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Satisfacción. por Ares

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Notas del capitulo:

bueno aqui yo de vuelta con otro capi espero pasen un rato ameno haber que tal. 

Se levantó de la cama, ese pequeño y hermoso capullo aún seguía llorando. Estaba arrepentido de haberle tomado, solo porque afuera esperaban por esa sabana manchada de sangre. Bajo la mirada sumamente avergonzado.

 

---------Horas antes.

 

Oropher estaba ataviado con aquel traje elegante color de plata, unas joyas adornaban sus delicadas y finas trenzas, se sentia extraño. Pero era la primera vez que lucía como un rey, aunque el ropaje era algo ajustado le sentaba muy bien. No acostumbraba el cabello peinado, siempre lo llevaba suelto pero bien acomodado.

 

Daeron había preparado todo para el numero de Oropher, Beleg toco a la puerta estaba triste por Oropher, se le hacía injusto que aun elfo tan noble y dulce como él se le vendiera a los noldor como pago de una alianza.

 

Tenía entendido que Gil Galad, jamás amaba a nadie. Que era un espíritu libre "y a veces libertino" el peor marido para alguien tan educado como su pupilo. Había intentado abogar por él, pero el rey ya había tomado su decisión.

 

--Es hora, aran Thingol. Demanda tu presencia en la sala.

 

Oropher sonrio levemente y salió de la habitación, seguido de Beleg. Se puso nervioso antes de salir por el portal, al salir vio a muchos elfos en la gran sala, todos acomodados al alrededor para presenciar el número. Vio al rey Thingol en el trono, los invitados estaban sentados en la mesa de honor. Los noldor lucían sus galas impecables reconoció a Ecthelion quien estaba parado en la sala. Sonrió a su amado pero este solo le contesto con un saludo formal y tajante.

 

Se entristeció ante aquel gesto, pero después pensó que era algo normal, ya que ambos estaban ante sus reyes. Se coloco en su lugar y vio a su hermano junto al rey Thingol saludo formalmente y ambos tomaron asiento.

 

Ecthelion fue el primero en tocar su melodía, era hermosa. Pero tenía un aire de tremenda tristeza. Oropher contuvo sus lágrimas era como si su amado Ecthelion se estuviera despidiendo de él.

 

Ecthelion miro de soslayo a Oropher, sus ojos verdes como dos luciérnagas nocturnas, estaban acuosos. El capitán sonrió para sus adentros, su melodía había tocado a su Oropher, entonces este no estaba enojado con él. Tenía que encontrar la forma de sacarlo de ahí e irse juntos.

 

Oropher se preparó en silencio, volteo a ver al rey Turgon, era un noldor alto e imponente sus cabellos oscuros contrastaban con el tono de su piel trigueña, su puso que el otro pelinegro también alto y vestido de gala era el sobrino de este. Se parecían mucho, la diferencia era que aquel joven noldor tenía la piel más blanca los ojos de ambos eran azules como zafiros brillantes.

 

El rey Turgon lo observo impaciente, Oropher tomo el arpa y trago saliva la melodía era alegre y dulce. Cuando Oropher estaba a mitad de la canción el rey Turgon se puso de pie. El joven elfo dejo de tocar en automático. Volteo a ver al rey Thingol quien se mantuvo serio.

 

--Me disculpo, por la interrupción a esta bella pieza. Pero me gustaría hacer algo especial, si me lo permite rey Thingol.

 

El rey sindar asentó. Y el rey Turgon llamo a Gil Galad, le dijo que tomara el arpa del joven y tocara. Y le pido a Oropher que cantara.

 

Gil Galad lo observo serio y no dijo nada, se acercó aquel pequeño capullo. Se inclinó para saludarlo y le pidió el arpa.

 

--Espero que no cantes como tocas----le había dicho este en voz baja

 

Oropher le quiso contestar, pero solo lo ignoro. Ya que no quería hacer quedar mal al rey.

 

--Esto es una muestra de que los noldor y los sindar podemos hacer juntos para trabajar en paz.

 

Gil Galad comenzó a tocar, Oropher siguió aquella melodía elegante e imperiosa. Se sorprendió de la habilidad de aquel joven, era igual de diestro que Ecthelion si no es que hasta más. El rey Thingol quedo complacido. Cirdan sonrió orgulloso ahora escuchaban música de verdad pues Oropher tenía la voz más hermosa de los lindar.

 

El rey Turgon y el rey Thingol junto con la corte, quedaron más que complacidos con aquella interpretación. Ambos elfos, se inclinaron ante la ovación.

 

El rey Thingol pidió silencio. Y entonces tomo las manos de ambos jóvenes y los llevo ante la presencia del rey Turgon, quien les recibió cordialmente. En su mesa.

 

Oropher no entendió aquel gesto del rey, hasta que escucho las palabras que salían de sus labios.

 

--¡Con la unión de Oropher! ¡Hijo de Beleriand y de falas! ¡Y el joven príncipe Gil Galad hijo de Gondolin! ¡Nuestros hermanos noldor y sindar sanan sus rencillas! ¡Que los valar llenen de sabiduria y amor esta unión y este matrimonio!

 

Oropher, quiso soltar su mano en el acto y rechazar aquello. Pero el rey Thingol apretó su mano al grado que los anillos se le estaban enterrando en los dedos.

 

Observo a aquel noldor inmutable. Después su mirada, se posó en un desesperado Ecthelion. El rey sindar siguió esa mirada inocente y desconcertada. Tenía que deshacerse del capitan. Hasta que Oropher y Gil Galad consumaran esa misma noche.

 

Despues del anuncio, Oropher se vio obligado a permanecer sentado al lado de Gil Galad. Thingol puso en aviso al rey Turgon y le dijo que mientras ellos disfrutaban del banquete los nuevos esposos debían cumplir su deber.

 

--¡Beleg! lleva a Oropher a la habitación real.

 

--Si Aran nin

 

--Quiero que este bien vigilado, no quiero que nadie entre con él. Solo el principe Gil Galad es el único que puede entrar.

 

--¡Oropher!

 

El joven elfo salió de su horror un momento y miro al rey. Y se acercó a él con un poco de recelo.

 

--Ya puedes ir a descansar.

 

--Aran nin ¿puedo hablarle un momento?

 

--Si, pequeño. Ve a la habitación, enseguida iré. Sé cómo te sientes, antes de que te vayas quisiera brindar contigo.

 

Oropher brindo con el rey, se fue a la habitación. Tal vez todo aquello era un mal entendido y tal vez el rey solamente había seguido el protocolo y nada más. Al llegar estaba por quitarse los adornos, pero su mirada se tornó algo pesada. Se sentó sobre la cama, algo no andaba bien.

 

--Bueno, antes de que entres ahí. Te daré unos consejos, él se ve algo indispuesto asique ya sabes solo cumple con el protocolo, por ahora. Con el tiempo aprenderá a amarte.

 

Gil Galad escucho todos esos consejos, absurdos. No negaba la belleza de aquel elfo y la hermosa voz que tenía pero no le convencía.

 

--¡Ah! otra cosa que tal vez te anime Ecthelion tuvo que ver con él.

 

Al joven noldor le brillaron los ojos, su tio sabía incentivarlo bien. Antes de entrar le extendió un pequeño frasco con sangre. Le dijo que era en el supuesto caso de que se le pusiera muy rudo. Ya que no era una elfa si no un elfo. Gil Galad frunció el ceño.

 

--No hay caballo o yegua que no pueda domar.

 

Dicho esto el noldor entro en la habitación. Oropher escuchó un ruido entre sueños abrió los ojos y vio al noldor despojarse de sus pesadas galas, el joven sindar se incorporó como pudo y le pido que se marchara.

 

--Sabes que no puedo ¿Cuál es tu nombre?

 

--¡Eso no te incumbe! ¡Largo! ¡Vete a dormir a otra parte!

 

Oropher apenas y podía sostenerse.

 

Gil Galad le atrajo a hacia su pecho de un jalón, tomo su barbilla y le vio aún más de cerca. Aquellos ojos aperlados era hermosos, sus facciones eran magnificas y sus labios simulaban a un jugoso durazno. Gil Galad se deleitó con aquella belleza después de todo, no era tan mala idea que aquel capullo fuera su esposo.

 

--Eres hermoso.

 

Oropher se zafo de aquella mano. Y empezó a removerse para saltarse por completo de aquel noldor

 

--¡Dejame! ¡Es un mal entendido! yo ni siquiera siento amor por ti ¡Suéltame!

 

Gil Galad lo soltó y Oropher cayo de espadas sobre la cama

 

--Parece que eres muy tontito, tienes que cumplir con tu deber.

 

Gil Galad se puso a gatas sobre él, después se sentó sobre su abdomen y empezó a acariciarle. Oropher lo miro horrorizado, trato de abofetear al noldor. Pero este le sujeto ambas manos, cuando este estaba por besarle. Oropher en la desesperación levanto la cabeza y le atino en la nariz a Gil Galad.

 

Este se llevó una mano a la nariz y vio un pequeño hilo de sangre en su dedo.

 

--Perdón lo siento yo....déjame te lo suplico.

 

Gil Galad hizo caso omiso a sus palabras, se sacó una cinta y le amarro las muñecas y le ato a la cama, después le desnudo a la fuerza. Rompió los botones de su traje plateado, y le saco los pantalones. Oropher pataleaba y lloraba, Gil Galad uso otra cinta del pelo del sindar para amarrarle una pierna y la otra la dejo libre.

 

--Yo quería hacer esto por la buena, pero ya que te has atrevido a golpearme. Voy a tener que educarte.

 

--¡DÉJAME! ¡SUÉLTAME! ¡BELEG AYÚDAME! ¡NO QUIERO! ¡NO!

 

Beleg quería entrar, quería impedir aquella violación, en su cabeza no podía llamar aquel acto de otra forma. Pero su lealtad al rey Thingol le impedía actuar. Turgon se deleitó con aquellos gritos, su sobrino era infalible. Vio de soslayo al recién llegado Thingol quien puso los ojos en el cielo .Oropher le estaba haciendo quedar mal.

 

--Me dijiste que estaba preparado y tal parece que no.

 

--Es un poco remilgoso y me disculpo por ello, pero confíe en mí. Será un excelente esposo.

 

--¡No vendrá! ¡Deja de gritar!

 

Gil Galad le tapó la boca a Oropher.

 

--Si no dejas de gritar y de llorar así, pondrás en ridiculo a tu rey. Solo cumple con el protocolo por ahora.

 

Gil Galad observo aquel hermoso cuerpo, Oropher no estaba nada mal, era un elfo sumamente hermoso de pies a cabeza. Quito su mano y Oropher no dejaba de llorar, pero por lo menos ya no gritaba.

 

--Por favor…no me hagas daño. Déjame ir prometo decirle al rey que lo hemos hecho, por favor.

 

--Vaya que eres ingenuo. Te revisaran y si no ven indicio a mí me ira muy mal. Y a ti te ira peor. No deseo lacerar este cuerpo hermoso, así que. O te dejas por la buena o te dejas por la mala. Dejare que tu decidas.

 

Oroher se quedó pensando, tenía una ligera idea de lo que iba a pasar. Pero él no deseaba ni un ápice a Gil Galad. Pero tampoco quería que lo violaran de esa forma tan horrenda.

 

--No quiero. Yo ... No te amo...

 

--¿Y crees que yo si te amo? Decídete de una buena vez.

 

Oropher asentó, Gil Galad le desamarro. Oropher se masajeo las muñecas Y se recostó en la cama y luego desvió la mirada.

 

--No te garantizo, que no te duela un poco.

 

El noldor comenzó a besar el cuerpo de Oropher, el joven sindar sintió asco ante aquellas caricias. Le pidió al noldor que se dé tuviera.

 

--¿Ahora qué?

 

--No me gusta...por favor, debe haber otra forma.

 

Gil Galad estaba empezando a desesperarse. Le dijo al rubio que guardara silencio que cerrara los ojos. Que el trataría de hacer eso lo mas rápido posible, pero que si seguía interrumpiéndolo se tardarían toda la maldita noche.

 

El noldor acaricio y beso las tetillas, el cuello y las orejas de Oropher. Quien sintió un asco enorme. Gil Galad se deleitó con aquel sabor dulce y lleno sus sentidos con ese aroma a cítricos. Oropher olía delicioso, bajo con caricias y lengüetazos hasta su falo, lo introdujo en su boca. Oropher sintió que su cuerpo se enchinaba sus tetillas se levantaron. Y sin voluntad soltó un gemido. Un gemido que no debió salir nunca de su boca.

 

Gil Galad escucho gemir a Oropher lengüeteo con más agilidad y de esa dulce boca salieron más gemidos melodiosos y excitantes. Gil Galad acomodo al sindar, sabía que si lo preparaba con los dedos. no se dejaría penetrar después, así que no le quedo más que penetrarle sin preparación.

 

Le abrio las piernas, lamio su cavidad y Oropher se retorció y se sonrojo ante aquello, se sintió sucio y lleno de vergüenza. Gil Galad saco su falo que llevaba rato doliéndole y lo restregó contra Oropher. Acomodo la punta agarro al rubio de las muñecas y empujo con fuerza.

 

--¡AH! ¡NO! ¡DUELE! ¡DEJAME!

 

--¡Deja de moverte así! ¡O te lastimare! ¡Calmate de una buena vez!

 

--¡Me duele!...

 

Relájate o te dolerá más. Es normal es tu primera vez, tú decides o te duele más de la cuenta o te relajas para que duela menos.

 

Thingol y Turgon, sonrieron satisfechos. Escucharon los gemidos de Oropher no cabía duda de que Gil Galad era el indicado.

 

El joven noldor envistió al rubio, este lloraba y gemía a la vez. Gil Galad lamio sus lágrimas algo en su corazón, le gritaba que le diera con suelo. Después de unos cuantos empujones más se corrió dentro del rubio. Al salir vio escurrir la sangre mesclada con su semilla.

 

 

-------fin de horas antes.

 

Se dio media vuelta, se colocó una bata y salió de la habitación. Entrego la sabana a su tío. Thingol entro en la habitación y ambos noldor se alejaron un momento para hablar en privado.

 

--¿Y bien? ¿Usaste el frasco o no?

 

--No, me. Dejará volver a tocarlo, me odia...

 

Turgon se sorprendió de las palabras de su sobrino. El jamás se había preocupado por lo que sintiera alguien más y menos en esas cosas de alcoba.

 

--¿Y eso a que viene?

 

--No preguntes más tío. Yo me entiendo solo, ya cumplí aquí está la prueba y toma el frasco no fue necesario.

 

--Gil Galad..

 

--Sí.

 

--Prepara todo, después de la cena nos iremos a Gondolin. hay vivirás un tiempo con tu esposo. Después irán a vivir a falas bajo la tutela de Cirdan. Y espero que para ese entonces ya sea tío abuelo te quedo claro.

 

--¿Tanto urge un heredero?

 

--El linaje Gil Galad, el linaje.

 

Thingol vio a Oropher sobre la cama, vio la ropa aun poco arruinada. No le dio importancia estaba decidido a perdonar al rubio. Ya que el rey noldor había quedo satisfecho.

 

--Deja de llorar niño, déjame ver.

 

Oropher se incorporó como pudo y obedeció a su señor. El rey vio la zona roja y lacerada, aun escurría un poco de sangre y la semilla de Gil Galad aún estaba presente.

 

--¿Cuantas veces te ha tomado el principe?

 

Oropher se horrorizó ante aquella pregunta, no sabía que contestar. Mientras Turgon había soltado la misma pregunta a su sobrino, pero este si había contestado.

 

--¿Cuantas veces le has tomado esta noche Gil Galad?

 

--Solo una ¿Porque?

 

Thingol no estará satisfecho, lo más seguro es que castigue a tu esposo por su pobre desempeño. Gil Galad se dio media vuelta y corrió de regreso a la habitación ignorando a los guardias. Turgon sonrió había picado perfectamente a su sobrino.

 

--¡Contesta niño!

 

--Este....

 

El rey volteo molesto por la intromisión repentina, pero cuando vio de quien se trataba son rio levemente.

 

--Mi señor Thingol. Ya hemos cumplido, Deseamos compartir la mesa con ustedes y después regocijarnos, más noche.

 

--Me parece bien. Aunque el traje de tu adorable esposo quedo algo dañado.

 

--Ha sido la emoción mi señor. Y me disculpo ante este detalle.

 

--No se preocupe príncipe Gil Galad, en seguida estará listo su esposo

 

Thingol estaba a punto de llamar a su servidumbre. Pero Gil Galad le pidió le dejara el trabajo a él. Para compensar el haber roto los botones de la ropa de su "esposo" el rey sindar acepto encantado. Y pidió dejaran el baúl en la puerta.

 

Oropher no había dicho ni pio, observo al noldor que alegaba con los guardias mientras dejaban el baúl en el suelo. Deseaba salir corriendo de la habitación y escapar, pero sabía que esa sería la peor estupidez con el rey Thingol a fuera.

 

Thingol y Turgon se retiraron y caminaron por el pasillo hasta la gran sala.

 

--Parece que su sobrino quedo satisfecho con su esposo...

 

--Si, y con ello nuestra alianza queda concretada. Oropher tendrá derecho a gobernar al igual que Gil Galad. Ya le he pedido a mi sobrino un heredero. Más vale que sea fértil o eso sí sería un serio problema.

 

--Es más fértil que las tierras de Melkor. Y si su sobrino hace su tarea, pronto tendrán muchos elfitos.

 

--Eso espero.

Notas finales:

bueno que tal cualquier duda dejen sus coments 


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