Entonces una sombra cayó desde los árboles y Naruto, Narutoko y los dos Sasukes voltearon a ver quien era alertados por sus sonidos.
De pronto ante ellos se encontraba parado Naruto 2 pero su cara parecía sorprendida.
¿Qué? ¿Qué hago aquí?—preguntó confundido.
¡No nos engañarás!—gritó la rubia lanzándose al ataque.
El otro Naruto no parecía reaccionar por lo que el original tuvo que hacerlo al recordar el estado en que se encontraba.
¡Pero…! ¿Qué? Esa sabandija trató de matarte y tú…--dijo la fúrica Uzumaki--¿Por qué lo estás defendiendo?—preguntó luego.
Es que él…--dijo Naru mientras trataba de pensar en como decir que un hombre estaba embarazado sin parecer un loco.
Gracias Naruto pero yo no voy a permitir que ninguna loca le haga daño a mi bebé—dijo el otro rubio y a Naru se le pinchó el globo. Después de todo sus neuronas comenzaban a agotarse y por nada.
¿De qué está hablando ese sujeto?—preguntó la rubia con una expresión de “¿Qué pasa aquí?”
Sasuke 3 tenía una mirada idéntica.
Es que en su mundo, pues, se extinguieron las mujeres y hubo que improvisar—dijo el rubio sonriente con una mano en la nuca como sabiendo que todo eso parecía una locura.
¿Insinúas que él está embarazado?—preguntó la ojos azules tratando de articular las palabras por el asombro. El Hokage lo veía todo con excepticismo.
Uzumaki 1 asintió.
¿Y de quien es…?—trató de preguntar ella y no había acabado cuando el otro Sasuke se apareció ante ellos y agarró al embarazado para mirarlo a los ojos.
¿Naruto estás bien?—preguntó sin siquiera mirar a los otros. A los que no conocían la verdad se les hizo muy relevante la aparición de ese Sasuke.
¡Naruto!—gritó Obito corriendo tras su sobrino. Venía agitado porque cargaba sobre su hombro a un hombre de unos 80 kilos llamado Kakashi—Sasuke estaba tan preocupado—dijo expresando felicidad para dar un brinquito, para mala suerte de Hatake que terminó siendo expulsado sin querer.
¿Cómo me encontraron tan rápido?—preguntó el uke.
¡Jejeje! Sasuke pudo olerte desde el otro lado del bosque—dijo Obito sin pensar.
A veces sirve no bañarse a menudo—dijo Sasuke 1 con cierto escozor de verse a si mismo tan acaramelado con un rubio igual al hijo de la marrana.
¡Oye!—le gritó Naruto 2 y luego le exigió a su marido--¡Dile que no fue por eso!—
¡Ah, no! Fue porque nosotros tenemos un olfato especial, no se nos olvida el olor de nuestra presa, el olor de su sangre es único para nosotros y su piel lo transpira por lo que podemos alejarnos kilómetros sin perderlo—dijo el tío Uchiha.
¿De que están hablando? ¿Presa?—preguntó el Hokage. Naruto recordó que el otro Sasuke y su Narutoko tampoco conocían la existencia de los vampiros.
¡Nosotros somos…!—intentó explicar Sasuke Uzumaki.
¡Tranquilo Sasuke!—gritó Kakashi san y los tres Sasukes voltearon llevados por el instinto—No hay necesidad de alterar la paz. Ustedes deben saber como buenos shinobis que son, señores, que a veces hay que mantener secretos, así funcionan los clanes. ¿No?—
Era lógico lo que expresaba aquel Kakashi para los shinobis presentes eso era una regla aunque dos de ellos conocían su secreto por alguna razón al peligris le importaba que el pelinegro y la rubia se enteraran de la condición de Sasuke y Obito 2 como vampiros y Naruto prefirió callar por respeto.
En verdad a Kakashi san le preocupaba la idea de que esos dos vieran en los vampiros una amenaza y les hicieran daño. Claro que era un mero acto de supervivencia ya que esos dos eran los únicos a los que le importaba o que podían regresarlo a su dimensión.
¿Es verdad que tú y él van a ser padres?—preguntó exigiendo respuesta Sasuke 3, eso era algo muy serio después de todo.
¿Y que con eso?—preguntó el seguro marido sorprendiendo a su reflejo. Entonces Sasuke uno cayó en la cuenta de que si era así significaba que…
¡Oye!—Todos lo miraron--¡Eres un uke!—dijo apuntando a Naruto 2. Este asintió--¡Y tú un seme!—agregó apuntando a Sasuke 2.
Creo que eso es bastante obvio—contestó aquel mientras los demás veían con curiosidad al primer Uchiha.
Entonces Sasuke 1 apunto a Uzumaki 1 y le dijo—¡Viste! Soy un seme y tú un uke—su lenguaje corporal indicaba que se estaba ufanando de una gran verdad mientras en todas las cabezas crecía un gran signo de pregunta y lo miraron atónitos.
¡JUAJUAJUA! ¡OYE NARUTO! ME PARECE QUE TU NOVIA QUIERE METÉRTELA—dijo Kurama lo más divertido mientras los ojos de Naruto 1 se saltaban y la cara se le ponía del color de la flor de ceibo.