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Ángel (Himno Nacional) por STEREK141618

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Notas del capitulo:

Estoy suoer enojado. 

Hola querido diario, bueno no, mmm, me pregunto cómo te llamaré, serás... ay no tengo idea, pero no te preocupes, que ya te encontraré un nombre que te quede. En fin, han pasado cinco días desde que conocí a Derek, hoy es nueve y hace rato, escribí mis primeras dos hojas de cómo conocí a este pelele, en realidad no sabía si se escribía la fecha del día que pasó tus relatos o el día en que se cuenta, así que yo, solo puse que era cuatro, pero en realidad fue hoy mismo, tuve que ir a ayudar a Derek con las gallinas, y ahora que hemos terminado de éso, que por cierto salió peor de lo que imaginé, aún no me quito las plumas de mi ropa -me rio- bueno me vine a refugiar en mi cuarto, porque Derek me perseguía y ya que terminó de golpear mi puerta, he decidido escribir que pasó la primera noche que pasó el aquí, cuando dijo mi nombre con su acento francés. 


 
Mi madre me dio una lampara de petróleo, bueno a mí no me la dio, sino a Derek, él y yo fuimos escaleras arriba y caminamos por un pasillo hasta el fondo, para llegar a mi habitación. Abrí la puerta. 
---¡Esta es mi habitación! -exclamé emocionado. En mi casa poseemos buenas cosas, mi padre tiene un lugar importante. En sí, nuestra casa tiene unos toques elegantes. 
---Es más bonita de lo que pensé -dijo Derek, adentrándose, llenando el cuarto de luz gracias a la lámpara.   
---Sí, esa es mi cama, tiene unas sábanas sencillas pero te gustarán. -Le di palmaditas a la cama y después me dirigí a la ventana, moví las cortinas, y abrí la ventana, jalé algo así como un pequeño, muy pequeño escenario de madera, que me servía de un gran escalón, me subí en él y vi por la ventana-. Mira Derek aquí está la granja de la familia, es pequeña, pero bonita, es divertido trabajar, con eso de las cosas de la guerra civil a mi madre le da miedo que vaya a la escuela, entonces me quedo aquí a ayudar en los labores de la granja, hay cerdos... -Dejé de hablar cuando, todo se volvió oscuro. 
---Hasta mañana sopenco -me dijo Derek acostado en mi cama por lo poco que pude ver en la penumbra. 
---¡Oye te adueñaste de mi cama! -reclamé con mi delgada voz de puberto. ---Sí ¿Y qué? -habló retador. 
---Pues nada...   
---Bueno. -Pude notar que me daba la espalda. 
---¿Y dónde duermo? -le pregunté levantando los brazos. 
---Pues yo que sé, en el suelo, toma -dijo lanzando una almohada en mi cara para después caer ante mis pies.   
---Gracias. -La tomé del suelo donde cayó. Me acerqué a la cama y me acosté en el suelo frío y duro de madera. Podría jurar que tuve un lindo presentimiento, no sé cómo decirlo, un gran presentimiento a pesar de la pésima actitud de mi huésped. Pasaron unos minutos de silencio y decidí hacer algo.  
---Derek -hablé en tono moderado, lo suficiente para que no me ignorara.   
---¿Qué quieres? -mumuró desinteresado. 
---Tengo miedo. ¿Podría...? -Estaba a punto de empezar un monólogo sobre mi miedo a las arañas que caminan por el suelo en las noches pero al parecer él lo evitó, tal vez ya sabía que hablaría hasta que sus oídos no escucharan ningún sonido por el resto se su vida.   
---Ay ya cállate, ven aquí, te haré un espacio. -Extraño pero, finalmente aceptó mi petición. Tomé la almohada de nuevo y la puse en la cama, me metí en las cobijas-. Está calentita -comenté con mucho gusto. Derek se puso boca arriba.   
---Cállate y déjame dormir -pidió molesto. 
---No, quiero platicar, cuéntame algo para que me de sueño.   
---No quiero, ya estoy muy cansado -subrayó y se volteó dándome la espada de nuevo.
---Qué aburrido. -Apreté los labios e inflé mis mejillas. Y así nos quedamos más tiempo del que esperaba y Derek de no dejaba de moverse debajo de las sábanas, por lo tanto pensé que no se podía acomodar. 
---Ah no puedo dormir -comentó harto y se puso boca arriba cruzándose de brazos. Era mi momento de batear.
---Derek cállate y déjame dormir -espeté finjiendo estar molesto poniendo un silencio estribillo de orgullo en la estrofa e incluso le doy un golpe en el hombro. 
---Calmado niño. Ahora cuenta algo. -Él tomó mi puño en su mano, y lo puso de nuevo a mi costado, se sintió dos veces más grandes que la mía, también algo rasposa pero yo me puse feliz, aun así no me iba a dejar molestar, yo normalmente no dejo que eso pase. 
---Pues ahora no quiero -declaré en tono firme, de todas maneras sabía que él va iba terminar por contar algo, lo presentí.  
---Bueno como quieras, hasta mañana sopenco -dijo Derek poniendo punto final a la conversación. En ese momento pensé "que tonto soy, Stiles haz algo". 
---De acuerdo, te contaré algo -cedí ante él, que tonto fui, pero al menos averigüé algo que se me hizo casi imposible. 
---Pues vas.
 ---¿Qué quieres hacer mañana? Bueno al rato. ¿Arar el terreno en la mañana? ¿O que tal sentarnos bajo la sombra del gran haya a comer manzanas por medio día? ¡Ya sé! Mejor antes del anocher. ¿Te gustan las manzanas? Las rojas son buenas porque tienen jugo y son dulces, pero las verdes son las mejores porque aparte del jugo son refrescantes. Las amarillas no me gustan son muy secas y luego... 
---Deja de parlotear un segundo ¿Quieres? Primero, no voy a comer manzanas y además dudo mucho que haya un haya por aquí -dijo él baqueteado. 
---Claro que hay un haya, lo hubieras visto de no haber apagado la lámpara, acostándote y dejándome hablando solo -le reclamé mirandolo pero él no me veía, sólo conservaba su mirada sería en el techo.   
---¿Haber dónde está? -preguntó claramente dudando de la futura respuesta. 
---Está plantado en medio del terreno de atrás -confesé sin darle importancia y además con voz rápida. 
---Ya será algún día. Mejor yo cuento algo ya que tu pareces un río al hablar. 
---Cuéntame cómo es que sabes tantos idiomas -le pedí sangoloteando su brazo. 
---Suelta mi brazo y te cuento -murmuró molesto pero disimulando, también entre dientes.
---Bueno. -Solté su brazo dejándolo caer brusco sobre la cama. Él suspiró densamente, en serio creo que estaba harto de mí.
---Yo nací en Bélgica...
---¡¿En serio?! ¡Wow! ¿Como es ahí? -Derek se incorporó de inmediato en la cama y me puso su grande mano sobre la boca, al menos yo veía su mano grande.
---Guarda silencio -hablaba y susurraba cerca de mi cara amenazador-, o tus padres vendrán a preguntar por qué es que no hemos dormido.
---Me quedé hecho piedra contemplado su apenas su visible rostro, con los ojos totalmente abiertos asintiendo con la cabeza.
---Bueno -pude decir cuando él quitó la mano de mi boca y se acomodó de nuevo en su lugar.
---Cómo decía, yo vengo de Bélgica, mi idioma de nacimiento es el neerlandés. Mi país ha sido un campo de guerra para otros países, ahí mi padre murió durante la guerra. Lo perdimos todo. Mi familia y yo tuvimos que aprender a hablar francés, porque hablando francés de alguna manera subías de clase social ya que el francés es una lengua hablada sólo por la realeza y gente de mayor clase social, y así conseguimos empleos en diversos lugares. Yo trabajé muchos años con un ermitaño que según él venía de Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda. Me contó la historia de su país. De cómo se fue anexando Escocia y finalmente Irlanda completa. Me enseñó a mí y a mis hermanos a hablar su idioma, y cuando tuve diez años ya sabía hablar inglés con fluidez. Debo admitir que al principio fue difícil comunicarnos. Más tarde murió y tuve que conseguir otro lugar para trabajar. Pero oíamos que la independencia de mi Bélgica, no iba a durar mucho tiempo, fue cuando escuchamos rumores de un país que anexaba territorio como si bebiera agua. Durante mucho tiempo juntamos mucho dinero y fue más de un año para llegar aquí a Estados Unidos de América.
Yo escuché todo lo que dijo con mucha atención, era sorprendente saber todo lo que pasó Derek por más breve que fuera la historia. Derek es un chico valiente, no se ha rendido a pesar de todo eso que cuenta. Yo ni siquiera podría durar un día en la calle solo. Soy un pobre flacucho molesto. Él es una persona madura a lado de mí.
---Que intenso... -fue lo único que dije, no supe que más decir, se había robado todas mis letras.
---Pero con eso de la guerra civil, empiezo a creer que era mejor idea quedarnos en Bélgica -habló con un tono de nostalgia. Así me sentía yo a veces al extrañar la escuela.
---Pero la guerra civil ya va a terminar... Además no me habrías conocido. -Le hice ver ese hecho con gran entusiasmo pero aun así creo que él no se sintió mejor sino peor.
---Eso también lo lamento -dijo con la voz entrecortada. ¿Tan malo era conocerme? Entonces yo me sentí mal. 
Debido a éso, no hablé ninguna cosa más  Después él me dijo "hasta mañana" y se quedó dormido. Al día siguiente él sirvió de traductor entre mis padres y su madre, entonces mi padre les dijo que les daría trabajo a todos y podían vivir con nosotros hasta que tuvieran el suficiente dinero para poder tener una casa propia. Y así han pasado cinco días en los que Derek y yo dormimos en la misma cama. Hoy fue un otro día normal al menos por la mañana, Derek y yo nos levantamos temprano, algo así como por las siete de la mañana. Aramos el campo. Recogimos las pocas frutas cosechadas. Más tarde fuimos a almorzar y hasta hace poco fuimos con las gallinas.
---Bien tienes que sacar los huevos sin que las gallinas se alarmen ¿Entendido? -fue la indicación que le di"a Derek al entrar al gallinero con cuidado.
---Sí ya me los has dicho cinco veces antes de venir -dijo acomodando mejor la canasta de madera que tenía en las manos.
---Quiero que quede bien claro soldado -hablé como un general al mando.
---Sí, sobre todo eso.
---Espera, voy por algo que olvidé y ahora vuelvo -avisé a Derek. Él respondió con un "ajá" desinteresado.
Yo caminé hasta la casa de nuevo y cuando llegué, tomé un canasto, y también un vaso de agua. Escribí un poco hasta que de pronto oí muchos ruidos y a Derek gritando mucha cosas inentendibles. Corrí sumamente preocupado. 
---¿Qué le estará pasando? -susurré a el mismo tiempo que llegaba hasta la escena. Mientras corría desesperado vi algunas gallinas volar afuera del granero. Entre todo el aleteo, vi a Derek mandando manotazos a todas direcciones. Yo me reí muy fuerte a pesar de que las gallinas me golpeaban.
---Te dije que tuvieras cuidado al sacar los huevos -espeté muerto de risa.
---Una tonta gallina no quiso darme el huevo así que intenté quitárselo a la fuerza pero no se dejó, y las otras empezaron a ayudarla hasta que todas ya se habían venido encontra de mí -gritaba Derek aún en el suelo intentando liberarse de la multitud de aves enardecidas.
---Pues deberías agarrar los huevos de una vez ahora que se han levantando de su lugar dejándolos expuestos -propuse empezando a tomar blanquillo por blanquillo rápidamente.
Entonces Derek también hizo lo mismo después de levantarse. Todo el lugar estaba repleto de plumas blancas y yo me reí porque las gallinas no dejaban de molestarlo. Cuando terminamos, me le quedé viendo, tomé un huevo de un canasto y lo lanzé directo a su bello rostro. Él abrió la boca ante el impacto y se le metió la clara en la boca.
---Diablos. ¡¿Qué te sucede Stiles?! -Yo quedé hecho hielo.
Él tomaba el contenido del blanquillo entre sus dedos intentando quitarlo de su cara y después escupiendo lo que se le había metido en la boca.
---Me llamaste Stiles -hablé muy bajito y con sorpresa en mi voz.
---Sí, y qué. -Levantó los hombros, sin darle importancia.
---Nunca me llamaste por mi nombre antes. Sólo con puros insultos me llamabas. Bueno una vez si me dijiste Stiles o bueno varias, pero que lo digas me gusta. -Yo estaba casi flotando de felicidad, aunque también con puño de nervios golpeado mi estómago al ver la reacción de Derek, el cual abrió los ojos muy grande, luego yo tomé un huevo y se lo volví a aventar-. Quita ya esa cara de bobo, bobo.
---¡Stiles! ¡Ven aquí engendro! -Yo corrí por el campo, con el canasto con huevos entre las manos, sintiendo el pasto rozar mientras piernas y algunas flores acariciar mi piel. 
---¡No me atraparás tonto! -grité y sentí un golpe en la espalda, el de un huevo. Después sentí otro en mi cuello y otro en mi cabeza.
---¡Ya casi te alcanzo! -gritó Derek y yo tropecé y caí con todo mi canasto al suelo, el pasto se metió en mi boca. Derek llegó, me puso boca arriba y se puso encima de mí.  -Estás muerto. -Sentenció con malicia y estrelló un huevo en mi frente.
Me miró con una mezcla de soberbia y satisfacción para después guiñarme un ojo. Yo quedé ahí en el pasto tirado con la clara y la yema escurriendo por mi frente y cara, la mirada al cielo y las nubes pasaban muy rápido. Derek me había guiñado un ojo. Me levanté, me puse frente a él y le pateé la espinilla, Derek abrió la boca muy grande al gritar y le estrellé un blanquillo en la boca. Eché a correr a casa entre carcajadas y con Derek gritando mi nombre muchas veces tal vez por eso lo hice, para que gritara mi nombre porque me gusta como lo grita. Al entrar a la casa me dirigí a mi cuarto, como un rayo cerré la puerta y la atranqué con una silla. Derek se la pasó golpeando la puerta tantas veces que pensé que iba a tirarla pero hasta hace poco dejo darle de guantazos y de seguro se fue. Me gusta este chico. Ya veremos que pasa en los siguientes días. Con amor, Stiles. Soné como una niña. 
 
 
Notas finales:

Espero lo hayan disfrutado , comenten y así.


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