¿Qué te sucede Sasuke?—preguntó Naruto 1 al ver a Sasuke sentado en la cama viendo por la ventana mientras el llegaba del baño donde lo había estado esperando.
Tsk!—dijo el pelinegro y en un segundo estaba muy serio delante suyo—Dime…--le dijo al rubio con mala cara lo que lo dejó intrigado--¿A ti… te gusta Kabuto?—los ojos negros estaban entrecerrados escrutando la faz de Uzumaki.
¿Nani? ¿Qué te pasa, datebayo? ¿Estás enfermo?—preguntó el ojos azules pasando de la sorpresa a la casi mofa.
¿Acaso no recuerdas lo que vimos en la taberna esa?—preguntó el pelinegro.
¿Sasuke…tú… estás celoso?—preguntó el rubio.
¿Cómo crees?—dijo con demasiada dureza el Uchiha y entonces el otro comenzó a reír muy fuerte--¿De que diablos te ríes idiota?—
Las manos de Uzumaki se colocaron en los descoloridos cachetes de Sasuke para decirle—Eres lindo cuando me celas—con una gran sonrisa acompañando sus palabras. Las mejillas se fueron coloreando hasta llegar al carmín mientras los ojos de su compañero se agrandaron y entonces…
Sakura abrió la puerta y dijo—Debemos hab… ¿?—
…--
…--
La pelirrosada los miró unos segundos, Naruto tenía las manos sobre la cara de Sasuke y el pelinegro estaba todo sonrojado, eso era suficiente para que su mente hiciera cortocircuito.
¡Chaaaaaaaaaaaaaaaaaa! ¿Qué le estás haciendo a mi Sasuke?—gritó levantando un puño mientras corría hacia el hijo de Namikaze.
Él soltó a Sasuke y se escudó tras él sabiendo que ella no lastimaría a su príncipe azul, el pelinegro ni se inmutó mientras ella trataba de alcanzar a Naru por encima del hombro de Uchiha.
¡No te pongas así, Sakura chan! ¡Ni que yo fuera el primero!—dijo el ojos azules deteniendo en el acto a la ojiverde que se quedó helada, por supuesto a cierto ojos negros le saltó una venita.
¿Tú no eres…?—preguntó Haruno en shock, ambos habían olvidado la presencia del ex alumno de Orochimaru.
Noooooo—respondió el cara de tonto, según Uchiha.
¿Y quién…?—preguntó ella.
¿Quién sabe? Para mí que el alunado—dijo la indescifrable mente Uzumaki.
¿Alunado?—se preguntó Sakura mientras trataba de recordar alguien llamado así.
¿Quieren dejar de decir bobadas e ir a sus respectivos cuartos?—preguntó el enfadado Uchiha.
¡Pero si este también es mi cuarto!—se quejó el rubio con un puchero y el otro lo miró mal-disimuladamente por veinte segundos, al parecer Naru no había captado pero Saku sí.
Molesta dijo--¡Está bien! Si eso es lo que quieres Sasuke, me iré—luego se volvió y ahí es cuando Naru se dio cuenta.
¡Ah, eso era!—dijo como descubriendo la bomba atómica y le cayó un golpe en la cabeza, Sasuke Uchiha 1 miró al techo de la habitación como preguntando “¿Por qué a mí?”
Naruto despertó algo mareado y de inmediato sintió sus brazos y piernas inmovilizados por lo que se preocupó y al abrir los ojos descubrió la dichosa sonrisita de Sasuke Uchiha quien estaba lindamente sentado en su barriga.
Con que despertaste—dijo como si nada el pelinegro.
¡Todos tienen razón! ¡Eres un genio, datebayo!—dijo Naru, luego agregó--¡Y estas retechalado!—
A Sasuke se le saltó una venita pero no dijo nada por un momento, solo meneó un índice frente al otro—No se le debe hablar así a quien te tiene prisionero, pensé que eras más inteligente, aunque todos sabemos que eres un boca-floja—retrucó haciendo que se enfadara el otro. De pronto se levantó para arrodillarse entre las abiertas piernas del otro y empezar a desanudar el cordón de la yukata que traía del baño.
¡Oye, Sasuke…! ¿Qué rayos piensas hacer?—preguntó algo preocupado el ojos azules con un ojo más abierto que el otro.
Soy “Suke”. ¿Recuerdas?—preguntó el ojos negros con una media sonrisa que el otro no entendió.
¿Su qué?—preguntó Uzumaki.
¡Verás, estuve imaginándome… en una relación gay Seme es lo que has sido tú hasta hoy y yo sería un uke… ¿Cierto?—preguntó la maligna cara de ojos negros con una torcida sonrisa que hizo adivinar que estaba molesto al otro.
¡Y uno muy lindo! ¡Jeje!—trató de calmar a la fiera.
Así que me puse a investigar con un clon de sombras y resulta que también existe algo llamado Suke, como el nombre que me dieron la otra vez, es como una mezcla de Seme y uke y yo quiero probar… desde ahora tú lo serás—dijo el maligno discípulo de la serpiente.
¡JAJAJAJAJA! DEBO ACEPTAR QUE EL ESTREÑIDO TE AGARRÓ DE LAS PELOTAS—rió Kurama sacándole canas verdes al ojos azules.