-no cierres los ojos, por favor no los cierres…por favor, no te vayas Kiyoshi…
Su cuerpo cada vez comenzaba a perder esa cálida temperatura que poseía, su rostro comenzaba a tomar un tono más pálido, algo que nunca había visto en el rostro de Kiyoshi, en ese momento Hanamiya quiso volver a ver esa estúpida sonrisa en ese estúpido rostro.
-Kiyoshi…-susurro Hanamiya mientras se aferraba más al cuerpo de su ex compañero, no lo quería soltar, sentía que si lo dejaba no lo podría volver a recuperar nunca.
‘‘Las ruedas de la fortuna, en ese momento se detuvieron para ambos chicos. ’’
CAPITULO II: ‘‘NO TE VAYAS’’
El sonido de las sirenas parecía sonar a lo lejos en la oscuridad de la ciudad, Hanamiya solo quería en ese momento aferrarse al cuerpo de su compañero y no soltarle, pensar que lo que estaba pasando solo era un sueño, si…tal vez un simple sueño del que despierte ahora, o mejor dicho una pesadilla.
-¡atrás!-de repente fue jalado por un hombre de cabellos negros, regresándolo a la cruel realidad; la ambulancia ya había llegado, con rapidez aquellas personas vieron el estado en el que se encontraba Kiyoshi, lo pusieron con mucho cuidado en la camilla, Hanamiya fue puesto hacia un lado del cuerpo mientras subían a Kiyoshi.- ¿eres algún conocido del paciente?-pero Hanamiya aún no podía reaccionar-¿eres familiar?
-…si-había logrado decir saliendo así de su estado de expectación.
-tienes que acompañarnos.
-…si.
Aun algo asustado por lo que había ocurrido, Hanamiya había subido a la ambulancia junto con Kiyoshi, su cuerpo aun con restos de sangre en su rostro ya no reflejaban aquella sonrisa que le gustaba, solo había un rostro neutro, vacío.
-el… ¿se va a recuperar?-logro preguntar a las personas que lo estaban atendiendo en la ambulancia.
-aun no lo sabemos, pero debes tener fe para que todo salga bien.
-por favor…-susurro-…por favor recupérate.-junto sus manos tratando de rezar a un ser omnipotente, esta era la primera vez que le rezaba a alguien para el bien de otra persona, esta era la primera y deseaba con todo su corazón que esta no fuera la última vez que viera el rostro de Kiyoshi.
La estación cambia su color… una y otra vez
Este sentimiento no se marchitara. Como una flor.
Si esto es un sueño no me importa… mientras sea agradable…
(Jyojyoushi-L’arc~en~ciel)
Antes de que se diera cuenta, la ambulancia ya había llegado al hospital, los enfermeros bajaron la camilla y Hanamiya fue corriendo a su lado a ver dónde llevaban a Kiyoshi, el solo no se quería apartar de su lado, pero una molesta enfermera lo detuvo.
-por favor espere.
-¡suélteme! ¡Tengo que ir con el!
-joven, tiene que esperar aquí.
-yo…
-por favor tranquilizase, su amigo va a estar bien, por favor tiene que acompañarme y llenar unos papeles, ¿sabe usted sobre los familiares del paciente? ¿Los puede llamar?
-yo…lo intentare-ante sus ojos pudo ver como la camilla desaparecía por una inmensa puerta, la enfermera lo dejo solo por un rato y el solo llamo a una persona, la única que podía hacer contacto con los familiares de Kiyoshi, por que el…no tenía cara para poder enfrentarlos.
-halo!!!
-Reo…
-Hana chan! Que sorpresa que me llames, quería verte ya te extrañaba, dime ¿Cuándo tienes tiempo para las viejas amistades como yo? Tenemos que ponernos al día con todo cariño…
-ven…
-… ¿Qué paso?-Reo, aunque no viera la cara de Hanamiya, podía sentir en su tono de voz que algo muy grande había pasado.
-ven al hospital, Kiyoshi sufrió un accidente y no sé qué hacer…por favor ven, llama a sus abuelos o a las personas que sean necesarias…solo ven aquí…
-no llores cariño, ya estoy saliendo para allá, ¿en qué hospital están?
-en el hospital Hoshimitsu…
-ok, espérame.
La llamada se cortó y Hanamiya se sentó en una de las bancas que estaban en los pasillos de aquel hospital, podía ver como varios doctores y enfermeras salían corriendo y como otras personas similares a Kiyoshi venían entrando en las camillas, pero nadie se acercaba a el a hablarle del estado de su amigo. Después de 20 minutos pudo ver como Reo venia corriendo a donde el se encontraba sentado.
-¡Hana!
-oh Reo…-Hanamiya se lanzó a los brazos de su amigo, Reo se quedó sorprendido al sentir ese cuerpo pequeño; este Hanamiya no se parecía en nada al que conocía, este era tan frágil y tembloroso, pequeño como un niño asustado, con toda la cara cansada y la ropa con manchas de sangre…este Hanamiya era muy diferente al otro que era fuerte y hasta agresivo.
Hanamiya, por primera vez en su vida se mostraba débil ante los demás.
-cariño…tranquilízate, todo va a estar bien…-el pelinegro más alto comenzó a acariciar la cabeza del tal conocido bad boy para tratar de tranquilizar a su amigo.
-es mi culpa…por mi culpa paso esto.-susurro Hanamiya sobre el pecho de Reo.
-shhh…-trato de tranquilizarlo-tranquilo cariño y dime que paso, ¿Cómo ocurrió todo?
Hanamiya se quedó en silencio, trataba de recordar cómo es que había ocurrido todo, pero su mente estaba en blanco y lo único que podía recordar era el cuerpo de Kiyoshi siendo golpeado por aquel auto.
-no lo sé…no puedo recordar nada.
-ya llame a los abuelos de Kiyoshi.
-¿cuándo van a venir?...no quiero que me vean.
-ellos no pueden venir, están de viaje y no llegaran hasta dentro de tres días, pero sus amigos vendrán pronto.
Aquellos jóvenes una vez más se quedaron en silencio, sentados a esperar la respuesta del doctor que atendía a Kiyoshi. Luego de unos diez minutos comenzaron a aparecer los chicos de Seirin, el capitán del equipo al ver a Hanamiya fue corriendo hacia el y una vez que lo tuvo frente suyo lo golpeo en la cara.
-¡bastardo! ¿Qué le hiciste a Teppei?-la ira del capitán de Seirin se podía reflejar en sus ojos.
-¡Hyuuga!-lo agarraron dos chicos para que no vuelva a golpear a Hanamiya.
-¡dime que hiciste! Ya sabía que lo odiabas, pero nunca creí que lo intentarías matar.
-¡Junpei!-se acercó Reo a Hyuuga, esto fue un accidente, Hana chan no tiene nada que ver.
-si algo malo le pasa…si algo muy malo le pasa, me la pagaras.
Hanamiya solo se tocó el rostro donde había caído el golpe, ese chico de Seirin tenía razón de estar enfadado, así que por primera vez en su vida no dijo nada y se volvió a sentar en aquella banca a esperar alguna respuesta del médico.
-Hana chan… ¿estás bien?
-…si-trato de hablar el pelinegro.
-deberías irte a casa, ve a dormir y cámbiate de ropa.
-no, me quedare hasta tener una respuesta del doctor.
-estás cansado, lo veo en tus ojos cariño.
-estoy bien…
Sin darse cuenta, el amanecer ya había llegado. Algunos de los chicos de Seirin se habían quedado dormidos en las bancas, apoyándose entre si, dándose fuerza para que todo salga bien para Kiyoshi Teppei.
-familiares de Kiyoshi Teppei!-llamo un doctor saliendo de una enorme puerta.
-si.-el primero en levantarse fue Hanamiya yendo hacia el doctor.
-¿usted es familiar del joven?
-si, dígame doctor ¿Cómo esta Kiyoshi?
-ah…la verdad es que cuando lo trajeron estaba en un mal estado, tenía una lesión en la cabeza y a demás presentaba una lesión en una de sus piernas, en medio de la operación sufrió un para cardiaco, pero lo solucionamos. A parte de eso, no tiene ningún otro problema el paciente.
-¿Cuándo lo podemos ver?-el medico al levantar la vista vio que estaba rodeado de varios jóvenes, todos expectantes a la respuesta del médico.
-el paciente sigue inconsciente, pero cuando despierte pueden pasar a verlo.-dicho esto, el medico se retiró a atender a otros pacientes.
-vez Hana chan, todo salió bien-la mano de Reo se posó sobre el hombro de Hanamiya frotando así la espalda de este, dándole apoyo a su amigo.
-ah…que bien.-Hanamiya lanzo un largo suspiro, estaba feliz que la operación hecha a Kiyoshi saliera bien, el medico lo había dicho; sin embargo podía sentir como su corazón golpeaba fuertemente por querer ver a Kiyoshi.
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Algunos de los chicos de Seirin se habían ido a sus casa a cambiarse la ropa, otros aún se quedaron a esperar que el castaño despertarse y entre ellos estaban la entrenadora del equipo y Hyuuga el capitán.
-parientes de Kiyoshi Teppei!-grito una enfermera y los jóvenes que quedaban se acercaron a ella-el paciente ya despertó, pueden pasar a verlo, pero solo dos personas.
-¡yo iré!-Hanamiya se había ofrecido sin que nadie se lo pidiera.
-no es necesario que entres, ya has causado suficiente daño ¿no crees?
-no me importa tu opinión cuatro ojos, voy a entrar.
-yo también-fue la respuesta de Hyuuga.
Ambos chicos caminaron al lado de la enfermera y entraron a la habitación, era blanco y hasta cierto punto hasta fría. Cuando cerraron la puerta vieron que sobre la cama estaba Kiyoshi, semi sentado mirando a la nada.
-Kiyoshi…-fueron las palabras que dijo Hanamiya acercándose hacia su lado, prácticamente arrodillándose-…que bueno que estés bien.
-nos tuviste preocupados tonto-contesto Hyuuga con unas lágrimas asomándose en sus ojos.
-lo siento…pero ¿Quiénes son ustedes?
Entre las congeladas hojas de los árboles
el destino profundamente pasa
inútilmente manteniendo una esperanza
quemándose dentro del remolino de la tormenta
ah, la luz que me desmaya
ah, un grito de mi corazón abatido
Tan dolorosamente te amo
este brazo, este corazón
más allá de la tierra, más allá de mi corazón
para el único que es preciado ¿es para mi?
(Fate-L’arc~en~ciel)