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Sentimientos a Flote por LiNiS02

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Notas del capitulo:

Hola a todas las personas que leen este fic. Aquí estoy de regreso; este capítulo estaba casi listo desde hace más de un mes pero por cuestiones un tanto personales y de salud he estado alejada de la pc para escribir.

En fin mil mil gracias por leerme y por su comentarios, me alegra saber que este fanfic a tenido buena aceptación.

Espero que lo sigan disfrutando, tanto como yo amo imaginar y crear situaciones.

Capítulo 5: Entre el Cariño de Familia y el Amor que Siento por Ti

La mañana ha llegado y aunque he intentado descansar no es tan sencillo. No cuando tengo al santuario pendiente de cada uno de mis movimientos.

—Estaré bien Aioria, no te preocupes —le miento a mi hermano mientras cruza la puerta; enseguida aparece mi amigo Saga y me limito a suspirar.

r13;Buenos días, ¿Cómo te sientes?r13; pregunta antes de sentarse en la silla, justo a mi lado.

r13;Mejor de lo que había imaginado r13;digo intentando sentarme, pero el dolor en mi cuello y hombro me hacen retorcerme de dolor.

r13;Deja te ayudo r13; dice acomodando las almohadas.

r13;Gracias r13; cierro mis ojos y me dejo caer sobre las suaves almohadas.

r13;Bueno... al menos sobreviviste — comenta con una sonrisa.

—Esto no tiene nada de divertido.

—Ya lo sé — negó con su cabeza —, sólo me interesa saber si… ¿vas a decirme que te llevó a permitir que sucediera semejante desgracia?

Entre abro mis ojos y suspiro r13;¿a qué te refieres? ¿Cómo es eso de que permití que esto sucediera? ¿Viniste a molestar Saga?

r13;Aioros, te conozco, somos amigos r13;señala mirándome a los ojosr13;. Tú no eres muy partidario de ese tipo de peleas; si te soy franco no esperaba que terminaras incitando a Shura para que te atacara de ese modo.

r13;¿Qué yo que? r13;frunzo mi entrecejo confundido.

r13;¿Qué no lo notaste? Entre Milo, Aioria y tú se encargaron de incitar y provocar a Shura, así que ¡Es tu culpa que esto pasara! Y eres muy afortunando, la verdad que pensé que no ibas a sobrevivir, el ataque no fue cualquiera.

Bajo mi mirada r13;sólo quería animarlo, nosotros nunca habíamos entrenado juntos, siempre terminaba juntándose con otro o simplemente se iba.

r13;¿Y qué esperabas?r13; se cruza de brazos —Yo te lo dije, Shura tiene problemas con su pasado y no ha olvidado lo que pasó, es normal que no deseara enfrentarse a ti.

r13;El pasado no es ninguna excusa, yo hablé con él y todo quedó en el olvido r13;aseguro recordando los eventos de los días pasados.

—¿Estás seguro?

—Claro que sí, somos amigos —dijo no tan convencido, siendo sincero no esperaba que algo así pasara, estaba molesto y de alguna forma esperaba liberar un poco de estrés por medio del entrenamiento, pero al ver que Shura parecía no hacerlo enserio lo provoqué. Yo no estaba jugando, por fin tenía una oportunidad para luchar contra él y no deseaba que fuera algo sin importancia.

La expresión de Saga cambia por completo y sus ojos se fijan en la ventana, quise preguntarle pero en ese momento sentí como dos cosmos comenzaban a elevarse y como una de mis pesadillas parecía estarse volviendo realidad.

—No puedo creerlo — niega con su cabeza y luego me mira —lo sientes, ¿verdad?

—No me digas que se trata de ello Saga…

—¿Una guerra de mil días?—levanta su ceja.

—¡Es imposible! Ellos no…

—¿Y por qué no?— sus ojos buscan los míos con afán.

—Es lo último que quiero, Aioria no puede pelear con Shura, yo… —intento levantarme pero el dolor me lo impide —¡Aaaahhh! ¡Basta Saga! ¡Por favor no los dejes pelear!

—A lo mejor y eso les hace falta.

—¡Cállate! No deseo que ellos peleen, no deseo que se odien.

—¿Y por qué no? Sabes Aioros siempre he tenido esta duda y quisiera que me la aclararas… Aioria es tu hermano y entiendo que lo ames, pero… ¿qué me dices de Shura? De entre todos los dorados es claro que siempre le tuviste mucho aprecio y cariño, era especial para ti, ¿no es cierto?

Ante las palabras de mi amigo abro mis ojos preocupado por lo que estaba pasando —no sé de qué hablas —desvío mi mirada y aprieto la frazada—. Pero si de verdad me aprecias deberías ir y detenerlos.

—¡No! —exclama y se cruza de brazos —, anda Aioros habla.

—¿Qué esperas que te diga?— frunzo mi entrecejo e intento tranquilizarme inútilmente —. Debo ir Saga —digo intentando levantarme aunque el dolor se intensifica.

—Deja de ser necio y quédate ahí.

*****

—¡Angelo! ¡Angelo espera!— exclama Afrodita intentando detener a su pareja.

—¡No me llames así! ¡Déjame en paz!

Finalmente el pez logra detenerlo estrellándolo contra un muro.

—No voy a hablar con Shura, es más ya ni amigos somos —asegura con seriedad— ahora debo irme.

—¡Ah! Ahora dices eso… me parece bien, porque un amigo no actúa de la forma tan tonta como lo estás haciendo —el tono que usa no cualquiera, de hecho Afrodita mira a DM con profunda molestia.

—¡No te involucres en esto!

—Te equivocas… me involucro por tratarse de quienes se tratan. No creo que deba decir lo que tú significas para mí — la mirada del santo de la doceava casa cambia —. Si tuviste el descaro de decir que eras el mejor amigo de Shura, pues deberías saber que en este momento nos necesita ¡Angelo reacciona! Entre todos los que le fallamos a Athena, ambos sabemos que es él quien más ha luchado por dejar todo atrás y hacer las cosas bien. Por favor, si de verdad estimas y quieres a Shura regresa — de los ojos de Afrodita brotan algunas lágrimas.

DeathMask levanta su mirada al sentir un estruendo —¿Qué clase de estupidez es esta? —pregunta apretando sus puños.

—¡Angelo! Regresemos… ¡Por favor!

—¿Se van a matar? — frunce su entrecejo.

—Deja de hablar y ¡vamos!

*****

—¿¡Qué estas esperando!?— pregunto al ver a mi amigo cruzado de brazos mirando por la ventana ¿Quieres que se maten acaso?

—¿Ah?¡Primero habla tú!

—¡No tengo nada de qué hablar!— aseguro levantando la voz.

—¿Quieres que vaya y los detenga? Entonces habla de una buena vez, no se supone que somos amigos— sus ojos se fijan en los míos

Lo miró por escasos segundos antes de bajar mi mirada y quedarme pensando, ¿qué se supone que espera le diga? Si bien es cierto que Shura es alguien especial para mí no significa nada… o quizás…

......

Como se habrán dado cuenta ya han ido llegando los santos que formarán parte de la orden dorada — habla Shion mirándonos a Saga y a mí —hoy llega Shura quien será el caballero de Capricornio, yo les avisaré para que estén pendiente de su arribo.

Como usted diga — hablo antes de que ambos nos levantáramos. Yo debía ir a Rodorio por un encargo así que sin más me despido y salgo de la sala del patriarca, en ese momento veo a Milo y a Aioria correr muy alegres, eso me hace sonreír, me da tranquilidad que mi hermano sea aceptado y tenga amigos. Aunque muchas veces termine metido en problemas, no importa es propio de su edad.

Paso casi que por un lado de ellos, los pequeños se acercan a Camus, el caballero recién llegado de Francia y comienzan a burlarse por su acento. Yo sólo suspiro y no me detengo, no puedo estar las 24 horas pendiente de lo que hace mi hermano, ni puedo estarlo salvando de los problemas en los que suele meterse. Si Aioria quiere ser un verdadero caballero dorado debe saber enfrentarse a la vida.

......

Me hubiese gustado pensar así siempre, aun así fui blando y permisivo con él, salvándolo de los castigos que su ilustrísima le imponía cada vez que influenciado por Milo, por Deatn Mask o Afrodita terminaba haciendo maldades. Ciertamente estaba cansado, Aioria parecía no saber decir que no, por lo que muchas veces terminaba molestando Shaka o a Camus, este último sin pensar tan siquiera en las consecuencias que eso le traía lo congelaba y ponía fin a las burlas y jugarretas.

Quizás fue por eso que al conocer a Shura las cosas cambiaron radicalmente, yo no odiaba a Milo, bueno en realidad no odiaba a ninguno de los jóvenes caballeros, al ser casi su niñera, tuve la oportunidad de convivir con todos, conociendo su cosas buenas y sus cosas no tan buenas…

......

Subía a Sagitario; recuerdo que hacía unos días en el Santuario estaban todos sus caballeros, así que el ambiente se sentía raro. Por fin éramos un familia o al menos una unidad; apenas nos estábamos conociendo pero no parecía ser algo difícil de llevar.

¡Excalibur! — escuché la voz de quien se suponía era mi vecino, sin pensarlo aceleré el paso pues seguido del grito hubo un fuerte estruendo.

¿Estás bien? — pregunté mientras me acercaba a la escena.

El pequeño bajó su mano y me miró con cierto temor — ¡oh! lo siento — bajó su mirada.

Al verlo no pude evitar sonreír—¿entrenas?

El santo de capricornio afirmó con su cabeza levemente—lo intento pero…

Eso está bien — caminé hasta él y despeluqué su pelo —, tu técnica se ve interesante y poderosa.

¡Ah! No es para tanto, aún le falta filo a mi excalibur— señaló desanimado mirando su mano.

Bueno no es algo que no se pueda arreglar con algo de práctica — me senté en un montón de piedras y lo miré señalando con mi mano el espacio a mi lado.

El nuevo caballero era algo tímido y reservado, no había podido hablar con él debido a unos asuntos que me había encomendado su ilustrísima, estos días le había tocado a Saga encargarse de las cosas del Santuario y sus habitantes.

DeathMask me mostró el coliseo pero no he ido a entrenar allí — dijo mientras se sentaba y dirigía su mirada al paisaje.

¿Así que ya tienes amigos?

Shura se encogió de hombros mirándome —pues sólo he hablado con Afrodita y con DeathMask porque son de mi edad, el resto apenas y los saludo.

Ya tendrás la oportunidad de hablar con los demás —mi mirada se fija en el pequeño que viene subiendo. Ante la expresión en su rostro ruedo mis ojos y suspiro.

¡Hermano! — exclama antes de comenzar a sollozar.

¿Hermano?— los ojos de Shura se abren y me miran confundido. Ese torpe de Saga ya imagino la manera en que habrá presentado a toda la orden, que omitió tan obvio detalle.

Milo me pegó… — habló el pequeño león. Esto era algo de nunca acabar —y todo porque lo arrastré por el suelo mientras le jalaba el pelo —confesó.

Aioria… — me sobé la sien —¿pensé que ya habíamos hablado de eso?

Pero…

¡No! Ya basta de tus peleas, además ¿no te da pena? — dirijo mi mirada hacia el español que nos miraba entre sorprendido y confundido.

El pequeño santo de leo apretó sus puños y se dio la vuelta para comenzar a correr así su templo.

Lo siento…

El joven santo de la décima casa comenzó a reír contagiándome al poco tiempo.

No sabía que se golpeaban y todo, los había escuchado discutir pero hasta ahí —comentó en medio de risas —. No sé cómo no lo noté antes, se parece mucho a ti, es lógico que sean familia.

......

Desde ese momento quizás comencé a acercarme a Shura, me agradaba su forma de ser, aunque él como otros dorados también hacía travesuras, era más tranquilo y su personalidad me simpatizaba mucho; antes de notarlo me había encariñado con él. Con el paso del tiempo no era sólo de mi hermano de quien estaba pendiente, Shura era otro miembro de la familia o al menos así lo veía yo y él no parecía molestarse, sobre todo cuando comencé a hacerlo parte de los planes familiares, que no eran otros que salir a Rodorio con mis "dos hermanos" a comer algún dulce o llevarlo por la plaza del pueblo, algo tan básico pero tan agradable.

Sabía que Aioria y Shura no eran los más cercanos pero puse todo mi empeño en lograr algún tipo de cercanía entre ambos. Debido a que era el mayor había momentos en los que me era imposible estar, así que esperaba que algo bueno surgiera de todo esto. Sobre todo porque sabía que era uno de los sucesores del patriarca y eso significaba dejar a mi hermano solo. En los momentos de ocio o descanso me dediqué a entrenarlos, haciendo sentir a Shura parte de la familia; deseaba que mi pequeño leoncito viera en él a un hermano, alguien en quien confiar ciegamente.

Suspiro con pesadez ante mis recuerdos. Si existía alguien que supiera parte de la historia era Saga y aprovechando la circunstancia y al ser descubierto, usó a Shura para que se deshiciera de mí. Jamás odié a Saga pero me dolía lo que había hecho. Enfrentarme a Shura en aquella oportunidad ha sido de las cosas más tristes que experimenté. Niego con mi cabeza, ante tan desagradable recuerdo —.No pelees Aioria, no con Shura…—es mi pensamiento al sentir el choque de sus cosmos.

—¿Nada te hace hablar Aioros? ¿O es que te cuesta aceptar que lo que sientes por Shura no es cariño común, no es el cariño de un amigo, ni de un hermano, sino de una pareja? —pregunta de forma pretenciosa. Odio que use ese tono y que diga disparates, intentando sacar verdades.

—No sé qué estás diciendo, pero si de verdad te interesa mi salud, ¡detén esa maldita pelea Saga! —aprieto su brazo y le dedico una mirada suplicante.

......

¿Qué puede ser tan grave?

¡Ya te dije! Camus se la pasa con Shura todo el tiempo —reprochó el de escorpio golpeando la mesa —¡es tan injusto! — me detengo al escuchar tales palabras — tan desagradable… ¡Esa hielera es una traicionera!

Puedes ser amigos, unos muy cercanos ¿no? No te precipites y no sigas imaginando cosas— intenta animarlo mi hermano.

Camus sufrió más con la muerte de Shura en Asgard que con la mía.

Sin poder evitarlo esas palabras me hacen sentir incómodo, desde que revivimos no he tenido la oportunidad de acercarme a Shura, siempre está rodeado por sus amigos, inclusive Camus está allí. Antes de la última pelea en Asgard tuve la oportunidad de hablar con Saga y arreglar nuestros problemas o por lo menos los más graves, pero no pasó nada con Shura y ahora está este detalle.

No deseando escuchar nada más, ingreso a leo sorprendiendo a los dos caballeros quienes al verme dejan de hablar.

......

Hay muchas cosas que me hacen pensar en lo que significa Shura para mí, pero quizás yo he querido ignorar al ver su fría y distante actitud.

......

La cena esta rica —comenta Aldebaran mientras sirve otro plato de comida, todos hablan muy animados. Yo desde mi sillón miraba el plato sin las mayores ganas de probar la comida, antes de notarlo siento los ojos penetrantes de él, de mi vecino puestos en mí, intentó sonreírle pero él cambia su expresión por una seria y bebe un poco de lo que sea que haya en el vaso, seguido de eso, puedo notar como Saga le hace ojos y este sólo sonríe y comienza a charlar con mi hermano, dejándome a mí con la incógnita de un compartimiento que comienzo a ver que repite cada que estamos reunidos.

......

—¿Qué es Shura de Capricornio para mí? — pienso mientras entrecierro mis ojos, intentando entender lo que me pasa.

......

Después de Asgard yo hablé con Shura y las cosas ente ambos andan de maravilla, no te molesta, ¿verdad? — los ojos de mi hermano se fijan en mi como buscando la aprobación de su ¿amistad?

Me parece perfecto — le sonrío.

Sí, de echo me invitó a su templo y beberemos… sangría creo que así se llama — se encogió de hombros —, siento que es una buena persona y merece una oportunidad.

Aprovechando que le doy la espalda mi expresión se endurece, si fuera otra época estaría más que feliz, pero comienza a aburrirme que Aioria y Shura pasen tanto tiempo juntos. Estos celos de hermano son mal sanos y no se justifican, además si fuera cierto lo que los soldados e incluso algunos dorados dicen… Si Aoria es feliz con Shura quién soy yo para impedirlo.

......

—Ojalá simplemente hubieran sido sólo celos de hermano— susurró negando con la cabeza.

—¿Qué? —el de géminis lo mira extrañado —¿de qué hablas?

*****

—¿Esperas que alguien muera?—pregunta Shion despelucando su flequillo una vez más.

—Nada va a pasar —se encoge de hombros —, un poco de ejercicios Shion, eso es lo que debieron hacer hace rato.

El patriarca toma una bocanada de aires —¿me pregunto si alguna vez escuchas las estupideces que dices Dohko? — lo mira serio.

—¿Qué esperas que haga?

—Ve al maldito coliseo y detén esa pelea ¡YAAAA! Apresúrate Dohko y has algo bueno por una vez en esta vida — comenta con molestia— ¡SAAGAA! ¡Maldición! ¿Dónde están los buenos para algo? Sal de donde quieras que estés y ve con Dohko — exclama con desespero.

*****

—¡Saga! — Irrumpe Dohko —no hay tiempo ¡vamos ya! O sino los que vamos a morir seremos los dos.

El de géminis suspira —te salvaste esta vez…— se levanta —. Espero que este tiempo solo te ayude a meditar y a darte cuenta de lo evidente — dice antes de mirarme por última vez y salir de la habitación.

—¡Estás loco!—le lanzo una almohada a la puerta sin lograr golpearlo.

Coloco una mano en mi frente sintiéndome mal. Las imágenes del pasado se mezclan con las del presente.

......

Deja de culparte por eso Shura — le pido y coloco una mano sobre su hombro —, se supone que tenemos una nueva vida. Ya no nos quedemos enfrascados en situaciones malas del pasado, ambos estamos vivos y somos amigos, ¿Verdad? ¿Con eso no te basta? r13;pregunto con una sonrisa.

Dirige mis ojos a los míosr13;.Por supuestor13; responde convenciéndome de que era el final de todos los recuerdos malos.

......

Me recuesto en la cama, recordando los comentarios que muchos decían sobre Saga y yo, y lo bien que sería estar juntos. Aun así a diferencia de lo que ellos veían, yo no concebía un relación con él, desde siempre supe que Saga y Kanon mantenían una relación basada más en amor de pareja que un cariño de hermanos, además no lo vi como algo necesario.

Cuando supe que mi hermano a quien realmente quería era a Marín, sentí un gran alivio, creo que hasta me confíe y me dediqué a recuperar lo perdido tras mi muerte, entender cómo era la nueva vida y adaptarme, pero siempre existía la incógnita sobre el porqué Shura me despreciaba…

......

— ¿Acaso aun conservas algún tipo de resentimiento o molestia hacia mí? — fui directo necesitaba saber la verdad,—. Tu actitud me lo demuestra.

— ¡Te digo que no es verdad! — Noto como aprieta su puño molesto, quizás frustrado al ver esta situación — ¡Yo no te odio Aioros! ¡Ya deja de creer eso!— exclamó en un intento por convencerme.

......

—¿Qué sucede contigo Shura? —me sobo la sien intentando entender lo que pasa. Por más que trato de sacarte de mi mente más te instalas en ella haciéndome sentir extraño —No deseo verte mal, no deseo más dolor en el rostro de mi hermano, ni en el tuyo —aguantando el terrible dolor me quito todos los cables a los que estaba conectado. El dolor es impresionante, pero aun así logró ponerme de pie, aunque mis piernas están algo débiles y me duele todo el pecho, el hombro y el cuello.

Siento que me quedo sin fuerza pero me agarro de la baranda de la cama, antes de comenzar a caminar —Aioria es lo único que conservo de mi familia, lo que más quiero en la vida, pero no comparto su actuar… —suspiro y me recargo en la pared dando unos pasos saliendo de la habitación, me siento mareado, adolorido y no sé si la fuerza me dé para llegar hasta el coliseo.

......

Con las piernas recogidas y su rostro escondido en ella lo escucho sollozar—nunca antes me había sentido así…

No te pongas así —acaricio su mejilla —no te sientas mal, lo importante es que reconociste un error, eso te hace una gran persona — le sonrío  no pienses más en eso, mañana habrá tiempo para las disculpas —intento animarlo y me acuesto a su lado. El pequeño se acuesta de mejor forma y me mira.

¿Te quedaras aquí? — se limpia las lágrimas.

Yo afirmo con la cabeza —¿te molesta?

El joven caballero sonríe y se acerca esperando de esta forma dormir —.Gracias por estar siempre Aioros… te quiero…

......

Suspiro y bajo mi mirada, recordando los momentos junto a Shura, incluso los últimos.

......

¿O es que te cuesta aceptar que lo que sientes por Shura no es cariño común, no es el cariño de un amigo, ni de un hermano, sino de una pareja?

......

Mis ojos se cierran y mis puños aprietan mis ropas. Antes de notarlo mis pensamientos eran un completo caos. No quería admitirlo pero lo que estaba sintiendo no era algo simple, lo que me da respuesta algunas dudas que tenía y que no le di importancia que merecía.

Me froté los ojos al sentir que la mirada se me nublaba, ¿Si estuviera enamorado de Shura que debía hacer? Porque si de algo estaba seguro era que amar no era garantía de que la otra persona sintiera lo mismo. Ese pensamiento me desencajó y entristeció.

—Shura… Shura… Shura… — sin notarlo lo empecé a llamar sintiendo que era la única motivación y fuerza para andar así de débil por este frío pasillo.

Al salir del recinto del patriarca sentí unos profundos deseos de llorar, por mucho tiempo guardé sentimientos y creí que hacía bien, ahora al ver en lo que se había convertido todo, me siento culpable. Mi hermano cegado por la ira y la sed de venganza, intentaba acabar con aquel ser que había despertado sentimientos tan lindos y especiales en mí.

......

Mira Aioros… sé que para ti todo es nuevo pero debes ser paciente, pronto te adaptarás y podrás estar tranquilo—comenta Saga pasándome una jarra de cerveza.

Es lo que espero, aunque debo confesar que jamás imaginé estar aquí —tomando la jarra bebí el contenido.

Lo importante es que ninguno de los dorados te odia —señala riendo.

¿Ah no? ¿Qué me dices de Shura?

No debes preocuparte por él — suspiró y desvió la mirada —, es cuestión de tiempo —sonríe no tan convencido —. Si no te habla él, lo puedes hacer tú.

No digo más, me intrigan sus palabras más sin embargo no digo nada. Conozco a Saga y hay veces donde es mejor no ponerle cuidado.

......

Como desearía tener los poderes de Mu para poder teletransportarme hasta el coliseosin saber bien cómo, bajé las escaleras de piscis y ahora voy directo a acuario, me siento tan desesperado y angustiado. Una familia no pelea como ellos lo hacen, por favor Athena ayúdame, dame la suficiente fuerza en mis piernas para llegar hasta el coliseo y evitar un asesinato.

......

Buenos días — saludo a mi vecino mientras subo las escaleras en dirección a la sala del patriarca. Hacía unos días habíamos revivido y bueno todos los santos estaban colaborando con la reconstrucción de sus templos, atribuí su falta de palabra a lo concentrado que se encontraba. Ya habría tiempo para que habláramos. Estaba pensando en invitarlo a cenar, aún recuerdo lo que le gusta comer.

......

Desafortunadamente aquello quedó en palabras como siempre, si Shura no estaba con DeathMask o con Afrodita, estaba con Camus o con mi hermano. Era algo que ahora que lo pienso molestaba, nunca tuve la suficiente valentía de enfrentarlo, yo simplemente dejé pasar todo. Aprieto mi quijada mientras bajo ahora capricornio, sintiendo que mi corazón se encoge. Nunca me involucré en las relaciones de los demás, cada uno pareció terminar con quien se entendía o despertó sus sentimientos de amor.

Me siento el más ignorante en ese sentido ya que al morir estuve alejado de todo, no sé bien como fueron los hechos, sé lo que me han contado pero hasta ahí. Los primeros días en el santuario luego de que Athena nos reviviera fueron difíciles, los caballeros dorados estaban divididos en dos bandos y cada que había reuniones el ambiente era demasiado tenso. Era incomodo porque a la mínima palabra comenzaban a atacarse con comentarios hirientes y despectivo, hacia los que eran considerados los "traidores". Se culpaban los unos a los otros por todo.

Yo intenté mantenerme al margen de todo a pesar de que ocasiones me encontraba con un Milo enfadado y dolido porque las cosas con Camus parecían no solucionarse. De igual forma también tuve que escuchar las discusiones de DeathMask y Afrodita por culpa de las inseguridades y por aquella mujer que parece quiso DeathMask en Asgard; Saga y Kanon discutían a diario, muchas veces tuve que dejar a mi amigo quedar en mi casa y escuchar sus constantes quejas respecto a lo que hacía y no hacia Kanon, pero lo peor de todo era cuando su ilustrísima me enviaba a llevarle mensajes a Mu porque extrañamente Dohko desaparecía, aun sabiendo que ellos bien podían hablar vía cosmos, pero no era lo indicado según parece, él prefería que yo buscara a su discípulo en virgo o en aries y de alguna forma interrumpiera los momentos que Shaka y Mu compartían.

Fue una época difícil, pero hay que reconocer que el invento del patriarca y la señorita Athena para que dejáramos los malos entendidos atrás fue la mejor opción ante la batalla que estaba por explotar. No fue sencillo ya que los caballeros dorados son demasiado tercos, unos más que otros pero al fin y al cabo orgullosos y complicados.

No sé bien cuanto ha pasado desde la primera reunión, pero lo que comenzó como una obligación en la que eran inevitables las discusiones y peleas, fueron volviéndose un espacio para charlar, para interactuar con los demás y sobretodo para limar las asperezas y enterrar el mal pasado de cada uno.

Una pequeña sonrisa aparece en mi rostro pese al insoportable dolor que siento y que me hace perder las fuerzas. Me detengo al llegar al final de las escalinatas que separan Libra de Virgo.

—Apenas voy en la mitad del camino y no creo poder con esto… —cierro mis ojos, la pelea no se detiene y el dolor que siento en mi pecho me hace sentir frustrado y desesperado —Por favor Aioria… — susurro limpiando las lágrimas de mis ojos.

—Para que en tu condición hayas llegado hasta aquí es porque la situación no es tan sencilla… —escucho la voz de Shaka mientras sale de su templo.

Lo miró confundido, no es alguien cercano a mí pero está bien, supongo que mi alterado cosmos lo alertó.

—No sabía que estabas aquí.

—No creo que pase mayor cosa entre ellos, Aioria es algo impulsivo pero no como para matar a alguien —asegura a lo que yo lo volteo a mirar. Shaka debe conocer a mi hermano, después de todo son vecinos y de alguna forma habrán compartido muchas situaciones—. Esto es algo de momento, estas vivo, no tendría mucho sentido que Aioria quiera vengarse de Shura.

—Disculpa mis palabras, pero no me interesa eso, yo de verdad necesito estar allá— paso mi mano por mi rostro con desespero. Es entonces cuando recuerdo que Shaka es uno de los que emplea la técnica de la teletransportación.

El guardián de Virgo niega con su cabeza y sin esperar nada más da la vuelta.

—¡Espera Shaka!

Se detiene—¿Qué sucede?

—Por el amor a Athena te pido que me ayudes a llegar al coliseo —mi tono suena a suplica. Sé que Shaka no es muy sociable y pasa por soberbio pero no creo que me niegue el favor que le pido.

Vacila un par de segundo antes de girarse y con una expresión seria se acerca hasta mí. Ya no puedo mantenerme más en pie. Antes de caer él me sostiene —sólo necesito a alguien que teletransporte o me ayude a bajar tan rápido como sea posible — lo miro sintiendo mi cuerpo temblar.

*****

—¡Plasma relámpago!

No era el primer ataque que le lanzaba, Shura logró esquivarlo apenas, llevaban ya varios minutos peleando, y aunque no estaba ya tan convencido respondía a los ataques con la misma intensidad que su rival.

—¡Viejo Maestro! ¡Saga! — Mu dirige sus ojos a los recién llegados, ambos parecían estar tranquilos.

—¡Dohko!— corre hasta él Afrodita — que bueno que vino, dígame que usted va a detenerlos.

—Pues… —el de libra dirige sus ojos a donde están peleando los dos caballeros— ¿así están las cosas?

Saga suspira y se acerca a los demás para conocer detalles sobre la pelea, todos parecen más entretenidos que preocupados, inclusive se escucha como algunos hasta los animan. Los ojos del santo de géminis se fijan en ambas miradas, la de Aioria revelan una profunda rabia y rencor, mientras que la de Shura parecía estar perdida.

—Esto no se va a quedar así, ¡maldito asesino! —Tomando un poco de aire se alista para lanzar un nuevo ataque — ¡Plasma relámpago!

—¡Trueno atómico!

Los ojos de Aioria se abrieron como platos al escuchar esa voz, su ataque no fue ni esquivado por Shura, sino que por el contrario fue interceptado por el de Aioros.

—Esto no puede…¿¡hermano!?

—¿A-Aioros? —Shura mira al recién llegado, quien le da las gracias a Shaka y baja las gradas.

—¡Hermano! ¿Qué estás haciendo aquí?

El santo de la décima casa mira serio a caballero de leo —¡Ya basta Aioria!

—Pero… tú…

El mayor se ubica en el centro de ambos caballeros y niega con la cabeza, endureciendo su expresión —¡no necesito de ti para solucionar mis problemas! —señala levantando su voz —¡Deja de actuar así!

Los demás caballeros se miran entre sí, sin entender del todo lo que sucede. En lo que ellos recordaban, nunca habían visto ni escuchado al santo de Sagitario de esa manera.

—Pero hermano, ¿es que no ves? Shura casi te mata. Yo… —aprieta sus puños, no esperaba recibir tales palabras —¿es que no entiendes? Es mi oportunidad para vengarme… porque tú no imaginas lo que yo sentí cuando te perdí… la impotencia de no poder hacer nada, escuchar las burlas de otras personas… que te señalaran de traidor, lo mismo que a mi… ¡tú no lo entiendes Aioros! ¡No sabes cuánto esperé por este momento! ¡No interfieras! —el tono de voz de Aioria se iba transformando con el paso de los segundos, se nota desesperado y dolido. Las lágrimas no tardaron en aparecer. Lo que había sucedido con anterioridad entre Aioros y Shura había revivido uno de los momentos más tristes y difíciles de su vida.

—Escúchame…—Aioros aprieta su brazo y hace un gesto de dolor, sintiendo que las fuerza se le iban del cuerpo — hermano… e-escúchame por favor… si de verdad, me amas tanto… —al intensificarse el dolor en su hombro y cuello cierra sus ojos —no pelees… no con S-Shura…—las fuerzas al fin se agotaron haciéndolo caer de rodillas al suelo, mientras su mirada se nubla.

......

Por fin tenía algo de tiempo para compartir con mis niños, hacía un clima muy agradable y luego de correr, de jugar y de reírnos, ahora estábamos sentados en la fuente de la plaza del pueblo.

Gracias por todo esto hermano —el pequeño se aferró con fuerza a mi cuerpo —me siento tan feliz —oculta su cabeza en mi pecho.

No es nada Aioria, sólo quiero verte sonreír— mientras abrazaba a mi pequeño hermano mis ojos se fijaron en los de Shura, el caballero terminaba de comer su helado y me sonreía.

Creo que comparto su opinión… este ha sido un día muy especial —sus ojos y su expresión me llenaban de satisfacción. Luego de haber prologando esta salida por fin tenía tiempo para hacer lo que más me gustaba. Somos un pequeña pero muy bonita familia. De verdad la amo.

Continuará...

Notas finales:

Y bueno creo que no es más por esta vez, espero sus reviews, ya saben estoy abierta a cualquier critica desde que sea constructiva, por favor 0 agresiones.

Mil gracias y hasta la próxima.


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