Jin pensó que tal vez evitar a Dan sería lo mejor. Luego de leer la carta, se había dado cuenta de por qué el chico estaba tan apegado a él. Pero no quería reconocer que sentía algo también. Ahora no sabía como tratarlo… ¿Seguiría normalmente como si no hubiese pasado nada y como si nunca hubiese encontrado aquella notita dedicada a él? ¿O le diría apenas lo viera? No estaba seguro…
Una tarde, se cruzaron en el camino. Dan, algo sonrojado, se le acercó y con una sonrisa algo vergonzosa le preguntó:
- Ji… Jin… ¿Tu… no encontraste algo aquel día en que me fui corriendo? Digo, algo así como un papel, nada importante, solo… Solo…-
- ¿Esto? – Y sin dudarlo sacó la cartita que había llevado consigo desde que la encontró.
Al verla, Dan quedó paralizado, no dijo nada, solo tragó saliva y comenzó a temblar.
- ¿Qué es lo que te pasa niñito? Escribes muy bien, ¿sabes?- Y rió un poco. Lo que el pequeño no supo fue si aquella risa era de burla o no, lo cual prefirió ignorar:
- Jin, Jin, lo siento, no quería… Yo no quería que tu…-
- ¿Qué no querías que yo la viera? – Interrumpió Akutsu agachándose para quedar frente a Dan, el cual al sentirlo tan cerca se sonrojó mas de lo que estaba.
- Jin, yo… Solo… -
- ¿Qué? – Akutsu se mostraba muy interesado en oír alguna explicación.
- ¡Déjame! – El niño se cubrió el rostro y salió corriendo, sintió que Jin lo obligaba a decirle en la cara todo lo que sentía por él y no lo soportó. Comenzó a llorar y se ocultó detrás de un arbusto donde nadie podía verlo - ¡Que tonto! ¿Cómo pude descuidar la carta así? – Se decía mientras la vergüenza le recorría todo el cuerpo como si fuese su propia sangre. De pronto sintió que alguien detrás, le tocaba suavemente el cabello. Al darse vuelta se sorprendió inmensamente al descubrir que se trataba de Jin, éste le sonreía, pero su sonrisa no era la de siempre, aquella malvada y burlona, esta era mas bien una sonrisa tranquila, algo dulce…
- Deja de llorar, te dije que crezcas de una buena vez…-
- Jin… ¿Qué… qué es lo que… Lo que te pasa? –
- ¿A mi? ¿O a ti? – Le extendió la mano como para ayudarlo a levantarse. Dan se incorporó y continuó con su mirada alucinada hacia Jin. – Me voy a practicar, no puedo perder mi tiempo. Te veo luego. – Agregó el mayor que se alejaba lento hacia las chanchas de tenis. En un momento se dio vueltas y le guiñó el ojo al niño. Dan, aún boquiabierto, no podía creer lo que sus ojos habían visto segundos antes. El tan duro y frío Jin se mostraba tierno… Sonrió pero por mas feliz que se sintió sus lágrimas continuaron cayendo, pero ya no eran de vergüenza, ahora sentía como cierta emoción. Secó sus mejillas con la remera y corrió detrás de Jin.
- ¡Jin! ¿Me enseñarás a jugar como tu? ¿Si? –
- Ya basta no seas molesto – Dijo seriamente mientras continuaba su camino.
- Pero… No te entiendo… – La voz de Dan se hizo casi inaudible. Akutsu se detuvo entonces y tomándolo de la remera como a quien va a golpear le dijo:
- Niño, aquí hay mucha gente, no voy a mostrarme diferente delante de ellos, no tienes paciencia, ya estaremos solos y allí hablaremos tranquilos, pero no me obligues a golpearte, porque en verdad no quiero hacerlo. – Lo soltó y le sonrió nuevamente. Aquella amenaza a Dan solo fue actuación, para que la gente lo viera como el Jin Akutsu malo de siempre. Dan intentaba disimular su sonrisa, pero no podía, sus mejillas se tornaron rojizas nuevamente. ¿Qué pasaría después? ¿Y si todo era broma? No… Jin no era bromista… Imposible, ¿Y si era cierto? Su corazón latía con mas fuerza a medida que brotaban las preguntas. ¿Era realmente Jin Akutsu? ¿Acaso estaría transformándose en una buena persona? ¡¿Quién sabría?! Tal vez, si no lo averiguaba él, nadie lo haría…
Alessandrie 17/05/2006