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Todas contra él por Naotsuki-chan

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Notas del capitulo:

antes que nada una disculpa  u.u no habia estado bien de salud

Estaba preocupado, en verdad preocupado, desde hace unos días su hermosa rubia, había estado como distante y pensativa por algo, y lo peor de todo es que se sentía un completo inútil. Si esta era la primera vez que le pasaba esto, ya que era su “primera relación estable”, claro solo llevaban dos meses, pero eran dos semanas más que todas  sus relaciones pasajeras. No sabía exactamente como preguntarle, siempre que salía con un ¿estás bien?, la rubia cambiaba drásticamente el rumbo de la conversación, y sumándole que en estos momentos se encontraban con los preparativos del festival cultural, eran menos los momentos en los que podían estar solos, en conclusión no tenía la oportunidad de sonsacarle información sobre su estado de ánimo. Así que desesperado y pasando un día más con la angustia de no saber que le pasaba a la rubia, se dirigió a donde se llevaría a cabo una reunión del consejo estudiantil, y todos los representantes de clase, esto con el fin de ultimar los detalles del festival.

Miraba por la ventana, sabía que debía poner atención a la plática del presidente del consejo, pero desde que observo que su rubia preocupación estaba en el patio, no despego su vista de ella. La rubia se había convertido en su mundo, en el único sustento que le alegraba su oscura vida, vaya que sus pensamientos estaban llenos por la presencia de ella, y eso le llenaba de alegría, aunque siendo quien es el, no lo demostraba con expresiones es decir que su felicidad no se mostraba en su rostro, y la verdad no muchos sabían que estaba completamente enamorado de la rubia. Sus pensamientos iban y venían en su cabeza como los pasos que daba Naruto en la acera que es donde se encontraba pintando el letrero de la cafetería que su grupo iba a poner en el dichoso festival. 

Unos ojos de un verde azulado lo miraba con atención, no podía dejar de mirarlo, ese hombre que ahora tenía toda su atención en las afueras del aula, era el mismo que le había roto el corazón, sabía que ella solo había sido una de tantas, ahora veía que ella había sido la tonta al caer en sus redes, vamos que era casi dos años mayor que él, lógico que el solo quería jugar, suspiro y regreso su atención al presidente que se esforzaba en dar los detalles del festival. Ya se había decidido, Temari haría lo posible para arreglar esto, aunque le había dado vueltas al asunto y no había encontrado solución alguna sin que ellos terminaran heridos, una opresión en su corazón la regreso a la realidad, justo cuando el presidente daba por terminada la junta.

-        Y eso sería todo.

La voz del presidente lo saco de sus pensamientos, el azabache se levantó rápidamente, trataría de hablar con su “novia”. Con pasos apresurados se encaminaba por los pasillos para ir al encuentro con la rubia.

Naruto estaba pintando, aunque pareciera que solo lo hacía en automático, ya que sus ojos estaban oscurecidos como si solo su cuerpo estuviera presente, Gaara sabía lo que estaba pasando, el tiempo le estaba ganando terreno, y eso era malo.

-        Naru-chan –llamo con suma cautela ya que estaban con dos chicas más las cuales arreglaban lo del puesto y ellos estaban tomándose un pequeño descanso.

-        ¿Mm? –el monosílabo que salió de la boca del rubio solo puso tenso al pelirrojo.

-        Ya pensaste en como…. —no termino el intento de pregunta ya que la mirada azul de su amigo se oscureció aún más. – Naruto

-        Lo estuve pensando, pero no encuentro como –sus palabras eran un susurro triste, tenía los ojos apunto de las lágrimas, haciendo que el corazón del pelirrojo diera un vuelco, nunca le había gustado ver a su amigo llorar, estaba a punto de acercarse y abrazarlo cuando una voz los sobresalto a ambos.

-        Naruto—un azabache algo jadeante por su “caminata apresurada” llego a espaldas del pelirrojo. El rubio lo vio y sonrió por inercia, su corazón palpito de solo verlo, pero él entre cejo fruncido de su “novio” le confundió.

-        ¿Qué pasa ttebayo?—le dijo una vez que el pelinegro llego a su lado.

-        ¿Quién te hizo llorar? –menciono con una voz profunda, su enojo era evidente, “la rubia” llevo sus manos a sus mejillas, y en efecto sus lágrimas caían suavemente, con el dorso de su mano se quitó el agua salada.

-        La pintura me irrito los ojos –dijo con una risita.

-        ¿segura? – el azabache no estaba tan seguro de su respuesta.

-        Yo mejor los dejo –dijo el pelirrojo  ya que lo habían ignorado.

-        Naruto...—menciono cuando el pelirrojo se perdió de su vista.

-        ¿Para qué me buscabas? –una sonrisa y el azabache se ponía de buen humor.

-        Quiero que comamos juntos –la tomo de la cintura acercándose poco a poco.

-        Teme, sabes que estamos a días del festival, tenemos que trabajar en el almuerzo.

-        Oh vamos dobe, no nos hemos visto en días - bajo un poco su rostro rozando los labios de la rubia.

-         Cierto - articulo a duras penas el aliento suave y el sutil rose con los labios ajenos era embriagador. El azabache sonrió al ver como los lindos ojos azul cielo se cerraban en una clara espera por un beso, sin hacer esperar a la hermosa rubia, junto sus labios, suave y pausado reconociendo en terreno que hace días no surcaban.  El beso termino así como empezó, suave.

-        No sabes lo mucho que extrañe tus labios - el azabache sonrió mientras se relamía el labio inferior, logrando el sonrojo en las mejillas morenas de "la rubia".

-        Solo han sido unos días, exagerado - dijo aun con esas mejillas sonrojadas.

-        Pues esos días han sido...-las palabras del azabache quedaron en el aire cuando la voz de la secretaria del consejo estudiantil se escuchó.

-        Sasuke-kun necesitamos los documentos de las actividades de tu salón.—Un resoplido salio de los labios del pelinegro, observo a la rubia quien sonreía, tomo su mentón y la beso con suma cautela.

-        Vendré por ti a la hora del almuerzo - dijo una vez el beso se dio por terminado.

-        Ya vete, te esperan - sonrió divertida y al momento sintió como los brazos del pelinegro se alejan de su cintura, observo un rato su espalda alejarse para luego suspirar pesadamente.

-        Naru... - la palma de la mano del pelirrojo se posó en el hombro  del doncel rubio.

-        Duele Gaara, duele - agacho su cabeza haciendo que el flequillo le tapara sus bellos ojos.

-        Vamos -con calma tomó la mano de la rubia para encaminarla a la cafetería y tomar algo.

Cerca de ahí, en esa sala vacía como era costumbre se encontraban las chicas viendo por la ventana, cada una sumida en sus pensamientos, el aire que deambulaba por ellas era pesado,  era muy tarde para tener cargos de conciencia, pero todas y cada una estaban preocupadas, habían pasado algunas semanas desde que Naru les había expresado sus sentimientos, semanas en las cuales había reflexionado y entendido todo lo que habían causado, pero el mal ya estaba hecho y ahora cada una buscaba una solución para dicho “mal”.

-        ¡Ahhh! ¡ya no lo soporto! –la primera en exclamar fue Karin que como de costumbre estaba recostada en la ventana—por más que le doy vueltas no encuentro nada.

-        ¿Crees que eres la única?—la peli rosa del grupo bufo molesta. —todas hemos estado buscando una solución –esas palabras fueron las primeras que escucho Temari al llegar al lugar.

-        Así que también buscan una solución –la oración en afirmación hizo voltear hacia la puerta donde se encontraba la rubia, el asentimiento general solo hizo suspirar a la mayor del grupo.

-        ¿y si…?—los balbuceos de la oji perla se escucharon tan claros en ese denso silencio que se había instalado.

-        ¿Qué Hinata, tienes alguna idea? –la rubia de coleta alta que era la que estaba más cerca de Hinata le cuestiono.

-        No creo que sea lo más aceptable—la chica tímida se sonrojo un poco ya que todas la miraban con intensidad.

-        Solo dilo Hinata –TenTen exclamo con algo de impaciencia.

-        Bueno solo pensé, que si “ella” vino de la nada, también podría irse de la misma forma ¿no?

-        ¿Hablas, de sacar a Naruto de la escuela y “desaparecerla”? –los ojos de asombro  fue lo que vio la morena al levantar la mirada que había bajado por la timidez.

-        Algo asi… supongo –se encogió de hombros.

-        No es mala idea –después de unos minutos de reflexión Temari tomo la palabra.

-        Pero Temari, eso es algo..

-        Solo piénsalo Sakura, si sacamos a Naruto, Sasuke nunca se enterara y ninguno de los dos saldrá más lastimados.

-        Pero si los separamos aun sufrirán. —comento TenTen.

-        Pero sufrirán menos, y con el tiempo ambos se olvidaran.

Mientras la plática seguía, un moreno se alejaba del lugar, había escuchado todo, y tenía que hablar con su pelirrojo, él también había buscado una solución para el problema de su bastardo primo, aunque no lo admitiera estaba preocupado tanto así que había considerado pedir ayuda a esas chicas causantes de todo este embrollo.

-        ¿Desaparecerla? – sus ojos se abrieron con asombro— ¿Qué están locas?

-        Si – la respuesta directa descoloco al pelirrojo quien bajo el emparedado que estaba comiendo para ponerle completa atención al moreno de permanente sonrisa. Ambos estaban en la azotea de la escuela

-        Explícate—le miro directamente a los ojos.

-        No en el sentido figurado de la palabra, Gaa-chan – aun con su sonrisa de oreja a oreja—por lo que entendí ellas le dirán a Naru-chan que así como vino se vaya.

-        En pocas palabras, quien que desaparezca de la vida de todos, sin razón alguna. – suspiro y poso sus manos sobre sus piernas.

-        Sí, eso mismo –dijo el moreno tomando de su jugo.

-        Puede funcionar –murmuro el pelirrojo.

-        Ahí es donde yo digo no. —dijo entre divertido y serio el moreno.

-        ¿Eh? – regreso su mirada  a su novio.

-        El bastardo es obsesivo, si Naru-chan desaparece sin una razón justa el moverá cielo, tierra, y mar para encontrarla.

-        Esto es complicado – el pelirrojo suspiro.

-        Gaa-chan desde el inicio lo fue.

Ni una palabra más salió de sus bocas, Gaara decidió que hablaría con su hermana, para comentarle lo que su novio le había dicho.


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