MadaMina| Capitulo 5
Rie, quiere que conozca a su familia, ¿Qué diablos voy a hacer yo en medio de tanta gente refinada?- Ella no había podido evitar poner los ojos en blanco, no estaba segura de cuantas veces iba a tener esa misma conversación con Minato, quien al parecer no quería entender-
Mira Minato, ¿Crees que cuando conocí a Hinata entré como una reina?- La mirada que el rubio le dirigió fue suficiente respuesta para la mayor- Está bien, caminé con toda confianza hacia ella y mira, nos hicimos buenas amigas, solo debes dejar de temerle a lo que podrían pensar, eres bien decente y educado, solo sé tú mismo y ellos te van a adorar tanto como los que ya te conocemos… Eso sí, evita vomitar- Terminó de decir mientras reía-
[Contarle toda la situación a Rie había sido como quitarse un peso enorme de los hombros, ella lo había escuchado y le había aconsejado, por lo que ahora no se sentía tan nervioso. Ya había hablado antes con Fugaku, pero eso había sido por ese único día, ellos apenas y se conocían, además no juzgaba al muchacho, tenía todo el derecho de estar enojado, resentido o hasta herido, no sería fácil que le aceptara que estuviera ‘saliendo’ con su padre, por favor, si era más joven que él, y aunque la opinión de Fugaku fuera lo que más temía, ¿Qué diría el resto de la familia del mayor? No dudaba que lo tildaran de zorra o de aprovechado, ya que no es algo normal para la sociedad ver a un apenas adolescente salir con un hombre mayor, ¿Pero eso a él que le importaba? Era lo que deseaba hacer, y esa era su vida, ya era lo suficientemente mayorcito como para estarle rindiendo cuentas a nadie]
Debería comprar algo para vestir, no creo que mis jeans sean lo más adecuado para esta ocasión- Al entrar a la tienda se arrepintió segundos después al ver la roja cabellera que conocía perfectamente, Sasori pareció sorprendido al verle, como si viera a un muerto caminar, y pensó que lo más sensato era salir de ahí lo más rápido posible, pero antes de que pudiera dar un paso, ahí estaba él, justo enfrente del rubio-
¡Minato Namikaze, hace tanto tiempo que no te veía!- ‘Y con toda razón’ fue el pensamiento del rubio, su ex-amigo lo abrazaba como si aun fueran los mejores amigos en la tierra, lo que claramente no era, y aun sintiendo lo rígido que se mantuvo el cuerpo de Minato, de igual forma siguió hablando con él- Tu madre estará tan feliz de saber de ti, hace casi dos años que te fuiste, ¿Vives por aquí? Ella estaría tan contenta de visitarte- Y continuó su charla, Minato no sabía qué hacer para que el otro cerrara su bocota, por lo que lo dijo como le llegó a la cabeza-
Cállate de una vez, no vivo por aquí, no me interesa hablar con ella ni mucho menos contigo, solo vengo a comprar algo, si no te molesta quítate de mi camino- Y tan rápido como había entrado, así salió, compró un extraño traje de doncel de esos que a él no le gustaban, ya que parecían ropa de puticlub y no algo elegante, ¿Pero qué podía hacer?- ¿Por qué tenía que encontrarme con ese metiche? Lo más probable es que pronto tenga una visita de esa amargada y ‘su adorable esposo’, no me interesa para nada hablar con ella- Se dijo en voz alta, iba tan enojado que no se percataba que una persona estaba siguiendo la conversación que mantenía con él mismo-
¿Nadie te dijo que es extraño hablar solo en la calle?- Se giró al oír esa voz masculina, decidido a decirle unas cuantas cosas a ese entrometido, ya que todavía estaba enojado por reencontrarse con Sasori y no estaba para estupideces de gente que no conocía-
Métase en lo que le incumba y deje de ser tan atrevido, por si no se dio cuenta no estoy hablando con usted- Fue la grosera respuesta que brotó de los labios del rubio, no estaba para nadie, mucho menos para ese entrometido pelirrojo que lo observaba como si se lo fuera a comer con los ojos- Si tanto le molesta escucharme hablar solo, adelántese y déjeme en paz- Antes de que el desconocido pudiera hablar, Minato ya había desaparecido de su visión, por lo que no pudo preguntarle al hermoso rubio como se llamaba, pero tenía la esperanza de volverlo a ver-
[Al llegar a su casa Madara estaba acostado en su cama, perfectamente vestido como siempre, al verlo llegar con el ceño fruncido como si hubiera tenido uno de los peores días de su vida, prefirió no decir nada y simplemente servir la cena que había traído para Minato y él, quien la comió bastante enojado y parecía ni apreciar que era lo que comía, al final de la cena lo arrastró a la cama como si quisiera quitarse todo el estrés que había traído de las tiendas, no quería ni preguntar qué era lo que había enojado tanto a Minato en esos pocos minutos que estuvo comprando, por lo que se concentró en hacer el amor con Minato, quien parecía querer descargar toda su ira con cada pequeño botón que le impedía tocar al hombre que estaba debajo de él, por lo que se propuso ayudarle antes de que Minato destruyera la pobre camisa que traía puesta y que tanto le gustaba]
~El domingo~
[La dichosa cena estaba llegando y no se sentía al 100% de sus capacidades, estaba más nervioso que nunca en su vida, y más al recibir esa mirada tranquila de Madara que parecía decirle que todo saldría bien, pero él sabía que algo podría salir mal, solo tenía que decir algo incorrecto y acabaría en muy mal lugar con los familiares del mayor. Cuando llegaron a la casa, fuera de esta los esperaban dos hombres, suponía Minato que eran el hermano de Madara y su cuñado, aunque no sabía cuál era de los dos, ya que ninguno tenía parecido con ‘su novio’. Al bajar del auto, fue recorrido de arriba abajo por el más alto de la pareja, quien no dudó en acercarse a saludar al rubio y ya de paso presentarse]
Eres todo un encanto si me permites decirlo, soy Tobirama Senju, un placer rubio- El codazo que recibió de parte de su esposo, lo hizo retroceder un par de pasos de al lado del rubio, quien más que nervioso le devolvió el saludo a ambos-
Perdona a mi esposo, es un pervertido de lo peorcito, soy Izuna Uchiha- Pues no era tan malo como lo estaba esperando; esperaba que lo miraran con tanto odio que sentiría el frio en los huesos o que intentarían hacer que se marchara de ahí como en las telenovelas, pero al parecer no estaban tan molestos con el hecho de que saliera con Madara- Vamos adentro, Fugaku nos espera- Y sin decir más, se llevó del brazo a Minato al interior de la casa, quien en una súplica silenciosa le pedía a Madara ayuda-
Cuando dijiste que era lindo no te creí anciano, pero ahora te doy toda la maldita razón, es como un angelito… Pero mucho más rubio- La pervertida expresión que puso Tobirama se fue de su rostro al sentir el ‘‘suave’’ golpe que el mayor le dio a su cabeza-
¿Tengo que recordarte que estas casado con mi hermano menor y que si lo engañas te arrancaré el corazón con un tenedor y esconderé tu cuerpo donde nadie lo pueda encontrar?- Las palabras de Madara parecían no hacer efecto en su cuñado, que lo miró indiferente-
Aun recuerdo el brindis que hiciste en mi boda, no te preocupes, no tienes porque repetirlo- Cuando entraron a la casa, no encontraron a los más jóvenes en el salón, por lo que fueron directamente al comedor, donde los tres parecían mantener una tranquila y civilizada conversación- ¿De qué hablan tantas hermosuras?- Al ver la molesta cara de su esposo supo que aun se encontraba fastidiado por la forma en la que se comportó al ver al rubio-
Pues solo le hacíamos preguntas a Minato- Respondió Fugaku, quien no parecía querer empezar una guerra con el más joven, más bien parecía que le agradara el rubio, aunque no podía estar del todo seguro- ¿Sabes que Minato y yo nacimos el mismo mes*? Solo que yo nací el día 16** y él el 25***- La rara sonrisa de la cara de Fugaku, era claramente un reproche para su padre, ya que aunque Minato fuera un buen chico, aun pensaba que su padre era un pervertido del calibre de su tío por salir con él, siendo tan joven-
Pues no, no lo sabía, pero siempre se aprende algo nuevo, ¿No?- Minato sujetó su mano encima de la mesa, ya que parecía algo incomodo con la situación, pero no podía juzgarle, hasta él empezaba a sudar un poco- ¿Estás bien?- La pregunta en sí, descoloco un poco a Fugaku, ya que creía que su padre seguía hablando con él, lo cual no era-
Si, no es tan malo como creí, tu familia no es desagradable- Minato le respondió tan suavemente para que solo su ‘pareja’ pudiera escuchar, pero al parecer los Uchiha tenían mejor oído de lo que pensó, ya que todos le escucharon decir eso, o quizás era porque todos estaban en silencio cuando habló-
En fin… ¿Estudias rubio?- Le preguntó Tobirama para deshacerse del incomodo silencio que intentaba formarse- Madara nos mencionó que eres toda una belleza encantadora, divertido y que le provocas dios sabe que cosas, pero no nos dijo en que estudiabas- El pobre chilló al momento en que su esposo le pellizcó la pierna y más cuando su sobrino le pisó el pie, pero estaba seguro que lo que más le dolió fue la patada que Madara le brindó con mucho amor-
Si, estudio bellas artes, sé que no es la mejor carrera del mundo, pero es lo que me apasiona, antes quería estudiar psicología pero no me terminaba de convencer- Fugaku se había concentrado en hablar solamente él con Minato, por lo que dejaba fuera de la conversación al resto de los presentes, después de acabar con la cena, le pidió al rubio subir con él a su habitación, a lo cual Minato no se negó, lo que no sabía el rubio era que el hijo de su novio, quería hablar de temas más serios, pero a solas-