La ambulancia llego al fin, el chico trataba de no separarse del otro, Akashi le tranquilizaba que estaría siempre para él, Kouki hacia lo mismo.
En la sala de “espera”. Akashi escuchaba al médico sin interrupción alguna. Debido a la gravedad de las lesiones que presentaba el chico los médicos decidieron que debía permanecer ingresado.
Furihata acompañaba a Akashi, pero no una simple compañía sino que debía estar junto con su amigo; ambos estaban en sumo silencio. Cada quien su espacio como si no se conocieran.
“Se trató de una violación. Su ano fue desgarrado, tardara en curar hasta que la tela cosa la piel. Permanecerá en observación. Un psicólogo lo atenderá.”. Akashi tronaba sus dedos con cierto nerviosismo e inseguro.
La duda de Furihata seguía rondando, ¿Serán amigos ellos dos?; vio al pelirrojo con la cabeza gacha, no se volvieron a mirar, Furihata tenía otra clase de sensación a la que no quería caer de nuevo. No ser vendado de los ojos para escuchar, seguir o haciendo las ordenes de las personas; Akashi era una de ellas. Kouki no se arrepentía de lo dicho en el Maji, se juraba que no estaba arrepentido. De la cosa que si estaba arrepentido era que le debía dinero a Seijuurou, aunque lo odiase o le dará miedo tenía que pagar. No ha podido conseguir el trabajo, metía mucho su vida personal que le impedía no seguir avanzando.
Akashi, aunque tenga la cabeza gacha, tenía cosas en mente que no podía dudar. Al fin es libre, Boku le dejo su lugar ahora. Sabía que solo será un momento, pero tenía que estar en lo correcto. Miraba al castaño con impaciencia.
-“Creo que estaba equivocado”
-“¿Qué dices?”
-“¿Por qué él está aquí?”
-…- Akashi, con la mirada, vio al chico levantarse y retirarse.
-Señor Akashi- el médico quedo enfrente de él llamándole la atención- Disculpe, pero necesito que firme unos papeles, acompáñeme…
-Si…-se levantó y se fue.
……….
Kouki soltó un suspiro, aun no sabía que es lo que estaba sucediendo y no dudaba que Akashi le preguntaría del porque su presencia. Se agacho para sacar una soda en latada de la máquina expendedora.
“Consigue un empleo, Kouki”
Abrió la tapa de la tapa dando un gran trago de soda, soltó una gran satisfacción por la bebida, sintió una mirada sobre él. Volteo viendo a un tipo de cabellos negros y ojos oscuros. Se puso nervioso, aunque el señor fuera doctor le daba escalofríos. Aparto su mirada de la persona para retirarse de ahí. En el camino choco con el pelirrojo, se quedó estático ver sus ojos… ambos rojizos. Cada vez esto se sentía raro… ¿Quién era él? ¿Acaso es Akashi? ¿Sera su gemelo? Literalmente, tenía millones de preguntas en mente.
-Furihata, ¿Qué haces aquí?- pregunto con seriedad, no como enojo ni molestia… simplemente seriedad.
-Yo…eh…, siento las molestias, pero el chico es mi mejor amigo… ¡Oh!- se alejó de el para tenerle su espacio personal.- Y quería saber… ¿Qué…?
-No importa…-interrumpió- es raro que los tenga…
-Ah...-no sabía si era buena idea decirlo o no, pero tenía que ser su oportunidad y estar al tanto de Kuroko-. Antes que nada..., me gustaría cuidar de Kuroko.
-Ni siquiera haz terminado una carrera, eso incluye ser enfermero.
-¡Pero…! Así podría pagarle con lo que pago esa vez que estuve internado en el hospital, así que por favor- se inclinó-¡D-déjeme cuidar de Kuroko!- puede ser que esté haciendo lo más vergonzoso en la vista de las pocas personas que pasaban.
-…Si es por el hecho que me pagaras, te avisare cuando Kuroko salga del Hospital.
-¡S-sí!
xXx
Han pasado casi dos semanas y media y Kuroko aún seguía internado. Furihata visitaba a su amigo siempre a sus horas de que el peli celeste dormía, los médicos le informaron que se altera tan solo ver a una persona que no sea el psicólogo, el doctor o Akashi. Eso significa que si entraba en crisis debe inyectarle un calmante.
A Furihata se le estaba haciendo complicado; la cuenta de luz, agua, comida, gas y por su puesto la cuota de la preparatoria, todo eso se le está acumulando. Hace unos días hablo con el director del instituto, el mayor fue muy estricto con él. Tenía pocos días para pagarla cuota del instituto, su beca poco a poco ya no le cubría. Se preguntaba qué estaba haciendo mal, no había forma que su beca ya no le cubrirá. La cuota era muy alta para su clase. Kouki pidió que le diera tiempo para conseguir trabajo. Juraba que moriría de estrés. Aparte de trabajar para pagarle a Akashi Seijuurou sobre su hospitalización que tuvo hace tiempo tenía que hacer lo de su hogar.
Haría lo posible para trabajar y pagarle al pelirrojo y la escuela.
Desde que encontraron a Kuroko, Akashi, no ha vuelto a asistir al instituto. En el salón de clases, las chicas, no paraba de hablar el porqué de la ausencia de Akashi. Ahora que escuchaba bien… la mayoría de ellos hablaba del medio hermano de Seijuurou…
“Kuroko…”
Dejo todo eso para seguir leyendo un one-shot* que traía en manos, pero ya saben… nunca falta que el viene y molesta. Típico ¿Ahora qué? ¿Tiene que obedecer todo lo que le ordenen? Esto ya parecía una película…
-Furihata… ¿Por qué tan solo?- el chico de cabello medio rojizo y castaño de ojos oscuros le sonreía sarcásticamente.
-¿Qué? ¿Seguirá con lo mismo que esa chica?
*Molestarme y serte la víctima. Quedar bien ante los que te siguen y hacer que no eres mala persona. Sentirte superior a otros como los alfas. Aquí no hay alfa…Dime- suspiro-, ¿Acaso le tienes envía a las personas?