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LEGALMENTE CACHORRO por desire nemesis

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Notas del capitulo:

 

Escuchar eso fue algo que dejó estupefacto a Kaiba.

 

“Es mi amante” dijo el otro sin pensar en todos lo que lo oían.

 

¿Eh? ¿En serio?—preguntó ahora el pelirrojo.

Escuchar eso fue algo que dejó estupefacto a Kaiba.

 

“Es mi amante” dijo el otro sin pensar en todos lo que lo oían.

 

¿Eh? ¿En serio?—preguntó ahora el pelirrojo.

 

En serio. Tal vez estaba tan borracho que confundió a tu chica con un chico, no lo sé. Pero te aseguro que no es un problema para ti—luego Joey soltó al tipo y lo tiró contra sus compas—Ahora váyanse que yo y mi pareja tenemos un par de cositas que hablar—añadió, los otros lo miraron con ganas de pelea pero se fueron dentro del club.

 

¿Y tú por que rayos estabas en este lugar?—preguntó de pronto el rubio apuntándole con el dedo.

 

¡Tú no me hables!—dijo el castaño molesto y tratando de irse no muy rectamente.

 

¡Escúchame!—dijo el ojos mieles jalando su manga para que volteara a verlo--¡Ya he salvado tu trasero en dos ocasiones y sinceramente me estoy cansando de que me trates así, sin siquiera agradecerme!—le reclamó.

 

¡Todo es tu maldita culpa!—le gritó el ojos azules.

 

¿Cómo que mi culpa? ¿Qué diablos haces aquí cuando quedamos en vernos a la salida?—preguntó el melado.

 

¡Y yo te esperé!—le gritó el castaño.

 

¡Hubieras esperado más! ¿Cómo rayos querías que llegara justo en hora desde Hokkaido? ¿Quién más se haría tantos problemas por una cita contigo?—preguntó algo enojado el rubio.

 

¿Hokkaido?—preguntó sin comprender Seto.

 

Entonces el rubio entendió--¿No sabías que Pegasus fue a Hokkaido hoy?—preguntó. Era raro que siendo su mano derecha…

 

Si—respondió el otro mecánicamente.

 

¡Pues yo fui con él! ¿Qué? ¿Nadie te lo dijo?—preguntó el rubio con mirada interesada. Mirándolo el otro se dio cuenta de que debía ser verdad pues podía verificarlo muy fácil en la oficina. ¡Así que por eso no había estado! El otro había venido en su busca después del trabajo, justo a tiempo para… de pronto se dio cuenta de que el otro rebuscaba en sus bolsillos—Eso pasa por no tener el número del otro—dijo antes de encontrar lo que buscaba, el móvil de Seto, lo agarró y empezó a manejarlo sin el consentimiento de su dueño y ante su mirada atónita—de pronto Kaiba se dio cuenta de que discaba y algo comenzó a sonar muy cerca, era un rington estaba seguro, con una música horrible que gritaba algo como “…no sueltes mi mano…” o algo por el estilo--¡Listo! Ahora tú tienes mi número y yo el tuyo. La próxima vez me llamas o yo a ti—dijo el ojos mieles devolviendo el celu a donde lo encontró.

 

Los ojos azules lo miraban ya un poco más calmados. Tan fácil todo. Tan sencillo de resumir. Ése tipo era tan diferente de cualquier persona que conociera. Por lo general o eran fríos o complicados, con secretos que ocultaban con pasión, que amenazaban para esconder, con silencios en vez de decir las cosas. Pero Joseph no era así. Era raro.

 

De pronto Joey se sintió halado y su espalda tocó el duro muro cuando se dio cuenta de que pasaba los labios del otro estaban sobre los suyos, gozó un poco de ellos antes de reprimirse para decirle--¿En un callejón? Hay un hotel a la vuelta…--el nudo de la corbata fue halado y el ojos azules sin ceremonias abrió el cuello de la camisa de Joey para probar la piel de su cuello. A Wheeler esto lo tomó por sorpresa aunque no la halló para nada desagradable--¡Mpf!—fue el gemido que exhaló y se sorprendió de nuevo cuando el otro haló su cinturón abriéndolo un poco para meter su mano entre los pantalones beige del otro, de pronto se vio con la cara contra la pared, la otra parte de su cuello lamida con fruición desde la base hasta el lóbulo y luego pequeñas mordidas mientras la mano alcanzaba su objetivo haciendo que un temblor recorriera al más joven--¡Espera! ¡Vamos al hotel!—pidió con todos los ánimos que le quedaban. En realidad no le molestaba tanto el lugar sino más bien que algún conocido los cachara ahí.

 

¡Ahora no! ¡Después!—murmuró el otro enfrascado en hacerle sentir deleite.

 

¡Mejor vamos al hotel primero! ¡No quiero caminar con los pantalones ensuciados!—dijo Joseph y al ver que el otro no contestaba le dio por decir--¿Acaso te pone cachondo verme en acción?—ese desparpajo es lo que molestaba al castaño y el mismo desparpajo es lo que lo provocaba a hacer lo que estaba haciendo.

 

El melado arañaba la pared en frente mientras su frente se apoyaba en ella y sus espasmos de placer lo sacudían.

 

¡Di que esto es mío!—exigió de pronto Seto.

 

¡Es tuyo!—respondió el ojos mieles víctima del placer.

 

¡Di que tú eres mío!—exigió después el ojos azules.

 

¿Estas muy exigente hoy, no?—preguntó el rubio.

 

¡Calla y dilo!—ordenó el otro mientras sus bocas se acercaban al Joey voltear a hablar.

 

¡Soy tuyo!—dijo Wheeler antes de prendarse en un beso caliente mientras su cuerpo era liberado para que se volteara. De pronto el éxtasis envolvió al rubio que gimiendo muy cerca de su boca se vino en su mano—Ahora tendrás que tomar la responsabilidad—bromeó.

 

Notas finales:

jEJE

EL TAN ESPERADO LEMON

SE APROXIMA

QUE TENGAN CALIDOS SUEÑOS

n.n

ja ne


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