¡No me jodas, coño!—dijo el rubio e hizo sonreír al otro.
¿Por qué no?—preguntó el peliplateado.
¿Cómo rayos se te ocurre semejante cosa, datebayo?—preguntó el ojos azules.
¿Qué? ¿Te preocupa que él se moleste?—preguntó Yakushi con tonito.
¿Ah?—dijo sobresaltado el otro.
No creo que deba preocuparte. Después de todo él ha estado con alguien más que tú—dijo el feliz hijo de su madre mientras miraba con ojos llenos de maldad al ojos azules.
Naruto de pronto tenía su armadura de chacra puesta y se notaba un brillo feroz en sus ojos.
Puedo ver que no te lo ha contado—dijo el médico.
¿Ver? ¡Mis narices! ¡Cuando acabe contigo idiota van a sacarte con cucharita, datebayo!—dijo el flameante chico—Sé muy bien lo de Sasuke—
¿Ah si?—se sorprendió un tanto el otro.
¡Si!—contestó Uzumaki pero la forma en que lo decía era demasiado energica así que…
¿Te dijo con quien fue?—preguntó el ojos negros.
¡A LAS BOLAS! ¡EL MEDIO MUERTO ESTE QUIERE CANJEAR INFORMACION POR TU TRASERO, CHICO!—dijo Kurama.
¿A ver? ¿Y tú que sabes?—preguntó sospechando el rubio.
¿Sospechar? Si yo los vi—dijo el muy hijo de papá Noel mientras se sonreía malvadamente por los ojos como platos del jinchuriki.
¡Mal….!—trató de insultar Naruto.
¿Acaso no quieres saber con quien se ha acostado tu amado Sasuke?—preguntó el de lentes.
¿Y por que ahora vienes con esto?—preguntó el desconfiado ojos azules.
El otro no iba a decirle que porque vio que era preciado para el pelinegro.
Como tu vi esa extraña pareja y me pregunté que era lo que hizo que mi otro yo hiciera pareja con el tuyo. Como científico me intriga mucho esa posibilidad. ¿A ti no?—preguntó el ojos negros.
¿Dónde rayos se había metido ese gilipollas?—se preguntó el segundo hijo de un clan extinto mientras caminaba de un lado a otro por el apartamento del antes mencionado—sus orbes negras ahora solo eran apenas visibles tras los párpados bien apretados por el coraje.
Este no solo se debía a la mentada ausencia del rubio. Sino consigo mismo también. Miró la cajita en su mano. Estaba tan cabreado que quería degollarse con su propia katana.
¿Cómo es que él, Sasuke Uchiha, uno de los vencedores de la mentada maldad de Akatsuki, considerado uno de los nuevo senin y tenzai indiscutible del actual mundo ninja, estaba en esa estúpida y bizarra situación?
¿Cómo rayos se le había ocurrido comprarle algo así? ¡Era ridículo! ¡Impensado! ¿Y por que coño no se aparecía el pequeño hijo de la divina suerte? Estaba ardido. Pero algo iba a arder más.
Naruto llegó a su apartamento y abrió la puerta. Se quedó de una pieza al ver como su hogar estaba todo chamuscado de una forma nada normal. Apenas chamuscado sin indicios de incendio.
¿Qué raaaaaaaayos pasó aquí?—lloró el desesperado jounin de Konoha.
¡JEJEJE! ¡ESTO HA SIDO UN ATAQUE DE CELOS DE TU NOVIECITA PORQUE LLEGASTE TARDE GALAN! DEBE SABER QUE ESTABAS CON LA OTRA—se burló el Kyubi.
Mas vale que mantengas tu boca sellada—dijo el rubio pensando en las mil maneras de matar a Sasuke por destruir su preciado hogar. Ya lo iba a escuchar una vez que…estaba volteando para salir cuando algo rojo llamó su atención. Estaba en una esquina y sin chamuscar.
¿Qué diantres era eso? Se preguntó mientras se acercaba al objeto envuelto para regalo.
Desgarró el papel sin cuidado y miró lo que contenía.
¡CHICO! ESTO ES GRAVE—dijo el zorro a su jinchuriki.