Llegó la mañana y Dipper ya estaba despierto, Bill estaba en la cocina mientras él se quedó en la cama pensando en la noche anterior y la alarma que sintió en su mente, como si un detalle importante se le estuviera olvidando. Cuando finalmente se dio cuenta de lo que era se sentó en la cama con dificultad y se golpeó en la frente con la palma de la mano.
- Idiota – se dijo a sí mismo, ese detalle que olvidó es que tiene un vientre, pudo haber quedado embarazado y aun asi ignoró las señales
Con pereza se levantó de la cama y salió rumbo a las escaleras, se daría un baño para despejar su mente, agradecía que las chicas tuvieran el sueño pesado ya que cuando nadie lo veía le gustaba cantar en la bañera
PENSÉ QUE ME ESTABA VOLVIENDO LOCO
SIMPLENETE TENIENDO UNO DE ESOS DÍAS, SI
NO SUPE QUE HACER
ENTONCES, AHÍ ESTABAS TÚ.
Y TODO PASO DE INCORRECTO A CORRECTO
Y LAS ESTRELLAS SALIERNON Y LLENARON EL CIELO
LA MUSICA QUE ESTABAS TOCANDO REALMENTE VOLÓ MI MENTE
FUE AMOR A PRIMERA VISTA
Comenzó a llenar la bañera y sin poder evitarlo ya estaba cantando la primer canción que se le pasó por la cabeza.
PORQUE, CARIÑO, CUANDO TE ESCUCHÉ
POR LA PRIMERAVEZ, SUPE,
QUE ESTABAMOS DESTINADOS A SER COMO UNO
Dipper comenzó a sacarse la ropa para meterse bajo el agua sin saber que su espectáculo había atraído a un grupo de curiosas. Detrás de la puerta tres chicas, completamente sonrojadas en este momento, aunque una no tanto, escuchaban detrás de la puerta sin ser detectadas
ESTABA CANSADO DE QUEDARME SIN SUERTE
PENSANDO EN RENDIRME, SI
NO SABÍA QUÉ HACER
ENTONCES, AHÍ ESTABAS TÚ
Y TODO PASO DE INCORRECTO A CORRECTO
Y LAS ESTRELLAS SALIERNON Y LLENARON EL CIELO
LA MUSICA QUE ESTABAS TOCANDO REALMENTE VOLÓ MI MENTE
FUE AMOR A PRIMERA VISTA
Dipper jugaba con la espuma mientras cantaba y usaba la barra de jabón como micrófono
- ¿Qué tanto están haciendo ahí? – Bill notó que nadie bajaba y creyendo que encontraría a las chicas tiradas en el suelo con espuma en la boca subió, no se lo perdería por nada.
- Cállate y mira – Mabel se hizo a un lado para dejarle espacio al demonio quien en ese momento deseaba tener una cámara para poder filmar a su pino en la bañera, el audio era opcional
PORQUE, CARIÑO, CUANDO TE ESCUCHÉ
POR LA PRIMERAVEZ, SUPE,
QUE ESTABAMOS DESTINADOS A SER COMO UNO
Y TODO PASO DE INCORRECTO A CORRECTO
Y LAS ESTRELLAS SALIERNON Y LLENARON EL CIELO
LA MUSICA QUE ESTABAS TOCANDO REALMENTE VOLÓ MI MENTE
FUE AMOR A PRIMERA VISTA
- Qué raro, hoy todo está muy tranquilo – se dijo a si mismo Dipper en la bañera en voz alta – no puedo creer lo que ese bobo hizo anoche – de seguro no tenía la más mínima idea de que estaba siendo observado, de lo contrario jamás tendría el valor de hablar de eso, menos en voz alta – aunque supongo que yo también tengo algo de culpa, después de todo es mi cuerpo, yo debería saber cuándo detenerme – esa fue la señal para Bill de que debía de sacar a las niñas de ahí antes de que quedaran trastornadas el resto de su vida, o al menos más de lo que ya estaban, si era posible. Por su parte las chicas notaron el nerviosismo y olieron su miedo, por lo que decidieron escuchar hasta el final – la peor parte es que ni siquiera es la primera vez que nos descuidamos, aunque antes no sabíamos que algo así podría pasar
En ese momento no solo tres infancias fueron enviadas al olvido, sino que también Bill estaba a punto de salir corriendo del lugar al notar como las chicas lo miraban de forma acusadora, queriendo llegar hasta lo más profundo de su interior para sacarle la verdad, o las entrañas, lo que encontraran primero. Justo en el momento en el que iba a escapar sintió cómo era sujetado por la espalda y al ver hacia atrás vio a Zero con el rostro pintado, sus ganas de escapar eran más fuertes que su deseo de reírse de él pero el demonio menor no cedía.
- ¿cómo será tener un bebé? – finalmente Dipper soltó la pregunta que todos querían y temían escuchar, la carga sobre Bill era cada vez más pesada – una cosa es ser madre adolescente, ¿pero madre pre adolescente? Eso sin contar de que mami tendría el mismo género que papi, tal vez eso se le parecería extraño ¿te parecería extraño? – dijo colocando sus manos sobre su vientre, una escena que para las chicas era algo adorable y para Bill significaba otro clavo en su ataúd - ¿qué estoy haciendo? Ni siquiera puedo asegurar que hay algo ahí dentro ¿estás ahí o no? Te lo advierto, si sales sólo te encontrarás con puros locos, empezando por tu papá – golpe para Bill – es un triángulo flotante homicida neurótico con complejo de dios que siempre hace lo que se le da la gana – cada palabra de Dipper era como ser arroyado por un tren – aunque, también es la persona, creo que le puedo llamar así, de la que me enamoré, asi que probablemente yo sea el más loco de todos aquí – los espías ya derramaban lágrimas detrás de la puerta, haciendo el menor ruido posible salieron de ahí y bajaron a la cocina.
Dipper se sumergió bajo el agua como si nada y luego salió del baño para ir a buscar ropa a su habitación sin jamás enterarse de que estaba siendo espiado en la bañera. Abajo en la cocina los niños y Bill vieron al tío Ford temblando mientras tomaba una taza de café, tal vez se desveló otra vez mientras investigaba sucesos paranormales, o tal vez es hora de que duerma en una cama real, no en el sofá.
- Te vez horrible tío Ford – dijo Mabel mientras se sentaba a su lado.
- Más de lo normal – agregó Bill caminando hasta el refrigerador, al sentir la voz del demonio Ford dio un salto en su silla.
La noche anterior Stanford salió de su laboratorio en busca de una taza de café, su investigación acerca de la falla iba bien y pensaba dedicarle un poso más de tiempo. Subió a la tienda en medio de la noche asegurándose de que todos, y con eso se refería al ‘’trío del terror’’, estuvieran dormidos, entró a la casa sin hacer mucho ruido cuando sintió lo que en ese momento interpretó como un grito salir del cuarto de Bill, se acercó un poco más, la puerta estaba semi abierta y cuando vio lo que pasaba ahí dentro deseó enormemente jamás haberse acercado.
- GRANDICIMO IDIOTA – gritó al fin retomando el control de sus sentidos - ¿tienes alguna idea de lo que hiciste?
- Emmmmm….. ¿waffles? - respondió sin la mínima idea de lo que pasaba – si no los quieres sólo di que no, además no quiero cocinar para ti
- Sabes bien que no hablo de eso torpe transdimencional – gritó furioso
- ¿ahora por qué están peleando? – y justo en el momento menos indicado Dipper bajó las escaleras – Bill – mirando acusadoramente a su novio - ¿qué hiciste ahora?
- ¿yo? Nada, sólo preparaba el desayuno ya que al parecer aquí no hay un adulto responsable – patada para Ford – y de repente seis dedos comenzó a gritar – ahora Dipper miraba a su tío pero el hombre mayor no era capaz de ver al niño a los ojos
- Sólo no destruyan la casa – finalmente Dipper se sentó y todos parecían extrañamente callados, demasiado tranquilos - ¿pasa algo?
- Nada – respondieron todos al mismo tiempo
Un desayuno tranquilo en una pacífica mañana en un día soleado, Dipper sospechaba, seguro una tormenta se avecinaba. Las chicas jugaban con su comida y el tío Ford le dedicaba miradas de odio a Bill, aunque eso no era novedad, pero Bill en lugar de devolverle la mirada parecía un poco distraído, incluso asustado.
- ¿cómo te encuentras Dipper? – Candy fue la valiente que rompió el silencio
- Algo mareado, creo que me quedé mucho en la bañera – y todos ahí se pusieron más nerviosos – lo siento, pero no voy a comer nada, la comida me da nauseas
- Muy bien, lo mejor es que no te fuerces – Bill trataba de sonar calmado, más que nada para que el pino no se alterara
- Bill ¿me das helado? – antojos, mala señal
- No creo que tengamos helado – Bill tenía un mal presentimiento
- PUES BÚSCALO – cambios de humor, eso era malo – lo siento, no me encuentro muy bien, no quería gritar de esa manera
- Dios esto está mal – murmuró el demonio menor viendo como Dipper comenzaba a llorar
- Tranquilo, todo esta bien – Bill lo consolaba dándole un abrazo y acariciando su cabeza – todos tenemos un mal día, no dejes que eso te derrumbe – Dipper correspondió al abrazo mientras los presentes miraban las reacciones del chico - ¿por qué no subes a vestirte y te llevo por ese helado?
- No hace falta – respondió sentado en su regazo – sólo quédate aquí conmigo
- Descuida, no me voy a ir a ninguna parte – miró a los demás y les hizo una señal para que los dejaran solos – me quedaré a tu lado todo el tiempo del mundo
- Hay….algo…que quiero decirte – Dipper estaba asustado y lloraba sin control – pero… tengo miedo…
- ¿de qué? No me temes a mí y soy un demonio, no hay nada a lo que le debas temer – ya Bill sabía lo que se avecinaba, pero no se echaría para atrás, nunca lo hizo, nunca lo hará, y menos si se trataba de su amado pino – dime lo que debas decir, no te presionaré, no tienes que contarme si no quieres
- Desearía que no fueras tan comprensivo, eso asusta más – por fin, la primer sonrisa de Dipper en lo que va de la mañana – yo…creo…creo….creo que….podría….estar em…. Embarazado – dijo por fin escondiendo su cabeza en el pecho de Bill
- ¿eso era todo? Qué alivio, por un momento creí que romperías conmigo o algo así
- ¿entonces no te importa? – preguntó mirándolo a los ojos y Bill aprovechó la oportunidad para besarlo
- Tengo que admitirlo, te escuché en el baño – Dipper se sonrojó y luego se enojó y lo golpeó en el estomago a lo que Bill sólo respondió con una risa – claro que al principio me asustó, pero si lo piensas eso le da más sentido a las cosas, esos extraños mareos, tus cambios de humor, pero después de pensarlo mucho me di cuenta que tener un bebé tuyo sería lo mejor que me podía pasar
- Estás loco – dijo cerrando sus ojos recostado sobre Bill – supongo que yo lo estoy más
Dipper se volvió a quedar dormido mientras Bill acariciaba su vientre, todas sus acciones fueron vistas de principio a fin por las chicas y Stanford, Zero por su parte tenía otros planes.
- ¿hay alguien ahí? – dijo el demonio acariciando el vientre de su niño – más te vale que sí, ya me hice a la idea – las chicas vomitaban arcoíris, los otros dos sólo vomitaban – un niño o niña, si eres niña por favor no salgas como tu tía o sus amigas, o tu abuela, por favor no te parezcas a tu abuela – Mabel sintió que la insultaban pero se aguantó las ganas de golpear al demonio – tu mami es un niño impulsivo y a veces inseguro, asi que tendrás que tener mucha paciencia, pero con el tiempo te acostumbras.
Los demás regresaron a la cocina mientras Bill seguía perdido en su mundo donde era el súper papá, nadie se molestó en reanimarlo, sólo se sentaron en la mesa y terminaron su desayuno, y uno de ellos reía internamente porque sabía lo que estaba por pasar.
- Niño, deja de reírte como psicópata, vas a traumar a alguien – Stanford lo sacó de su mundo, ese niño asustaba
- ¿a ellas? Imposible – respondió de forma sarcástica
- Dudo que eso sea humanamente posible, me refería a mí
El cielo se nubló de repente y comenzaron a caer relámpagos, el ambiente se sintió más pesado y luego se escuchó un fuerte estruendo frente a la casa. La puerta principal fue abierta de un golpe y un fuerte viento comenzó a soplar.
- Bill – la voz de una mujer se comenzó a escuchar - BILL – ahora estaba gritando, Bill salió de su mundo de ilusiones al reconocer la voz
- Mocoso maldito – dijo mirando a su hermano que reía como demente
- ¿Qué hiciste ahora? – le preguntó Mabel un poco asustada
- Mamá está aquí – respondió sonriente, Bill y Ford se escondieron bajo la mesa con Dipper que seguía dormido ajeno a la situación
Los pasos de unos tacones hacían eco en la sala y luego pararon en la cocina, frente a las niñas aparecieron dos mujeres, una de cabello rosa con capa de piel y otra muy enojada de cabello negro y ojos dorados.
- ¿niñas? – dijo la confundida pelinegra al ver a Mabel, Candy y Greta – Zero, ¿por qué tu rostro parece un libro de colorear? – el demonio menor no tuvo suerte al limpiarse, las monstruosas niñas usaron marcador permanente – mejor me lo explicas más tarde, ahora quiero hablar con Bill
- Claro ‘’hablar’’ – dijo su acompañante
- Ahora no Artemisa, sólo díganme dónde está
- Bajo la mesa – respondió Mabel
- Pagarás por esto estrella fugaz – se quejó Bill delatando su posición – oh no
- Por todos los cielos, ¿por qué abriste la boca? – gritó seis dedos furioso
- ¿Stanford?
- Hola Cereza – finalmente salieron de su escondite para enfrentar como hombres su destino
- ¿alguien quiere helado? Conozco una heladería lejos de aquí – las niñas y Zero salieron de la cocina y Artemisa tomó a Dipper en brazos para seguirlas dejando solos a los otros tres.