Hacía ya una semana que se los podían ver a Pippin y a Diamante caminando agarrados de la mano y dándose besos. Ya estaba confirmado que eran novios, por lo que el rumor sobre Diamante disminuyó. Los amigos de Pippin quedaron muy sorprendidos al enterarse de la noticia, al día siguiente.
-¿No nos habías dicho que "no estabas para novias?-Le había dicho Frodo.
-Lo se pero... me la encontré ayer volviendo a mi casa y bueno... nos quedamos hablando, nos caímos muy bien y sucedió.
-Te felicitamos Pip, ya era hora-. Dijo Sam.
El único que no hablaba, era Merry. Sintió una tristeza que no pudo explicarse a si mismo porque apareció. ¡El debería sentirse feliz por su amigo! ¿por qué experimentaba esta sensación de celos y tristeza?
-Yo también tengo algo para decirles-. Dijo-. Ayer... perdí mi virginidad.
-¡Ah bueno! no se aburrieron ayer-. Dijo Frodo riendo.
-¿Con quien?-Preguntó Sam.
-Con Estella Bolger-. Dijo Pippin sin pensarlo.
Todos se sorprendieron, sobre todo Merry.
-S-Si...-Dijo-. ¿Como supiste?
-Pue-es...-Pippin se dio cuenta de que había metido la pata. Su amigo no podía enterarse de que había ido a su casa y lo había visto frente a sus ojos-. Lo supuse. Ella siempre te persiguió.
Sam y Frodo estaban con los ojos bien abiertos.
-¡¿Estella?!-Sam sonaba indignado-. ¿Con esa cualquiera?
-Anda tu a saber con cuantos se habrá acostado, Merry.
-Bueno... no me juzguen. Solo sucedió y punto, no es para tanto.
Y así, una semana después, Merry y Pippin estaban demasiado distanciados sin entender bien por que. Estella había cumplido su palabra y no abrió la boca, pero se le pegaba al pobre Merry como chicle. Lo cual provocaba los celos de Pippin haciendo que se besara con Diamante delante de ellos.
Frodo y Sam no sabían que hacer. Pippin y Merry apenas se hablaban y ambos sospechaban que pasaba algo. Siempre se habían dado cuenta de que había mucha química entre los dos hobbits, pero también pensaban que sería un amor imposible. No solo porque ambos eran primos, lo cual era mucho decir, si no también por lo orgullosos que eran ambos para aceptarlo.
-Algo debemos hacer-. Le dijo Frodo a Sam. Ambos estaban en la casa de Frodo. Era fin de semana y se habían juntado para, precisamente, hablar de eso.
-No lo se Frodo, algo pasó entre ambos. Piénsalo. ¿No te parece extraño que Pippin se aya puesto de novio con Dami el mismo día en que Merry hizo "eso" con Estella.
Frodo se quedó pensativo-. No lo se, amor, seguro es una casualidad. ¿Que puede haber pasado?
No lo...-Sam se quedó paralizado.
-¿Que pasó?
-Nada solo que... hace un mes mas o menos, oí por la escuela que a Diamante le gustan la mujeres.
Frodo se estiró en su asiento, con cara de "¿enserio? 7-7".
-¿No lo escuchaste?
-Claro que lo escuché, Sam, pero seguramente es mentira. A la pobre Diamante la molestan por qué es la mas inteligente de la clase.
-No lo se... la he visto mirar mucho a Rosita.
-¿De verdad?-. Ahí si, Frodo se sorprendió.
Sam asintió.
-Pero si le gustan las mujeres, ¿por qué saldría con Pippin?-. Preguntó Frodo.
-No lo se, ese es el problema. Yo estoy totalmente seguro de que le gustan las mujeres.
Todo era muy confuso. Sabían que algo debió de haber pasado entre ambos. ¿Pero qué?
-Bueno, cambiemos de tema, esto nos va a romper la cabeza-. Dijo Frodo levantándose-. ¿Se te antoja algo para comer?
-¿Que tienes?
Frodo se dirigió a la cocina y abrió la nevera buscando algo. Sam lo abrasó por la cintura.
-Ya me decidí-. Dijo-. Se lo diré a mis padres.
Frodo volteo y lo miro a los ojos-. ¿Seguro?
Sam asintió-. ¿Ahora?
-¡Claro Sam, no perdamos el tiempo!
Ambos corrieron hacia la casa de Sam. Casi volaron. En cuanto llegaron, Sam abrió la puerta.
-¡Samie!-. Caléndula, la pequeña hermana de Sam se arrojó en sus brasos.
-¡Hola preciosa!-. Dijo Sam alzándola.
-Hola señor Frodo-. Dijo la pequeña dirigiéndose al castaño, quien le revolvió el cabello.
Ambos fueron a la habitación de Sam.
-¿Donde están mamá y papá Cali-. Preguntó Sam.
-Mamá fue a hacer las compras y papá fué a arreglar una cosa del trabajo. Ahora vienen.
De la habitación de Sam, salió Halfred, el hermano mayor de Sam.
-Vaya vaya, miren quien esta aquí-. Dijo con sorna.
-¿Que hacías en mi cuarto?-. Preguntó Sam enojado.
-Necesitaba usar tu bolso de la escuela. Ya le saqué todo lo que había adentro. Si mamá y papá preguntan, diles que me fui a lo de un amigo-. Era mentira, claro. Y Sam lo sabía. Seguramente se iría con alguna chica.
-Halfred, creo que deberías preguntarle a Sam antes de usar sus cosas-. Dijo Frodo enojado.
-No te metas, Bolsón. No querrás meterte con migo de nuevo ¿no?
Frodo rodó los ojos. El y Hamfast nunca se habían llevado bien, desde que eran niños. El hermano de Sam solía molestar mucho al rubio, haciendo que, principalmente Frodo, saliera en su defensa, lo que ocasionaba fuertes peleas las cuales Hamfast, por ser mas grande, ganaba.
-Lo odio-. Dijo Sam cuando su hermano se fué-. Nos trata mal a todos y se hace el adulto cuando es un imbécil. Mi hermano mas grande nunca fué así.
-Lo se Sam. Deseo que tus hermanas pequeñas no sean así de malas-. La familia de Sam estaba conformada por Hamson, el hermano mas grande que trabajaba, Halfred, que debería trabajar pero no lo hacía, luego estaba Sam, luego Margarita que era apenas un año menor que el, luego May, y finalmente Caléndula, la mas pequeña.
La casa de Sam no era muy grande. Por lo menos, no para una familia de ocho integrantes. Sam compartía la habitación con Margarita y Caléndula. Al lado dormían Hamson, Halfred y May.
Ambos se sentaron en la cama, Caléndula se había ido a jugar al jardín, el mas grande estaba trabajando y las otras dos habían ido a ver a unas amigas. La soledad les dio mas tiempo para pensar.
-¿Seguro que quieres decirles Sam?
-Muy seguro. Ayer hable con mis padres sobre el tema de que dos chicos puedan estar juntos y dijeron que no les molestaba y todo eso-. Sam estaba sonriente.
En ese momento oyeron la puerta abrirse.
-¡Ya llegamos familia!-. Se oyó la prominente voz de Hamfast, el padre de Sam. Detrás de el, venía su esposa.
Frodo y Sam salieron del cuarto.
-¡Frodo, que sorpresa verte por aquí-. Dijo la madre de Sam sonriendo.
Luego de los saludos, Sam y Frodo supieron que era hora de decir la verdad.
-Mamá, papá, Frodo y yo... queremos decirles algo.
Los padres se sentaron en el sofá, mientras que Sam y Frodo se sentaron en dos sillas que había delante.
-Solo queríamos decirles que... pase lo que pase espero que ustedes me sigan queriendo...
-No lo odien a Sam por esto.
Los padres de Sam se miraron confundidos.
-Ustedes saben muy bien que yo siempre lo quise mucho a Frodo-. Ambos padres asintieron sorprendidos, ya que era la primera vez en mucho tiempo que oían a su hijo no hablarle a Frodo de "usted"
-Y a mi me pasa lo mismo con Sam-. Dijo Frodo.
-El caso es que Frodo y yo... siempre nos tuvimos un cariño que... va mas allá de la amistad.
La madre de Sam se quedó pasmada, y el padre se estiró en su asiento, sin cambiar su rostro.
-Sam y yo nos amamos de una manera muy fuerte que sobrepasa los limites de la amistad.
-Estamos juntos... como pareja-. Dijo Sam y ambos se quedaron callados con las manos entrelazadas. ¿Cuando las habían entrelazado? Ni se habían dado cuenta.
Ambos padres tardaron en reaccionar. Campanilla estaba quita y pasmada mirando al suelo. Hamfast se incorporó y hablo:
-¿Seguro de que esto es lo que quieres Samsagaz?
Sam asintió.
-Samie-. Dijo la mamá mirándolo-. Piensa en la cantidad de personas que se burlaran de ustedes si se enteran.
-No me importa.
-Piensa que no podrás tener hijos-. Dijo ahora el papá.
-No me importa.
-Y que lo tendrás que mantener oculto.
-No me importa.
Ambos padres volvieron a mirarse.
-¿Amas a Frodo, Sam?-. Preguntó su padre.
-Si papá. Mucho-. Dijo Sam apretándole la mano a su novio.
-¿Y tu amas a nuestro hijo?-. Pregunto Campanilla. Ahora dirigiéndose
Frodo sonrió-. Mas que nada.
Hamfast suspiró resignado-. Bueno...- Dijo-, entonces, lo aceptamos.
Frodo y Sam lo miraron asombrados.
-Sam, mientras seas feliz, te apoyaremos en todo-. Le dijo su mamá.
Sam se levantó de su asiento y corrió a abrasarlos. Frodo miraba enternecido la escena, hasta que Campanilla le hizo una seña para que se sumara al abraso.
-Recuerden chicos-, dijo Hamfast finalizado el abraso-, tendrán que mantenerlo oculto. Recuerden lo que sucedió el año pasado con el alcalde...
Frodo y Sam asintieron. Hacía un año, el alcalde de ese momento había propuesto que se realizara la ley para permitir el matrimonio entre hobbits del mismo sexo. Se había armado un escándalo impresionante en todo Hobbiton. Mucho le tiraban tomates al pobre alcalde cuando pasaba por la calle y lo atosigaban en su casa. Incluso el padre de Pippin había intentado golpearlo, pero sin éxito. El alcalde tuvo que renunciar a su puesto y asumió uno autoritario y homofobico.
-¿Alguien más lo sabe además de nosotros?-. Preguntó la madre de Sam, ya sabiendo la respuesta.
-Merry y Pippin-. Dijeron al mismo tiempo.
-Bueno, vayan al cuarto a esperar la cena. ¿Gustas quedarte Frodo?
-Pues... si no es mucha molestia.
-¡Por favor! Ninguna molestia. Al fin y al cabo-, Hamfast lo miró fijamente y sonriendo-, eres el novio de mi hijo.
Frodo se sonrojó y sonrió.
Ambos se dirigieron al cuarto de Sam, donde se encontraron a Caléndula sentada en la cama con la mirada perdida.
-Hola Cam, ¿que tienes?-. Le preguntó su hermano.
La pequeña levantó la mirada y los vio a ambos.
-¿Es verdad que el señor Frodo y tu son novios?
Frodo y Sam se quedaron pasmados. Sam se acerco a la pequeña y se arrodilló para tenerla cara a cara.
-Oí la conversación que tuvieron con mamá y papá.
Sam volteo a ver a Frodo.
-¿Me permites un minuto?
Frodo asintió y salió del cuarto.
-Escucha, Cali. ¿Tu alguna vez has estado enamorada?
La niña asintió-. Me gusta mucho mucho mucho un hobbit de mi clase.
Sam sonrió-. Pues, el amor es algo que puede sentir cualquier persona, ¿verdad?
-La niña volvió a asentir-. ¿Dos Hobbits hombres también?
-Claro Cali. Al igual que dos mujeres. Pero es algo que no esta muy bien visto.
-¿Por qué? Si me dijiste que el amor lo puede sentir cualquiera.
A Sam se le llenaron los ojos de lagrimas-. Yo lo se. Pero sucede que el mundo está acostumbrado a ver a un chico y una chica juntos. Y si ven a dos chico o dos chicas, suelan asustarse o tener asco. Y es algo que se debe resolver. Pero por el momento, Caléndula, te pido por favor que no se lo digas a nadie. Tuvimos mucha suerte de que mamá y papá lo aceptaran. Pero si el resto se entera, podrían lastimarnos a mi y a Frodo.
La niña abrasó a su hermano-. No diré nada. No quiero que los lastimen.
Sam abrasó a su hermana y la cargó en sus brasos-. Ven vamos a comer.
La cena estuvo lista. El resto de los hermanos ya habían llegado.
Sam y Frodo les contaron la verdad. Hamson palmeó en la espalda a su hermano. May sonrió diciendo que hacían una hermosa pareja. El único que actuó mal fué Halfred.
-¡Puaj! tengo un hermano marica-. Dijo. Todos comenzaron a gritarle.
-¡Y los seguirás queriendo!-. Gritó su madre enojada.
-Y quien dijo que siquiera lo quiero.
-¡Es suficiente! ¡¡A tu habitación!!-. Grito su padre.
-Ya era hora-. Y se fué.
La única que no hablaba era Margarita.
-¿Que opinas Marguie?-. Preguntó Sam.
-Me parece genial solo que... tengo miedo por ustedes. Un compañero mío de la escuela era... bueno... le gustaban los chicos y ... lo golpearon por eso.
Se quedaron todos callados.
-No lo diremos por esa misma razón-. Dijo Frodo.
Cuando terminó la cena, Sam se quedó hablando con sus padres y hermano en la sala. Frodo, quien había ido a colocarse una pijama de Sam puesto que se iba a quedar a dormir, se paró atrás de una pared y escuchó todo.
-Luego tendremos una charla en privado hijo-. Le dijo su padre-. Pero lo que importa, es que tu seas feliz
-Yo estoy feliz porque estoy con una persona que amo, y porque mi familia lo acepta.
Todos fueron a abrasar a Sam. Frodo miró la escena muy con melancolía. El siempre había soñado con tener eso: una familia. Dos padres y hermanos que te abrasan y te quieren mucho. Apenas podía recordar a sus padres, pero podía recordar que eran muy buenos y que lo amaban.
Sam se dirigía a la habitación, y lo encontró a Frodo.
-Yo también estoy feliz, Sam-. Le dijo.
Sam sonrió y lo tomó de la cintura para darle un beso. Oyeron unas risitas y voltearon para ver a May y Caléndula escondidas detrás de la pared viéndolos. Rápidamente se escondieron.
Ambos Hobbits rieron y se disponían a besarse de nuevo cuando apareció la mamá de Sam.
-Disculpen a las niñas-. Sonreía-. ES que son tan amantes del amor. Sobre todo May.
Sam asintió. Ya lo sabía. Frodo le dió un beso.
-Son tan lindos-. Dijo la mamá y se fué.
Ambos rieron y se dirigieron a la cama de Sam. Era bastante pequeña, por lo que tendrían que dormir apretados. Lo cual les encantaba.
Apagaron las luces y dándoles a las hermanas de Sam las buenas noches, se durmieron abrasados y felices.
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español