¡Se mi seme!

Naruto 1, Sasuke 1 y Kakashi sensei son los de la serie original

Naruto 2, Sasuke 2 y Kakashi san son los del mundo alterno

Lemon de Kakashi y Obito

Para aquellos que me preguntaron y para los que no

Itachi, Deidara y Obito originales

están muertos pero han sido revividos

por Orochimaru y Kabuto

con el Edo Tensei

Una invocación que trae a la vida a los muertos

de hecho en el original se hizo en la cuarta guerra ninja

solo aclaro eso

(N.A. los números luego de cada nombre refieren a la dimensión a la que pertenecen)

Aqui hay algo de Narusasu

muy leve

con bastante Sasunaru

sepan perdonar las lectoras que no les gusta pero debo hacer ver a Naru y a Sasu 1 que sus vidas son parecidas a las de los otros y lo que confundieron con cierta amistad no lo era

espero les guste

Esto es sobre la segunda pareja

Sasunaru

Sasunaru

ATENCION

Kakaobi 

Narusasu

ITACHI DESCUBRE LOS PENSAMIENTOS DE SHISUI

MIENTRAS SASUKE 3 ENCUENTRA UN MENSAJE Y REVELA MAS DE LO QUE PIENSA

¿Se salvaran todos?

Es corto lo sé pero debo ir a dormir y me quedo tan redondo que pensé

les dare esto

se que lo disfrutaran como yo

XD

PUES COMO HAY POCA GENTE REVIANDO ME DIJE

VOY A PONERME A TRABAJAR EN ALGO QUE REALMENTE GUSTE Y CUANDO PUEDA ACTUALIZO

NI BIEN QUE USTEDES NO LO EXTRAÑAN TANTO

NO ESTOY RECRIMINANDO

SOLO EXPLICO QUE FUNCIONO A BASE DE INTERES

n.n

dos jovenes escondidos

un demonio mente sucia dentro de uno de ellos

alguien los caza en el bosque

¿los atraparan infraganti o lograran huir?

apasionante trama de suspense y accion

¡No! Es broma

Solo que inspiracion vino con reservas hoy

Obito 2 tiene un secreto

que Kakashi 1 descubrira

XD 

QUE DIVERTIDO FUE HACERLO

ESPERO LO DISFRUTEN TANTO COMO YO

ALGO DE SUSPENSO

Y SOBRE TODO LO QUE MAS DISFRUTAMOS

VER SUFRIR A NARUTO POR LO QUE DICE KURAMA

¿Cuanto pánico puede sentir un hombre para idear un nuevo jutsu?

Vuelve Kurama a las andadas

Desesperar a Naru trae consecuencias

Algo de Itashi y de Kakaobi

Naruto para sorpresa del pelinegro se paró a mitad de un claro y cruzado de brazos se quedó esperándolo mientras él llegaba hasta allí.

¿Quieres morir, cierto?—preguntó Sasuke.

Sasuke miraba al rubio con una cara pétrea pero rayana en la curiosidad--¿Naruto? ¿Tú y ese bijuu están hablando de lo que creo?—

¡Nooooo!—mintió el ojos azules con una cara boba.

¿Y que crees que yo creo?—preguntó el astuto Uchiha con una ceja levantada.

Aprovechando la confusión del Uchiha, el rubio lo volteó volviendo a ponerse encima--¡Ahora planeo hacer tu deseo realidad Sasuke!—dijo desatando el cordón que mantenía el pantalón de Sasuke en su lugar. El otro lo miró horrorizado.

Los torpes labios de Uzumaki sellaron las palabras que el Uchiha pudiera decir con la fuerza mientras sus manos lograban liberar la cintura del pelinegro, tiró de los pantalones y se los sacó de un jalón mientras el ojos negros lo miraba con cara de “¡Ya que! ¡Mejor divertirnos un rato!”

SU ATENCION POR FAVOR

¡LEMON!

LLEGÓ EL NARUSASU PROMETIDO

A VER SI LES GUSTA

De pronto Kakashi san se dio cuenta de que su Obito se había rezagado del grupo y fue a buscarlo lleno de una extraña aversión. Ese mundo de ninjas y peleas a muerte que parecían mágicas le ponía los pelos de punta y que el otro se desapareciera lo hacía sentir inseguro.

¿De qué hablas?—preguntó el sorprendido peligris--¿Por qué no me lo dijiste?—reclamó después. Otra cosa que el otro le ocultaba.

Iba a decírtelo pero tu empezaste con eso de que no quieres saber de mí y no quería que pensaras que quería atraparte. Eres libre de hacer lo que quieras—dijo el pelinegro sin mirarlo. Se sentía cansado de las confuciones y malos tratos.

Usualmente el perro bulldog de Kakashi lucía unos desorbitados ojos, quizás por eso nadie se dio cuenta de lo que su mirada trataba de gritar. Nadie en su manada que buscaba frenética y aisladamente había venido con él y es por eso que no vieron lo que él vio.

ATENCION: LEMON NARUSASU

Una mano sobre su miembro empezó a moverse mientras la otra buscaba cobijo dentro de la entrada que Sasuke nunca pensó que fuera usada de ese modo antes de la vez en que Naru la usara.

Shisui se inclinó, había terminado formalmente la reunión del clan en la casa de sus cabecillas y la gente comenzó a dispersarse para irse a sus casas pero él se quedó un momento estático aunando fuerzas para lo que se había propuesto hacer. Caminó por el pasillo por el que el Hokage se había dirigido y cuando estaba por hablarle desde atrás para que volteara una mano lo haló a una habitación aledaña.

Los labios de Shisui sabían a algo indefinido y eterno mientras los saboreaba como a la última coca cola del desierto. El pelicorto no pudo evitar corresponder, su corazón latía a mil mientras sentía los ansiosos labios del otro inspeccionando los suyos, saboreándolos. Una de las manos de Itachi se coló entre su espalda y el travesaño en que las manos de este estaban atadas mientras la otra hizo lo mismo pero en el sentido inverso, o sea desde el hombro hasta la axila.

Los dos despertaron al mismo tiempo de ese sueño. En la habitación no había nadie más que ellos. Ambos eran conscientes de que lo sucedido en sus cabezas solo era parte de la técnica usada por Itachi. El pelicorto estaba sentado en el piso pues sus piernas no lo habían sostenido durante ese tiempo. Los dos sabían que sus mentes habían pasado por todo aquello pero no era real.

Su cuerpo deseaba con desespero al otro, Itachi era incapaz de controlar su propio ser al ver al otro actuando tan sensualmente debajo suyo. La idea de poseerlo jamás se le había cruzado por la mente y sin embargo ahora era inevitable que lo hiciera.

Obito regresaba del baño con sus sobrinos cuando encontró al peligris en la puerta de su habitación.

¡Yo los dejo!—dijo el pelinegro siguiendo de largo.

Sakura salió entonces de una puerta cercana y por el ruido que hizo la puerta al cerrarse Kakashi san miró. Ella se veía destruida. Lloraba a mares y el otro peligris caminó hacia ella, aparentemente muy tranquilo.

Hatake caminó por el patio con la vista clavada en cada árbol esperando el pronto ataque del enemigo. Nadie era mejor para el trabajo de encontrarlo que su manada.

Era hora de irse, se dijo Obito 3 mientras abría la puerta interna del hostal para dirigirse por el patio al edificio principal. De pronto una persona estaba ante él.

¿Qué crees que estás haciendo?—preguntó Kakashi 1.

Irme a mi casa. Ya he terminado aquí—le informó el pelinegro—No hay nada que me retenga—le dijo Uchiha tratando de pasar por su lado.

Caminó por los pasillos sin mucha intención de encontrar algo o más bien sin poder concentrarse en nada más. En tal estado estaba cuando sintió que alguien lo halaba dentro de una de las habitaciones. La puerta se cerró quedando a oscuras y por un momento el pánico se apoderó de él. Después de todo alguien estaba por ahí atacando con un jutsu irreversible.

Su cuerpo quedó pegado a la pared cuando otro lo empujó y quedó en contra de él mientras en sus labios sentía una presurosa respiración. Obito deseó con desespero gritar pero sabía que estaba muerto si…

¡No puedo quitarte de mi mente!—le dijo una voz muy familiar.

De ninguna manera—les dijo Kakashi san.

Haruno y Sasuke 1 lo miraron impertérritos mientras Obito 2 ponía cara de molestia.

Hatake iba a salir cuando la noticia le llegó en un flash. Su astuto clon se había lastimado así mismo para que le información conseguida llegara al original sin demora.

Kakashi quedó estupefacto a un paso de saltar por la ventana. Eso significaba que el verdadero Kabuto estaba suelto, se dijo.

Sasuke quedó con Naruto nuevamente mientras ella fue a ver que tal estaba la pareja de los HatakeUchiha como ella los llamaba en su cabeza. Se sentía que todo iba mal pero ella tenía confianza que todo se arreglara por la forma en que el otro había estado mirando al otro Obito y de pronto…

¿Sensei?—preguntó al ver su figura salir de una habitación.

Shisui caminaba llevado por esa extraña sensación que tenía. La señora que atendía la puerta de la posada le dijo que la mayoría de esas personas se hallaba en el ala aislada de esta, detrás del jardín interno. El Uchiha caminaba por ese sendero con la vaga impresión de que algo malo ocurría que quería verificar. Él no tenía idea de los últimos sucesos ni del escape de Yakushi, solo lo dominaba ese extraño presentimiento.

De pronto se detuvo con la certeza de que alguien lo estaba mirando desde más atrás. Se giró pero no pudo ver nada salvo las hojas con que el viento jugaba y que descendían pacíficamente. Siguió su camino sin convencerse de que nadie lo vigilaba.

Kakashi sintió la fuerza del impacto y con el corazón en la boca Salió disparado hacia alla.

Sakura estaba llegando cuando escuchó la explosión.

Obito 3 sintió la conmoción desde su reciente habitación, igual que Sasuke y Naruto 2.

Kakashi san y Obito 2 se dirigieron al lugar del que provenía el ruido.

¿Qué estás haciendo? ¿A dónde te diriges?—preguntó Itachi mientras era arrastrado por el enfermo Shisui por los pasillos de la posada.

La mano que lo agarraba del brazo vibraba con fuerza y decisión, cosa que nunca antes viera en él el pelilargo. Habían pasado por el terrible momento de verse descubiertos por un Anbu mientras se besaban e inmediatamente después de verlo el pelicorto se había parado y agarrado a él para luego conducirlo por los pasillos sin decir palabra.

De pronto todos vieron algo asombroso. Los ojos del chico se pusieron rojos, con pupilas verticales que lo dividían tres marcas se formaron en cada mejilla y colmillos empezaron a crecerle.

¿Cómo se atreven?—gritó el chico antes de ir en pos de ellos mientras un chacra aterradoramente enorme y rojo empezaba a rodearlo. Con gran agilidad y destreza el chico los eludió y agarró a Kabuto llevándolo hacia un lado.

¡Oto san tiene razón! ¡Eres una mañosa, baka oka san!—le dijo el niño peligris a su “madre”.

¿A quien le dices oka san, datebayo!—saltó el rubio 3.

Los llevaron a la cantina preferida de Naruto donde todos se sentaron a una mesa. Kabuto y Kitsune estaban ausentes, uno en el hospital, el otro en la academia. Naruto Hokage precedía la mesa con su ramen que lo hacía feliz. Naruto 1 miraba a su homónimo con felicidad en la cara porque él invitaba. El Hokage los miraba con atención estudiando sus movimientos. En especial a los Sasukes. Uno ignoraba al otro Naruto pero dos por tres lo miraba por el rabillo del ojo. El otro Naruto miraba con atención el plato y su Sasuke se veía muy solícito.

¿Desde cuando te incomoda que hablen mal de tu padre?—preguntó Kabuto 2 sin prestar atención al niño—Tú eres el primero en despreciarlo todo el tiempo después de todo—

Todos se sorprendieron ante la mención de que su hijo no quería a Sasuke y los Sasukes que no le despegaban de encima la vista esperaron su respuesta que no los dejó más calmos.

¿Por qué dejas que te irrespeten? ¡Tu eres el Hokage!—dijo algo enojado pero feliz el primer Naruto.

¿Hokage?—preguntó Naruto 3 pestañeando y todos se lo quedaron mirando.

Sasuke 2 llevaba con delicadeza a su Naruto, tomaba su mano con una suya mientras con su otro brazo le rodeaba gentilmente. Mirar esa escena trajo sentimientos raros en las dos Sakuras que los observaban dirigirse a sus cuartos recién reservados. Estaban en el hall de la posada con todos medio ocupados de si mismos pero esa escena no pasó desapercibida para ninguna de las pelirrosadas.

Unos brazos envolvieron por detrás a Naruto y unos labios se deslizaron por su cuello viniendo desde la nuca.

¡De-ten-te Ka-buto!—dijo como pudo el ojos azules mientras una mano del peliplateado se colaba bajo su camisa y la otra acariciaba su entrepierna por sobre el pantalón.

¿Qué te sucede Sasuke?—preguntó Naruto 1 al ver a Sasuke sentado en la cama viendo por la ventana mientras el llegaba del baño donde lo había estado esperando.

Tsk!—dijo el pelinegro y en un segundo estaba muy serio delante suyo—Dime…--le dijo al rubio con mala cara lo que lo dejó intrigado--¿A ti… te gusta Kabuto?—los ojos negros estaban entrecerrados escrutando la faz de Uzumaki.

Los labios de él sobre los propios no dejaban respirar, apasionados besos de ida y de vuelta, brazos que se entrelazaban para mantener el cuerpo del otro lo más pegado posible solo cuando el peligris bajó sus labios al cuello del pelinegro este pudo nombrarlo--¡De-tente, Kakashi!—

-Lo siento pero no puedo—dijo el ojos negros antes de volver a sus labios—No puedo resistirme a ti—

Obito, su sobrino y las parejas de ambos estaban sentados en el salón desayunando. La cara del mayor de los Uchihas demostraba profunda introspección. Kakashi lo miraba de soslayo seguido mientras todos cenaban en silencio. Los eventos ocurridos en la noche mantenían un aura sombría en el lugar.

¿Y bien que estás pensando?—dijo por fin Hatake mirando a su prometido y madre de su hijo mientras se acomodaba con un brazo sobre el respaldo y abría sus piernas para mayor estabilidad—Porque algo estás masticando hace un rato ya—

¡Es tu culpa datebayo!—gritó el rubio mientras apuntaba con un dedo acusador al pelinegro.

¿Pero cómo puede ser mi culpa imbécil?—dijo el pelinegro con semblante hostil--¿Acaso yo te obligué a decir esas estupideces en frente de todos?—

Shikamaru se golpeó la frente mientras decía--¡Esa Ino! ¿Acaso todas las mujeres son así de cabeza huecas? ¡Que problema…!—cuando levantó su mano y se quedó viendo al estrafalario grupo. Nara era considerado un genio. Incluso él mismo sabía que era más inteligente que el promedio. ¿Entonces….? ¿Por qué rayos no podía entender lo que estaba viendo?

¿Tu embarazo va bien?—preguntó Obito 3 a Obito 2 con cierta preocupación médica mientras salían del despacho de esa tal Tsunade.

Si—respondió el otro con una sonrisa.

Es que has pasado por mucho stress y…--dijo el Obito médico al embarazado, luego de un momento de tenerlo en vilo le preguntó por lo bajo--¿Qué le pasa a tu Kakashi?—viendo la mala cara que tenía.

¡Oye, tú! ¿Qué rayos quieres, datebayo?—preguntó el rubio ante la celda de Kabuto y este sonrió.

¡No me jodas, coño!—dijo el rubio e hizo sonreír al otro.

¿Por qué no?—preguntó el peliplateado.

No puede ser—se dijo el rubio mirando el regalo dentro del papel.

¿ACASO ERES TAN IDIOTA CHICO QUE NO TE DISTE CUENTA?—preguntó Kurama.

¿Y tú por que no me avisaste?—preguntó a su interior el rubio.

Estaban subiendo hacia su apartamento cuando se hallaron con un gran mueble en la escalera entre los tramos 2 y 3.

¡Oy! ¿Hay alguien ahí?—gritó de malhumor el pelinegro.

¿Y bien que hacemos aquí?—preguntó el pelinegro en medio de ese bosque tupido.

El que estaba a su lado le dijo—¡Sasuke, ese no eres tú y lo sabes! ¿Me regalas chocolates? ¿En que jodido mundo se te pegó eso?—preguntó el ojos azules.

Sasuke permanecía dormido a su lado y Naruto sonrió al ver la figura, tenía su cabeza apoyada en su hombro izquierdo y el hombro que estaba para arriba descubierto sensualmente mientras su brazo descansaba sobre el pecho de Naru. La luz del atardecer iluminaba desde atrás su cabeza dejando los ojos cerrados en penumbra, una de las piernas Uchiha se hallaba montada sobre una de las suyas mientras la otra descansaba sobre el suelo a un lado, Sasuke solo conservaba su camisola blanco-grisácea que le daba por la mitad de la espalda y sobre un hombro mientras delante estaba abierta.

“¡OYE, NO TE EMOCIONES CHICO QUE YO NO AGUANTO UN TERCER ROUND! ACUÉRDATE QUE AUN FALTA QUE EL CUATRO OJOS CHUECO DEL DEMONIO DESHAGA LO QUE HIZO ASÍ QUE AUN USAMOS EL CHACRA DEL VAMPIRO UCHIHA” habló Kurama al sentir como el chico se emocionaba en cierta parte especial y saber como se estaba sonriendo como bobo al ver la expresión del teme dormido.

No… Kakashi—dijo el pelinegro mientras trataba de parar las inquietas manos de quien lo agarraba por detrás, una mano en su estómago y la otra más abajo mientras sus labios rozaban el cuello por un lado—Es… estamos en un local—añadió mientras dentro suyo el susto y la emoción competían pues estaban metidos en un probador de un local de ropa en esa aldea desconocida para ellos hasta hace poco.

¡No!—dijo el pelicorto mientras sentía las manos de su seme en la cintura y los labios del otro en su cuello--¡Ita…chi!—añadió con las manos apretadas sobre el mármol.

Mañana me iré de misión y no nos veremos tal vez por semanas—dijo el otro Uchiha mientras desvestía la mitad de debajo de su uke.

¿Y si Itachi quería ser padre?

El no tenía derecho a negárselo. Bien sabían ambos que no podrían tener bebés juntos pues no era posible en su dimensión como en la que estaban entonces la solución era bastante simple y la mente de Shisui esa noche no dejo de pensarla.

Llovía a cántaros y relampagueaba cuando la puerta deslizante se abrió para dejar paso a un anbu. Shisui no estaba contento con su destino pero ese lugar estaba rodeado de anbus y de Uchihas. El que lo capturara en su reunión con el hokage habló de que él era un discidente que debían dar el ejemplo con su castigo pero en verdad el pensaba que al oír la charla temía la vuelta de Itachi pues podía obtener de nuevo el puesto que ese tipo ostentaba. Sasuke también lo sabía pero al ser el hokage mostrar deferencia por él hubiera sido como echarse la soga al cuello.

Itachi envolvía con sus brazos a su amante mientras Shisui descansaba en su pecho, al pelicorto le costaba recuperar la respiración.

¿Sabes?—preguntó el pelilargo mientras cerraba los ojos con la cabeza apoyada en la madera de la pared—Hoy se casarán Neji y Narutoko. La vez pasada hubo todo esto de nosotros y se decidió aplazar la boda para hoy—añadió.

Al final todo esto fue para nada—dijo la rubia hokage mientras miraba a los recién llegados.

¡Sumimasen!—dijo el pelicorto con una reverencia pronunciada.

¡Arigatou!—dijo el pelilargo con una tenue.

¡Bueno, yo no diría tanto así!—dijo la insolente rubia con marquitas en la cara al lado del hermano menor de Itachi con un mohín mientras se agarraba al brazo de su novio que estaba un poco, poco sonrojado.

La mirada de Naruto estaba muy concentrada mientras miraba los instrumentos recién traídos de su mundo. Kakashi san estaba alucinado pues fue el quien en compañía de uno de los ninjas de ese lugar fue por ellos como una petición especial de Tsunade sama.

Los instrumentos musicales habían sido guardados en un pergamino.

¡Un pergamino!

¿Qué locura era esa?

Te reías de mí frente a todos y yo me quedaba a un lado—dijo el pelinegro recordando con rencor lo sucedido en su etapa de estudiante.

¡Lo siento Obito, no pretendía hacerte recordar momento…--decía Kakashi cuando el otro interrumpió aun de espaldas a él.

Entró a su casa y observó con atención el lío a su alrededor. Cualquiera hubiera pensado en su lugar que entraron a su hogar y habían revuelto para robarle.

Pero los ladrones intentan la mayoría de las veces escapar al ser descubiertos. No gritan un “¡Hola!” como si nada y se quedan leyendo su manga preferido.

Estaba saliendo de la casa que ahora Kakashi san y Obito 2 compartían cuando se lo encontró recargado en una pared de la vivienda.

¿Viniste a controlar la salud de Obito san y su bebé?—preguntó el otro mientras el trataba de caminar por su lado.

Estaba sentado en medio del patio de la prisión ninja sin nada que hacer cuando vio de reojo que algo se movía y fijando su atención en esa cosa vio que se trataba de una pequeña víbora color blanco. Parecía una lombriz de lo pequeña que era pero el peligris no se dejaba engañar fácilmente y sonrió torcidamente

Había sido una misión que había llevado toda la noche pero el exhausto Sasuke estaba feliz de volver a su casa. De seguro el idiota lo había estado esperando con la cena. Casi se da vuelta al pensar que debería comer de vuelta el espantoso ramen que preparaba Naruto pero no había forma de comprar todos los días el ramen de Ichikaru.

Kakashi sintió la piel fría con su mano izquierda mientras sostenía una rodilla en tierra. Estaba claro que Naruto había muerto hace tiempo y sabía bien que el pelinegro no podía haberlo hecho. También sabía lo que el otro estaba pensando solo con ver las marcas en el cuello de su antiguo alumno. Solo una clase de seres que conocían hacían esas marcas y en la aldea contaban con dos.

La velocidad de Sasuke 2 era comparable con la de Sasuke 1 por lo que estos se veían en posiciones difíciles en el combate para acceder a un ataque, aunque el dos no quería en realidad atacar al uno sin saber que era lo que causaba dicho comportamiento.

Pero el sharingan desniveló las cosas. De pronto cuando el dos creía estarse alejando del uno se vio con este a sus espaldas pronto a matarlo. Naruto gritó un segundo antes de que esquivara la filosa katana. Ya cabreado el vampiro decidió defenderse como era debido. Solo una cosa podía hacer, usar sus ojos de fuego.

Entonces se escuchó otra voz que interrumpió—Escucha chico—dijo y todos miraron su procedencia, se trataba del perro de Kakashi—Tsunade sama dijo que no podía ser uno de ellos pues el que hizo las heridas en el cuello de Naruto lo hizo con una hipodercosa y se dedico a zarandearla para hacer más daño. No son marcas de dientes lo que hay en el cuello de Naruto sino de esa cosa. Además debes saber algo importante. Kabuto escapó de la prisión ayer y aunque es poco probable que llegara aquí tan rápido recuerda que ellos tienen recursos que pocos shinobis tienen. ¡Eso debe dar por finalizada tu divagación! Ese Sasuke no es culpable de lo sucedido a Naruto—

Mientras Kabuto corría en pos de su libertad se lamentaba del estúpido Kakashi y su maldito perro y entonces el peligris tuvo que frenar al encontrarse con un par de inesperados enemigos que saltaron en su trayecto. Se trataba del Sasuke adulto y de su novia la “Naruta” esa, como pensó el de lentes mientras los miraba.

¡Salgan del camino o lo lamentaran!—amenazó el shinobi.

Kabuto corría en pos de su libertad. Sonriendo de manera triunfadora. Que ese estúpido se enfrentara a su copia hecha a base de un sacrificio. Sería interesante ver su cara cuando se diera cuenta que se la vieron. Después de todo él era un maestro de la decepción entrenado por uno de los senin también, pensaba mientras se alejaba del lugar en que su doble y Sasuke Uchiha se estaban enfrentando entonces.

Parece que no recuerdas con quien estas tratando—dijo la voz de Itachi Uchiha un momento antes de que Orochimaru volviera a la realidad y se encontrara rodeado de Itachi y Shisui. Kakashi pudo ver como desde atrás y desde delante los Uchiha hacían pedazos al legendario senin uno separó la cintura de la parte baja del cuerpo y el otro hacía lo mismo desde el hombro izquierdo hasta la axila derecha, luego Itachi se volvió y saltó para rematar cayendo sobre el otro pelilargo con su espada de punta y esta se incrustó en el cerebro maligno apareciendo luego por debajo de la barbilla, con un movimiento final el jounin movió el arma y esta partió en dos la cara con ojos de serpiente.