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La noche del 27 de Octubre era luna llena, Ryo estaba de acuerdo que las lunas de octubre eran las más bellas del año así que no se perdería ni un segundo la luna del cazador que se levantaba preciosa y orgullosa en el horizonte, había hecho una cita mental con el cielo nocturno para ver nacer al más bello de los astros, Bakura lo miraba atento desde la cama, sabía muy bien que de las cosas que su adorado hikari más amaba era mirar la luna y más cuando era luna llena.
Bakura: ¿Qué haces pequeño? –Preguntó el albino mayor al menor al ver que éste estaba parado en la ventana viendo hacia afuera aunque ya sabía la respuesta, mientras estaba sentado al borde de la cama.
Ryo: Veo la luna Kura –Decía feliz, a Ryo realmente le encantaba contemplar la luna en todo momento, sentía que lo hacía feliz y que la luz lunar le daba paz a su dulce corazón.
Bakura: ¿Hoy es luna llena verdad? –Dijo el mayor levantándose de la cama y caminando hasta ponerse tras el pequeño.
Ryo: Si, hoy es, mírala, es tan hermosa –Dijo mirando al gran satélite levantarse poco a poco asiéndose hacia atrás recostándose en el pecho de su yami.
Bakura: Pero no es tan bella como tú Yadonushi –Dijo el albino mayor abrazando la cadera del menor con sus fuertes y cálidos brazos.
Ryo: Eso lo dices porque me quieres Kura –Decía el menor un poco sonrojado ante el comentario del mayor y por la calidez del abrazo de éste, al pequeño le hacía sentir completo tener a su yami tan cerca de él y poder aspirar su varonil aroma.
Bakura: Por eso y porque es la verdad –Dijo dando pequeños besitos en la mejilla del pequeño haciéndolo reír.
Ryo: Siempre eres tan lindo conmigo –Dijo el pequeño sonrojado -Te quiero Kura –Susurro muy despacio en el oído del mayor.
Bakura: Solo porque se trata de ti –Dijo aspirando el suave aroma a fresa del cabello de su luz -Yo también te quiero, ore no yadonushi Ryo –Dijo volteando el rostro del menor suavemente con su mano para que quedara frente al de él atrapando los labios del menor en un cálido y dulce beso.
Ryo: No hay nada mejor que ver la luna llena recibiendo besos tuyos Kura –Dijo el menor separándose un poco de su oscuridad mientras subía sus manos al rostro del mayor acariciándolo tiernamente mientras juntaba sus frentes, el mayor solo sonrió orgulloso.
Bakura: Tú eres lo mejor pequeño –Dijo después de unos segundos, Ryo sentía su corazón latirle muy fuerte, era el chico más feliz del mundo, no podía pedir más, tenía al amor de su vida a su lado, acompañándolo y así sería para siempre.
El albino menor regreso la vista al cielo notando que la luna ya había recorrido un pequeño tramo y la hacía verse muy cerca de su ventana, sus ojos brillaban y su alma se sentía en paz, el mayor reforzó su abrazo poniendo suavemente su barbilla en el hombro del menor acompañándolo silenciosamente a seguir contemplando la hermosa luna que brillaba en el cielo nocturno.