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Lucharemos por nuestro amor, mi hermoso hobbit por IAmSherlocked26

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Notas del capitulo:

Holis, les dije que actualizaría mas seguido jejeeje

Este cap lo escribí con todo el dolor del mundo, porque creo que muestra la situación en la que pasaron y pasan muchos homosexuales.

-¡Apúrate Merry!-exclamó Pippin saliendo de unos arbustos. Merry lo siguió, quitándose la tierra de la ropa.

-Tranquilo, no hagas mucho ruido-dijo verificando que nadie los siguieran.

Llevaban caminando ya bastante tiempo. Ya era bien entrada la noche y faltaba poco para llegar a Hobbiton.

-No veo muy bien…-dijo Pippin ignorando el petitorio de rubio.-Pero creo que ya estamos en la Comarca. Lo se por todo lo que caminamos.

-No veo la hora de llegar-dijo Merry tomando la mano de su pareja.-Muero por verlos.

-Lo se-dijo Merry sonriendo. Se quedaron un par de minutos caminando en silencio, atentos a cualquier ruido que se oyera en la lejanía.

-¿Crees que estén enojados?

La pregunta de Pippin hizo que Merry volteara a verlo, alejando todos sus otros pensamientos.

-No lo sé, supongo que si. Pero ya sabes como son, se les pasará apenas nos vean.

El castaño sonrió, aunque no muy convencido. Tenía un mal presentimiento. Un sentimiento raro que le decía que algo no andaba bien. Pero no lo dijo.

Merry tampoco lo dijo, pero él también tenía una sensación extraña.

A los pocos minutos, ambos pudieron divisar las luces de Hobbiton.

Habían llegado.

-¡Vamos!- exclamó Merry. Apretó más el agarre del castaño, y echaron a correr.

Ambos conocían muy bien al guardia de la entrada. Un hobbit corpulento y barbudo pero muy amable y simpático. Muy amigo de ambos Hobbits.

Pero para sorpresa de ambos, al acercarse un poco escondidos entre unos árboles, se dieron cuenta de que en la puerta, no estaba parado quien esperaban.

Sino varios guardias a quienes Pippin reconoció desde la lejanía como trabajadores de su padre.

-Esos tipos…-susurró.-Trabajan para mi padre.

-Oh no…-dijo Merry.-¿Dónde estará Ferdinard?

-Espero que este bien. Ahora, no creo conveniente acercarnos. Deben estar buscándonos.

-Deberíamos dar la vuelta y entrar por el otro lado de la ciudad… O más conveniente, por el Delagua-a Merry no se le ocurrían muchas ideas, y comenzó a sentir más lejana la posibilidad de ver a sus amigos.

A Pippin la idea de darle la vuelta a media Comarca no le agradaba en lo absoluto, pero todo por ver a sus amigos. Comenzó a esconderse mas entre los arboles llevándose a Merry consigo. Los guardias habían comenzado a moverse un poco.

En eso, un extraño papel en el tronco de un árbol llamó su atención.

Al verlo, con la poca luz de la luna y de la entrada del pueblo, se le heló la sangre.

Sintió como su mundo caía lentamente.

-M-Merry-el castaño jaló de la manga de su pareja para llamar su atención, sin dejar de mirar horrorizado aquel trozo de pergamino nuevo.

Merry volteó confundido, solo para toparse con lo que derrumbaba completamente sus posibilidades de siquiera, vivir.

El papel tenía escrito en la parte superior un enorme “SE BUSCA”. Debajo, dos imágenes. Una con el rostro de Peregrin Tuk, y otra con el de Meriadoc Brandigamo, con estos nombres debajo de cada uno correspondiente. En la parte inferior, rezaba lo siguiente: “Acusados de sodomía e incesto. Cualquier información, acercarse a Hobbiton y hablar inmediatamente con Will Pieblanco, alcalde de la Comarca o con Paladin Tuk ll, Thain de la comarca. Hay recompensa”

Ambos apretaron tanto el agarre de sus manos que les dolió. Pero ya no importaba. Nada importaba ahora, salvo que eran fugitivos.

-Incesto…-susurró Pippin sin dejar de ver el pergamino.-Él sabe que tu y yo no somos primos.

-Pero para los demás, si lo somos.-El rubio tenía los dientes apretados.-Al igual que para los demás, somos unos sodomitas. ¡Unos asquerosos, repulsivos, inútiles y enfermos homosexuales!-A medida que casi gritaba esto, iba rompiendo el pergamino con furia, mientras Pippin lo miraba a punto de echarse a llorar.

-Merry, cálmate…

-¡No!-los restos del pergamino ya estaban regados por el piso. Aunque de nada servía, puesto que seguramente, estaría lleno de esos carteles por toda la comarca y países vecinos.-No quiero calmarme Peregrin. No hasta no tener la certeza de que podemos ir a casa y vivir nuestras vidas con normalidad. ¡Iré y afrontaré a tu padre!

-¡No! No puedes ir-a Pippin le entró el pánico.

-¿Por qué no? Lo conozco, quizás pueda hablar con el.

-Merry…tu no conoces realmente a mi padre. Nadie lo hace.

-¿Qué estás diciendo?

Pippin no aguantó mas. No lo soportó. Se sentó contra el árbol y comenzó a llorar.

-Pip…cielo ¿Qué ocurre?-Preguntó Merry agachándose a su lado.

El castaño se enjuagó las lágrimas con la manga de su camisa. Merry, algo confundido y preocupado, tomó con los dedos el mentón de su compañero para que lo mirara a los ojos.

Pippin suspiró resignado. Bajo la mirada y confesó:-Realmente, no sabes cómo es Paladin Tuk-dijo. Se incorporó un poco dispuesto a hablar, ante la mirada atenta de Merry.-Tu sabes que mi padre es un hombre horrible, odia a todos los inferiores y…no es muy cariñoso.

Merry asintió.

-Pero…va más allá de eso. No solo es alguien frío sino también…muy agresivo…-Pippin se quebró ante esto. Jamás había hablado de los abusos de su padre. Merry apretó más el agarre de su mano.-Me golpea. Me golpea constantemente. A mi madre y hermanas también, pero yo recibo más porque intento protegerlas.

En toda esta confesión, no vio a los ojos del rubio, que destellaban una mezcla de furia y tristeza.

-¿Cómo te golpea?-preguntó.

Esta pregunta sorprendió un poco al castaño, quien levantó la mirada para encontrarse a Merry mirándolo muy serio. Sabía muy bien que esa cara ponía cuando estaba furioso.

-C-Con cualquier cosa que tenga a mano-dijo.-Preferiblemente con el cinturón.

Merry apretó los parpados con fuerza. Se pasó la mano por la cara y dijo:

-Cinturón… eso deja marcas…

-Lo se…

-¿Cómo es que yo no vi esas marcas? ¿Cómo es posible? ¡¿Cómo?!

-Cielo…

-¡¿Por qué no me lo dijiste?!

Pippin temió, por un momento, que los guardias pudiesen escucharlos. Pero estaban lo suficientemente alejados.

-Tenía miedo. Me daba vergüenza. No quería…que me consideraran débil.

-¿Débil? ¡¿Débil?! Peregrin Tuk, tu eres la persona mas hermosa y valiente que conozco. Eres todo, menos débil-Merry aflojó un poco la voz, pero sus ojos aún destellaban furia.-No puedo creer que pensaras eso. Jamás, ¿me oyes?, ¡Jamás! pensaré que eres débil.-Colocó sus manos en las mejillas del castaño, quien lo miraba con ojos vidriosos.-Y jamás permitiré que ese ser horrible vuelva a lastimarte. Ni a ti ni a tu familia. Lo juro por lo que más amo en el mundo. Que eres tú.

-Merry…-Pippin se echó a los brazos del nombrado. Ambos lloraron en el hombro del otro. Se abrazaron con fuerza, como intentando protegerse el uno al otro ante cualquier mal que quiera lastimarlos.-Nada podrá separarnos. Ni mi padre, ni la sociedad, ni un ser divino, ni una guerra, ni el odio del mundo podrá separarnos.-Susurró al oído del otro.

Merry sonrió y rompió un poco el abrazo para mirar al castaño a los ojos.-¿Es una promesa?

-Es una promesa…

Ambos se besaron. Sellando este pacto para siempre.

-Ahora…-dijo Pippin luego de un silencio.-A buscar a los chicos…

 

 

 

-Frodo, ¿estas despierto?

Sam miraba el techo de su litera, donde su novio reposaba arriba de este.

Frodo dejó caer su mano hacia abajo, dándole a entender al rubio que si lo estaba. Este la tomo y la colocó entre sus dedos.

-Esto apesta-dijo el ojiazul mirando el techo. Tenían frio y algo de hambre. Sus ropas de prisión eran horribles y sucias. Y la barba les estaba empezando a crecer un poco.

-Lo se cielo, pero te prometo que saldremos de aquí.

-¿Cómo? No hay forma de salir de aquí. Cometimos uno de los peores delitos que puedan cometerse.

-¿Delito? Frodo, te amo y no lo siento como un delito.

-Lo se… Yo tampoco. Pero… nadie lo cree. Solo nosotros dos.

Sam se quedó pensativo.-¿Cuándo es nuestro juicio?

-En dos días-dijo Frodo.-Ahí nos darán una sentencia. O la cárcel o el exilio.

-¿Crees que no darán la palabra?

-Obviamente Sam, los acusados tienen derecho a defenderse. ¿Acaso nunca estuviste en un juicio?

-No, ¿Tu si?

-En algunos. Cuando mi tío pidió mi custodia, o en algunos en los que él y los Sacovilla-Bolsón discutían por asuntos de dinero.

-¿No necesitamos abogado?

-No. En otros países si, pero aquí es distinto. Los acusados no tienen derecho a un abogado.

-Que asco.

Se quedaron en silencio otros minutos. Ambos pensaban en muchas cosas, hasta que Sam habló de nuevo.

-Deberíamos decir lo que pensamos. Deberíamos hacerle entender a la gente que lo que hacemos no está mal. Y si nos echan por lo menos nos iremos dejando algo: lo que nadie se atrevió a decir.

-Sam eso…sería genial. Lo haremos. Y si nos echan, buscaremos a Merry y a Pippin y viviremos felices lejos de esta horrible ciudad…

En realidad, a ninguno le agradaba la idea de irse. Pero nada podían hacer para evitarlo.

A demás, era mejor el exilio, que la cárcel…o la pena de muerte. Aunque esto último solo se aplicaba para casos como asesinato.

-Estaremos bien Frodo. Te amo y voy a protegerte ante todo. No dejaré que nada te lastime ni que nada nos separe.

Por primera vez en horas, el ojiazul asomó la cabeza por la litera de arriba. Sam lo vió y le sonrió.

-¿Es una promesa?-preguntó el castaño.

 

-Es una promesa.

Notas finales:

Antes que nada quiero avisar algo.

El fic será bastante largo, porque también abarcará lo que fue la guerra del anillo. Peeero trataré de resumir eso bastante. No voy a narrar toooda la película. (?

Besos y hasta el próximo capítulo (?


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