Personas que rompen promesas, rompen personas
Capítulo 11. Prometo creerte.
Loki no volvería a ser denominado jamás como el muchachillo inexperto y careciente de habilidades para el combate, como había sido conocido en el pasado, era ya un hombre, un príncipe orgulloso y digno representante de Asgard, al igual que su hermano Thor.
Aquél chiquillo que regresaba a su habitación, lloroso y con heridas por todo el cuerpo debido a ser molestado y apaleado por sus compañeros de entrenamiento, aquél chiquillo había desaparecido.
Que alguien intentara meterse con él ahora y enfrentarían las dolorosas consecuencias.
Siendo entonces Loki un habilidoso guerrero, fuerte hechizero y teniendo la edad adecuada, adquirió por ello, nuevas responsabilidades, las responsabilidades que ser un buen príncipe Asgardiano acarreaba.
A él no le molestaban en absoluto aquellos nuevos deberes por cumplir, después de todo, él siempre había sido (y seguía siendo) sumamente responsable y maduro (Aunque a pesar de ser maduro se negaba a dejar sus jugarretas y trucos maliciosos de lado)
De vez en cuando acompañar a su padre al momento de hacer tratados, a veces a su hermano, estudiar política, saber cuando arreglar el problema utilizando medidas bélicas (él prefería los tratados pacíficos, gracias) solamente cuando fuera absolutamente necesario, etcétera, una que otra cosa más.
No había problemas con ello.
De verdad que no lo había.
El verdadero problema eran las responsabilidades que a Loki no le agradaban, aquellos deberes reales extremadamente molestos para su persona.
Como aquel, sí, aquel que se le presentaba.
Un baile.
Un estúpido baile.
Ahí radicaba el problema del haberse convertido en un hombre hecho y derecho... ¡Bailar! ¡Tenía que bailar! El ni siquiera sabia bailar, con un demonio.
¿Querían que hablara sobre temas políticos con unos ancianos, que memorizara leyes, tratados e historia y que de vez en cuando cortara una que otra cabeza? ¡Perfecto! ¿Pero bailar? ¿Asistir a ese ridículo baile, que, dicho sea de paso, era rotundamente obligatorio? ¡Claro que no! ¡Primero muerto!
Él no sabía bailar y punto. Durante su niñez había recibido clases de los mejores maestros de Asgard (sí, clases obligatorias, gracias estúpidas normas) y no había obtenido los resultados esperados... Si no había aprendido a bailar con los años de enseñanza desde su niñez ¿Cómo demonios Padre de Todo pretendía que aprendería a bailar en unos cuantos días? Imposible.
Suspiró exasperado.
-¿Qué te sucede Loki?- Preguntó una voz a sus espaldas, él dió un respingoporque no había notado la presencia del hombre ahí.
-Deberías saludar primero Fandral- Dijo apenas y un poco molesto con su amigo por haberlo sorprendido de tal manera.
-Lo lamento Loki, solamente hago uso de tu táctica de ir directo al grano-
No podía negarlo, porque aquello era rotundamente cierto. Se le había hecho la costumbre de proceder al asunto en lugar de preocuparse por las formalidades.
Loki sacó de su escaso repertorio de sonrisas la más pequeña y menos expresiva que encontró, y la mostró mientras negaba lentamente con la cabeza.
-No me sucede nada-
-¿Crees que puedes engañarme tan fácilmente Loki? Te conozco desde hace ya muchos años, puedo notar claramente que algo te atormenta- El susodicho dudó sobre si contarle sus penas a Fandral. Pero finalmente se decidió a hacerlo, después de todo, confiaba en Fandral.
-Es... Un estúpido baile, un baile muy importante y según madre y padre es indispensable que asista-
-Si acaso te molestan los bailes, solamente tendrás que aguantar una noche, no será tan malo, quizá hasta te diviertas-
No, a Loki no le gustaban los bailes, pero esa no era la peor parte del problema.
-No, no es eso... Lo que pasa es que...- Sí, le apenaba confesarle aquel hecho vergonzoso.
-¿Qué pasa, cuál es el problema?-
-Yo...-
-Vamos, puedes contarmelo a mí-
-¿Prometes no reírte?-
-Lo prometo- Dijo poniendo una mano en el corazón y otra al aire, como si estuviera jurando ante el trono de Asgard.
-Bien, si te ríes haré que te decapiten- Era broma, por supuesto.
-Está bien-
-Yo... No sé bailar- Murmuró quedamente.
-¿Qué?-
Genial, no le había escuchado y tendría que repetirlo.
Mascullo una maldición.
-Yo no sé bailar- Repitió más alto a regañadientes.
Y Loki pudo verlo, la expresión de Fandral lo dejaba al descubierto, estaba haciendo un esfuerzo sobrehumano para que no se le fuera a escapar una carcajada.
Loki, obviamente se molestó.
Tomó un libro que tenía al alcance, por un momento pensó en desistir de lo que haría a continuación, por respeto al libro, pero al final dejó que su molestia actuara por él, algo que no solía hacer.
Le lanzó el libro a Fandral, dándole en du cabezota de cabello rubio.
-¡Oye! ¡Eso dolió Loki!- Exclamó Fandral adolorido, auto acariciando la parte afectada por el libro.
-Me alegro, esa era la idea-
-¿Por qué lo has hecho?-
-Prometiste que no te ibas a reír-
-Y no lo hice-
-Pero se notaba que tenías ganas de hacerlo-
-Pero no lo hice-
Bueno, prácticamente era cierto, en términos legales Fandral no había quebrantado su promesa de no reír.
-Idiota- Le dijo Loki.
-Yo podría enseñarte si quieres-
-¿Eh?-
-Que yo podría enseñarte a bailar-
-Fandral, no quiere ofenderte a ti y a tus clases de baile, pero si no aprendí con los mejores maestros de Asgard, ¿Cómo voy a aprender contigo?-
-Anda Loki, no pierded nada con intentarlo-
Y Fandral tenía razón, él no perdía nada por intentarlo.
Excepto tal vez, un poco de dignidad.
Pero perdería más su dignidad al ir a un baile sin saber bailar.
Fandral le miró atentamente, esperando su respuesta.
§
-¡Loki!- Escuchó que alguien a la lejanía le llamaba, así que levantó la vista de su libro, encontrándose con Thor.
Para ese punto Loki ya estaba más que acostumbrado al silbido que Fatum soltaba como replica de disgusto ante la presencia del príncipe rubio.
Thor, aprovechando que en la biblioteca se encontraban solamente él y Loki,(realmente no se molestaba en contar a la serpiente como un habitante del cuarto) le dió un corto beso en los labios.
No era de extrañar que la biblioteca estuviese casi siempre vacía en un mundo donde la gran mayoría se preocupaba más por lo bélico que por el conocimiento.
Loki normalmente solo veía a Fandral aparte de Thor (Y Thor solamente iba para verlo a él)
-No te he visto mucho últimamente, ¿Dónde has estado?-
-He estado por ahí, practicando hechizos-
-¿De verdad? ¿Cómo cuáles?-
-Hay uno muy útil sobre como callar a un hermano molesto, ¿Quieres que te lo enseñe?-
Thor únicamente rió en respuesta, para después despeinar un poco el cabello de su pareja clandestina.
-¿No me dirás la verdad?-
-Ah, pero si es la verdad-
-Bueno, te voy a creer sólo porque te amo-
Loki le beso en la mejilla.
§
Y aunque Thor confiara en Loki plenamente, con cada fibra de su ser... Estaba ese pequeño atisbo de duda sobre lo que hacía su hermano para desaparecerse. Porque Thor no le veía casi nunca desde hace ya días, a su parecer el asunto se estaba tornando sospechoso.
¿A dónde se iba Loki?
¿Qué hacía?
§
Esa era su segunda clase de baile, y al igual que la primera, Fandral había terminado con los pies adoloridos por haber sido pisado tantas veces.
-Lo siento-
-Está bien Loki, estás aprendiendo-
Para la cuarta clase, el de ojos esmeralda ya había mejorado considerablemente.
-Perfecto, muy bien- le elogió Fandral.
-Gracias maestro Fandral- Rió
Con el rostro de Loki cerca y sus cuerpos unidos por bailar, Fandral quería decirle algo.
-Loki yo... Me gustaría decirte algo...-
-Con toda confianza-
-Yo...- Y aunque sintiese que aquellas palabras necesitaban salir para aliviar la infinita opresión en su pecho, decidió retractarse. -Nada, olvidalo-
El otro pareció molesto, pero optando dejarlo por la paz.
Fatum, que estaba ahí porque Loki la llevaba a las clases silbó pareciendo molesta y se paseó por los pies de Fandral y Loki ocasionando que éstos perdieran el equilibrio y cayeran.
Ambos estaban en el suelo. Fandral sobre Loki.
Ambos solamente atinaron a quedarse paralizados en aquella posición.
El rubio tenía el ferviente deseo de unir sus labios.
§
-¡Quita tus asquerosas manos de mi hermano!- Gritó colérico, casi al punto de cambiar de color.
¿Cómo se atrevía ése bastardo, que se hacía llamar su amigo, a tocar a Loki?
Ése casanova de mierda se las vería con él.
-Thor, de verdad que no es lo que parece- Exclamó el otro rubio y eso solamente sirvió para hervirle más la sangre.
Observó como Fandral intentaba ponerse de pie y como Loki intentaba salir de debajo de él, lo tomó con brusquedad de un brazo y lo arrojó de detrás suyo sin escuchar sus protestas. Pateó a Fandral regresandolo de lleno al suelo, sacó su espada y le amenazó con el filo de esta a escasos centímetros de su rostro.
-¡Thor!- Exclamaba su hermano pero él le ignoraba.
-¿Cómo te atreves a intentar profanar a mi hermano? Eres un pedazo de basura-
-Thor, te he dicho ya que no es lo que parece-
-Patrañas-
Levantó su poderosa con la intención de rebanar a Fandral así que Loki hizo lo primero que se le ocurrió y con un hechizo los teletransporto a su habitación.
Fandral hubiese suspirado aliviado, de no ser porque le preocupaba lo que un Thor colérico sería capaz de hacer contra Loki.
§
Ante el cambio de escenario, Thor atinó a sentirse, en primer lugar, confundido, pero luego de que su cerebro procesara lo que había sucedido, la furia volvió a él.
Soltó su espada y tomó a Loki por los hombros.
-¿Así que por eso te desaparecias tanto? ¿Me has estado engañando? ¡¿Te aburriste de mí y ahora Fandral es tu amante?!- Con cada pregunta agitaba los hombros del pelinegro.
-¡Tranquilizate, con una mierda!-
-¡¿Cómo quieres que me tranquilize si-
-¿Te callarias y me dejarias explicarte?-
Thor, con toda la fuerza de voluntad que tenía, que en realidad no era mucha, se tranquilizó, dejando a Loki hablar.
-Fandral no es mi amante Thor, no seas estúpido, sí he estado desapareciendo y sí, cuando desaparezco es porque estoy con él, pero no por la razón que tú crees-
-¿Entonces?-
-Fandral... Me enseña a bailar-
-¿Qué?-
-Que el me está enseñando a bailar, maldición-
-¡¿Entonces por qué les he encontrado en esa posición tan comprometedora?!-
-Porque Fatum se enredo entre nuestros pies y nos hizo caer-
-...-
-¿Me crees, Thor?-
Y como no hacerlo, era su amado Loki.
-Te creo Loki- Sonrió. -Pero- añadió.
-¿Qué?-
-¿Por qué no me pediste a mí que te enseñara?-
-No te ofendas Thor, pero si iba a aprender, quería aprender bien, sí, tú sabes bailar eh... Decentemente, pero podrías hacerlo mejor-
Thor abrió la boca para protestar, pero se encontró sin argumentos viables porque Loki tenía razón.
-Bueno, ¿Y al menos has aprendido?-
-Pero por supuesto, solamente una o dos clases más-
Thor gruñó dando entender que no le agradaba la idea.
-Lo lamento, tengo una imagen que mantener, no saber bailar en el baile real la destruiría- Dijo riendo un poco y Thor le acompañó.
§
Dos clases más y Loki había pasado de no dejar de pisar a su acompañante a ser un excelente bailarín.
-Yo sabía que aprendias rápido y que en realidad tenías una habilidad oculta para bailar, además, no negaras que soy un excelente maestro-
-No, no puedo negarlo maestro Fandral- Sonrió.
-Y es perfecto que ya hayas aprendido, porque el baile será dentro de dos días ¿No?-
-Sí, gracias Fandral, sin ti no lo hubiese logrado nunca-
§
Loki ya sabía bailar, pero eso no impidió que estando allí, cerca de la pista de baile, con la ropa y los conocimientos adecuados se sintiera nervioso y con ganas de dejar salir la comida que llevaba dentro de su estómago.
Bien, sabía bailar, perfecto. Ahora el problema era que no quería bailar.
Le parecío que todo sería más sencillo si pudiese bailar con Thor, pero no podía hacer aquello porque, lamentablemente su relación era clandestina, y ante los ojos del público ellos eran solamente dos hermanos.
Así que solo le quedaba observar como Thor bailaba con aquella hermosa dama de cabello castaño.
Y él también tuvo que bailar con una que otra dama.
Se preguntó si ya podría retirarse de ahí sin ser aquello considerado como una grave falta social.
-¿Me concede esta pieza, príncipe Loki?- Preguntó una voz a sus espaldas.
Y cuando Loki giró para ver quien era, se sorprendió.
Era Fandral.
Y se veía muy apuesto.
Por suerte, Loki estaba aprendiendo a no exteriorizar su sentir en su rostro, por lo que su sorpresa y admiración no se vieron plasmadas.
-¿Qué ocurre si digo que no?- Bromeó con una sonrisa burlonamente venenosa.
-Habría que cobrarte las clases de baile de otra manera- Rió y Loki igual.
-Entonces te la concedo- Sonrió y aceptó la mano que el rubio le tendía.
§
-¿Cómo te has atrevido a bailar con Fandral?-
-Camate Thor, que tú has besado a dos damas en este baile y te he perdonado-
-Pero ellas me besaron-
-Pues Fandral fue el que me pidió la pieza-
-Está bien, lo dejaré pasar esta vez... Pero tengo... Miedo-
-...¿Miedo?-
-¿Y si te enamoras de él, Loki?-
Loki acunó el rostro de Thor entre sus brazos, acarició la rasposa barba y le besó suavemente en los labios.
-Jamás amaré a alguien como te amo a ti Thor, te lo prometo-
-¿En verdad?-
-En verdad-
-Entonces voy a creer en tu palabra Loki, prometo siempre creerte-
Y ambos bailaron, al compás de una música hermosa, silenciosa y suave que solamente existía en sus cabezas.
Porque ya era muy tarde, todos se habían ido y los demás habitantes del palacio yacían dormidos.
Mientras ellos solo se preocupaban por bailar armoniosamente. Sin saber que eran observados silenciosamente desde la oscuridad por los ojos tristes de un enamorado deceopcionado.
Un enamorado al que se le presentaba la dolorosa verdad ante sus llorosos ojos.