día.

Al llegar a la entrada del Santuario uno de los Espectros de Hades lo esperaba asistido de una lúgubre carroza como trasporte. Al Espectro lo reconoció como Radamanthis, vestía de civil como el resto de los demás y llevaba una capa en las manos que la pasó enseguida a Hades.

La fija mirada de color dorado del Espectro de Wyren se posó enseguida sobre la anatomía de Camus mientras Hades se colocaba la capa oscura, esa mirada dorada lo puso más nervioso de lo que se sintió en toda su velada con el dios.

El lenguaje corporal de Hades le indicó que quería abrazarlo a modo de despedida pero, al parecer la presencia de uno de sus soldados le impedía demostrar tales afectos, Hades se limitó a inclinar la cabeza y regalarle una sonrisa antes de darle la espalda y subir a la carroza que lo esperaba a unos pasos.

- Buenas noches Camus de Acuario - se despidió Radamanthis con el mismo brillo en los ojos.

- Bunas noches - respondió, luego vio a ambos hombres subir a la lúgubre carroza negra que los corceles del mismo color jalaron a través de los cielos.

No estando seguro de volver a ver algo parecido, Camus se quedó de pie viendo como la carroza se alejaba por el cielo nocturno perdiéndose entre las nubes.

- ¡Eso sí que es pomposo! - La voz de Kanon rompió el silencio que apenas se formaba a su alrededor. Ascendía la escalinata que antes ocupada él con Hades.

- Hola Kanon…

- ¿Era Hades? - Camus afirmó - Si que sabe hacer una salida… - empezaron su ascenso por los Templos, como siempre primero Aries - Dime Camus ¿Estabas en una cita con Hades?

El aludido apretó los labios pero no se sorprendió por la interrogativa, esperaba que tarde o temprano sea quien sea, alguien le haría esa pregunta y el rumor correría rápidamente entre sus compañeros como si fuera un chisme caliente.

- Si tú saldrías con Máscara de Muerte ¿Seria una cita?

- ¡Puaj! - Kanon hizo una mueca de asco - Claro que no, es mi amigo.

- Me pasa lo mismo con Hades - respondió Camus - Solo busco su amistad.

Esperaba que con eso sea suficiente para calmar los ánimos de aquellos que pretendían distorsionar la situación y hablar de más… no quería que haya rumores de que tenía  un amorío con Hades.

- Mmmm - Kanon no se veía nada convencido con aquella respuesta - Hades tiene una reputación que le precede, se dice que él no busca amistad tan lejos de su propio reino.

- Entonces dices que si viene desde su Castillo hasta el Santuario es sólo para tener un amorío conmigo… ¡Claro, sino porqué otra razón alguien quisiera hablarme! - su sarcasmo era notorio.

Kanon levantó ambas cejas.

- Claro que no viene solo por eso Camus, pero no importa… bueno, me alegra que al menos tú te estés divirtiendo - se refería a Milo.

Kanon tenía intenciones de entrarse por las habitaciones de Géminis que cruzaban ese instante, pero por la rápida respuesta de Camus se quedó quieto.

- Se que estas molesto porque decidí salir con alguien que no es Milo.

- Si… y tampoco es Saga - agregó Kanon rápidamente.

- Pero estoy intentando vivir mi vida - replicó el de cabello acuamarin con los puños apretados - Y por primera vez no voy a detenerme por cómo pueda afectarle a Milo… ¡Y Saga no tiene nada que ver en esto!

- No tendría que ver si tu lo quisieras… pero permites que Saga tenga un papel en esta estúpida forma que estás viviendo tu vida - Kanon también elevó la voz, casi tan fuerte como lo había hecho Camus hace un momento.

Se sostuvieron la mirada, tan fijo que la tensión entre ambos se sintió en sus cosmos.

- No estoy haciendo nada malo - dijo Camus entre dientes aun sin entender porque estaba dando explicaciones de su actuar - No tiene nada de malo que quiera hacer amistades. Y lo siento si crees que deba elegir entre Milo o Saga, pero no pretendo tener un compromiso con nadie… solo quiero vivir… vivir libremente.

Kanon cerró los ojos y con eso acumuló la rabia que había brotado de su cuerpo. No podía culpar a Camus, no… pero no pudo evitarlo al verlo tan sonriente y contento cuando él, día antes estaba prestando su hombro para el sufrimiento de Milo y luego para la tristeza de Saga.

- Es lo que dije desde un principio, me alegra que al menos tú te estés divirtiendo.

Sin más, Kanon se perdió entre las columnas de su propio Templo para luego adentrarse en alguna de las habitaciones.          

Con los puños apretados y paso presuroso Camus llegó hasta su propio Templo. En toda su velada con Hades, no pasaba para nada por su mente el nombre de Milo y no quería pensar en Milo, pero no dejaba de rondar las palabras de Kanon, ¿Qué pensaría Milo de esas salidas? Camus reconoció que temía que Milo interpretara esas salidas como “citas”… que esté buscando rápidamente alguien con quien ocupar el lugar que él ostentaba… no deseaba que Milo creyera eso… que pensara mal de él. Pero si Milo empezaba a pensar así, no podía hacer nada para evitarlo, porque las palabras de Milo ya no tenían que dirigir sus decisiones ni el curso de su vida. No iba a dejar de salir sólo para evitar las malas lenguas y falsos rumores…

También estaba Saga…

Entre las cuatro paredes de su habitación, rodeado de las cosas que conocía, de sus propios pensamientos… se sintió atrapado.

Saga… lo había besado.

Milo… no dejaba de profesar su amor.  

Hades…

No quería pensar en Hades bajo intenciones serias, todo estaría tranquilo en esa área si el dios no se declaraba.

Se apoyó en la baranda de la ventana de su habitación que daba hacia el cielo nocturno, las cortinas de seda amatista se elevaban con la brisa suave acompasando sus caóticos pensamientos.

Dio un largo suspiro llegando a la conclusión de que había terminado con Milo por miles de razones y entre ellas era que quería hallar paz y bajo ese ritmo de alertas emocionales que estaba recibiendo de Milo, también de Saga y luego con Hades no sentía paz… en definitiva no estaba cómodo con su situación, no quería que todo sea tan complicado.

¿Por qué tenía que complicarse? Milo con tantas promesas de arreglarlo todo, si no estuviera tan herido se le antojaba créele y continuar su historia juntos, aquella que soñaba despierto que podía ser real, ahora era una opción…

¿Por qué Saga lo había besado? Eran los únicos labios que probó aparte de los de Milo y había pasado horas intentando descifrar el significado de ese beso… el significado para los latidos que se volvieron compungidos de su corazón.

Cerró los ojos para sentir la brisa fresca sobre su rostro y reprimir el resto de sus sentidos, esperar que con eso sus pensamientos se apaguen, se enfríen y así desaparezcan.

- ¿Camus?

Bajo el marco de la puerta estaba Milo.

- Perdona Camus, entre sin avisar… bueno, de hecho avise y por eso entré, no saliste a la puerta y me preocupé.

- No te oí, disculpa.  ¿Qué pasó?

- Me llegó esto - dijo Milo con una pequeña sonrisa y agitando un pequeño papel ornamentado - Me imagino que estarás de padrino.

- ¡La invitación a la boda de Shura y Aioria! - se emocionó Camus tomando de la mano de Milo el papel de color crema y bordes dorados - ¡Están bonitas las invitaciones!

- ¿No las conocías?

- Shura no me la dio aun - dijo Camus imaginando que quizá Shura lo había buscado esa tarde pero él salió con Hades.

- Es la próxima semana y la semana siguiente a la boda será la fiesta del cumpleaños de Saori, tendremos días agitados aquí.

- Si, será para sacarnos de la rutina - Camus también le devolvió la sonrisa - Escuché que tu misión terminó.

- Sólo tenemos que volver una vez más a la Isla y terminará - Milo se alzó de hombros - No extrañaré tanto ir - Admitió.

- Mi trabajo en los Archivos también termina, así que pronto estaremos en la rutina otra vez con los entrenamientos matutinos.

- ¡Nooo! - Milo se adentró con confianza a la habitación y se dejó caer sobre un mullido sofá que descansaba cerca de la ventana donde estaba antes Camus - Mas bien hay estas dos fiestas, sino…

- Será divertido - Camus desdobló el papelito para ver cada detalle de la invitación - ¡Shura es tan romántico!

- ¿Lo dices por el poema? - Camus afirmó moviendo la cabeza - “Cómo el mismo sol que resplandece al amanecer, así iluminas mi vida que te entrego…” - parafraseó Milo de memoria la retórica de Shura.

Camus se abstrajo del rostro de Milo cuándo repetía esas palabras, se sentó sobre la cama asumiendo que sus pensamientos antes de ser interrumpido eran ciertos, no estaba en paz… y la opción de volver con Milo le taladraba cada vez más la mente, pero sólo porque quería creerle ¿Qué pasaría si volvían y Milo le fallaba de todas formas? Se negaba a sufrir de nuevo… de nuevo por él.

- Estaba pensando… - Milo abordó el tema sin cambiar de lugar, estaba cómodo como tiempo antes sentado sobre el mullido sillón que lo solía acoger y Camus relajado sentado frente a él, sobre la cama - Si tal vez querías que vayamos juntos a la boda, digo, se están casando nuestros mejores amigos.

Camus se mordió el labio bajando la mirada y rompiendo el contacto visual con Milo.

- Sinceramente no creo que en la fiesta de Shura y Aioria tenga tiempo para divertirme, estaré ocupado desde antes con los últimos preparativos y ese día hay que hacer muchas cosas…

- Si, - reconoció Milo - Aioria mencionó que necesitará algo de ayuda.

- Ambos cuentan conmigo - dijo Camus - es por eso que para esa noche  no estaré libre. Sería inútil ir con alguien…

Milo afirmó moviendo la cabeza.

- Entiendo, entonces si necesitas ayuda házmelo saber ¿Okay? - Milo se puso de pie y Camus lo imitó - Aioria me pidió algunas cosas pero nada que no se pueda hacer, solo avísame si necesitas ayuda.

- Gracias Milo, lo hare.

Milo se fue sin decir más y Camus lo vio alejarse. Esta había sido una de sus interacciones mas inofensivas, lo había invitado a ir a la boda de sus amigos pero aun rechazándolo había mantenido la calma, no hubo llanto, ni reclamos y menos insistencia. Se parecía más al Milo que lo había enamorado y menos al que lo había dañado tanto.

Con el viento nocturno en su rostro y un prolongado suspiro siguió a Milo con la mirada hasta que la distancia hizo su silueta pequeña…

“Volver con Milo”

La idea de estar entre los brazos griegos de nuevo era tan ansiada que le asustaba a sobremanera… “volver” significaba “confiar”, confiar en sus promesas y todo lo que le decía… y no confiaba, más bien temía caer en una especie de trampa que lo devolviera al pasado y tan pronto Milo lo tuviera en sus brazos el pasado se repita sobre su corazón. Estaba seguro que Milo no mentía, no pretendía engañarlo con todas las promesas de cambiar que le hacía, sólo que no sabía cuánto tiempo duraría ese cambio.

 

 

- ¡Olvídalo! Yo me largo.

Una puerta azotada y pronto Aioria salió del Templo de Capricornio, Camus se quedó quieto como los pilares que lo flanqueaban al ver al acalorado caballero de Leo bajar rápidamente la escalinata. Inmediatamente la puerta que antes fuera cerrada con fuerza, Shura la abrió para seguir a Aioria, pero lo vio lejos de su alcance.

- ¡Maldición! - dijo entre dientes.

Camus que no había sido visto por ninguno de los dos carraspeó la garganta para llamar la atención de Shura.

- Camus… lo siento, no te vi.

- ¿Qué pasó? ¿Problemas en el paraíso? - Como respuesta Shura se sostuvo la frente con pesadez - Bien, traje vino y queso - Camus agitó  la bolsa que tenía en la manos.

Subieron al techo de su Templo, casi en completo silencio, guardando sus cavilaciones para el momento que el vino los acompañe. Se sirvieron dos copas y ambos la acabaron de un sorbo, se sirvieron de nuevo.

- ¿Me dirás que sucedió?

- Aioria sobre reaccionó - dijo Shura, Camus levantó una ceja - Yo me hice cargo sobre el banquete de la boda, hoy le mostré el menú que encargue al servicio de banquetes y la mayor parte de los bocaditos tiene almendras…

- ¿Y eso es un problema porqué…?

- Aioria es alérgico a las almendras - Shura vació su copa dentro su garganta - Le dije que cambiaría la orden pero eso tendría un cargo extra y no estamos nadando en dinero exactamente…

- No te preocupes Shura, podemos arreglarlo. Si el problema son el tipo de bocaditos, podemos hacer los que le gustan a Aioria sin cancelar la orden… ¿Tal vez Albóndigas, tartaletas…?

- No - Shura se sirvió mas vino - Le propuse esa opción y se enojó más. No es que Aioria quiera algún bocadito en especifico, sino que olvide su alergia… hice un pedido para nuestra boda sin considerar a Aioria en el proceso. Y sobre reaccionó porque me dijo que era un “egoísta maniático insensible” porque olvide su alergia.         

- Están a unos días de casarse - dijo Camus - No deberías estar aquí… sino en su Templo, convenciéndolo que no volverás a olvidar nada que lo involucre.

- Me disculpé y no funcionó.

- Eso no importa… muchas veces lo único que deseaba era ser seguido, aun cuando estaba muy enojado y salía… miraba para atrás y quería ver a Milo - Camus se rió de sí mismo - Se que mi relación no es un ejemplo pero era lo que deseaba en esos momentos…

- Milo nunca lo hizo ¿Verdad?

- ¿Seguirme? No…

- Tienes razón, debo ir a buscarle.

Ambos se pusieron de pie, terminando el vino de sus copas antes de bajar del techo del Templo de Capricornio.

- Camus, perdona… se que también querías vaciar un poco tu mente…

- No te preocupes, luego te contare cómo me ha estado yendo. Suerte.

- Gracias, te buscare en Acuario después.

Sin más Shura bajó rápidamente en dirección al Templo de Leo, dejando a Camus de pie bajo el marco de la puerta.   

       

   

Bostezó abiertamente para luego dejar caer su cabeza sobre la mesa que ocupaba durante su trabajo en los Archivos. El sol entraba con fuerza a través de los ventanales y eso lo adormilaba más que otras días, tal vez sería porque no había logrado conciliar el sueño. Primero esperando a Shura, pero el que no volviera era una buena señal ¿No? Seguramente se había quedado a pasar la noche en Leo. Luego no había podido conciliar el sueño pensando en su discusión con Kanon.

¿Qué tanto sabia Kanon sobre su lo sucedido con Saga? Y más importante que eso… ¿Qué estaba diciendo con exactitud Saga?

- Camus de Acuario si te sientes mal ve a tu Templo a descansar - Era la inconfundible voz de Shion. Camus arrugó la frente antes de levantar la cabeza de la superficie de la mesa.

- Lo siento Patria… - se quedó mudo al ver que no sólo Shion estaba mirándolo, estaban Saga y Hades también.

Inmediatamente se puso de pie con algo de torpeza.

- Señor Hades - saludo con un movimiento de cabeza.

- Prosigamos - dijo Shion guiando a Hades por alguno de los pasillos de los Archivos.

- Nos vemos luego Camus - dijo Hades guiñándole un ojo, el de cabello acuamarin le sonrió, gesto que no pasó desapercibido por Saga.

Volvió a su sitio una vez que perdió al dios de su vista y se propuso retomar su trabajo de elaborar el resumen del libro que tenía sobre la mesa. Tan absorto estaba en las figuras que el sol proyectaba de su cabello sobre el papel que no se percató de las fuertes pisadas que hacia Saga al acercarse a su escritorio, sólo lo vio cuando con una especia de golpe puso ambas manos sobre el libro que tenia Camus en su delante.

Camus brincó del susto.

- ¿Qué pasa Saga?

- ¿Qué hay entre Hades y tú?

Cerró el libro que lo ocupaba con la misma fuerza que imprimió Saga y se puso de pie para encararlo.

- ¿Qué tipo de pregunta es esa Saga? - respondió entre dientes. Apreciaba a Saga y valoraba el tipo de apoyo que le brindaba pero no consentía que fuera a interrogarlo en esa forma y menos con ese tono.

- ¿Qué tipo? Pues una pregunta - respondió Saga sujetando a Camus del brazo - Te dije mis sentimientos y sé que necesitas tiempo para comenzar una nueva relación… sólo por esa única razón es que no te presiono, porque es muy pronto de tu ruptura con Milo. Pero no creas que estaré ahí si decides jugar con mis sentimientos.

Camus se hizo soltar y le dio la espalda a Saga, saliendo rápidamente de los Archivos. Sabiendo que sería seguido a las afueras y lejos de los oídos de Shion y Hades que podían estar cerca.

- ¿Quién te has creído Saga? Realmente eso no me importa - dijo rápidamente evitando que Saga conteste - ¿Quién has creído que soy yo? Desde el día que decidiste besarme no hemos hablado, y me reclamas sobre Hades…

- Te reclamo porque sé que saliste con él.

- ¡Sí! Salí, y puedo hacerlo porque no tengo compromiso con nadie y a nadie le debo explicaciones…

- ¿Eso es lo que piensas? Después de que te dije mis sentimientos…

- No sé qué es lo que estas pensando, o lo que creas que pasó, pero ese beso fue sin mi consentimiento y no correspondí.

- Te dije lo que siento por ti Camus…

- Me dijiste muchas cosas, entre ellas que sabias que volvería con Milo - respondió Camus decidido a no continuar escuchando a Saga y ponerle un fin a toda esa situación - ¿Qué estabas pensando? ¿Qué porque me dijiste lo que sentías y me robaste un beso yo ya era “algo” exclusivo para ti?  ¿Que no podía salir con nadie? ¿Qué era tuyo?

- Pensé que yo significaba mas para ti que un simple coqueteo - Saga suspiró y se sostuvo la frente - Es mi culpa… por creer que eras diferente.

Saga se disponía a irse pero Camus se negó a que eso quedara así.

- No me harás sentir culpable - le dijo sujetándolo de la ropa  y encarándolo de nuevo - ¿Qué piensas que pasó entre Hades y yo? - Saga apretó los labios pero no respondió - ¿Crees que también me besó?

- Su reputación lo precede… ¿Sabes qué su romance con Shun de Andrómeda es la razón por la que los de Bronce no vendrán al cumpleaños de Atena?

- ¿Tuvo un romance con Shun?

- ¿Por qué no averiguas del sujeto antes de abrir las…? - se detuvo a tiempo antes de decir una estupidez, aun así Camus supo lo que quería decir y Saga recibió un golpe con la mano abierta sobre una de sus mejillas.

Con el corazón acelerado y la mente ofuscada empujo a Saga para hacerse paso y volver a entrar a los Archivos, se olvido del protocolo y azotó la puerta tras él.

Para bien o para mal Hades estaba ahí. De pie y con un libro entre las manos.

- Lo siento - le dijo por el bullicio ocasionado y se fue por un costado lejos del dios. 

Paz… quería paz… y porque una simple salida donde no había ni rozado a Hades se estaba volviendo su más fatídica conducta. El día anterior Kanon con sus reproches y ahora Saga… ¿Por qué estaba discutiendo con Saga? No eran nada… por mucho que lo había besado…

- ¿Un día difícil?

Hades estaba detrás de él, Camus había caminado hasta el rincón más profundo de los Archivos y esperar que sus emociones se tranquilicen antes de toparse con alguien de nuevo. Suspiro con lentitud y giró para encarar a Hades.

- Sólo un poco.

- Disculpa si ayer nos alargamos en nuestro paseo.

- No es eso…

- No te lo dije ayer, pero me divertí mucho.

- Si, yo también.     

- Camus, disculpa si te provoque discusiones con Saga ¿Son novios? No fue intención mía escuchar pero estaba cerca a la puerta y sus voces traspasaban las paredes.

Caminaron algunos pasos para ocupar unos asientos cercanos.

- No somos novios. Y por eso mismo fue la discusión, sus reclamos estaban fuera de lugar. También dice que si estas saliendo conmigo es para meterte en mis pantalones, sólo eso.

Camus no estaba aseguro de compartir tan abiertamente lo que Saga estaba diciendo, más que todo por si existiría algún tipo de represalias por ser un dios del que se estaba hablando, pero Camus estaba tan molesto que encaró sin pelos en la lengua a Hades también para medir su reacción.

La mirada de Hades se puso tan turbia que Camus sintió más frió del que había experimentado en toda su vida de Caballero, y no solo su mirada se oscureció, fue el total de su Cosmos.

- Seguramente a Saga le gustas, es la única explicación.

- No tiene derecho de decir algo como eso - refutó Camus - No salí de una relación que me limitaba para meterme en otra.

- ¿Tu relación con Milo era abusiva? - Hades abrió grande los ojos.

Camus se agarró la cara masajeándose el tabique.

- Algún día hablaremos de eso, hoy no. Lo siento, debo continuar con mi trabajo.

Se puso de pie y Hades sólo le hizo un gesto con la cabeza antes que Camus se pierda entre los estantes y vuelva a su sitio a pretender que leía el libro que tenía delante. Sin embargo, tenía un laberinto en la mente y parecía que cada vez él era más pequeño y la situación muy grande.              

   Continuará…

              

     

        

     

                     

       

 

Notas finales:

Actualizo rapidito lo proeto

dejen mesajitos de apoyo para esta escritora q desempolva su historia


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