Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¡Se mi seme! por desire nemesis

[Reviews - 495]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Lemon de Kakashi y Obito

Por un momento la sorpresa no dejó que reaccionara y después de unos segundos trató de alejarlo. El problema es que no quería ser cruel con alguien que de seguro estaba sufriendo tanto. ¿El otro sería su pareja? Se preguntaba Obito, para su propia sorpresa no le desagradaba el toque de Kakashi. Quizás era el alcohol o esa triste historia pero no podía rechazarlo zanjantemente. Pasados unos segundos sintió su cuerpo encenderse mientras el otro le recostaba en la cama en ese cuarto semioscuro de la habitación de invitados de la casa que el Uchiha poseía para si solo.

 

Si algo había descubierto el mayor era que Kakashi era un experto besando pues él que tenía alguna experiencia nunca se había sentido así durante un beso, la boca de Kakashi bajó a lo largo de la garganta mientas una de sus manos penetró en el sagrado recinto del bóxer del pelinegro el cual jadeó al sentir la helada mano contra su sensible y cálida piel. Nunca en su vida él había tenido una experiencia similar, tampoco nunca se figuró que la tendría pero al parecer el otro tenía alguna experiencia en ello. Quizás con ese amigo muerto. Quizás era por eso que le extrañaba tanto, colijió.

 

¡Kakashi sempai, no…!—la voz del pelinegro estaba entrecortada por la sensación de su mano contra su piel, su cabeza hacia atrás hacía un esfuerzo entre las sensaciones y el alcohol para pensar con lucidez.

 

¡No me digas así! ¡Dime Bakakashi como solías hacerlo!—le demandó el peligris y el otro se contrajo ante su toque.

 

¿Bakakashi? Yo nunca le he llamado así—dijo Obito antes de recordar que el otro estaba hablando de ese tipo—Ba-kakashi—trató de repetir con las sensaciones recorriendo su cuerpo mientras el otro lo puso de costado y se situó a su espalda. Obito se asió de la pernera del pantalón de Hatake, la idea de que su cuerpo se estaba estremeciendo por la sensación de que otro hombre estaba tras él y que su trasero sentía de cerca su erección era demasiada para sus genes Uchiha.

 

Kakashi movió su pierna solo un poco, un roce que empujaba la pierna de arriba del recostado Obito pero la sensación de ese roce hizo temblar al Uchiha que dejó escapar un grito contenido desde hacía un rato.

 

Yo debí morir en ese lugar. No debiste salvarme. Si tú y Rin hubieran escapado. No hubieras pasado por todo eso. Hubiera sido lo mejor para Konoha y para ti—dijo el “Ninja que copia” al otro tomando la cara del otro con una mano y obligándola a voltear un poco para besar sus labios.

 

Uchiha no tenía idea de lo que estaba hablando pero esa triste historia con ese tono culposo le hicieron sentir que el otro lo necesitaba. Estaba bien. Por esa noche sería un reemplazo de ese tipo. Mañana todo quedaría atrás. Esa era su intención pero había algo dentro de él que temía que todo eso se volviera en su contra. Que al llegar el mañana no pudiera hacerlo a un lado tan fácilmente.

 

Jadeó y gimió fuerte porque el toque de Kakashi estaba logrando su objetivo, con fuerza se agarró de la pernera del pantalón mientras su trasero debido a las reacciones que su pelvis tenía se frotaba incontrolablemente sobre la entrepierna de Hatake, el otro brazo de Kakashi envolvía su torso haciendo imposible que ambos se separaran mientras su cálido aliento espoleaba su oreja con intensidad.

 

Obito había tenido relaciones con mujeres antes, pocas, pero jamás llegó a tal nivel. De hecho le habían catalogado como una persona desganada para el sexo y más tarde el médico diagnosticó que su movilidad de esperma era lenta, lo que tal vez era la causa de su falta de apetito sexual. Ahora Obito se preguntaba si era por eso en realidad o tal vez es que necesitaba otro tipo de sexo. Kakashi aplastaba ahora su vientre con su mano libre para evitar que separara sus caderas de las de él mientras el impulso de Obito era el de arquearse.

 

¡Kakashi sempai, me… me vengo! ¡Quita… tu mano… mi…!—dijo en medio de su agonía el Uchiha.

 

¡No! ¡Quiero tu esencia en ella!—le contestó el peligris haciendo que el desfalleciente pelinegro se sintiera explotar. Esa cálida brisa que escapaba de su boca y tocaba su cuello, esas palabras… Quería SU escencia. Hundió la cabeza recostada en la almohada y dejó a su cuerpo venirse en la mano del otro.

 

De pronto Kakashi la sacó, toda humedecida por él y sus ojos empañados la vieron mientras que su olfato percibió el característico olor pero mucho más fuerte de lo que nunca lo había percibido. Su mente curiosa le hizo hacer lo que siguió y liberando una de sus manos tomó la de Hatake y la acercó a su cara. ¿El almizcle se hundió en sus fosas nasales.

 

De pronto un jadeo tras su oreja—Yo… necesito…--y luego sus pantalones eran halados hacia abajo con desesperación mientras una húmeda mano se posaba en su cadera. La certeza de que iba a ser tomado se hizo presente en su cabeza y aunque esta se alertó su cuerpo decidió ir por el lado contrario pues quería más que ese contacto.

 

Yo… no se cómo se ha-ce. Esta es… mi primera vez—le advirtió a Kakashi por si cometía algún error mientras sus manos dejaban el pantalón del otro para arrugar las sábanas.

También la mía pero… no tengas miedo. Lo haremos juntos—le respondió el peligris para su sorpresa.

 

¿Era su primera vez? ¿Quería decir que él y ese amigo? ¿Entonces él no era un sustituto? Se preguntó Obito entre confuso y feliz. Comenzaba a abrigar esperanzas… ¿Pero esperanzas para qué? Entonces debió admitir que su cuerpo estaba experimentando otra cosa que nunca había experimentado antes. Necesidad, deseo… ¿Tal vez amor?

 

¡Obito!—le dijo Kakashi.

 

¿Por qué repetía su nombre entonces si quería a otro? Intentó llamarse a la realidad. Tal vez había habido otro Uchiha con ese nombre. Tan descabellado no era. ¿No? Otro Obito. Que fuera amigo de Kakashi sempai. ¿Por qué le dolía de pronto pensarse en su sustituto?

 

¿Tú… que edad… por qué no te has… casado aún?—preguntó con dificultad Kakashi al pensar que por que estaban solos en esa casa.

 

Yo… estuve comprometido… pero… soy estéril… decidieron…--trató de explicarle el pelinegro mientras era volteado y ambos quedaron cara a cara, los besos de Kakashi no se hicieron esperar silenciando cada pocas palabras su boca con ellos.

 

Hatake lo entendió solo en parte mientras su mente realmente se ocupaba de otra cosa, volteó las posiciones sentando al Uchiha en su regaso, de pronto Obito sintió algo grande y cálido que tocaba su entrada, entró unos milímetros pero fue suficiente para que le doliera.

 

¿Duele? ¿Quieres que me detenga?—la voz del peligris sonaba preocupada al decir aquello y Obito se vio en la encrucijada de soportar ese dolor o dejarlo entrar.

 

Las palabras acudieron solas a sus labios una vez tomó su decisión no muy pensada--N-o—le susurró con agonía a Kakashi. Estaba tenso y adolorido, con sus brazos apretados entre ambos, esperando que su cuerpo se acostumbrara.

 

¿Estas seguro?—preguntó el peligris y el moreno asintió casi inseguro.

 

¡Q-uiero q-ue sigas!—dejó escapar.

 

¿Qué es lo que quieres?—preguntó el otro.

 

¿Era un juego eso?—Quiero esto, quiero… que estés dentro de mí—le contestó el Uchiha reuniendo todo su valor mientras sus manos arrugaban la camiseta de Kakashi. Entonces las manos del peligris lo bajaron unos milímetros y su falo se hundió más en él.

 

Obito lanzó un grito entrecortado medio de deseo, medio de dolor. ¿Cómo podía algo que lo satisfacía dolerle tanto al mismo tiempo? Se preguntó mientras sentía el cosquilleo en las paredes internas de su ser.

 

Está muy apretado--dijo Kakashi.

 

¿Por qué esa aseveración y esa cara agónica producían ese efecto de deleite en su interior? Se preguntó esta vez el pelinegro un momento antes de que Hatake buscando más de eso que ahora había encontrado dejara de esperar y empezara firmemente a mover las caderas de Obito que gradualmente insistieron ellas solas en subir y bajar. El deseo se palpitaba en sus bocas que se unían con vehemencia mientras la parte más erecta de Obito se rozaba frenéticamente con el plano abdomen de Kakashi.

 

¡Ale… aléjate! ¡Voy a… voy a…!—trató de separar los torsos en un esfuerzo, tal vez si separaban los cuerpos un momento. Le daba vergüenza que su cuerpo tuviera una segunda eyaculación tan cerca de la primera.

 

He dicho que quiero… tu escencia—dijo el peligris a milímetros de sus labios y antes de acapararlos por completo. Las manos de Obito se crisparon, su cuerpo se tensó y su vientre expulsó el albo líquido en una explosión de puro placer. Su grito no pudo ser escuchado pues fue todo tomado por la avariciosa boca de Kakashi. Se sentía tan mal. Él ya se había venido dos veces y el otro ninguna.

 

Pero para Kakashi eso solo era una prueba de cuanto placer le estaba dando, de que el cuerpo del otro disfrutaba sus caricias, su intromisión y sus besos. Poco importaba la cantidad de veces pues eso no era una competencia. Su pareja en la cama estaba diciéndole a gritos que disfrutaba ser suyo con su propio cuerpo.

 

La remera de Kakashi momentos después estaba fuera pues se sentía muy acalorado y el pelinegro pudo disfrutar el contacto de su cara con la piel mientras su cuerpo sin necesidad de que el cerebro le ordenara nada reaccionaba y buscaba el más puro placer empalándose con más ahinco en las duras y extendidas caderas de Hatake.

 

Los gemidos y gritos de placer se volvieron entonces muy audibles pues aunque arrollado el Uchiha mantenía el rostro a un lado del rostro del peligris. Los sonidos que emitía enloquecían a tal punto a Hatake que le preguntó mientras posaba una de sus manos en su nuca con la cara recostada cachete con cachete con la de Obito--¿Esos gemidos son míos? ¿Esos gritos lo son?—

 

Con vergüenza el Uchiha lo admitió en voz baja en esa casa a oscuras--¡Ssssi!—

 

Entonces tú también lo eres—dijo después el peligris antes de que el moreno empezara a sentir esa sensación de nuevo. ¡No puede ser! Se dijo con susto y vergüenza de admitir tal cosa ante el otro.

 

¡No!—gritó.

 

¿Quieres que pare?—preguntó Hatake con un leve toque de sorpresa y de angustia que movilizaron al pelinegro que no quería. Debía admitirlo aunque no estuviera bien.

 

Es que yo… yo me voy… me voy a venir de nuevo—admitió con los ojos bien cerrados Obito.

 

¡Nooo… te preocupes! Yo también…--Kakashi estaba claramente esforzándose por mantener la coherencia aunque sus pensamientos volaban. Interrumpió su propia frase para decir—Te-nemos que sepa-rarnos o me… correré dentro—estaba entre angustiado y deleitado con todo su vientre hacia delante esperando el momento exacto. Sacar de dentro del otro su miembro sería un sacrificio que estaba preparado para hacer.

 

No—susurró Obito mientras hacía fuerzas por contenerse aunque ese cosquilleo y ese lugar conseguido dentro de él hacían maravillas para que detener el semen que imploraba salir fuera casi imposible.

 

¿Qué?—era un suplicio para Kakashi. Las energías para hablar y pensar estaban concentradas todas en su instinto primario, sacaba fuerzas de flaqueza para detenerse a pensar y hablar al mismo tiempo.

 

¡Córrete dentro de mi!—dijo una voz subyugadora para el propio Kakashi—Puedes hacerlo. ¡Quiero que lo hagas!—admitió Obito con fuerzas que no sabía que tenía y ese fue el inicio del fin del suplicio de los dos porque él pudo correrse junto a Hatake.

 

Los dos cayeron casi sin vida. Obito sintiendo como él líquido pegajoso escurría tanto de su interior como de la cavidad entre ambos hombres. Que surreal era todo. Pensar que él se había corrido no una sino tres veces con un hombre. ¡Todos esos años de desespero! ¿Es que él había sido creado para hacerlo con otro hombre? O mejor dicho… ¿Para Kakashi? Pensando en esto se durmió sobre el pecho del peligris.

 

Notas finales:

Gracias a mis revieros

y quisiera saber que piensan de esta historia

en serio

ja ne


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).