- ¡¡Muy bien!! ¡¡Hoy es el gran día!! – Hoy amanecí especialmente feliz, ya que hoy hablaré con Sousuke sobre mis sentimientos.
- ¿El gran día? ¿Qué día es hoy que es tan especial? – ¡¡Ay pero que estúpido!! No debí gritar eso sabiendo que Sousuke me escucharía… ¡¡Rápido Rin, respóndele algo coherente!!
- ¿E-Eh? ¡¡Ah N-NO!! Lo que quería decir es que hoy parecer ser un Gran Día P-Porque… amm, tú sabes…
- ¿Estás bien Rin? Pareces muy nervioso – ¡¡No puede ser!! No se me ocurre nada bueno y él ya se dio cuenta de que estoy nervioso.
- B-Bueno Sousuke… No te quería decir algo tan importante en estos momentos pero…
- ¿Pero? – Bueno, planeaba decirle esto hasta después del entrenamiento, solos en la privacidad de nuestro cuarto… pero supongo que no queda de otra.
- ¡¡¡Hoy tendremos un entrenamiento especial y muy intensivo!!! Así que este definitivamente será un gran día, ¿no crees?– Genial Matsuoka, ya cuando creías tener el valor de confesarle tus sentimientos ¡¡Se te ocurre algo tan simple y sin importancia como eso!!
- Ah, por eso estás de tan buen humor desde que amaneces, no cabe duda que la natación es tu verdadera pasión ¿no?
- ¡Sí! Jaja me conoces muy bien Sousuke… y bueno estaba nervioso porque era así como una sorpresa para todo el equipo, eso es todo – Bueno eso no era del todo una mentira, en realidad si tendremos un entrenamiento más intenso, ya que hay algunos miembros del club que no tienen los mejores tiempos que digamos, a lo que el profesor a nuestro cargo habló conmigo y me pidió que la rutina tuviera más potencia y fuera más efectiva.
- Claro, lo entiendo perfectamente. Ahora lo mejor será apresurarnos para no llegar tarde a la primera clase.
- Ah sí, tienes razón – Nos apresuramos en vestirnos, agarramos nuestras cosas y salimos en dirección a la primera clase que tenemos.
Las clases pasaron normalmente y yo seguía bastante nervioso, y ¿cómo no estarlo? Si lo que le diré a Sousuke cambiará mucho nuestra relación, no sé si me corresponderá, no sé si al contrario me rechace, no sé si podríamos seguir siendo amigos, no sé si podremos ser felices juntos… no sé nada de lo que pueda pasar. Sin mencionar que mis nervios también tienen que ver con el sueño que tuve… ¡¡mejor ni pienso en eso o quien sabe cómo me podría poner allá abajo!!
El entrenamiento no estuvo tan mal, claro para algunos que eran más novatos sí que debió ser un infierno. Pero de hecho para mí fue de lo mejor, todo mi nerviosismo, tensión y mis preocupaciones se las llevó el agua; ahora me sentía de lo más relajado y tranquilo, todo rastro de dudas hacia lo que haré se desvaneció.
Me dirigí hacia las duchas con la esperanza de encontrarme con Sousuke para decirle que tenía algo muy importante que decirle, pero estando ahí, no lo encontré… bueno él fue el primero en salir de la alberca, supongo que ya estará en nuestra habitación. Pero al parecer tampoco se encontraba ahí.
¿Dónde demonios te encuentras Sousuke? ¡¿No me digas que se volvió a perder?!
Recorrí los pasillos de los dormitorios: Nada.
Pasé por todos los salones de clases: Ni un solo rastro de él.
Visité el comedor varias veces: Ninguna con resultados positivos.
Volví a inspeccionar la alberca: Ni un alma se encontraba ahí.
Pregunté a todos nuestros compañeros de clase, del club, maestros: Nadie sabía nada de él.
¡¡¿Tenía que desaparecer justo en el mejor momento?!!
Mientras caminaba en dirección a la entrada de Samezuka y lidiaba con un pequeño ataque de histeria, me encontré con algo no muy lindo de ver para mí, una escena horrible.
¡¡Encontré a Sousuke siendo abrazado por una chica!! Y no una chica cualquiera, ¡¡una muy linda chica!! Medía como 1.70, cabello castaño claro (recogido en una trenza de lado), ojos grandes de color miel, 2 buenos atributos delanteros, ¡¡incluso por detrás también estaba bien dotada!!
Sentía hervir mi sangre de celos, todo mi buen humor desapareció, me sentía tan frustrado, tan triste, tan enojado, tan deprimido, herido sentía un huracán de emociones en estos momentos.
Todo se fue directo a la mierda.
Todo se arruinó.
Toda mi determinación se esfumó.
Todo se acabó.
Pero espera… hay 2 cosas que no entiendo y 1 cosa que aún me da esperanza:
1. ¿Por qué Sousuke estaba con esa chica?
2. ¿Por qué esa chica me parece conocida?
3. Que esa chica estuviera abrazando a Sousuke… no significa que sea su novia, ¿verdad? Es solo un abrazo… ¿no?
Aunque para mí, sus abrazos sí significan mucho.
No sacaré conclusiones apresuradas… mejor le pregunto cuando esté más tranquilo, cuando él llegue a la habitación.
Pues en vez de tranquilizarme ¡¡estoy mucho más alterado!! Digo ¡¿por qué rayos estaría con esa chica durante 1 hora?! ¡¡O quizás ha sido más tiempo si tomo en cuenta todo lo que tardé en buscarlo!!
Rayos Sousuke… ¿Por qué logras alterarme tanto? ¿Por qué me afecta de gran manera todo lo que hagas? ¿Por qué me duele tanto verte con alguien más?
En eso se abrió la puerta, dejándome ver una hermosa sonrisa, una sonrisa tan cálida y angelical, tan tierna, tan sincera, tan… brillante. Una sonrisa que jamás había visto en él.
- ¡¡Rin!! ¡¿Te acuerdas de mi vecina Shiemi?! – Shiemi… Shiemi, mmm ¿la vecina de Sousuke?... ¡¡No me digas que la maldita chica que abrazaba a Sousuke es esa Shiemi!!
- ¿La chica con la que solíamos jugar cuando iba a tu casa? ¿Esa chica que siempre andaba detrás de ti y prácticamente ignoraba mi existencia? ¿Esa Shiemi que se fue a Kioto?
- ¡¡Sí, ella!! Eh quiero decir, pues sí, es ella… regresó y me vino a buscar aquí, pero eso no es todo… me pidió que fuera su novio - ¡¡¡¿QUÉ?!!! ¡¡¿Qué esa maldita hizo QUÉ?!!
- A-Ah ¿sí? Y ¿q-qué le dijiste? - ¡¡¿Por qué rayos pregunto algo que ya se y que de todas formas me dolerá escuchar?!!
- ¿No es obvio? ¡Le dije que sí! – Dios… esa sonrisa de nuevo. Esa estúpida sonrisa que al parecer jamás me mostrará a mí. Se veía tan feliz al darme esa respuesta…
- P-Pero… t-tienes muchísimo sin verla… sabes la gente cambia, puede que ya no sea la misma Shiemi de la que te enamoraste de niño… ¿No crees que primero deberías conocer a esta Shiemi? - ¿Me escucharé desesperado? Porque en realidad si lo estoy… pensé, que podía tener una oportunidad con Sousuke… pensé que de verdad podríamos estar juntos y ser… felices.
- ¿No recuerdas que le prometí ser su novio cuando la volviera a ver? Además parece ser la misma linda y dulce Shiemi de siempre – Es cierto, parece ser la misma chica amable y tierna de siempre… si la pudiera comparar con alguien diría que es una combinación entre Makoto y Kisumi. Pero hay algo en ella que Nunca me cayó bien.
- Pero… ¿no crees que eso es solo cosa de niños? ¿en verdad tiene tanta importancia esa promesa?
- Rin, toda promesa es importante, y es de hombres cumplir con tus promesas, ¿qué no eso es lo que solías decir todo el tiempo?
- Ah p-pues, sí… tienes toda la razón. M-Me alegra que sean novios… ojalá sean muy felices.
- Rin… ¿estás bien? Pensé que te alegrarías tanto como yo de saber que Shiemi regresó, después de todo los 3 fuimos buenos amigos… por el contrario te ves muy triste – Pues… imagínate, tu mejor amigos, el chico que descubriste hace poco que te gusta, el chico que te hace suspirar, que te hace sentir mariposas en tu estómago cuando estás cerca de él, el chico que te alegra el día con tan solo ver su sonrisa, el chico que más te entiende, el chico con el que pasas todo el día y con el que haces casi todo, el chico con el que sueñas… el chico del que crees estar enamorado… tiene a alguien más que lo hará feliz… dime Sousuke, ¿tú cómo te sentirías al respecto?
- No es nada, creo que… solo estoy muy cansado por el entrenamiento; me iré a dormir… que tengas buenas noches – Se lo dije casi como un suspiro, sin ánimos, sin fuerzas, sin aliento, como si estuviera diciendo mis últimas palabras al momento de morir. Me quiero morir. Quiero llorar. Pero ni siquiera me siento capaz de eso, ni si quiera tengo fuerzas para llorar.
De verdad toda mi determinación, mi esfuerzo por admitir mi sexualidad, mis ganas de ser feliz al lado de la persona que amo… se fue.
Sé que Sousuke me había dicho algo así como “ok, buenas noches” pero yo no le presté la más mínima atención, solo cerré mis ojos y con todas las esperanzas del mundo, deseé que al día siguiente despertara y me diera cuenta de que todo fue una pesadilla.
Pero sé que eso no pasaría. Despertaría y me encontraría con la cruel realidad.
Mañana solo será otro día… un día común y corriente. Un no tan buen día.
Un día ya no tan feliz.