Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ángel (Himno Nacional) por STEREK141618

[Reviews - 20]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, ¿Sabían que me cuesta mucho trabajo publicar algo aquí sin que el formato se haga mierda?  Pues así es.

Hola amigo Sourwolf, ese es tu nombre ahora, espero que hoy estés bien, sí, creo que aún no se te rompe la pasta, creo que la ultima vez que hablamos, bueno que escribí, Derek estaba golpeando mi puerta y luego se fue. Todo bien hasta ahí, pero última semana me ha hecho pensar que tal vez fue un error traerlo a casa, porque sólo me mete en problemas, aunque debo admitir que yo también tengo gran parte de la culpa. Bueno no fue un error, pero ya me está cayendo mal, sólo un poco, aún sigue siendo guapo.
Después de quedarme ahí sentado escribiendo, me sentí muy pegajoso y me metí a bañar, así lo hice no sin antes meter mi ropa y toalla, terminé de bañarme y salí, con la ropa puesta y el cabello mojado, estoy seguro de que tenía las mejillas un poco rojas, el sol ardiente del día había calentado mucho el agua, y adivina a quién me encontré querido Sourwolf, no, no me encontré a otro de los cerdos o a ese burro curioso del mes pasado, no, me encontré a Derek, se veía... pues como siempre, de hecho.

---Hola -saludé alegre levantando mi mano derecha y la agite vigorosa. Esperando una respuesta agradable.

---Engendro -habló de acuerdo a su actitud de malote, se notaba que no estaba muy feliz conmigo, o tal vez un menos trece por ciento. El contenido de los huevos escurría por su ropa, había una cosa transparente media mezclada con otra sustancia amarilla intensa, se veía asqueroso, era como si una gallina gigante hubiera vomitado sobre él.

---¡Apestas Derek! -exclamé tapando mi nariz con un dedo y ventilando con la otra, sólo quería molestarlo un poco, bromeando, aunque si olía extraño

---Tal vez si alguien no hubiera empezado con la guerra de huevos oliera a tu gusto -reclamó enojado acercándose a paso firme para poder darme la paliza que sus sentimientos le indicaban.

---¿Cómo que a mi gusto? -pregunté elevando más mi cabeza, girándola a unos cuantos grados acompañado de una ceja elevada más que la otra.

---¡Eso no te incumbe engendro! -espetó y puso sus dos manos más grandes que las mías, en mis extremidades y las pellizcó con vehemencia. Yo hice una mueca de dolor ante el ardor en la piel.

---Oye fue una broma no es para que te lo tomarás enserio. -Me sobe ambos brazos con delicadeza y así no poder sentir el dolor otra vez. Pero sólo me miró enconado y se metió, seguro a bañarse y a quitarse todo ese huevo con plumas de su cuerpo.
Después de aquella escena yo entré a mi cuarto, me acosté en la orilla de la cama. Ahí estuve un buen rato pensando que tal vez a Derek no le agradaba que le hicieran bromas y que tampoco le gustaba jugar. De mi cabello el agua se fue evaporando poco a poco y cuando estuvo seco, apareció Derek, en la entrada de la puerta de mi habitación, con su toalla en la cabeza y con su típico pantalón café, tiene una decena de ellos.

---¡Muévete duende! -ordenó con firmeza.

Yo no dige nada y luego me fui recorriendo hasta llegar casi a la pared. Él se acostó a un lado mío, yo le di la espalda, se quedó viendo el techo. De todas maneras ya sólo estaba esperando que mamá nos gritara para que bajaramos a cenar y después a dormir. Aún en silencio ya estaba por quedarme dormido de tanta espera y tranquilidad.

---Duende -interrumpió Derek, mi casi sueño en el que comía manzanas bajo el haya, unos de mis deseos personales e íntimos.

---¿Qué quieres? -dije desganado, sin cambiar de posición, no quería demostrar que muy en el fondo un brillo de felicidad de que me hablara se diera a conocer a través de la expresión de mi cuerpo.

---Creo que... -empezó-, yo... Nosotros no... ¡Auch! -gritó incomodo y adolorido cuando lo atiné distraido y aproveché para darle un pellizcón con todas mis fuerzas.

---¡Chicos ya bajen a cenar! -voceó mi madre, de seguro desde las escaleras, el olor de la cena se acercaba sigiloso desde la cocina seduciendo nuestro sentido del olfato.

Yo hice caso a su llamada y me levanté de la cama.

---Duende, hazme caso o jamás volveré a decir tu nombre en voz alta -amenazó Derek siguiendome, debo admitir que me paniqueé un poco; que Derek dijera mi nombre era una cosa maravillosa, en ese momento Derek probablemente se iría pronto de la casa y por eso mismo tenía que aprovechar cualquier oportunidad de que él dijera mi nombre y no perderlas. Aunque, bueno, después de ese sentimiento, me enojé.

---No me importa -acepté con desaire.

---Pues entonces toma. -Sentí un ardor en mi brazo derecho, que se expandía por la zona unos cuantos segundos.

---Ya déjame. -Le devolví el repizco en el mismo lado.

---¡Pues hazme caso! -demandó Derek tratando de empotrar mi cuerpo contra la pared.

---¡NO! -exclamé furioso aún más cerca de su cara.

Después de unos cuantos gritos y pellizcos, me encontraba en una situación peligrosa al darme cuenta de que Derek me quería hacer una quemadura india.

---Quítate. -Al principio quería darle una bofetada, pero no sé por qué terminé por darle un guantazo en la cara.

Y más tarde en el comedor.

---¿Quién te pego en el ojo Derek? -preguntó mi mamá al mismo tiempo que de igual manera la madre de Derek seguro interrogaba lo mismo con su elegante francés con preocupación.

---Hace unas horas me calló una manzana en el ojo cuando pasaba por debajo del árbol de manzanas -se excusó Derek y de sólo de imaginarme eso, un poco de alegría llenó mi corazón, y por poco me da un ataque de risa. Pero no quería que se malinterpretara entonces tuve que poner resistencia para no hacerlo.

---De acuerdo, eso no es muy común pero bueno, siéntense y ahora mismo Thalia y yo, pondremos los platos -dijo mi mamá.
Thalia y mi madre se han hecho buenas amigas o algo así, a pesar de que no son capaces de entenderse casi al noventa por cierto, pero se divierten, y se llevan bien, aunque antes a veces me daba la impresión de que Thalia era muda porque al principio estaba callada todo el tiempo, pero con el paso de los días, se fue acostumbrando a nosotros y es muy platicadora, al menos cuando podemos entender con mímica y exclamaciones.
Cambiando de tema Derek y ella se pusieron a conversar un rato antes de cenar, pude ver como llegaban Peter y Laura de sus respectivos empleos y después de eso, oí que Derek mencionó mi nombre con sus adorables gestos, no podía estar enojado con él, por mucho tiempo. Me senté en mi lugar de siempre de la mesa rectangular y grande para mí familia, pero con la de Derek, llenamos todos los espacios en el trozo de madera tallada.

---¿Quién te dejó el ojo morado? -preguntó Peter y esta era de las pocas veces que hablaba en voz alta en frente de todos. En el momento que volteé para ver a Derek, su ojo ya no estaba un poco hinchado, ahora sí tenía alrededor del ojo, morado. No le pegué muy fuerte, pero tal vez él no está acostumbrado a recibir golpes sino a dar.

---Nadie, fue una manzana -habló serio, y es muy curioso que después de dejarle el ojo así, de cualquier forma se sentara a mi lado.

Peter estaba casi estaba ahogándose con su risa y Laura estaba sonriendo casi a punto de también reír.

---Creo que Stiles te enseñó un poco de respeto -apenas y pudo decir Peter entre su risa contagiosa.

---Cállate Peter -espetó Derek amenazando a su ¿primo? ¿tío? ¿hermano? Aún no sé que sea de él, no me he tomado la molestia de preguntar. A sí, entonces Derek lo amenazó con la mirada.

---Uy alguien no quiere aceptar la verdad -se siguió bufando Peter.

Más tarde llegó mi papá y cenamos todos juntos, para después ir a dormir. Derek y nos acostamos en la misma cama otra vez, que hasta el día de hoy seguimos compartiendo, si le caigo tan mal, ¿por qué sigue aquí? Yo me acosté del lado de la pared, el lugar que él me había robado, y después cuando él llegó, me ordenó de mala gana que moviera hacia la orilla y él en la pared. Pero me negué rotundo, y después lo empujé y calló al suelo. Él abrió su boca muy grande y yo apagué la lámpara.

Al menos ya no teníamos que pelear por la misma almohada. Ya que le habían dado una a Derek hace un par de días,

Yo no dige nada y me giré para darle la espalda cuando por fin se acostó sin reparos.

A pero con lo de ese día no fue suficiente Sourwolf. En la mañana del día siguiente me desperté porque oía ronquidos de oso en mi oreja, y cuando desperté por completo, los sonidos esos se dejaron de oír. Y salté en mi propio lugar porque Derek tenía la mayor parte de su cara recargada en la almohada, sólo se veía su ojo verde izquierdo, como perdido, pero en realidad parecía que ya llevaba mucho tiempo que me estaba viendo, según la confesión que me dio y fue algo así:

---Es que me despertaste con tus ronquidos de perro, estaba a punto de taparte la cara con una almohada pero tú te despertaste antes de que lo hiciera y por cierto noté que su moretón ya no estaba.

Derek es muy estúpido, porque después de eso, nos empezamos a pelear por la misma cobija, era una mañana fría, y yo le jalaba la cobija y él la jalaba de nuevo, hasta que hice esto: Jalé la cobija con toda la fuerza que poseía en mis brazos hasta que de tanta fuerza, Derek la soltó y mis codos se dieron muy fuerte con la pared.

Sourwolf te juro que casi me salen lágrimas de dolor mientras el Derek se reía, me sobé los codos al sentir una corriente eléctrica tensa recorrerlos, ahora sé por que no debo de ponerme del lado de la pared. Al final pasó esto...

---¡Al diablo la cobija! ¡Dormiremos sin ella! -grité ya baqueteado, y lancé la mendruga cobija por ahí, al mismo tiempo que di dos patadas en el aire, me giré y me abracé a mí mismo. Hubo unos largos segundos de silencio denso, y supe que Derek pensaba lo mismo que yo...

---¡Yo lo tendré primero! -gritamos los dos al unísono, volando de las camas al suelo, y de ahí hacia la sábana de la discordia. Yo la tomé primero y Derek la jaló por debajo de mis pies, caí al suelo. Le di un almohadazo en la cara y me escapé de nuevo con el trozo de tela, cuando me atrapó en la ventana que daba hacia la granja.

---Dame esa basura o te dejo el ojo morado a ti esta vez -amenazó Derek, ahora a mí, con el puño apunto de atacar.

---Atrevete y la tiro por la ventana -saqué mi mano con la tela de fuera.

---Engendro -replicó con el puño aún más preparado.

””””””””””””””””””
---Bueno niños... ¿Alguien me puede decir por qué, su cobija esta llena de lodo y de estiércol de cerdo? -reclamó/interrogó mi madre con la cobija sujetada con la punta de sus dedos, y la mamá de Derek lo miraba a él negando con la cabeza, se veía enojada.

---Fue él -respondimos los dos al mismo tiempo y nos señalamos.

Espera Sourwolf, todavía me faltan otros cincuenta frascos de mermelada por llenar.

Hasta que vuelva a tener tiempo escribiré.

Notas finales:

Espero que les haya entretenido o gustad, y actualizo hasta el próximo jueves. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).